La Villana Revierte el Reloj de Arena – Capítulo 107: Confirmación (5)

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Era una tontería alabarla ante un resultado tan natural, cuando se enfrentaba a oponentes que ni siquiera sabían cómo refutarla.

—¿Cómo puedo vivir en este mundo duro sin llegara a ese punto? Es un ambiente donde todos están celosos y tratan de matarse entre sí…

Sin embargo, una persona le habló a Aria, quien había disfrutado de un momento de victoria en las olas de alabanza y respeto.

—Oh, Dios mío, no sabía que la señorita Aria tenía este aspecto en su persona.

—¿Señorita Sarah…?

Era Sarah, que había aparecido temprano en la mañana para celebrar el cumpleaños de Aria. Llevaba mucho tiempo en el jardín y sus mejillas estaban enrojecidas por el frío que hacía. Sarah había visto a Aria y los nobles luchar de principio a fin.

—Solo estaba tratando de calcular el momento porque no sabía cuándo intervenir.

Sostuvo con fuerza las manos de Aria, como si estuviera mirando a un niño que había crecido, en lugar de mostrar decepción a pesar de que era tan venenosa.

—Realmente te estás convirtiendo en una adulta.

—Todavía tengo diecisiete años.

El tono suave de su voz transformó a Aria de una adulta a una niña de nuevo. De hecho, tenía unos treinta años, sumando su vida pasada y su vida presente, pero de alguna manera quería actuar como una niña frente a Sarah.

Comenzó a actuar de manera infantil para conquistarla y usarla, pero eso se había convertido en verdadero en su corazón porque había recibido el amor que no había recibido cuando era niña.

—Sí, si tienes diecisiete, todavía eres una niña pequeña. Una niña linda que creció de maravilla. ¿Qué hago el próximo año una vez que seas oficialmente una adulta?

—Soy más joven que Sarah, y creo que estarás bien si no cambias en absoluto por el resto de tu vida.

—Sí, esa es una respuesta inteligente.

Aria, que miró a Sarah con un par de ojos encantadores, notó que el marqués de Vincent estaba junto a ella después de un rato. También estaba mirando a Sarah y Aria con ojos tiernos. Eran las personas que la habían ayudado muchas veces porque siempre estaban ahí para ella.

Sarah le había dado el amor que nunca había recibido de su madre; eran las segundas personas más preciadas entre todas sus conexiones.

—Este es un regalo pequeño y humilde, y espero que su invierno sea cálido.

El regalo de Sarah era un guante que parecía calentar el invierno. Alguien podría pensar que en realidad era un regalo insignificante, pero era un hermoso guante bordado con su sudor hecho a mano y no se atrevió a convertirlo en dinero.

No eran los lirios que simbolizaban la familia del conde Roscent, sino tulipanes. Las lágrimas de emoción quisieron fluir por su rostro inmaculado.

—Gracias, gracias por estar a mi lado.

—Estoy agradecida. Nunca habría hecho realidad mi sueño si no fuera por ti. Siempre he esperado el día para poder dar clases aunque tengo pocas todavía.

Su expresión de genuino placer no era una mentira. No, Sarah siempre la trató con sinceridad, y eso hizo que la mente pecaminosa de Aria vacilara.

—Después de esto, está preparando su boda, señorita Sarah.

—Sí, me estoy preparando muy duro, y espero que brille ese lugar.

La boda de Sarah se celebraría el próximo año, y Sarah sería formalmente la marquesa, lo que Aria había esperado tanto.

Sería solo cuestión de tiempo antes de que la familia del duque se arruinara, y ella se convirtiera en la mujer más noble del imperio. Podría consolar y apaciguar a la perseguida Aria, quien era de origen humilde. Por supuesto, Aria ahora tenía el poder de castigarlos, pero la razón por la que estaba más segura era que confiaba en Sarah.

Ambas entraron a la mansión para esperar a Asher, saludando a los nobles y plebeyos que la visitaron con varios obsequios. Había algo que confesar y la espera pareció ser larga.

—Señorita, ¿está ocupado su alteza? —le preguntó Annie, sin saber lo que estaba pensando. Aria parecía frustrada por la ausencia de Asher mientras pasaba el almuerzo.

—Annie, creo que deberías traerle una bebida nueva.

Jessie se apresuró a presionar su costado para controlar la atmósfera, y dándose cuenta de que había cometido un error, Annie se alejó apresuradamente.

Cuando comenzó a pensar por qué no apareció el príncipe heredero, no solo las sirvientas sino también los visitantes también dudaron. Comenzó a preocuparse de que Asher se hubiera enfadado porque ella no le había dicho la verdad, pero en ese momento llegó a la mansión con cuatro carruajes de lujo,  suficientes para acabar con todas las sospechas.

—Oh… Dios mío.

Justo a tiempo, estaba mirando por la ventana sobre la terraza, y la apariencia glamorosa captó sus ojos. Cuando salió sin descanso, Asher, que había salido del carruaje, se rio profundamente.

—Estaba demasiado preocupado sobre qué regalarte y llegué tarde. Espero que culpes a mi locura.

Al mismo tiempo, se empezaron a descargar las cargas del carruaje. La gente, que se atrevió a escabullirse de este raro y grandioso espectáculo que no habían visto por ningún lado, respondió enérgicamente como taponándose la boca o haciendo débiles gemidos.

Era un regalo de un tamaño inmensurable por la forma en que Asher había organizado todo, pero se sorprendieron al verlo directamente.

—Señor Asher…

Como dijo Asher, llegó tarde al cumpleaños de su pareja, pero preparó un evento tan grandioso, ¿cómo podía culparlo? Aria, cuyas mejillas se calentaron ligeramente por el repentino viento frío, tomó el dobladillo de su vestido y le respondió haciendo una pequeña reverencia cortés.

♦ ♦ ♦

Asher, que había llamado la atención de todos en el jardín, tomó los brazos con Aria y se trasladó al lugar en el medio del pasillo del primer piso, donde las miradas de los visitantes seguían cada paso que daban. Como para mostrar a todos, Asher, que había aparecido con una gran cantidad de regalos, tenía una cara agradable, a diferencia de las preocupaciones de Aria.

—Pensé que estabas enfadado conmigo —le comentó Aria una vez terminó su aparición amistosa, y Asher se sorprendió por sus repentinas palabras que no encajaban con la situación.

—¿Yo?

—Sí.

—¿Por qué pensaste eso?

Asher parecía serio y preocupado por haber cometido un error. Aria vaciló por un momento antes de responder.

—Eso es porque… hay algo que no te dije.

Asher, consciente de lo que significaba, la miró sin preguntar ni responder nada. Al darse cuenta de que este no era el lugar adecuado para una conversación tan seria, animó a Aria a moverse.

—No creo que ese sea el tema adecuado para hablar aquí.

—Creo… que deberíamos ir a mi habitación.

Si alguien que no conocía a Aria escuchaba eso, se sorprendería, pero Asher ya había visitado su cuarto varias veces, así que asintió y se movió de nuevo.

La protagonista de la fiesta volvió a salir repentinamente del salón, por lo que los ojos de algunas personas los siguieron, pero a nadie le pareció extraño porque ya eran una pareja conocidos más allá del imperio y en otros países.

—Traje un refrigerio, señorita.

—Gracias.

Jessie, que la había seguido rápidamente, salió de la habitación después de preparar los refrescos, y la confesión de Aria solo se dejó porque llegaron a un lugar donde nadie las molestaría.

—Lo has entendido mal porque llegué tarde, pero no estoy enfadado en absoluto. No hay razón para estarlo. Incluso si tienes algo que ocultar, no me enfadaré.

Mientras Aria se preguntaba qué decir, Asher hizo una excusa como si fuera injusto, y Aria, que estaba nerviosa, respondió con mucha vergüenza.

—Entonces… me alegro.

Afortunadamente, su repentina excusa había aliviado un poco la atmósfera, y Aria tomó un sorbo de té después de mirarlo a la cara.

—En realidad… como ya sabes, hay algo que no te he dicho, y creo que esta vez estarás enfadado conmigo.

—No importa lo que digas, no me enojaré, así que dímelo.

Como Asher realmente quiso decir eso, extendió la mano y tomó la mano de Aria. Sus manos que se enfriaron debido al nerviosismo comenzaron a derretirse lentamente debido al calor de las manos de Asher. Con la calidez de su respuesta y consideración, comenzó a revelar el secreto que había escondido durante mucho tiempo.

—No sé por qué, pero tengo una habilidad extraña como tú —dijo Aria. Miró una vez la caja del reloj de arena que metió en el armario, la fuente de su habilidad.

Como no le había quitado la mirada de encima, comprobó a dónde se dirigió su mirada.

—Lo adiviné… porque el color del anillo cambió. ¿Está relacionado con el reloj de arena?

Realmente lo notaste en el color del anillo.

—Sí, puedo usar mi poder a través del reloj de arena —le explicó, pensando que lo mejor sería confesar antes de que fuera demasiado tarde.

—Lo siento, pero ¿cuál es tu poder? Nunca he oído hablar de tal cosa…

—Es difícil de creer, pero yo puedo… puedo retroceder cinco minutos, solo una vez al día.

Asher puso su fuerza en sus manos que envolvieron las de ella. En una confesión impactante de que podía volver el tiempo al pasado, Asher, que la estaba escuchando, no respondió.

¿Quién puede responder cuando le dicen que se puede volver en el tiempo?

La capacidad de retroceder en el tiempo era más poderosa y misteriosa que la capacidad de moverse por el espacio. Significaba que podía atreverse a corregir errores en contra de las leyes del mundo y las reglas que Dios había creado. Como Asher no le respondió por mucho tiempo, Aria se preocupó de que no le creyera.

—Me… gustaría mostrarte mi poder, como tú, pero creo que será un poco difícil ahora ya que tengo que irme a dormir un día después de regresar el tiempo. No puedo dormir durante la fiesta de cumpleaños, pero te lo mostraré más tarde si tengo la oportunidad.

A diferencia de Asher, que era libre de moverse, Aria no podía especificar la hora y, después de usar su habilidad, tenía que dormir incondicionalmente. La explicación cambió su expresión, y Aria, quien rápidamente la reconoció, preguntó al respecto.

—Sabes algo.

—Es… solo una suposición.

—¿Cuál es esa suposición?

—Creo que no eres un miembro de la familia real, y por eso el uso del poder tiene efectos secundarios graves.

Era exactamente porque no estaba relacionada con la sangre real, y era la nieta de Violet, que había sido reconocida como miembro de la familia real solo con el agua bendita. A diferencia de la realeza, tenía habilidades más débiles y efectos secundarios graves. Pero no era su responsabilidad explicar tal relación de causa y efecto, por lo que agregó una explicación que exceptuaba la historia del linaje porque no quería que ella lo malinterpretara.

—No puedo decir que sea exacto porque lo he visto a través de un libro secreto que se ha transmitido solo al sucesor del trono imperial durante generaciones, pero la habilidad solo se encuentra en unas pocas familias reales, y rara vez aparece a los forasteros. Sin embargo, es muy poca gente.

—Entonces… si el poder le aparece al forastero que no es de la familia real, tendrá un efecto secundario severo en el uso de su habilidad.

—Así es como yo lo entiendo.

Aria sonrió por dentro. Era extraño y misterioso que tuviera el poder aunque no fuera de la familia real. Su obsesión por la vida y la venganza contra Mielle parecía haber sido grande, por lo que habría llevado a esta habilidad.

Había confesado para que no se crearan malentendidos, pero inesperadamente obtuvo una explicación de su poder, por lo que pensó que fue una buena idea admitirlo.

—Por cierto… si tienes la capacidad de volver al pasado, debes haberte arrepentido de algo, lo suficiente como para querer cambiarlo.

—¿Qué quieres decir? —preguntó en un tono casual. Sus hombros temblaron cuando él dio en el clavo, así que Asher le confió lo que sabía.

—Sé que esta habilidad varía de persona a persona en situaciones dramáticas o en crisis. Mi capacidad para moverme por el espacio se manifestó cuando luchaba por escapar de un asesino, cuando casi pierdo mi vida.

Aria se quedó mirándolo, sorprendida.

Entonces, después de perder mi vida, ¿volví a mi pasado más joven a través del reloj de arena? Como no pude escapar, tuve que volver y entregar la venganza bajo la consideración de Dios.

—Sí… lo lamenté mucho, y conseguí la habilidad…

Apareció a costa de mi muerte. ¿Cuánto debería decirle? ¿Qué he sido una mujer malvada en el pasado? No importa cuánto me engañaron, le ordené a una criada que pusiera veneno en el té de mi hermana y me atraparon y me cortaron la cabeza. No, si le digo todo, tendría que explicar que tengo treinta años. Oh, Dios mío. ¡Asher solo tiene veinte años ahora, y me ve como una niña de diecisiete años!

Al darse cuenta que estaba saliendo con un hombre diez años más joven, sintió una sensación de culpa que estaba más allá de su control. Por lo tanto, Aria se veía ansiosa y pálida, y Asher le preguntó si estaba bien.

—¿Aria? Te ves… ¿Te sientes mal? ¿Quieres que llame a un médico?

—Oh, no. Eso no…

Aria lo detuvo cuando iba a levantarse, pero su rostro aún estaba pálido y su preocupación no desapareció.

—Creo que deberíamos llamar a un médico.

—¡No! Es porque he estado escondiendo algo más… No lo he pensado tanto, pero pienso que debería decirte…

Esta vez estaba realmente listo para ir a un médico, y Aria lo bloqueó y confesó que había otro secreto.

—¿No te dije que no tienes que estar tan nerviosa? Todo estaba bien. No sé cuál es el secreto, pero no me digas si te molesta tanto como para que tu tez se ponga pálida.

—No, tengo que decirte.

No era otra cosa, pero se trataba de su edad que no era tres años más joven que él, sino diez años mayor. Era la persona con la que pasaría su vida, así que quería decírselo. Como no conocía su problema, Asher le insistió que debía hablar.

—Está bien.

—No, te arrepentirás.

—No, no me arrepentiré.

—¡Es un secreto muy importante!

—Estás tan angustiada pensando que no podría soportarlo, pero no importa qué digas, no me iré.

Oh, Dios mío. ¿Estás diciendo que aceptarás todos mis secretos…? 

Al escucharlo, ella se sintió tan culpable que iba a morir. Aunque él le dijo que podía mantenerlo si hablar del secreto le resultaba tan doloroso, ella lo reveló.

—De hecho, yo… soy diez años mayor que tú…

Nunca habría imaginado esto, así que se quedó mirándola, inmovilizado por la sorpresa. Pareció preguntarle qué significaba. Lamentó haberlo dicho sin más, pero no pudo retroceder, por lo que agregó una pequeña excusa.

—No quise ocultarlo.

—Oh, pero todavía te ves como una niña… Estoy seguro de que eras una niña más pequeña cuando te conocí…

Asher tartamudeó, sin responder a su sorprendente confesión. En lugar de estar enfadado o decepcionado, se preguntó cómo esta pequeña niña podría ser diez años mayor que él.

—Bueno… esa es mi apariencia exterior. Regresé al pasado con la capacidad de cambiar el tiempo, con mis recuerdos de ese tiempo.

—¿Regresaste… al pasado? ¿Aria?

—Sí, era una mujer malvada que era peor que los rumores a mediados de los veinte. Volví a ser una niña de catorce años, lamentando el gran incidente, con el reloj de arena. Es difícil de creer esta vez, pero todo es… cierto.

Asher se quedó mirándola en silencio. Tal vez pensó que estaba loca. Pero todo era real y no podía seguir ocultándoselo, así que habló con rapidez.

Afortunadamente, Asher, que la había estado mirando durante mucho tiempo sin hablar, borró su rostro avergonzado y recuperó su rostro original.

—No, puedo creerlo. Por eso estaba tan convencido. Entiendo ahora…

Mientras lo miraba, él pareció darse cuenta de algo: ahora conocía la identidad de la mujer que siempre lo había avergonzado. Extrañamente, no lo encontraba desagradable.

—¿No es malo? Tienes veinte ahora, pero yo estoy llegando a mis treinta…

—Bueno… me da vergüenza, pero no me ofende. Pensé que todavía faltaba un año para que seas una adulta, pero me alegra que no sea así.

Y luego su expresión cambió. Ahora que sabía que ella no era una niña, ya no era tan cariñoso como antes.

—A veces he sentido que me estabas poniendo a prueba y provocándome… creo que todo podría estar calculado. ¿Estoy en lo cierto?

Maru
Una de las cosas que más me ha gustado de esta historia es que Aria se sincere con Asher y le cuente toda la verdad. No es algo que ocurra de normal en este tipo de historias. Y más me gusta aún que él la acepte completamente tal y como es, con su yo pasado y su presente. Por eso Asher y Aria tienen mis respetos. ¡Bellísimo!

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