Traducido por Shisai
Editado por Shiro
Los estudiantes que se escondían en el gimnasio estaban apostados en diferentes puertas.
Entonces, se escuchó el sonido de un disparo y otra bala atravesó la oscuridad, impactando en el piso de concreto.
—El alcance de un arma de policía suele estar entre cincuenta y cien metros —dijo con prisa el chico regordete.
Se dividieron en tres grupos. Li Wen y el profesor Li estaban con los dos estudiantes de reserva que eran más débiles físicamente. Ellos juntos era suficiente para protegerse de un ataque furtivo. Chen Shanshan estaba con Qiao Feifei. Tang Mo sabía que Chen Shanshan tenía una habilidad y que era más fuerte que los jugadores de reserva ordinarios.
El chico gordito y Tang Mo eran los responsables de atacar.
—¿Por qué los polizones no hicieron ruido al pisar los vidrios? Las trampas en la entrada tampoco se activaron.
—Intentaron atacar furtivamente dos veces antes. Debieron haber tomado precauciones la segunda vez que los descubrieron. No repetirían el mismo error dos veces. Deben tener otras formas de ingresar a la escuela —dijo Tang Mo en voz baja.
Los dos hombres salieron del gimnasio mientras se pegaban a la pared.
Tang Mo entrecerró los ojos y examinó atentamente el entorno circundante.
La noche oscura era como una bestia silenciosa, mirando a todos con ojos sedientos de sangre. Había muchos árboles en la escuela. El viento soplaba a través de ellos y hacía que se balancearan. Las sombras del enorme árbol se agitaron en la noche oscura. Era el único sonido que se escuchaba en la negrura.
—Dame un clavo… —dijo, mirando de reojo.
Se escuchó otro disparo y Tang Mo esquivó a la izquierda a una gran velocidad. La bala le rozó el brazo derecho y se incrustó en la pared detrás de ellos. Los dos se miraron y se separaron.
Esta era la estrategia que habían ideado para encontrar la posición del polizón pistolero. Si se llegaran a ver en la peor situación, se separarían y no le darían al oponente la oportunidad de disparar. Ahora se encontraban en la peor situación. Estaba oscuro, y un pistolero era más peligroso cuando se escondía en la oscuridad.
Se escucharon más disparos. Tang Mo sostuvo un enorme palo de madera en su mano y corrió hacia el edificio de la escuela más cercano al gimnasio con celeridad.
La persona siguió disparando, las balas golpeando el suelo donde antes había estado su talón. Cuando se volvió para entrar al edificio de la escuela y se detuvo apenas por un momento, una bala voló frente a sus ojos e impactó en una pared.
Tang Mo entró en el edificio de la escuela, pero una vez lo hizo, se le erizó la piel y, por reflejo, balanceó el gran palo detrás de él. En ese momento, se escuchó el fuerte sonido de una violenta colisión. Un cuchillo grande y un palo de madera chocaron, resultando en este último siendo cortado. Sin embargo, ambos se vieron obligados a alejarse dos pasos a causa del impacto.
—Eres fuerte… —Una risa ronca acompañó el tono sarcástico—. ¡Pero aun así morirás!
El oponente atacó directamente y Tang Mo levantó el palo para enfrentarlo.
Las armas chocaban constantemente a gran velocidad, provocando fuertes sonidos. El cuchillo era más largo que el palo de Tang Mo, y el enemigo lo usó para dejarle rasguños sangrientos en el hombro, la cintura y los codos, lo que obligó al joven a retirarse continuamente.
El hombre vio que estaba ganando ventaja y atacó con más violencia. Con tener un cuchillo tan grande, era suficiente para representar una amenaza para los demás, incluso si solo lo agitaba casualmente. Sin mencionar que era un polizón y tenía una gran fuerza. Cada vez que blandía el arma, generaba una cuchilla de viento.
Sin embargo, el cuchillo no era usado para atacar al azar, y la velocidad en la que esquivaba Tang Mo se hacía cada vez más lenta.
En ese momento, el enemigo blandió el cuchillo con gran impulso hacia el lado izquierdo de la cabeza del bibliotecario. Sin embargo, este se inclinó con torpeza de manera repentina y el cuchillo de acero pasó por encima de su cabeza. Entonces usó su mano izquierda para estabilizar su postura mientras agitaba el bastón con su mano derecha y golpeaba la rodilla del hombre.
El polizón dejó escapar un gemido de dolor y el sonido de un hueso agrietado resonó con estridencia en la oscuridad. Se tambaleó hasta el suelo y usó el cuchillo para estabilizar su cuerpo.
Tang Mo se puso de pie y se limpió la sangre de la barbilla. Entonces vio a su enemigo por primera vez. Era un hombre alto y fuerte con una altura de 1,88 mt como mínimo. Tenía músculos fuertes y un tigre negro tatuado en su brazo izquierdo.
El edificio más cercano al gimnasio era este. El polizón preparó una emboscada aquí y casi lo mató. Tang Mo no se atrevió a tomar a esta persona a la ligera. Los jugadores oficiales y los polizones podían recuperarse físicamente con rapidez. Las heridas de Tang Mo habían comenzado a picar, lo que indicaba que estaban cicatrizando.
La rodilla del hombre estaba lesionada, pero Tang Mo no dudó en levantar el palo. No obstante, sus movimientos fueron tardíos. Su oponente pudo levantarse y usar su arma para defenderse.
La situación cambió. Tang Mo atacaba constantemente y el hombre solo podía defenderse con el cuchillo. A medida que pasaba el tiempo, el polizón se movía cada vez más rápido. Parecía que la lesión de su rodilla había vuelto casi a la normalidad.
Entonces, Tang Mo apuntó con su bastón a la cabeza del hombre.
—¡Maldición, todavía escondido! —El hombre de repente dejó caer el cuchillo, puso sus manos en sus caderas y enfrentó a su adversario. Su energía se arremolinó en su dantian y sus ojos se agrandaron—. ¡Niño, devuélveme a mi abuelo! —rugió enojado.
Tang Mo no entendió las palabras, pero una sensación de inquietud se apoderó de su corazón. Cambió abruptamente la dirección hacia la que balanceó el palo de madera, golpeó la pared del edificio y aprovechó la fuerza del impacto para saltar al otro extremo del pasillo. Justo cuando interrumpió su ataque, vio al hombre musculoso abrir la boca en un círculo y escupir fuego. Al segundo siguiente, monstruosas llamaradas inundaron el área.
El polizón tenía las manos en las caderas y lanzaba llamas. Sus ojos se abrieron con enojo cuando las llamas brotaron y miró a Tang Mo, quien se volvió para correr.
Las llamas eran más rápidas que él, y casi quemaron su cabello, pero tuvo oportunidad de inclinarse y escapar. Entonces, las llamas golpearon la pared, la cual comenzó a desprenderse a causa de la alta temperatura.
Tang Mo usó sus manos y pies para moverse a lo largo de la pared y el suelo para evitar las llamas. El hombre parecía haberse convertido en un dragón de fuego, elevando la temperatura del aire y dejando rastros de material carbonizado por todas partes. El palo de madera había caído víctima de este ataque.
Las llamas desaparecieron y Tang Mo se agachó en el suelo, jadeando.
El espíritu del hombre estaba bien y sus rodillas estaban completamente recuperadas. Recogió el gran cuchillo que había arrojado al suelo y corrió hacia Tang Mo de nuevo, riendo a carcajadas; el cual, desarmado, solo podía esquivar.
Las acciones del polizón fueron crudas mientras seguía blandiendo el cuchillo. Tang Mo tampoco había aprendido artes marciales, por lo que ambos entablaron una pelea sencilla utilizando las excelentes cualidades físicas otorgadas por la torre negra.
—¡Aquellos que vean mi poder morirán!
El cuchillo descendió frente a Tang Mo quien, haciéndose a un lado, escapó. El hombre sintió la victoria y lo persiguió.
El joven salió corriendo del edificio y una bala impactó a sus pies.
Parecía estar en aprietos, pero sus ojos estaban llenos de tranquilidad y sagacidad mientras miraba la posición del pistolero.
El hombre musculoso lo perseguía y balas eran disparadas a sus pies. En dos ocasiones, apenas esquivó el disparo. Para cuando se disparó la novena bala, Tang Mo y el polizón con el cuchillo habían corrido hasta el gimnasio.
Una vez que las dos personas entraron, los seis cuerpos en el suelo entraron en su vista.
El polizón se quedó atónito por un momento antes de burlarse y blandir el cuchillo en su dirección. No obstante, no esperaba que el joven de repente se volviera y lo enfrentara justo cuando el cuchillo descendía.
—¡Esto no está bien! —Una sensación de peligro se coló en el corazón del hombre, pero el cuerpo del otro fue más rápido que su consciencia. Mientras su cuchillo apuntaba directamente a Tang Mo, el joven agitó su mano derecha.
¡Pero no tenía ningún arma!
El hombre musculoso miró con fijeza sin parpadear ni una vez. En un instante, vio aparecer un gran fósforo en la mano del joven.
El cuchillo de acero se encontró con el enorme fósforo.
La hoja de acero del arma se rompió y la cabeza del fósforo se estrelló contra la cabeza del hombre. A continuación, se escuchó el crujiente sonido del cráneo rompiéndose, y el polizón cayó al suelo. La materia blanca del cerebro y la sangre roja fluyeron hacia abajo debido a la gravedad. El cuerpo se retorcía, no estaba completamente muerto, y sus ojos miraron a Tang Mo y el fósforo gigante en su mano. Entonces, sus labios se abrieron como si quisiera hablar, pero no pudo decir una palabra.
La formidable fortaleza física del gran hombre significaba que era imposible que muriera instantáneamente a causa del fósforo de Mosaico.
Tang Mo jadeó con pesadez mientras miraba al hombre en el suelo. Aunque este no habló, sabía lo que quería decir.
—¿Por qué pretendí deliberadamente estar perdiendo y no usé mi arma hasta ahora? Una de las razones era engañarte para que usaras tu habilidad. Chen Shanshan dijo que tu habilidad tenía un límite de tiempo de tres minutos. Han pasado exactamente tres minutos y dos segundos desde que activaste tu habilidad. Otra razón era evitar que te pusieras en guardia. —Parecía tranquilo sobremanera mientras hablaba—. Aunque la razón más importante es que no quiero matarte. Quiero encontrar a esa persona.
Los ojos del hombre estaban empapados de sangre. Sus párpados temblaron y no pudo mantenerlos abiertos. Tan pronto como Tang Mo terminó de hablar, el hombre se sacudió violentamente y reaccionó con fuerza.
En ese momento, se escuchó una voz desde la torre del reloj, no muy lejos del gimnasio.
—Oh, ¿cómo pudiste…?
Una vez que se escuchó el disparo, no hubo otro.
—Anteriormente, el pistolero aparecía solo por momentos breves y desaparecía, escondiéndose. Su capacidad de combate cuerpo a cuerpo debe ser muy débil. Si fuera un ataque furtivo ordinario, tendría cuidado y cambiaría de posición después de cada disparo, pero él quería apoyarte mientras me perseguías y no tuvo tiempo para cambiar de posición.
—¡Está muerto, está muerto! —En la torre del reloj, un niño regordete se asomó a la ventana y gritó emocionado.
Tang Mo asintió con la cabeza y miró al hombre musculoso en el suelo.
Este se estremeció y su cuerpo se puso rígido. Al final, una sonrisa extraña de emoción apareció en su rostro, la cual se mantuvo hasta que su corazón se detuvo y su cuerpo se enfrió por completo.
Tang Mo sintió que algo andaba mal en el momento en que se escucharon dos gritos estridentes.
—¡Profesor Li!
—¡¡¡Profesor Li!!!
De inmediato salió corriendo del gimnasio.
En la pista de atletismo, un hombre con un solo brazo sacudió un cuchillo, deshaciéndose de la sangre fresca. Frente a él, el profesor Li cayó después de ser apuñalado en el pecho.
Sangre goteaba de la boca y el corazón del hombre en el suelo. Li Wen, quien lo sostenía, también tenía siete u ocho heridas. Él y dos estudiantes de reserva se esforzaban por detener el sangrado del corazón del profesor Li. Sin embargo, fue inútil, y pronto sus manos se bañaron en sangre.
Los dos estudiantes de reserva no presentaban heridas.
En la pista de atletismo de la escuela habían surgido una docena de flores. Aunque el césped que allí había era solo artificial, ahora este se encontraba adornado por rosas, al parecer, ordinarias. Aún no habían florecido.
El hombre de un solo brazo parado frente a las flores era bajo y delgado, con una cicatriz en la cara que se extendía desde su ojo izquierdo hasta la comisura de la boca. La cicatriz era fea y aterradora. No tenía brazo derecho y sostenía un cuchillo en la mano izquierda, sangre roja goteando por la punta. Aunque, en ese momento, sonrió con tristeza y miró con frialdad al joven.
—¿Están todos muertos?
—Están muertos. Solo quedas tú —afirmó mientras lo miraba con vigilancia.
—Seré el único que sobrevivirá. —El hombre de pelo corto sonrió y señaló al profesor Li, quien yacía en el charco de sangre—. Todos morirán, al igual que él.
Li Wen colocó una mano debajo de la nariz del profesor para comprobar si respiraba.
—No está respirando… —dijo con voz tensa.
Los dos estudiantes de reserva se sorprendieron.
De un rincón oscuro de la pista de atletismo, apareció de repente una figura y gritó:
—¡¡¡Te mataré!!!
En ese momento, el manco blandió el cuchillo. Qiao Feifei, llena de ira, aún no había respondido cuando Tang Mo llegó a su lado, la agarró del brazo poniéndola detrás de él y golpeó el cuchillo con el fósforo gigante.
No había duda de que este cuchillo también se rompería en dos fragmentos.
Una luz brilló en los ojos del hombre manco.
—¡Es tan poderoso! —dijo mirando el fósforo.
Qiao Feifei se sorprendió después de ser cubierta por Tang Mo. En ese momento, Chen Shanshan suspiró y salió corriendo para llevarla al lado de Li Wen.
Zhao Ziang también salió corriendo de la torre del reloj, su rostro sonriente hasta que llegó al campo y vio al profesor Li tirado en un charco de sangre.
—¡Profesor Li! —exclamó. No quedaba rastro alguno de la sonrisa.
Después de todo, al final murió.
Tang Mo había imaginado desde un inicio que estas personas intentarían un ataque furtivo. Sin embargo, había dispuesto trampas en todos los rincones fuera de la escuela. Como había dicho anteriormente, los polizones no pisaron el vidrio porque estaban preparados para ello, pero había dejado deliberadamente un camino.
Durante el día, Li Wen y él reorganizaron el vidrio de la farola en la carretera, dejando, a sabiendas, una caminería curva.
Si los polizones eran lo suficientemente inteligentes como para pensar en no pisar este vidrio y así evitar hacer ruido, seguirían este camino y expondrían su propia posición. Si fueran más inteligentes, verían el propósito de Tang Mo y no tomarían este camino. No obstante, eso los llevaría a quedar expuestos debido a que tendrían que pisar los vidrios.
Al final, terminaron con el peor escenario, no pisaron el vidrio ni siguieron la ruta planificada. El grupo de Tang Mo no estaba preparado cuando los polizones atacaron. Por fortuna, el bibliotecario tuvo la oportunidad de discutir de antemano una estrategia con Zhao Ziang. De lo contrario, la situación actual podría ser totalmente distinta.
—¿Cómo ingresaste? —preguntó sosteniendo el fósforo gigante.
No pisaron el cristal ni siguieron el camino. ¿Cómo entraron a la escuela sin activar ninguna de las trampas?
—¿Entrar? ¡Nunca nos fuimos! —El tuerto dejó escapar una risa desagradable.
El pequeño gordo se asustó.
—¡D-De ninguna manera! ¿Cómo pudieron no irse? ¿Han estado en la escuela todo este tiempo?
—Esta escuela es tan grande. ¿Cómo puedes saber dónde nos estábamos escondiendo? —Los ojos del hombre recorrieron a todos, especialmente a Chen Shanshan—. Durante los últimos dos días, te vi colocar esas trampas inútiles. Originalmente, estaba planeando atacarte anoche, pero no esperaba que este chico apareciera de repente, así que te dejé vivir un día más.
Los malos se habían quedado con ellos todo el tiempo. Los estudiantes estaban horrorizados.
—No pensé en eso. —Chen Shanshan apretó los dientes mientras se lamentaba.
—No te culpes. Nunca pensamos que este grupo de bastardos dejaría la escuela y luego volvería a esconderse en nuestra escuela. ¡Es su culpa! —Qiao Feifei negó con la cabeza.
El manco escuchó lo que dijeron con una extraña luz en sus ojos.
Tang Mo se paró frente a las dos chicas.
—Tus compañeros están muertos. ¿Por qué no te has ido corriendo? —preguntó.
—¿Por qué debería correr? Ustedes son los que van a morir. —El hombre lo apuntó con su cuchillo. Solo quedaba la mitad del arma, pero no mostró miedo mientras lo miraba.
Tang Mo apretó sus manos sobre la cerilla, la sensación de malestar en su corazón haciéndose más fuerte.
—¡Ve y destruye estas flores! —gritó al ver la docena de flores.
—¡En sus sueños! —se burló el manco y agitó su cuchillo para detener a los estudiantes que querían destruir las flores.
Tang Mo balanceó su fósforo y el hombre respondió de manera rápida con el cuchillo roto. De repente, la mitad restante del cuchillo fue golpeado por el fósforo gigante y una grieta similar a una telaraña apareció en la hoja. A continuación, el cuchillo se rompió en pedazos.
—¡Ve y destruye las flores! —gritó de nuevo Tang Mo para que todos lo escucharan.
Aparte de los dos jugadores de reserva que sostenían el cuerpo del profesor Li, los otros cuatro corrieron hacia las flores. El niño regordete agarró las raíces de la rosa y tiró de ellas con fuerza.
—¡No puedo sacarla! ¡Esta cosa es más dura que el acero! —gritó.
El gordito era la persona más fuerte entre los estudiantes, y si él no podía destruir las flores, entonces los demás eran también impotentes.
Tang Mo finalmente entendió la tensión que llenaba su cuerpo.
Este hombre, incluso teniendo un solo brazo, era más fuerte que él. Lucía pequeño y delgado, pero tenía músculos fuertes. Ser un polizón no podía ser la única razón detrás de esto. Antes de que la tierra se pusiera en línea, la condición física del hombre debía ser mejor que la de una persona promedio y, actualmente, la velocidad con la reaccionaba era comparable a la de Tang Mo. No conforme con esto, era mejor que él en fuerza y combate. Puede que no tuviera un arma, pero siguió esquivando el fósforo una y otra vez.
—¡Debes usar tu habilidad para destruir estas flores!
El gordo estaba sudando cuando escuchó el fuerte grito. Entonces hizo aparecer un largo clavo frente a él, con el que apuntó hacia las raíces de las flores. Este voló por el aire y penetró la raíz, chispas saltando al momento del impacto.
—¡Puedo hacerlo! —El chico regordete entendió lo que debía hacer y siguió rompiendo la raíz con el clavo. Sin embargo, eran demasiado delgados, y no conseguía atinar cada vez que los usaba. Debido a esto, necesitaba al menos de veinte impactos, es decir, dos minutos para destruir una flor.
—Tengo un arma. Esta raíz es equivalente a una barra de acero. Si usas esta pistola, es posible que puedas destruirla. El cargador contiene al menos ocho balas. Alcanza para destruir una flor —gritó Zhao Ziang.
El gordito le entregó el arma a otro jugador oficial, Qiao Feifei.
—Esto es… es un arma. —Estaba atónita.
—Sí, es una pistola. Enfócate y apúntala a las raíces.
Qiao Feifei se armó de valor y se preparó para tomar el arma, pero durante su indecisión, una mano ya le había quitado el arma al chico regordete. La joven de pelo corto miró con tranquilidad la flor y apuntó con la boca del arma a la delgada raíz. Las manos de Chen Shanshan no temblaron cuando apretó el gatillo.
La bala atravesó las raíces de la rosa, creando un agujero.
El poderoso retroceso hizo que la joven diera medio paso hacia atrás. Aunque no esperó a que el chico regordete volviera a hablar. Levantó el arma y disparó dos tiros.
Qiao Feifei miró a su alrededor con alivio.
—Es realmente útil.
Los dos estudiantes de reserva también vinieron a ayudar. El gordito destruía las flores con sus poderes mientras que Chen Shanshan acabó con dos usando la pistola. Los otros tres estudiantes y Li Wen estaban tratando de cortar la raíz de la flor con un cuchillo. Con la unión de sus esfuerzos, lograron cortarla después de diez golpes.
Tang Mo usó el gran fósforo para luchar contra el manco.
Las dos personas se habían enfrentado varias veces en la pista de atletismo. También, el hombro derecho del hombre se había roto gracias a un golpe del fósforo. Aunque una persona común no podría ponerse de pie, este era un polizón, y con expresión sombría, siguió luchando.
La condición de Tang Mo no se encontraba mucho mejor. Al hombre solo le quedaba un brazo, pero su mano se curvó para golpearlo en las costillas. Entonces el crujir de un hueso se escuchó cuando este se rompió.
Estas eran verdaderas habilidades de lucha.
Si el otro hombre todavía tuviera sus dos manos, o si él no tuviera el fósforo gigante, su victoria no estaría garantizada.
A pesar de todo, el que el otro no tuviera un brazo le permitió encontrar una abertura y apuntar a su cabeza.
Lo esquivó. Sabía que moriría si el fósforo lo golpeaba en la cabeza. Por lo que no dudó en bloquearlo levantando su brazo izquierdo.
A continuación, una pequeña sombra voló en parábola y aterrizó en el campo. El hombre miró a Tang Mo con una expresión horrible. Solo quedaba sangre en su muñeca izquierda. Su mano había caído al suelo no muy lejos.
—¡¡¡Te mataré!!!
Tang Mo no dijo tonterías mientras levantaba el fósforo gigante, pero el polizón, de repente, miró al cielo y rio con locura.
—Vas a morir. ¡Todos van a morir! ¡Soy el único que puede sobrevivir!
Siguiendo su mirada, vio el vasto cielo nocturno, la luz de la luna era tenue y no había estrellas. Una gran nube negra, la cual bloqueaba la luminiscencia de la luna en gran medida, se alejaba en la distancia, dejando expuesta apenas una franja del cuerpo celeste.
—¿Cuál es mi habilidad? ¿Crees que son flores ordinarias? ¡No lo son! ¡Mi habilidad es cien veces más fuerte que lanzar fuego por la boca o disparar cien balas con un arma! Mis flores han absorbido la esencia de la luz de la luna. Solo espera a que esta nube cubra su luz por completo. ¡Entonces mis flores se abrirán!
Tang Mo se volvió para mirar las flores. El gordito ya había destrozado seis, Chen Shanshan se había encargado dos y los otros, con sus esfuerzos combinados, acabaron con otra.
Quedaban tres.
Cuando las nubes oscuras cubrieron la luna, los pétalos más externos de las flores temblaron levemente, y todos escucharon un fuerte sonido cuando estos comenzaron a abrirse. Los pétalos se balanceaban suavemente con la brisa vespertina y, cuanto más se abrían, más profundo se volvía el púrpura del estambre.
—Una vez que mi flor esté abierta, morirás. ¡Es venenosa! ¡El gas venenoso se dispersará y solo yo sobreviviré! —El manco había perdido la mano que le quedaba y había enloquecido. Su boca hablaba constantemente de «muerte» mientras sus ojos viciosos miraban a Tang Mo y a los demás.
El bibliotecario lo ignoró y corrió agitando el fósforo, pero la rosa solo se sacudió, su tallo ahora doblado quince grados.
¡Incluso el gran fósforo no pudo romperla!
—Todos ustedes van a morir. Ja, ja, ja…
Las nubes oscuras cubrieron la luna mientras Tang Mo balanceaba su arma.
Sin embargo, solo había acabado con una flor cuando la luna había quedado cubierta por completo por nubes oscuras.
—¡Están todos muertos!
Para cuando Tang Mo se acercó a otra flor, esta había florecido casi en su totalidad. Solo la última capa de pétalos cubría aún con firmeza el estambre. La flor era de un color púrpura oscuro y llamativo. A simple vista, se veía que era tóxica.
Tang Mo había levantado el fósforo y aún no lo había hecho descender cuando vio el rostro del enemigo cubierto por una tenue capa de niebla oscura, la cual pareció envolver la cabeza del hombre.
En ese momento, un fuerte viento sopló desde el suelo. El grupo no había reaccionado cuando la pálida luz de la luna volvió a caer al suelo.
La sonrisa en el rostro del hombre quedó congelada, y miró hacia arriba con ojos llenos de incredulidad.
—¡No! ¡Es imposible! ¿Cómo es posible?
Una vez que Tang Mo miró de nuevo, la niebla oscura alrededor de la cabeza del hombre ya se había dispersado. Sin embargo, el viento ya se había llevado las oscuras nubes que cubrían la luna, y su luz volvió a bañar los pétalos, los cuales se detuvieron instantáneamente. Dos minutos después, había conseguido destruir las dos flores restantes.
El manco vio esto y corrió. Tras lo que un pequeño clavo le penetró la cabeza por detrás.
Los ojos del hombre de un brazo se abrieron como platos mientras caía.
—Él… ¿Está muerto? —El niño regordete habló con voz temblorosa.
Tang Mo relajó su control sobre el fósforo.
—Sí, está muerto.
Nadie sabía cómo se dispersaron repentinamente las nubes oscuras que cubrían la luna. Pensaron que fue solo una coincidencia, pero Tang Mo sabía que esto se debía a que había dibujado un círculo antes de la batalla. No maldijo al hombre que escupía fuego ni al pistolero, sino al manco.
El enemigo desconocido siempre era el más aterrador de todos.
Por eso, Tang Mo preparó una carta de triunfo por si acaso. No estaba seguro de si la habilidad «Dibuja un círculo para maldecirlo» funcionaría o qué efecto conseguiría, pero el resultado fue muy bueno.
El enemigo murió y los estudiantes se relajaron instantáneamente. Chen Shanshan todavía sostenía el arma a pesar de estar sentada en el suelo. Aunque no quedaban ya balas, la sostuvo con fuerza, como si fuera un dispositivo de seguridad.
Los estudiantes unieron fuerzas para trasladar los cuerpos de los tres polizones junto a los dos anteriores que ya estaban muertos y pisotearon las caras de las cinco personas con odio antes de tirarlas al baño.
El cuerpo del profesor Li fue trasladado al pasillo del gimnasio con los otros niños muertos.
Los cuerpos yacían en silencio sobre el frío suelo. Se desconocía quién lloró primero, pero gemidos llenos de tristeza resonaron en el gimnasio. Una vez que terminó el llanto, el miedo por haber matado invadió sus corazones.
El gordito Zhao Ziang había matado al pistolero y al manco. Su corazón había estado lleno de venganza en ese momento y no sintió nada en el momento en que lo hizo. Ahora, sin embargo, salió corriendo del gimnasio, se apoyó en una pared y comenzó a vomitar.
Los otros niños tenían miedo y se reunieron, mientras Chen Shanshan les daba comida y agua a todos. Li Wen caminó hacia la pista de atletismo sin decir una palabra, perdido en sus pensamientos.
—Puede que esta no sea la última vez que mates a alguien. —Una voz indiferente y tranquila se escuchó detrás del gordito.
Aunque aún vomitaba, se volvió en lo que escuchó la voz.
Tang Mo tomó una botella de agua y se la arrojó de manera inexpresiva.
—Este mundo ha cambiado. Si quieres vivir, tienes que crecer. Tu habilidad es muy útil. Puede proteger a muchas personas y a ti mismo. —Su voz sonaba tranquila mientras hablaba.
El chico regordete se secó la boca. Sus ojos brillaron y sus labios temblaron.
—Sé que si no los mato, me matarán a mí. Lo sé, es solo que… es difícil adaptarse —dijo con firmeza entre dientes después de mucho tiempo.
—No te preocupes, te adaptarás lentamente —dijo Tang Mo.
—¿Sentiste miedo mataste al matar a una persona?
El chico regordete solo infirió que Tang Mo había matado, pero no sabía que antes de venir él ya había matado a un polizón.
—Tuve un poco de miedo, pero estaba más preocupado por ser asesinado que por tener miedo —dijo en voz baja.
El chico regordete asintió, aturdido.
Tang Mo no dijo nada más.
Si tuviera que elegir entre él y otra persona, no dudaría en elegir la muerte del otro.
Después de consolar un poco al gordito, caminó solo hacia el estanque frente al gimnasio. Entonces extendió la mano y sacó un libro del aire. Pasó las páginas y se congeló al ver la primera línea del texto.
【Habilidad: Espíritu maligno, ¡devuélveme a mi abuelo!】
【Propietario: Xu Qiang (polizón).】
【Tipo: Atómico.】
【Función: Escupe una llama caliente de la boca durante treinta segundos a temperaturas de hasta 961 ℃.】
【Grado: Nivel 2.】
【Restricciones: El tiempo de descanso es de tres minutos. Antes de usarlo, debes colocar las manos en las caderas y gritar: Devuélveme a mi abuelo.】
【Observación: Xu Qiang dijo que todos aquellos que hayan visto su habilidad acabarían muertos, pero Tang Mo sobrevivió. 】
【Instrucciones de uso de la versión de Tang Mo: Solo se puede usar una vez al día. La temperatura máxima es de 800 ℃. Antes de usarlo, coloca ambas manos sobre las caderas y ruge: Devuélveme a mi abuelo. Creo que esta habilidad es muy adecuada para Tang Mo. Este es el poder que debería tener. ¡Este pollo picante le sienta muy bien!】
El libro siempre lo dejaba sin palabras.
¿Por qué seguía siendo regañado por ser un mal hombre?
La expresión de Tang Mo cambió cuando cerró el libro de golpe. Nunca usaría esta habilidad en su vida.
¡Absolutamente no!
—¿Quieres algo de agua? —Se escuchó una voz femenina detrás de él.
Guardó el libro en silencio y se volvió para mirar a la niña.
Chen Shanshan llegó con una botella de agua y un trozo de pan.
—Ya he bebido agua. —Tomó el pan.
Ella asintió.
El chico regordete había vuelto al gimnasio a descansar. Solo Tang Mo y Chen Shanshan permanecían fuera del gimnasio.
—Todos están dormidos. El hermano Li Wen regresó hace un momento, dijo que no podía dormir y planeaba pasear por su alma mater —dijo la niña.
—Ya veo.
—Esta vez, realmente quiero agradecerte.
Tang Mo miró a la chica de pelo corto.
La mirada de Chen Shanshan era decidida aunque tranquila.
—No solo quiero agradecerte por esto. También quiero darte las gracias por cumplir la voluntad de mi padre y venir a buscarme. Quiero quedarme con mis compañeros de clase. Saldremos de la escuela y veremos cómo es el mundo exterior.
—¿Sabías que quería llevarte conmigo? —Tang Mo arqueó una ceja ante las palabras de la niña.
—Sí, lo adiviné —dijo inexpresiva. Era madura como una adulta de cuarenta y cuatro años en lugar de una adolescente—. Pero ahora que el profesor Li ya no está, no quiero dejarlos.
Tang Mo la miró con determinación. Sonrió y no dijo nada más.
No quería llevarla con él debido al deseo de su difunto o porque sintiera lástima por ella y quisiera protegerla. Simplemente pensó que era muy inteligente y que su habilidad era fuerte. Incluso el libro de habilidades comentaba lo útil que fue recopilar su habilidad. Sin embargo, erradicó la idea en cuanto escuchó su respuesta.
Aunque no era fuerte, ciertamente era más valiosa que Li Wen.
En este mundo desconocido y peligroso, Tang Mo realmente quería un compañero de equipo inteligente.
No obstante, el profesor Li murió y ella parecía decidida a quedarse. Tang Mo lo lamentó, pero no intentó persuadirla.
—¿Puedo llamarte… hermano Tang?
Él asintió.
La niña sonrió. Su aspecto podría ser ordinario, pero tenía un hoyuelo cuando sonreía.
—Te vas mañana, ¿verdad? Espero que podamos volver a vernos más adelante. En ese momento, seré más fuerte. Hermano Tang, gracias.
Estuvo a punto de abrir la boca para responder cuando se escuchó una voz profunda y magnética en su mente.
—¿Lo estoy molestando?
Tang Mo reconoció la voz casi al instante.
—Hermano Tang, ¿pasa algo? —Chen Shanshan fue muy aguda.
La joven lo llamó de una manera familiar, pero aún era una niña. Estas palabras originalmente no eran un problema. Era la frase «¿te estoy molestando?» la que Tang Mo pensó que era extraña.
Entonces la persona volvió a hablar.
—Disculpe la molestia. Llamaré de nuevo en otra oportunidad.
—¡No es lo que piensa! —exclamó el bibliotecario.
—¿Hermano Tang? —la pequeña estudiante estaba confundida.
Tang Mo parecía tranquilo.
—Ve primero. Daré un paseo al igual que Li Wen.
Chen Shanshan lo miró con sospecha antes de suponer algo. Pero no volvió a preguntar y con rapidez se volvió para ir al gimnasio.
Sacó el huevo de pavo blanco de su bolsillo. Efectivamente, este brillaba con una luz tenue.
—¿Señor… Fu? Su voz resuena en mi cabeza. Esto es diferente a la última vez que nos contactamos. Pero no mencionaré este asunto por el momento. ¿Qué está haciendo? —dijo frunciendo el ceño.
♦ ♦ ♦
La autora tiene algo que decir:
Tang Tang 【Cara inexpresiva】: Este libro barato se atreve a regañarme.
Libro de Habilidades Bebé: Tang Mo, Tang Mo, está lloviendo. La gente tiene paraguas. Tang Mo cubre tu cabeza ╮ (╯ ▽ ╰) ╭.
Mayor Fu: #Preparándome cuando escuché a mi futura esposa coqueteando con otra persona. ¿Qué tengo que hacer?#