La Princesa derriba banderas – Capítulo 79: El conflicto interno de un caballero escolta

Traducido por Raine

Editado por Sakuya


Cuando llegué a la cubierta, el aire frío de la noche acarició mi piel.

Miré a mí alrededor, pero un espeso humo blanco cegó mi vista. Parecía que una niebla rodeó la nave. No solo eso, las islas cercanas proporcionaban la cobertura perfecta, especialmente de noche. Parecía que esta nave se había quedado sin suerte cuando se atascó en este desastre.

Cuando me acerqué al vigilante, vi un cuerpo apoyado contra la cerca. ¿Estaba muerto o solo estaba inconsciente? No podía distinguirlo desde tan lejos.

Teniendo cuidado de alguna flecha, bajé mi cuerpo y me acerqué, luego vi que el cuerpo se movía ligeramente. Entonces aún no está muerto.

En el momento en que suspiré de alivio y puse mi mano en el mástil del barco, una fuerte explosión reverberó. El barco tembló mucho y se balanceó hacia un lado.

Tomé el mástil inmediatamente y soporté el traqueteo.

Otra explosión ensordecedora rugió y un puente áspero cayó sobre el casco de la nave.

— ¡Incursión enemiga! —Me puse de pie y martilleé repetidamente la cubeta que agarré mientras gritaba. Después de confirmar que la planta baja estaba más ruidosa, la tiré.

Inhalando profundamente, el aire frío y penetrante, llenó mis pulmones.

Mis pensamientos estaban claros. Mientras escuchaba el latido de mi corazón latiendo fuertemente, contemplé la niebla nublada frente a mí: más allá del puente colgado se podía ver otro barco y su tripulación. Sus pasos rápidos se escucharon en silencio resonando en las tablas del piso de madera.

Los visitantes no invitados habían llegado.

Los imbéciles que se atreven a contaminar el importante viaje de mi señorita… Cuando pensé eso, mi palma agarró mi espada envainada y apreté los dientes. Inmediatamente la desenvainé. Dando un paso adelante. Siguiente paso, siguiente paso, solo un paso más antes de cargar…

— ¡Oye! ¡Consigue más barcos!

— ¡Un barco como éste rara vez pasa! ¡No dejes escapar a ninguno!

A medida que la distancia se acortaba, se podían ver hombres con caras vulgares que combinaban con su comportamiento desagradable.

— ¡Fuera de mi camino! ¡Yo iré primero! —Empujando hacia abajo al tipo que estaba delante, un hombre levantó la voz antes de caer en la cubierta.

El hombre parpadeó sorprendido cuando salí corriendo y lo agarré. Incluso antes de que su sonrisa pudiera convertirse en un ceño fruncido, mi espada le abrió la garganta. La sangre roja cubrió la cubierta. Sin saber lo que sucedió, el hombre tropezó unos pasos hacia atrás y cayó contra la cerca con su garganta abierta. El cuerpo sin vida cayó al suelo y una fuente elegante salió de su cuello.

— ¿Qué…? ¿Qué…?

Desde lo alto del puente, el tipo que fue empujado me vio. Sacó su espada para pelear, pero fácilmente tomé su pierna y lo hice caer. Pisé su espalda y empujé la punta de mi espada a través de su corazón. Siguió un grito agudo.

Los piratas fueron agitados por el enemigo que de repente atacó. Cuando pateé uno de los cuerpos al mar, vinieron a atacarme. El sonido de las espadas chocando sonó en mis oídos.

— ¡Qué mierda hiciste! ¡Muere!

—Esa es mi línea. —Al hombre que gritaba, le respondí con calma y empujé su espada que fue arrojada repetidamente hacia mí.

Cuando barrí su espada a un lado, el hombre rompió ligeramente su postura. Inmediatamente cerré la brecha, saqué la daga de mi cintura y apuñalé su ojo derecho. Terminé con él mientras daba un grito lastimoso. Cuando estaba a punto de dar un paso adelante, algo atrapó mi collar de mi ropa y me hizo retroceder.

Caí al suelo, estupefacto.

En el momento siguiente, una flecha atravesó el lugar donde mi cara habría estado con un sonido seco y fui arrastrado de regreso hacia nuestra nave.

Un hombre estaba parado detrás de mí. Su capucha cubría completamente su rostro. Sin embargo, reconocí su atuendo: cuando esa sirvienta colapsó, él fue el huésped que entregó su habitación.

—Te apresuraste demasiado pronto. —La figura soltó mi collar y escupió con disgusto.

La voz definitivamente pertenecía a un hombre.

—Lo siento, fui salvado. —Agradecí obedientemente al hombre, pero a cambio él suspiró como si estuviera asombrado.

—No estás en condiciones de ser un escolta.

— ¿Ah? —Levanté la voz a las palabras inesperadas, pero el hombre empujó mi cabeza y me dijo que “me quedara abajo”. — ¿Qué quieres decir?

—Exactamente lo que dije. En este momento, no estás preparado para luchar mientras proteges a los demás.

—Soy… —Cuando intenté replicar, el hombre me miró.

Incluso si no pudiera ver su rostro, aún podía sentir una aguda mirada de él.

—Solo sabes matar, no proteger. Una bestia que solo corre a través de enemigos no puede proteger nada de lo que deja atrás.

— ¡!

Tan pronto como dijo lo que quería decir, el hombre apartó sus ojos de mí, metió la mano en su bolsa mientras aún estaba agachado y sacó tres armas. Entre sus dedos, intercalados, había tres cuchillos delgados… No, más bien, ¿eran agujas?

El hombre agarró una cubeta de madera cercana y la lanzó al aire.

Dos flechas afiladas volaron por el aire. Una golpeó la cubeta y rodó. Toma unos segundos preparar otra flecha.

El hombre se levantó, alzó su mano como para golpear el cielo, entonces un arquero quedó con una de las agujas en su garganta. El otro arquero recibió la otra apuñalada profundamente entre sus cejas.

—Vámonos. —Siguiendo el impulso del hombre, me levanté, pero dentro de mi cabeza había un completo desastre.

¿No soy adecuado para proteger a los demás?

Aunque deseaba ser su espada y su escudo.

En el campo de batalla, cualquier ligera distracción es fatal. Lo sé, pero no podía pensar con claridad. Me sentía incómodo mientras cortaba a los enemigos a mi alrededor.

Quería proteger a Rosemary.

Quería proteger sus deseos. Quería proteger a las personas preciosas a su alrededor. Quería protegerlos a todos.

Pero no sabía cómo hacer eso. Sólo sabía cómo matar a los enemigos frente a mí.

—Kuuh… —En medio de la situación turbulenta, una voz amarga escapó de mis labios.

Mirando hacia atrás, un pirata estaba abrumando a un marinero. Empujé al enemigo frente a mí y lo derribé, luego corrí hacia el pirata y le corté el cuello.

— ¿Estás bien?

—Oh, gracias.

Ayudé al marinero a levantarse y palmeé firmemente su hombro como si dijera “¡Tú puedes!” El marinero pronto corrió hacia otro enemigo.

No dejaré que nadie muera.

Miré por encima de la cubierta que era un campo de batalla y juré en mi corazón.

Por favor no te mueras.

No hieras su corazón.

Una persona muerta no me molesta a en lo más mínimo. Pero Rosemary seguramente estará muy triste.

Me lamenté y me culpé por no tener las habilidades para protegerla. Esto no era una ilusión, sino hechos que se mostraron claramente en el pasado.

En el momento del incidente del secuestro, ella estaba desesperada por salvar la vida de las criadas que estaban en manos del enemigo. Pero yo me concentré solo en salvar la vida de Mary e ignoré su deseo.

Aunque no fracasé por completo. Si me preguntaran si la había salvado, diría que sí. Sin embargo, también hubo circunstancias.

“No exponga a Rosemary-sama al peligro sin importar el costo”.

Para ese objetivo, una o dos criadas se consideraron un precio bajo a pagar. Y le hice una gran cicatriz en el corazón.

Aunque sabías que es una persona amable y, exactamente porque es amable, ¿no era por eso que querías protegerla en primer lugar?

Realmente no estoy hecho para ser un escolta.

— ¡Oye!

Un choque sonó a mi lado.

Al darme cuenta de que se había repelido un ataque hacia mí, miré en la dirección del sonido. Un hombre, que empuñaba un enorme cuchillo en cada mano, estaba parado ahí con las armas cruzadas, bloqueando la espada de un pirata.

Parándose con una fuerza abrumadora, el hombre atravesó a su enemigo en el corazón. Después de limpiarse la sangre de las mejillas con el dorso de la mano, el hombre me miró con una cara agria.

— ¡Deja de joder ya! ¿Quieres que tu hermana se ría de ti?

— ¡!

Fue ese pasajero quien recientemente se hizo amigo de Rosemary. ¿Recuerdo que se llamaba Lobo?

— ¿Mi hermana?

—Ella está haciendo su mejor esfuerzo abajo. No esperaba que ella tuviera las agallas para hacerlo.

Nos paramos espalda con espalda y seguimos hablando mientras eliminamos enemigos.

—Ese niño también está peleando contigo. ¿Qué pensaría ella si te ve ser tan cobarde?

No me sentí enojado ni provocado por esas palabras.

Sin embargo, mis ojos estaban pegados a las escaleras que conducían hacia abajo.

En realidad, no quería apartar mis ojos de esas escaleras en absoluto. Pero sabía en mi corazón que no era digno de estar a su lado.


Raine
Siempre veo a Klaus como alguien muy sencillo, no sabía que tuviera tantos sentimientos difíciles dentro de él. ¿Alguien más siente que alguien importante está haciendo apariciones por aquí y por allá?

Sakuya
Me enoja que le digan cobarde, cuando fue el primero en ir a la cubierta. No es cobarde, simplemente su mente no está con él. ¬_¬

Una respuesta en “La Princesa derriba banderas – Capítulo 79: El conflicto interno de un caballero escolta”

  1. Entiendo que Klaus lucha con sentimientos de inseguridad, pero, eso lo hace más humano.

    Sabemos que no se queda con Mary, pero, me gusta más como pareja que Leon ahora…

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