Mi hermana, la heroína – Capítulo 72

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki


—Ha pasado tiempo, Christina Noir. Veo que sigues siendo tan desagradable y descarada como siempre.

—… ¿Vizconde Igusa?

—Hey, no me ignores.

Ignoré aun más al idiota, y le pedí una explicación al Vizconde Igusa con una sonrisa rígida.

—Vizconde Igusa, mis disculpas por ser incapaz de comprender la situación. Por favor, explíqueme amablemente…

—H-Hey, Christina Noir. Te estoy hablando aquí.

Cállate. No vine a saludar a un idiota. A quien estoy esperando es a Charles. Es normal querer una explicación cuando vino un idiota en lugar de mi prometido.

No tengo intención de hablar con Endo hasta que esté satisfecha.

—Su Alteza Charles se estaba sintiendo mal. Los doctores dijeron que es un ligero resfriado y que su fiebre se levantará para mañana. Su Alteza insistió en venir a verle, Señorita Christina, y de alguna forma Su Alteza Endo tomó el rol de representarlo…

¿Qué diablos?

Un idiota no es un representante adecuado para Charles.

[Sharon: Ella es tan linda!!!]

—Hey, deja de ignorarme… ¡Lo menos que puedes hacer es mirarme, pequeña…!

Aun ignorándole, miré al Vizconde Igusa para transmitirle mi insatisfacción. Él desvió la mirada, quizás por ser incapaz de soportarla.

—Bueno… Mis disculpas, no podría haber traído a Charles aquí si significaba afectar su salud. También es posible que pudiera infectarse, Señorita Christina… Fue entonces cuando Su Alteza Endo ofreció venir en su lugar, ya que su horario estaba disponible.

—Así es como es. Ahora que ya está arreglado, mírame. ¿O eres una cobarde asquerosa que ni siquiera puede hacer eso?

Quiero agarrar el cuello de ese idiota arrogante que luce que está rogando por disculparse, y arrojarlo con mis propias manos.

Pero siempre y cuando el Vizconde Igusa esté presente, tengo que resistir y continuar con el papel de la perfecta Señorita Christina. Tengo que mantener en mente que no es una ocurrencia diaria que el Príncipe Heredero venga de visita inesperadamente, no importa cuánto me desagrade, o cuánto nos odiemos entre nosotros.

—Ya veo…

Estaba por suspirar, pero me contuve y sonreí.

—Ciertamente, es un inesperado giro de acontecimientos… Pero supongo que no puede evitarse. Muy bien, lo entiendo.

Podría haberse evitado, pero no tengo el derecho de quejarme.

El Vizconde Igusa suspiró aliviado. Puedo ver que está algo cansado.

La sirvienta me miró como si estuviera viendo una bestia extraña mientras realizo la imagen de una dama perfecta.

La ignoré por ahora y le dirigí al Vizconde Igusa una gran sonrisa.

—Bueno, irás a saludar a mi padre, ¿verdad? Haré que la sirvienta te escolte. En cuanto a Su Alteza Endo… Sí, yo lo entretendré. ¿Está bien eso con ustedes?

—Sí, por favor. Muchas gracias, entonces me retiraré.

Siguiendo mi sugerencia, la sirvienta guió al Vizconde Igusa a la casa.

Ahora estoy sola con Endo. Revisé mis alrededores una vez más para asegurarme que nadie observara, y me giré hacia él.

—Hey, idiota. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Hey, idiota. Finalmente me miras. Me aseguraré de enseñarte respeto y modales.

Intercambiamos palabras con sonrisas brillantes.

Por supuesto, no es amistad ni amor. Es pura enemistad. Simplemente lo estamos expresando con nuestras palabras, o en su caso, en su tono áspero.

—Hahaha. Respeto, ¿huh? Sí… Mi desempeño como una dama debe haber sido demasiado brillante para un Príncipe que ni siquiera puede hablar educadamente. Hehehe.

—Cállate, me estás dando escalofríos.

—¿Huh?

¿Está intentando cavar su tumba en mi patio? Incluso su rostro insatisfecho se mete en mis nervios.

Le enviaré a volar por insultar mi segunda forma.

—En serio, ¿por qué estás aquí? ¿Hmm? ¿Viniste para ganar una discusión? Puedo ganar fácilmente con el dinero de mi familia, ¿sabes?

—Eres fácil de enojar como siempre. Es como dijo Igusa, vine a representar a Charles.

—¿Y por qué tuvo que ser tú?

Le fruncí el ceño porque no puedo aceptarlo.

—Charles insistió en venir incluso cuando lo dejamos solo, y sólo se calmó cuando le dije que le representaría. Es terco en ese sentido.

Eso fue inesperado.

Realmente lo está haciendo por el bien de Charles.

—Me tomó un montón convencerlo, ¿sabes? Es un chico persistente para alguien que se ve flexible.

—… Lo sé.

Asentí mientras hacía un puchero en respuesta al juicio acertado de Charles.

Al parecer ellos se llevan mucho mejor que antes, cuando Su Alteza Endo odiaba a Charles. Me pregunto si su odio desapareció.

Si ese es el caso, entonces dejaré de ser agresiva hacia él.

—Oh, bueno, te mostraré mi cuarto pero deberás irte de inmediato… Oh, sí, le escribiré una carta deseándole que se mejore. Una vez que lo haga, puedes tomarla e irte.

—Eso está bien para mí. No planeo quedarme demasiado de cualquier forma.

Ahora que finalmente estamos en la misma página, le guíe a mi cuarto mientras pensaba que esta tarea no es digna de mí. La sirvienta escoltó al Vizconde Igusa antes. No creo que sea una buena idea dejar que Padre y Endo se vean, porque ya vio la forma en que Endo y yo interactuamos. Se enfurecerá si nos ve, así que planeo hacerlo irse tan pronto como pueda.

—En cualquier caso, ¿qué enfermó a Charles tan repentinamente?

—Ni idea. Es sólo una fiebre de cualquier forma, y es tan ligera que debería estar bien para mañana. Probablemente salió de su cuarto por la noche y se enfermó.

—Hmm.

Es posible.

Pero me decepciona el mal momento. Charles estaba saludable la última vez. Estaba peleando con Mishuli como siempre, así que interferí y sostuve su rostro con los guantes que Mishuli me dio. Tenía la fuerza suficiente como para soltarse. Me pregunto qué sucedió.

—Estoy en territorio enemigo, quizás iré a casa después de encontrar una de tus debilidades.

—¿Huh? No tengo debilidades para explotar —dijo mientras caminábamos por el corredor, como si intentara hacer un reconocimiento.

No voy a preguntarle directamente. Para empezar, soy una genio perfecta, así que no hay forma en que tenga alguna debilidad.

Bufé ante sus estúpidas palabras.

—Eres un idiota como siempre. Una genio como yo-

—¿Hermana mayor?

Me congelé cuando Mishuli apareció repentinamente al final del pasillo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido