¡Me convertiré en la villana que pasará a la historia! – Capítulo 50

Traducido por Yonile

Editado por Lugiia


—Adorable Ali, con Liz a la cabeza, ¿qué tipo de producción crees que sería buena?

Incluso si me preguntas eso, ¿supones que tengo alguna pista? Curtis, ¿puedes darte cuenta de que considero a Liz como mi enemiga mortal? Y en primer lugar, ¿por qué está ella aquí? ¿Cómo es que una plebeya logró convertirse en miembro del consejo estudiantil de todos modos?

Oh, es porque ella es extraordinariamente talentosa…

Como sea. De cualquier manera, convertir a Liz en la estrella del espectáculo sin ayuda definitivamente no es algo que una villana como yo debería estar haciendo.

No obstante, fui yo quien propuso la idea… Entonces, eso significa que al menos necesito asumir cierta responsabilidad por mis palabras.

De alguna manera, parece que el camino hacia la villanía se me está escapando un poco.

—Liz, ¿cuál es tu tipo de magia favorita?

Ante mi pregunta, las mejillas de Liz se tornaron ligeramente rosadas.

—Magia de agua.

Por supuesto que lo es…

Ahora sé por qué la frase “la gente feliz puede morirse” se hizo popular en mi vida pasada. Es muy desagradable ver a alguien actuando tan unilateralmente feliz frente a ti de esta manera. Aunque, tal vez solo soy yo.

—Entonces, ¿qué pasa si hacen una producción centrada en magia de agua?

Una vez más, el rostro de Liz se pone rojo brillante.

Vaya, es como una manzana. Los chicos están obligados a enamorarse perdidamente ante una reacción como esa. Su expresión es tan inocente y hermosa… ¡Se ve absolutamente encantadora…!

¡Espera, no! Acabo de elogiarla… ¡Incluso si es solo en mi mente, eso no es bueno!

Soy su rival. ¡Ella necesita ser intimidada por mí! Necesito concentrarme para no terminar elogiándola de nuevo.

—¿Tal vez tú y el joven Duke podrían ser pareja?

A sugerencia mía, Duke me lanza una pequeña mirada.

Hice todo lo posible para jugar a cupido, ¿y así es como reacciona? ¿Por qué me mira fijamente? ¿No estaría feliz de que alguien le ofrezca amor mutuo en bandeja de plata? Claro, sé que ha estado albergando afecto por mí, pero no es como si estuviera enamorado de mí, ¿verdad? Entonces, ¿por qué está actuando tan disgustado de repente?

¿Podría ser…? ¡¿Le resulta desagradable oírme decir su nombre?!

¡Debe ser eso!

Para que me mire solo por decir su nombre, debe significar que ha reconocido lo malvada que soy.

—Joven Duke, ¿cómo se siente acerca de unirse a Liz para la producción?

Tenía razón. Con solo decir su nombre, el joven Duke expresa amargura en su rostro. ¿No significa eso que ya me he convertido en una espléndida villana?

Sin querer, mi boca se curva en una pequeña sonrisa.

—Entonces, ¿qué estás sugiriendo específicamente que hagamos? —me pregunta Eric.

¿Específicamente? No lo pensé tan lejos. Los detalles realmente no importan siempre y cuando el plan induzca un enamoramiento entre esos dos, ¿verdad?

Y hablando de eso…

—¿Qué pasa si hacemos que se abracen? —digo sin pensar.

Todos se ponen rígidos y me miran.

Ah, eso podría haber sido un comentario muy audaz… ¿Pero no es sorprendente que incluso sus expresiones se ven un poco apretadas? Aunque, no creo que haya sido tan mala idea.

Con esa sugerencia, la atmósfera se volvió fría nuevamente. El ambiente que antes había preparado regresa, pero esta vez, no es por mi culpa…

¿Es por Duke?

¿Podría ser… que quería ver el enfrentamiento entre Liz y yo que recreó esta tensa atmósfera a propósito?

¡Entonces, felizmente aceptaré esta oportunidad! ¡Te mostraré lo retorcida que puedo ser!

—Alicia, eso es demasiado… Ja, ja, ja… —dice mi hermano Alan, forzando una carcajada para romper un poco la tensión.

Todos los demás se ríen también, siguiendo su ejemplo. Sin embargo, sus expresiones siguen siendo un poco extrañas…

Con ello, apenas queda una chispa de esa preciosa atmósfera cargada…

—¡Adorable Ali! Reflexionemos en algo más que tenga que ver con sus habilidades reales —sugiere Curtis, destruyendo por completo lo que quedaba de tensión. Aunque sus palabras y su tono desenfadado no encajan con su sonrisa de aspecto extrañamente rígido…

Por lo tanto, continuamos la discusión durante un rato más, pero la incomodidad que quedaba nunca disminuyó.

Al final, no fuimos capaces de llegar a ningún plan en concreto para su producción.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido