La Tierra está en línea – Capítulo 72: 3+4=5, este es el Teorema del Obispo

Traducido por Shisai

Editado por Meli


En una sala de la Taberna Banana, el calvo alargó la mano y cogió la luz verde que volaba hacia él. La abrió y vio la marca en el mapa. Se sorprendió por la posición del monstruo. Una sonrisa viciosa y cruel se reveló en su rostro.

—No está lejos…

—¡Hoy voy a matar al Señor B! —declaró la adolescente, aplastó la luz verde, haciéndola pedazos.

Las cuatro personas salieron de la Taberna Banana en dirección a una zona residencial pobre no muy lejana.

La torre negra eligió lanzar el Desprecio de los Detectives al mediodía por una razón: a esa hora, las perezosas personas clandestinas aún dormían. Los jugadores no atraerían la atención de los subterráneos y mientras no murieran, estos no tomarían la iniciativa de comérselos.

Aunque el calvo no se transformó en oso pardo, fue el más veloz de los cuatro polizones. Un minuto después, llegó a la zona de los barrios bajos. Había una luz en sus ojos mientras miraba las docenas de casas en ruinas que tenía delante. Su vista se centró en una casa en ruinas en la parte más interna del lugar.

—¡Allí! —gritó y los cuatro polizones se precipitaron a la casa.

Al entrar en los barrios bajos, el corazón de la mujer de pelo corto se apretó y tuvo un mal presentimiento. Evitó el bumerán negro que voló desde atrás, el objeto giró en el aire y volvió a las manos de una mujer de pelo largo.

Los cuatro polizones dejaron de moverse y se quedaron mirando a esa persona. Vieron que desde el otro camino a cuatro personas vestidas de negro que corrían a gran velocidad. Eran rápidos, pero aún estaban fuera de los barrios bajos. La mujer de pelo largo lanzó el bumerán para detener el avance de los cuatro polizones.

—Hoy es el último día. —anunció con una sonrisa el joven de aspecto soleado—. El monstruo puede ser robado en conjunto, sin embargo, solo hay dos Monedas de Oro del Rey. El que sea más rápido las obtendrá.

El joven continuó corriendo hacia adelante, cuando estuvo a la altura del calvo, este le sonrió fríamente y le lanzó un puñetazo. La sonrisa burlona del joven desapareció y dio tres pasos hacia atrás, evitando el golpe. Miró con recelo a sus oponentes.

La mujer de pelo largo que lanzó el bumerán también se detuvo. Ambos equipos se enfrentaron.

—¿Los cuatro son polizones? —preguntó el joven.

—¿Y qué si lo somos? —se burló el calvo, rugió y sus manos cayeron al suelo mientras le crecía pelaje marrón en la cara.

La chica que lanzó el bumerán lo vio y se volvió hacia el joven:

—Te dije que el juego no terminaría pacíficamente si hubiese polizones. Estabas deambulando por ahí, diciendo que aprovecharías este tiempo para aprender más sobre el Reino Subterráneo para ayudar en futuras partidas. Ahora te has cavado un agujero. Lu, tú y yo somos los únicos que podemos luchar en nuestro equipo. Si muero aquí, te perseguiré en el inframundo —expresó.

El joven evitó los ataques del calvo moviéndose hacia los lados. Tuvo oportunidad de contraatacar una o dos veces, pero su cuchillo no pudo dañar el cuerpo del calvo, en cambio, se enroscó por la fuerza ejercida.

—¡An Chu, ven a ayudar!

La mujer se burló, pero lanzó el bumerán para ayudarle a bloquear los ataques del calvo.

Pronto, los dos equipos se enfrentaron.

El joven Lu, había creído que sería un juego limpio, donde todos trabajaron juntos para cumplir la misión de la torre negra: robar el monstruo al Señor A y al Señor B. Pero la recompensa de dos Moneda de Oro del Rey, había originado un conflicto entre los veintitrés jugadores. Sin embargo, las monedas eran solo un extra.

—Esperen, solo esperen —les dijo el joven al calvo y a la adolescente que lo atacaban—. Nuestro equipo no es bueno en la lucha y nuestra fuerza es débil. Solo queremos ganar y no nos interesan las Monedas de Oro del Rey. ¿No pueden dejarnos ir?

Él y la joven An Chu, con quien había crecido, solo habían incorporado de forma temporal a los otros dos miembros. Si las condiciones lo permitían, intentarían hacerse con las Monedas de Oro del Rey. Si no era posible, solo robarían al monstruo.

El calvo lo escuchó y luego golpeó una enorme piedra detrás del joven mientras decía:

—¿Y por qué no te mataría? —Sonrió, mostrando la dentadura afilada—. Puedo matarte y luego conseguir las Monedas de Oro del Rey.

—¡Maldición!

Después de que la Tierra se pusiera en línea, Lu había participado en muchos juegos de la torre negra e inevitablemente se encontró con polizones. Pero el calvo, era de los pocos que no ocultaban su identidad para no ser excluidos por sus compañeros de equipo. Ese hombre de gran poder solo quería matar.

El hombre calvo y la hermosa adolescente atacaban con entusiasmo. El hombre de mediana edad ayudaba con sus cuchillos voladores. Solo la mujer de pelo corto que usaba «Jaque Mate» estaba descontenta. No le gustaba matar a la gente, pero no se opondría a sus compañeros de equipo.

Los clandestinos que vivían en los barrios bajos eran de clase baja y débiles de fuerza. En cuanto oyeron los ruidos del exterior, cerraron sus puertas y ventanas y los ignoraron.

El calvo dio un puñetazo a una caseta de madera mientras sus gruesos muslos se dirigían hacia Lu. An Chu agitó su bumerán y aplastó la pierna del calvo. Este cayó hacia atrás y los jóvenes huyeron.

—¡Persíganlos!

Las ocho personas corrieron hacia la casa en ruinas donde se encontraba el monstruo.

—Si hay otros siete jugadores todavía vivos, deben estar cerca —reflexionó Lu—. No todos deben ser polizones. Incluso si lo son, verán esta situación y se unirán a nosotros para deshacerse primero de estas cuatro personas. Vayan a esa habitación. Mientras podamos ganar tiempo, alguien vendrá. —El bumerán y algunas ramas que rompió a su paso lo golpearon—. ¿Qué estás haciendo An Chu?

—No deberías tomar el camino intelectual. ¿Qué pasa con tu plan? Lo más importante ahora es escapar. Escapar, ¿entiendes? Dime si tus planes han tenido éxito alguna vez —le gritó con ira

No pudo refutar porque lo que le dijo era cierto. Siempre quiso atacar la torre con su coeficiente intelectual, pero nunca lo consiguió, sin embargo, terminaba ganando el juego de una manera extraña.

Ninguno de los jugadores pensaba en robar el monstruo, solo querían sobrevivir.

Al transformarse, el hombre calvo se volvió más lento, pero la mujer de pelo corto era muy rápida, alcanzó al grupo, levantó su pistola de plata y gritó:

—¡Jaque mate!

Una bala plateada salió de la boca del cañón y apuntó directo a la parte posterior de la cabeza de Lu. Como si tuviera ojos, a donde fuera, la bala lo seguía. Se giró para enfrentarse a la bala de plata. Agitó su mano derecha y en ella apareció un singular puntero plateado.

—Tres más cuatro, es igual a cinco, este es el Teorema del Obispo —dijo en voz alta.

Sus movimientos fueron tan rápidos que la mujer de pelo corto no pudo reaccionar. Una deslumbrante luz blanca surgió del puntero plateado y le apuntó al entrecejo. Entrecerró los ojos justo cuando su cerebro colapsó. Se desmayó y cayó hacia atrás.

El calvo corrió hacia ella y agarró su cuerpo inconsciente. La sacudió dos veces y ella se despertó.

—¿Qué ha pasado? —El calvo preguntó.

—De repente me sentí muy adormecida —dijo entre dientes—. Ten cuidado con ese hombre. Tiene una habilidad hipnótica.

—No puedo hipnotizar las balas. —gritó Lu—. ¡An Chu, sálvame rápido!

Ocupada con defenderse del ataque de los insectos negros de la hermosa adolescente, no pudo ayudarlo. Justo cuando la bala iba a impactar en la cabeza del joven, un naipe negro salió disparado desde un lado y fijó la bala en el suelo.

Al otro lado de los barrios bajos, cuatro cohetes cayeron del cielo y quemaron el enjambre negro que asediaba a An Chu. Al mismo tiempo, un hombre de mediana edad blandió un cuchillo contra los innumerables cuchillos que volaban hacia Lu.

Lu y An Chu tuvieron la oportunidad de jadear. Sus dos compañeros temporales resultaron heridos, se desplomaron a un lado. El hombre de las gafas con sus cuatro compañeros, salieron de la casa donde estaba el monstruo.

—Capitán, estos cuatro parecen ser los últimos jugadores que quedan en la partida. Los otros debieron haber sido asesinados por los polizones. ¿Debemos actuar ahora según su plan? —preguntó Lin Yi.

—No es el plan del Capitán. Es el plan del Señor A y del Señor B —bromeó el viejo Li.

Lu miró sorprendido al equipo de cinco. El hombre de las gafas observó con tranquilidad, a Lu, An Chu y a los cuatro polizones que cautelosos, estaban de pie no muy lejos.

—Si no nos ocupamos de estos polizones, el juego no podrá desarrollarse con normalidad. Por lo tanto, no estamos siguiendo el plan del Señor B. Este es también mi plan —expresó.

—¡Vayámonos! —gritó el calvó, dispuesto a huir, sin embargo, oyó un fuerte golpe.

Algo explotó y un cielo rosado apareció frente a ellos. Una vez que sus espíritus se recuperaron, vieron capas de chicle pegajoso que los adhería al suelo, sin permitirles moverse.

La bella adolescente se sentía miserable, ya que a diferencia de sus compañeros que solo tenían un pie atascado, ella tenía los dos. Lucharon pero no consiguieron despegarse.

—El chicle de fresa que no se puede arrancar, no deberías intentar arrancarlo —dijo una voz risueña en la distancia.

Los cuatro polizones levantaron la vista. En cuanto vieron al bardo apoyado en la pared, la guapa adolescente gritó:

—¡Te voy a matar!

【Artículo: Chicle de fresa que no se puede quitar. 】

【Propietario: Tang Mo 】

【Calidad: Excelente 】

【Grado: 2 】

【Ataque: Ninguno 】

【Función: El chicle no se puede desmontar y el objeto pegado estará sometido a una fuerza 20 veces mayor que su propia gravedad. 】

【Restricciones: Artículo desechable. Es muy, muy oloroso. Solo el usuario puede olerlo. 】

【Nota: Cuando Tang Mo utilizó el sombrero apestoso de Mario para obtener el chicle, debió preguntarse si lo que apestaba era el sombrero de Mario o el chicle. O tal vez él era el apestoso. Después de todo, el olor es similar. 】

Arrojarles el chicle había sido un plan defensivo. Había conseguido atrapar a los cuatro polizones, sin embargo, tres de ellos tenían ataques de largo alcance.

La bonita adolescente rugió con rabia y agitó los brazos, miles de insectos negros salieron volando de sus mangas y atacaron a Tang Mo. El hombre de mediana edad lanzó innumerables cuchillos pequeños, mientras que la mujer de pelo corto levantó su pistola y disparó tres balas:

—¡Jaque mate, jaque mate, jaque mate!

Las tres balas volaron hacia la cabeza de Tang Mo, obligándolo a esquivarlas constantemente. Miró al hombre de las gafas.

—Matemoslos primero —dijo mientras se subía las gafas por el puente de la nariz.

La cooperación entre Tang Mo y el equipo de cinco miembros tenía dos objetivos: impedir que el equipo de cinco se uniera a los polizones, haciendo más difícil la victoria y por último, eliminar a los polizones.

El hombre de las gafas levantó el brazo y la carta negra clavada en el suelo volvió a sus manos. El hermano Hao rugió y voló hacia el hombre calvo que era incapaz de moverse.

La habilidad del hermano Hao no era muy evidente, su cuerpo no cambiaba y no usaba ningún arma. Parecía tener una habilidad que aumentaba su fuerza, además, frente al ahora inmóvil hombre calvo, tenía la ventaja. No obstante no tardó en caer al suelo de un puñetazo, con la sangre brotando de su boca.

El calvo rugió hacia el cielo. El pelaje marrón de su cuerpo se hizo más denso y lo cubrió por completo, sus extremidades bajaron hasta el suelo y su rostro cambió lentamente. Su boca se volvió convexa y sus rasgos faciales se agolparon.

—¡No es bueno! —gritó Lu.

Todos estaban horrorizados. Los otros polizones desearon poder huir, pero tenían los pies pegados al suelo.

Se transformó por completo en un oso pardo. Se golpeó el pecho y con una fuerza veinte veces mayor que su gravedad, sacó sus pies del chicle. Miró al hermano Hao tendido en el suelo y se abalanzó con fiereza.

Lin Yi se movió a gran velocidad para rescatarlo, pero el oso le arrancó un gran trozo de carne.

El animal rugió a Tang Mo, quien sonrió. Para huir de las tres balas y los insectos ya había utilizado algunas habilidades, muchas de las cuales solo podían usarse una vez al día. Se dio cuenta de que no era rival y huyó el peligroso calvo se precipitó tras él.

—Capitán, ellos… —Lin Yi dio un paso adelante.

El hombre de las gafas la detuvo y habló con los ojos entrecerrados:

—Esa es una Moneda de Oro del Rey —le dijo el hombre de gafas, haciendo que ella se detuviera.

El plan de matar a los polizones continuó, como ya había dispuesto el hombre de gafas. Sin embargo, no ayudaría al Señor B, además, si este moría, podría intentar arrebatarle la Moneda de Oro del Rey al calvo.

Los insectos negros y los cuchillos plateados eran como una fuerte lluvia que bombardeaba a los supervivientes. La batalla no había terminado cuando se oyó un fuerte golpe procedente de la casa de piedra situada detrás de los jugadores. El grupo se giró y vio al Señor B salir corriendo de la casa, con el oso pardo detrás de él. Cuando el animal voló por los aires, un caballero con una extraña armadura apareció de repente, bloqueando los zarpazos del oso pardo.

Fu Wenduo no había esperado que este oso pardo fuera tan poderoso. Después de bloquear el ataque dirigido a Tang Mo, fue lanzado hacia atrás y se estrelló contra una enorme piedra.

Su coraza se abrió de par en par. Fu Wenduo se levantó y miró a su compañero no muy lejos. Lo culpó por no haberle dado información precisa.

—Víctor, dijiste que era muy fuerte pero no dijiste que fuera hasta este punto.

—La última vez que lo vi, no se transformó por completo en esto.

El calvo parecía haber perdido la cabeza. Sus ojos rojos solo miraban a los Señores A y B . Con cautela, se abalanzó sobre Fu Wenduo, quien esquivó el golpe y provocó un gran agujero en el suelo.

El animal salió volando del agujero y se precipitó hacia él otra vez. La lucha generaba estridentes sonidos.

Una terrible garra descendió desde lo alto, lanzando a Fu Wenduo al suelo. Él rodó hábilmente al aterrizar, descargando la mayor parte de la fuerza. Sin embargo, su armadura tenía un gran agujero en el centro. Se levantó y miró al oso pardo que jadeaba en la distancia.

Se trataba de un oponente terrible. Fu Wenduo había aparecido en la transmisión de la torre negra dos veces, siendo el primer jugador en China en superar los primeros dos pisos de la torre negra. Tal vez fuera el más fuerte del país, pero eso no significaba que las peleas le fueran sencillas. Sabía que Tang Mo era misterioso y ocultaba algunas cosas. También estaba el líder de la organización de polizones en Beijing. Si los dos luchaban, sus probabilidades de ganar eran solo del setenta por ciento.

Fu Wenduo miró a la bestia y giró la muñeca. La armadura de plata cayó de su cuerpo. Se quitó también el casco. Tang Mo se sobresaltó al pensar que estaba revelando su aspecto, pero una máscara gris similar a la suya, le cubría la mitad inferior del rostro, revelando solo sus decididos ojos.

Fu Wenduo vestía un largo abrigo negro, miró al oso pardo y con una sonrisa declaró:

—Esto es más conveniente.

La armadura ya no le estorbaba.

Agitó su brazo derecho y un arma triangular oscura apareció en lugar de su mano. Entonces, Fu Wenduo desapareció y reapareció de nuevo, apuñaló al oso en la cabeza, chispas de metal saltaron del lugar del impacto.

El animal cayó hacia atrás, la sangre de la herida le rodaba por los ojos. Emitió un rugido monstruoso.

Fu Wenduo continuó su ataque directo y veloz, sin darle oportunidad al animal de reaccionar. Cuando blandía sus garras, ya había desaparecido. Lanzó un rugido de rabia. Estaba lastimado, pero su gruesa piel lo protegía, no tenía ninguna herida mortal.

Confiando el oso a su compañero, se volvió para atacar a la bonita adolescente que usaba insectos. Era la más dura entre los polizones. No era la más fuerte, pero sus insectos eran omnipresentes y difíciles de combatir.

Tang Mo agitó el gran fósforo, bloqueó los insectos que volaban hacia él.

Corrió hacia el hombre de las gafas. Se miraron y asintieron.

Tres cartas negras salieron disparadas como un rayo de las manos del hombre de las gafas, aplastando a todos los insectos negros que volaban hacia Tang Mo. Este se precipitó directo hacia la hermosa adolescente que se mostró aterrorizada. Se había escondido detrás de sus compañeros cada vez que mataba y la gente rara vez se le acercaba. Su habilidad no era de tipo cuerpo a cuerpo.

Tomó contramedidas y se envolvió en un capullo de insectos negros, pero antes de que la protegieran por completo, Tang Mo agitó su mano derecha y un sinfín de llamas quemaron a los insectos negros, que apesar de que seguían apareciendo, dejaron un espacio al descubierto.

Un naipe negro salió disparado por detrás de Tang Mo, le pasó por encima del hombro y voló a través de la grieta en el capullo.

Los insectos negros que volaban por los barrios bajos dejaron de atacar a los jugadores, y al igual que los que formaban el capullo, se volvieron para mirar el cadaver de la hermosa adolescente. Los insectos entraron al cuerpo de la chica por todos los agujeros que encontraron: nariz, ojos, orejas, boca…

La carta del hombre de las gafas había abierto el cuello de la chica. Sus ojos estaban muy abiertos y su cara llena de horror mientras caía al suelo.

El zumbido de los insectos se escuchó desde el interior de su cuerpo, sus órganos estaban siendo devorados. Diez segundos después, decenas de miles de insectos negros salían del estómago de la chica y escapaban de su cuerpo.

Una vez que abandonaron el cuerpo, parecieron convertirse en insectos ordinarios mientras volaban en diferentes direcciones. El cuerpo ya no era más que una cáscara vacía.

Al mismo tiempo, un bumerán negro voló por el aire y cortó la cabeza del hombre de mediana edad.

La mujer de pelo corto, al ver que la situación no era buena, apretó los dientes, sacó un cuchillo y cortó el pie que tenía pegado al chicle y salió corriendo desesperadamente.

Un fósforo gigante se desplazó por el aire, golpeando sus rodillas y haciendo que cayera al suelo. La mujer se giró para ver a Tang Mo.

Sus ojos temblaron al ver la letra B sobre su cabeza. De repente, gritó al hombre de las gafas y a otros jugadores que estaban cerca:

—Él es un monstruo de la torre negra y yo soy una jugadora. Estamos en el mismo bando. Yo no intentaba matarlos como mis compañeros.

Tang Mo levantó el fósforo y bloqueó la bala que estaba a punto de alcanzar su cabeza. Sonrió y dijo en voz baja:

—¿Esta es tu quinta bala?

Recordó que en el juego de Pinocho, el pelo de la mujer se volvió blanco después de disparar la quinta bala. Inesperadamente, ahora podía disparar cinco balas sin coste alguno. Su habilidad había mejorado.

Había disparado la bala mientras huía. Su petición de ayuda había tenido también el propósito de distraer a Tang Mo para poder atacarlo furtivamente.

—¿Tu pelo ya no se vuelve blanco? —preguntó con una sonrisa.

Ella se quedó atónita, entonces comprendió porque los ojos del hombre le habían resultado familiares cuando lo vio en el muelle hace siete días.

Sus ojos se encendieron de odio. Forzó su mano derecha para levantar la pistola y le apuntó, pero Tang Mo le rompió el cuello.

Al otro lado, Fu Wenduo dio una patada en el aire al fuerte oso pardo. El arma oscura en forma de pirámide tridimensional atravesó el corazón del animal de abajo a arriba.

Tang Mo descubrió que el arma tenía un poco de plata en el anterior.

El cuerpo del calvo cayó al suelo. Fu Wenduo agitó su mano derecha y el arma afilada desapareció.

Lu se encontró con sus compañeros. Dos estaban en buen estado, pero uno de ellos había cerrado los ojos para siempre. Tenía una bala en el pecho y murió antes de poder ser salvado, después de todo, la mujer de pelo corto, sí había asesinado a alguien.

Tang Mo se acercó a Fu Wenduo. Los jugadores vieron que el Señor A se había quitado la armadura y acababa de matar al oso pardo. Levantaron sus armas y los miraron con recelo.

—Las dos Monedas de Oro del Rey, ¿aun las quieres? —preguntó Lu al hombre de las gafas.

—¡Vámonos! —le contestó.

Lu se sorprendió un poco, pero recogió a su otro compañero que aún estaba vivo y se dio la vuelta para huir con An Chu.

Los siete jugadores huyeron sin dejar rastro. Solo habían cooperado por intereses temporales.

—¡Esto no es bueno! —gritó Tang Mo al verlos escapar y junto con Fu Wenduo corrieron hacia la casa.

No había nada en la jaula del centro de la habitación. El monstruo había sido rescatado por los jugadores mientras mataban a los cuatro polizones.

Tang Mo miró la jaula vacía y su expresión cambió. Se lamió los labios, sacudió la cabeza y miró a su compañero.

—Mayor Fu, pensé que solo llevaba un casco. ¿Quién iba a saber que habría una máscara dentro? —dijo con una sonrisa.

—¿Por qué sonríes?

—Esa sonrisa era para ocultar mi identidad frente a los jugadores.

—Preferiría tener un compañero de equipo normal.

El aturdido Tang Mo no supo qué contestar.

¿Se había vuelto muy anormal en los últimos siete días?

—Mayor Fu, vamos —dijo luego de recoger la jaula.

Fu Wenduo sonrió bajo la máscara y lo siguió.

♦ ♦ ♦

Las alcantarillas del Reino Subterráneo eran intrincadas. Se extendían en todas direcciones y eran malolientes y sucias. Siete jugadores las recorrieron lo más rápido posible. Una hora más tarde, salieron con éxito de la capital y entraron en una casa de campo desierta en los suburbios.

—Por fin puedo respirar —jadeó Lu—. Después de media hora en las alcantarillas, pensé que moriría. Esto… uff, ¿cómo se llaman? Yo soy Lu Xing y mi amiga es An Chu. Este es Andrew, es un extranjero. Ya que todos han despejado el primer piso de la torre negra, parece que no son polizones. Tienen habilidades, son… ¿jugadores oficiales?

—Tus planes no tienen éxito y dices muchas tonterías —lo reprendió An Chu.

—Me apellido Luo —habló el hombre de las gafas, ocultando información de su equipo—. Estos son mis compañeros de equipo: el viejo Li, el pequeño Chen, la pequeña Yi y el hermano Hao. Todos somos jugadores oficiales

Una vez que se presentaron, empezaron a relajarse.

La mayoría de ellos habían participado en la instancia de la Taberna Banana el mes pasado, en la que los jugadores del mismo bando eligieron cooperar para tener más posibilidades de ganar. No morirían si perdían, pero esperaban algún castigo. No reconocían al otro equipo, así que era claro que habían estado en campamentos diferentes durante la instancia de la Taberna Banana.

—¿No tomaste las Monedas de Oro del Rey porque el Señor A y el Señor B son demasiado fuertes? —preguntó Lu Xing, rompiendo el silencio.

—Es una razón. —Sonrió el hombre de las gafas—. Has visto la fuerza del Señor A y el Señor B también es muy fuerte. Luchamos con ellos el otro día, así que somos conscientes de ello. Pero la razón más importante por la que huimos sin ganar el premio extra de la Moneda de Oro del Rey es para evitar que el Señor A y el Señor B se enteren… de que robamos al monstruo.

—¿Robado? —Lu Xing gritó con sorpresa.

—Nuestro capitán había organizado desde hace tiempo un plan para que robáramos el monstruo —declaró el pequeño Chen.

El hombre de las gafas se acercó a la chimenea frente a la cabaña con Lu Xing y An Chu. Se inclinó y arrancó una tabla del suelo, revelando un oscuro agujero.

—Las Monedas de Oro del Rey son importantes, pero prefiero un plan conservador. Sin contar a tu compañero herido, tenemos siete personas. La probabilidad de que matemos al Señor A y al Señor B es inferior al veinte por ciento. Si los cuatro polizones no hubieran muerto, tendríamos once personas y la probabilidad sería del setenta por ciento.

—Si este es el caso, ¿por qué no dijiste nada antes? Podríamos habernos unido con los cuatro polizones para matar al Señor A y al Señor B, ganando las Monedas de Oro del Rey. También sería fácil robar el monstruo —preguntó An Chu.

—No. —El hombre de las gafas negó con la cabeza—. La posibilidad de matarlos estaba a nuestro favor, pero los siete moriríamos después. Señor Lu, señorita An, nosotros siete no éramos rivales para los polizones. Si las opciones eran: conseguir una Moneda de Oro del Rey y morir o no conseguir una Moneda de Oro del Rey y sobrevivir, elijo lo segundo. Por eso elegí cooperar con el Señor B.

—¿Estabas trabajando con el Señor B? —quiso saber Lu Xing.

—Este es el camino intelectual —afirmó An Chu.

Caminaron hasta el final del agujero y vieron a dos hombres de mediana edad. Wang Yinggui y el viejo Niao corrieron al ver al hombre de las gafas y anunciaron emocionados:

—¡Lo hemos robado! Como ha dicho, el Señor A y el Señor B no se fijaron en nosotros durante el tumulto. El viejo Niao y yo conseguimos robar el monstruo.

—Fue duro para ti —dijo el hombre de las gafas. Dio un paso adelante y trató de arrancar la tela negra que cubría la jaula.

Wang Yinggui se encogió.

—El viejo Niao y yo fuimos zarandeados por este monstruo durante tres días y tres noches. No queremos volver a verlo.

—¿También son jugadores? —inquirió Lu Xing—. ¿Cómo es que se han dejado llevar por este monstruo durante tres días y tres noches?

Wang Yinggui tragó saliva. Se limitó a decir que él y su compañero fueron atrapados por el Señor A el primer día y arrojados a la jaula por el Señor B. Luego fueron pateados por el monstruo durante tres días y tres noches. Todavía sentía miedo cuando pensaba en ello.

—Por fortuna, esta gente nos salvó o el viejo Niao y yo seríamos habríamos sido torturados hasta la muerte.

La tela negra se levantó y todos miraron a este enorme monstruo.

—¡Monstruo asqueroso! —Wang Yinggui pateó la jaula con fiereza, haciendo que el monstruo abriera los ojos y gritara.

—Aún no es la Noche Sorpresa del Circo Extraño —expresó el hombre de las gafas—. El evento comienza a las seis de la tarde, así que tal vez tengamos que esperar hasta entonces para que se nos juzguen por haber robado el monstruo con éxito.

El grupo asintió.

El tiempo pasó y a las seis de la tarde, una clara voz de niño se escuchó en los oídos de todos:

¡Ding, dong! Los jugadores: Lu Xing, An Chu, Lin Yi, Luo Ze… Wang Yinggui han fallado la instancia. No han robado al pobre monstruo y este está a punto de ser disecado. La instancia de reunión «Noche de Sorpresa del Circo Extraño» está tachada y «Noche de Suspenso del Circo Espeluznante» se ha abierto oficialmente. La instancia pena el fracaso: antes de las siete de la tarde, los diez jugadores deben colarse en el Circo Extraño y destruir la Noche Sorpresa.

¡Ding, dong! Jugadores Lu Xing, An Chu, Lin Yi…

Había un rastro de regodeo en la voz de la torre negra cuando emitió el mensaje tres veces.

Los ojos de Luo Ze se abrieron de golpe. Sus labios se separaron y pareció querer decir algo cuando volvió a escuchar la voz:

¡Ding, dong! Los jugadores Fu Wenduo y Tang Mo han superado con éxito la «Noche Sorpresa del Circo Extraño» y han recibido como recompensa el «paquete de actualización de accesorios personalizable y gratuito».

♦ ♦ ♦

La autora tiene algo que decir:

An Chu: Este es el camino de la inteligencia especial. ¡No lo entiendes, no lo entiendes!

Lu Xing: Guau, gritando en voz alta.JPG. [¡¿Por qué la brecha entre la gente es tan grande QAQ?!]

Tang Tang y viejo Fu: ¿Disculpen? Pensé que este era nuestro pequeño teatro…

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