Traducido por Sharon
Editado por Ayanami
Ning Xi frunció el ceño, miserablemente.
—Lu Tingxiao, ¿estás seguro de que quieres seguir conversando estando en ese estado? ¿No podemos hablar después de que te vistas?
¡De otra forma, le sería muy difícil concentrarse, en serio!
—Seguro. —La voz de Lu Tingxiao sonaba a su espalda, muy cerca, y como un criminal liberado, Ning XI se apresuró a salir del cuarto.
Ah, Lu Tingxiao era alguien naturalmente carismático. Sólo unas pocas oraciones fueron suficientes para darle en su debilidad, especialmente sus palabras respecto a Pequeño Tesoro.
Sin embargo, si seguía de este modo, y después de tres meses sentía que no sería apropiado…
Mientras se preocupaba por este asunto, algo suave aterrizó en sus piernas. Al bajar la cabeza, vio que Pequeño Tesoro había corrido hacia ella en algún punto para abrazarla como siempre. Incluso sostenía el dibujo en sus manos.
Ning Xi se agachó para abrazarlo.
—Querido, ¿has terminado con tu dibujo?
Pequeño Tesoro asintió.
—¿Qué dibujaste? ¿Puedo verlo?
El pequeño le pasó el dibujo de inmediato. En el momento en que lo vio, sus ojos se humedecieron.
Como siempre, ella era el tema del dibujo. Los colores usados eran vibrantes y como salidos de un sueño. Estaba acostada en una pequeña cama, sosteniendo un libro de cuentos en su mano. Sin embargo, Pequeño Tesoro lo había dibujado desde su perspectiva, cuando estaba acostado a su lado y observándola desde abajo.
En todo el dibujo uno podía sentir la felicidad y alegría que el niño sentía cada vez que estaba a su lado, levantando su cabeza para escucharla contar una historia.
—¡Querido, dibujas tan bien! —La balanza en el corazón de Ning Xi se había inclinado a un lado por completo.
Tomó una respiración profunda para poder recuperar su compostura, y besó la frente del niño.
—¡Te traje algunas ropas nuevas! ¿Quieres probártelas? —Dijo feliz. Los ojos de Pequeño Tesoro se iluminaron cuando asintió.
Una vez que Ning Xi terminó de ayudar a Pequeño Tesoro a cambiarse, estaba lista para buscar a Lu Tingxiao, cuando éste salió de su cuarto en su nuevo traje.
Ning Xi había sentido mucha confianza cuando compró la ropa de Pequeño Tesoro, pero en cuanto a Lu Tingxiao, no estaba muy segura, ya que nunca lo había visto usar otro color que no fuera el negro, blanco o gris. Además, el azul zafiro resaltaba demasiado.
Sin embargo, al verlo se quedó en blanco.
Eso… No era tan ajustado…
Al principio, había pensado que no le gustaría, o que ese estilo no le quedaría bien, pero no había esperado que funcionara tan bien en su cuerpo. Mostraba por completo sus hombros anchos, cintura delgada y largas piernas. Pero más importante, su aura solemne y pesada de siempre se había vuelto más ligera y brillante. Toda su persona lucía más joven.
Lu Tingxiao estaba complacido con la mirada completamente estupefacta de la chica.
—¿Qué te parece?
Ning Xi asintió fervientemente.
—¡Se ve demasiado genial! ¡Siento que sólo necesita una flor roja en el bolsillo del pecho para estar listo para su boda!
La forma de elogiar de esta chica es muy única…
—Pequeño Tesoro, ¿no estás de acuerdo? ¿No está genial papá? —Ning Xi bajó la mirada para preguntarle al pequeño bollo que lucía como una versión pequeña de Lu Tingxiao.
Aunque a él no le gustaba mucho su padre, no pudo evitar admitir que lucía mucho mejor que en sus trajes negros usuales. Así que asintió.
Ning Xi le levantó el pulgar de inmediato.
—No pensé que mi sentido de la moda fuera tan bueno. Por supuesto, el CEO Lu, se ve bien en cualquier cosa. Sin embargo, creo que debería usar este tipo de colores brillantes más seguido. Los empleados se sentirán mejor cuando te vean, y serán más eficientes al trabajar.
Escuchándole decir que “se veía bien en cualquier cosa”, Lu Tingxiao no pudo evitar sonreír.
—Seguro, siempre y cuando encuentres algo que me quede bien, cómpralo.