Mi hermana, la heroína – Capítulo 34

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki


Surfania parecía divertirse jugando. Ganó varios juegos consecutivamente, y no parece como si fuera a perder pronto. Incluso hay una pequeña multitud de espectadores rodeando su mesa ahora.

Luce como que Mishuli se infiltró con éxito en el área de principiantes. También hay otros niños de su edad allí, aprendiendo a mover las piezas.

Mientras observaba esto, escuché un murmullo a mi lado.

—Eres bastante cercana a Mishuli, ¿eh?

—Somos hermanas.

Leon dijo algo obvio, así que le respondí amablemente. Es normal que las hermanas se lleven bien.

Pero, quizás nosotras seamos demasiado cercanas. Podrías decir que es el resultado de vivir juntas en un mundo tan pequeño como es la Mansión.

Una dependencia. O codependencia.

Somos tan cercanas que incluso esas palabras que vienen de mis conocimientos de mi vida anterior vinieron a mi mente.

—Vinimos disfrazadas para que Mishuli pueda hacer algunos amigos.

—Ahh.

Como realmente no tengo nada que hacer, decidí hablar con Leon un rato.

Quiero que Mishuli pueda hablar con otras personas además de mí. Quiero que tenga a alguien más a quien le pueda abrir su corazón.

No es posible que pueda hacerlo con los nobles. Dejando de lado a las personas que conozco, no podemos acercarnos a nadie que esté en posición de espiar una vez que nos acerquemos. No importa quiénes son, es la Casa detrás de ellos la que es peligrosa.

En cuanto a Charles y Surfania, bueno, ellos sólo conocieron a Mishuli por mí.

Por eso, para que ella pueda hablar con alguien por su cuenta, tendrá que esconder su posición. Pero quizás yo sea demasiado simple al pensar de esta manera.

—… ¿Huh?

Estaba pensando esto, pero repentinamente una pregunta completamente diferente entró en mi mente.

La historia de “Laberinto del Destino” comienza en ocho años, en la Academia Real, y comenzará cuando Mishuli se inscriba.

Pero, ¿por qué pudo entrar a la Academia Real?

No es obligatorio asistir. Se supongo que Mishuli está escondida, así que ¿por qué la enviarían a un lugar donde estaría forzada a entrar en contacto con tantas personas?

—Luces como si estuvieras pensando bastantes cosas. Eso es inesperado. Para ser honesto, pensé que eras alguien realmente egoísta.

Mi mente regresó al presente con sus palabras.

Pero de cualquier forma, no tengo suficiente información para responder esta nueva pregunta que entró en mi mente. La dejé de lado y le respondí a Leon.

—Soy bastante importante, así que no estás equivocado. Dejaré esa pasar.

—Haha… Pero, no creo que pueda hacer amigos en un solo día.

—Lo sé.

—Entonces lo sabes…

Leon suena exasperado, pero no hay forma que una genio como yo no hubiera predicho eso.

Pero está bien tener un momento de placer. Si ella puede mezclarse y reír aunque sea por un rato, en un solo encuentro, entonces Mishuli aprenderá algo de los demás. Entenderá que el mundo no soy solo yo.

Esto se volverá un recuerdo y una experiencia para ella.

—Pero tú… Uh, ¿Christina era?

—Eso es cierto, plebeyo.

—Cierto.

Le respondí en un tono deliberadamente sarcástico para ver su reacción, pero sólo se rió con amargura. El hecho de que se riera de esa forma en lugar de enojarse significa que él sabía que estaba bromeando, algo que puedo apreciar en una persona.

Es una reacción que esperaba, así que asentí satisfecha.

—Entonces, Christina. Me estás diciendo que creaste todo este asunto problemático del incógnito. ¿sólo por tu hermana pequeña?

—¿Hm? Sí. Estas en lo cierto.

—Bueno entonces…

Los ojos negros de Leon me miraron mientras hablaba. No parecían tener nada más que genuina curiosidad.

Ah, son del mismo color que los míos.

Nada produjo este pensamiento, simplemente apareció en mi mente.

—¿Tienes algo que quieras hacer hoy?

—¿Eh?

Sus palabras fueron tan inesperadas que quedé confundida.

¿Qué quiero hacer?

Leon vio que mi mente se quedó en blanco, incapaz de responderle, así que continuó.

—Sí. Christina, ¿no hay nada que quieras hacer por tu bien en lugar de Mishuli? No tengo nada que hacer después de esto. Puedo ser tu guía, si quieres.

—… ¿Qué sucede contigo? ¿No tienes amigos?

—Por supuesto que sí, idiota.

Me encogí de hombros mientras sus respuestas se volvían cada vez menos reservadas. Estoy muy consciente de que evité la pregunta a propósito.

—Ya veo. Algo que quiera hacer….

Sopesé la pregunta en mi mente por un tiempo.

Algo que quiera hacer sin Mishuli.

No creí que pudiera pensar algo, pero entonces me llegó una idea sorprendente.

—Sabes, quiero pasear y comer.

—Pasear y comer… Pero puedes hacer eso cada vez que quieras.

—No, no puedo.

Quedé estupefacta ante la respuesta negativa de Leon. La única vez que pude pasear y comer fue cuando me invitaron a un buffet. Y eso fue completamente diferente a lo que quiero hacer.

—Es probable, pero eso no es para nada especial. Estamos en un festival, ¿por qué no…? Um, ¿tus padres son estrictos entonces?

Quizás le preocupó que podría haber algunas actividades que me prohibieron hacer, pero yo sacudí mi cabeza.

—No, en realidad es lo opuesto. Hasta un punto increíble. Generalmente me permiten hacer lo que quiera.

—¿Lo dices en serio?

—En serio.

Mi padre nos mima. Podemos salirnos con la nuestra de casi cualquier cosa.

Sin embargo, él es un Noble primero y principalmente, además de que tiene mucha autoridad. Usualmente no lo parece, pero eso es un aspecto que no se puede remover.

Por supuesto, eso no tiene nada que ver con el presente.

—Estoy segura de que encontraré algo para hacer si camino por ahí comiendo. Para empezar, llévame a un buen puesto de comida.

—Sí, sí… Espera, ¿cuánto dinero trajiste contigo de cualquier forma?

—¿Dinero?

Ante esas palabras, parpadeé sorprendida.

Oh, sí. Dinero. Es lo que elevó el sentido de finanzas en este mundo. Sin lugar a dudas, está entre el top tres de mejores inventos de la humanidad. Una de las cosas que más circulan en este mundo.

—Hmph. Es cierto.

Verifiqué mis bolsillos por si acaso, después de sacar pecho con orgullo.

—¡No tengo nada!

—Mm…

Leon asintió con una gran sonrisa. Por alguna razón parece feliz.

—¡Entonces no habrá nada de caminar y comer!

—Grr…

Ese rechazo inhumano de mis deseos causó que mis labios formaran un puchero.

Ya veo. Aparentemente necesitas ese objeto llamado dinero para realizar las cosas que quieres en este mundo. Hasta ahora nunca tuve dinero, así que lo había olvidado. Esto fue puramente por falta de experiencia.

Por supuesto, si le pido a los sirvientes que acompañaron a Surfania, estoy segura de que me darán algo.

Pero eso no tiene estilo para mí. Son sirvientes de la Casa Calibrachoa, y no quiero confiar en el dinero que tomé de un lugar que no tiene conexiones conmigo.

—Bueno, entonces ¿por qué no juegas conmigo?

—Me aburriría de jugar contra alguien que perdió contra Surfania.

Su mirada simpática se metió en mis nervios, así que me desquite.

Dinero, dinero… Entonces comer y caminar requiere dinero. No tengo nada de eso, pero tampoco quiero rendirme. Mis ojos buscaron una forma de hacer dinero de la nada, como la alquimia, cuando me encontré en la esquina donde se está apostando.

—Leon, ¿tienes algo de dinero contigo?

—Bueno, tengo un poco…

Él vino a disfrutar del Festival, así que por supuesto que tiene algo. Claramente pensó que iba a sacárselo, porque su expresión se volvió sombría.

Pero desearía que no me malentienda. No caí tan bajo en la ruina como para usar mi autoridad para robar el dinero de un plebeyo.

Sabiendo que tiene algunos fondos me hizo sonreír traviesamente.

—Leon. Incrementaré lo que tienes como un favor especial.

Si no tenemos suficiente, lo aumentaremos.

Sonreí mientras señalaba la esquina de apuestas.

Una respuesta en “Mi hermana, la heroína – Capítulo 34”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido