¡No es tu hijo! – Capítulo 7

Traducido por Kiara Adsgar

Editado por Yusuke


Antes que todo el pergamino era un color inusual. A diferencia de otros rollos de papel que normalmente son de color marrón, este es un papel plateado rojizo con un extraño patrón grabado en él.

Tenía pequeñas letras, escritas en el papel enrollado.

[Si tienes una mente, tu cuerpo se mueve, y cuando tu cuerpo se mueve, ¡tu mente se mueve! Confía en mí y pruébalo. ¡Esta es la obra maestra de transformación de Derek!

De Derek, que siempre apoya al Maestro.]

¡Es de Derek!

Derek es un mago de alto rango pero aun así está por debajo de Sheyman. Se dedicó al estudió principalmente de transferencia y la producción de armas, es uno de los magos que el príncipe heredero más aprecia porque produce muchos objetos interesantes.

Suele hacer diversos tipos de pergaminos especiales para Sheyman, y también era conocido como un loco entre los demás magos.

Ella no pudo evitar sentir curiosidad.

¿Qué demonios es esto?

Mientras lo examinaba cuidadosamente, Sheyman se acercó a ella de repente y trató de arrebatar el pergamino y llevárselo, sin embargo, Kalia rápidamente escondió el pergamino en su espalda con sus rápidos reflejos.

Sheyman mostró una expresión de vergüenza muy rara mientras miraba el papel rojo que se deslizaba de sus dedos y estaba escondido detrás de Kalia.

Kalia miró con interés a Sheyman, que estaba avergonzado.

—Solo devuelvemelo Kalia. Es peligroso.

—¿Peligroso? ¿Esto?

—Sí, así que dámelo ahora.

—¿Hmm? —Kalia sonrió mirando el papel rojo con una mirada infantil.

El espíritu tranquilo de la embriaguez se elevó una vez más. Tal vez era la primera vez en mucho tiempo que tuvo deseos de jugar con su amigo. Por otro lado, ella realmente no estaba haciendo esto por nada. Ella solo quería volver a divertirse con él como en su infancia.

—¿No?

—Kalia.

Sheyman la llamó por su nombre con una mirada severa.

Kalia levantó la cabeza con una expresión desafiante y dijo:

—¿Te gustaría tomarlo?

—¿Crees que no puedo?

—Si puedes, pruébalo.

Kalia estaba en posición de escapar, pero no había posibilidad de hacerlo. Contrario a lo que esperaba, Sheyman no lidió con sus travesuras como con el discurso anterior.

Más bien, se puso de pie, cruzó los brazos y la miró con ojos fríos.

Fue muy incómodo.

Kalia podía sentir sus mejillas sonrojarse y silenciosamente trató de bajar el pergamino.

—Eso está bien dámelo, como dije ese tipo de pergamino es peligroso, pero… ¿No tienes curiosidad, Kalia?

—¿Qué tipo de pergamino es?

Los ojos de Sheyman brillaron de forma extraña, con una sonrisa de lado, dijo tranquilamente:

—Derek dijo que estaba de buen humor y por eso lo hizo. Tiene un hechizo mágico para ver si las personas están enamoradas o no.

¿Es un hechizo mágico que te permite saber si estás enamorado de alguien? ¿Cómo?

Kalia sacudió la cabeza, incapaz de entender las palabras de Sheyman.

La voz de Sheyman se volvió un poco más insidiosa.

—Si lo rompes con alguien a quien amas, sucede algo muy, muy grande.

—¿Algo grande?

¿Qué pasa?

Como una tonta que solo conocía la espada, Kalia no podía entender lo que decía Sheyman.

—Sentiras algo muy extraño si estas con la persona por que tu corazón ama.

—¿Tu corazón ama? —Sheyman susurró en voz baja para sí mismo, mirando a Kalia, que imitaba sus palabras como un loro.

—Amor.

Era solo una palabra, y Kalia parecío tener una explosión en un pequeño espacio de su corazón.

Y a primera vista, le pareció que vio llamas parpadeando en los ojos de Sheyman.

—Sí, por ejemplo pido un deseo…

Los ojos de Kalia se centraron en los labios de Sheyman, murmurando deseo mientras lo hacía. En ese momento, Sheyman sonrió lánguidamente y se mordió el labio inferior.

¿Qué fue eso? Los ojos de Kalia parpadearon.

Se sintió avergonzada y acalorada. Aunque era su cuerpo, fue una reacción que no pudo controlar.

La lengua roja de Sheyman escapó de su boca como una serpiente, humedeciendo sus labios, luego murmuró palabras de tentación.

—Me estoy volviendo loco porque quiero besarte, no, quiero trazar cada centímetro de tu cuerpo con mis manos hasta que tu piel blanca tenga miles de marcas rojas…

Los ojos de Kalia se clavaron en los suyos. Sin embargo, Sheyman no le devolvió la mirada.

—Voy a besar tus labios, y luego voy a…

Sus ojos se aferraron a los labios de Kalia.

Sheyman murmuró insistentemente, manteniendo la mirada en el mismo lugar

—Eso es exactamente lo que me hace querer un poco más.

♦ ♦ ♦

Sin darse cuenta, un hilo de saliva ya había pasado por su escote, y rápidamente cerró la boca.

¿Qué le pasa a mi boca?

Sorprendida, con los ojos muy abiertos, no podía entender por qué tragó la saliva seca.

Ella solo miraba fijamente los labios de Sheyman, que él había chupado suavemente y luego soltado de forma natural, Kalia tragó su saliva una vez más, pero sin ser consciente de lo que hacía. Confundida y desconcertada porque no podía entender la situación, miró a Sheyman, que parecía muy complacido. Estaba un poco incómoda porque sintió que el zorro relajado revelaba una sonrisa astuta, pero tampoco sabía por qué sentía una sensación de temor.

Lo que sucedió en ese momento estaba lleno de misterio para Kalia.

En cualquier caso, ella se sintió repentinamente más caliente, comenzó a verter el vino que estaba en la mesa en el vaso y golpeó a Sheyman en el hombro.

—Sheyman, este no es un campo de batalla salvaje. Por favor, muéstrame algo de respeto. Tales expresiones también son un poco, um, como diría…

—¿Atrevidas?

Ja, ¿qué le pasa a Sheyman?

Ella se preguntó por qué estaba actuando de esa manera.

—Me estoy enojando.

¿Por qué mira mis labios de esa forma? Es muy molesto.

Él sonrió ante la mirada en su rostro, su sonrisa le dio una sensación de triunfo, en cambia a ella su expresión le pareció bastante molesta.

Ella vislumbró a Sheyman con los ojos entrecerrados y tragó el vino.

—Lo expliqué de la mejor forma posible porque necesitabas una explicación, ¿por qué? No es como si hubiera dicho algo sucio.

Sheyman, que se encogió de hombros, había dicho eso mientras se acercaba a ella.

Entonces, de repente, se detuvo y murmuró con una voz que era bastante grave.

—¿O pensaste en algo sucio y por eso quieres disculparte?

—No.

Él la miró en silencio dudando de sus respuesta.

—Simplemente no, Sheyman.

Kalia lo negó repetidas veces bajando la voz como si lo estuviera enfatizando, pero Sheyman parecía no creerlo.

El pergamino en cuestión rodó por la mesa porque Kalia, que estaba siendo deshonesta, había dejado caer su vaso.

Rodó y se movió hacia la punta del pie de Sheyman como si quisiera estar sobre él.

Sheyman se inclinó suavemente y usó su mano para levantar el pergamino. Luego lo desdobló hacia la izquierda sin dudarlo. Kalia no reaccionó en el exterior, pero por dentro estaba algo sorprendida.

Habló suavemente con una sonrisa infantil inofensiva.

—Por supuesto, la historia de este pergamino puede ser real entre las personas que tienen sentimientos el uno por el otro. O quizás es solo una hoja de papel. Sí… pero, no importa, ¿no? ¿Verdad, Kalia?

—Oh, eh, si no importa.

Aunque Kalia respondió aturdida, de alguna manera se sintió provocada por él, pero como no tenía razón para estarlo, pronto dispersó la falsa sospecha de su mente.

Sheyman se rió entre dientes como si supiera lo que ella estaba pensando y sintiendo.

Las comisuras de su boca, que se alineaban con su barbilla recta y delicada, formaron una sonrisa traviesa e indómita.

—Como era de esperar del general. ¿No sería anormal asustarte? La increíblemente simple, ignorante y legendaria Kalia. Nada le asusta.

Parece que está tratando de provocarme, no importa cuantas veces lo escuche.

Sheyman, que miraba con orgullo la confusión de las pupilas verde pálido de Kalia, sacudió el papel rojo brillante.

—¿Entonces no vas a romper nada esto? Tu fuerza mental es tan poderosa como la magia, no tendras ningun tipo de reacción.

—¿De Verdad?

¿Quiere que rompa el pergamino?

Como Sheyman había dicho, no tenía nada de miedo. Solo se sentía un poco incómoda por alguna razón…

—Sí, no necesito hacerlo. En realidad, Derek ha hablado tanto al respecto, es muy probable que solo produzca un poco de humo. Sin embargo, no soy muy creyente de estas cosas. Pensé que sería bueno si alguien pudiera probar esto por mi y como nuestra general, que no le tiene miedo a nada, cuya fuerza mental es tan fuerte como una roca, lo harías por mí, no tendré que preocuparme. ¿Verdad?

No importa cuán denso fuera Kalia, no tenía más remedio que darse cuenta.

Ese hijo de puta. 

Sheyman se estaba burlando de ella.

Hace un momento. Estaba saltando arriba y abajo, diciéndome que no lo tocara, diciendo que era peligroso. Ahora mira que rapido cambio de opinión.

Sheyman había sido un genio desde que era un niño. Las palabras elegantes que eran difíciles de aprender, para él eran solo etiqueta básica. Sumando la numerosa cantidad de expresiones y acciones moderadamente exageradas que solía hacer para que Kalia se enamorara de él.

También fue por esos discursos tan elocuentes que ella le reveló la trágica historia de su infancia, que a veces la deprimía. Su elección de palabras siempre la guiaba a los jóvenes caballeros en su camino hacia el río de la muerte en su nombre.

Se dio cuenta de que había tomado demasiado poción especial de Sheyman, que honestamente no era demasiado desagradable y fortalecería su cuerpo.

Se trataba de jugar con sus ignorancia, pero en esta ocasión no volvería suceder.

Kalia fortaleció sus defensas y dijo con firmeza:

—No, no lo haré.

—Hm, ¿por qué?

—Porque no hay razón para hacerlo.

—Oh ya veo.

Luego asintió suavemente y la miró, diciendo:

—Si tienes miedo, me dirás que estás asustada.

Ella no pudo evitar enojarse a pesar de que sabía que era un golpe suave contra ella.

Kalia nunca fue tan sensible hacia los demás. Solo había una persona que quería jugarle una broma, que se sentía cómoda con ella cuando estaban enojados y que no quería verla como un enemigo. Siempre fue Sheyman.

Ella podía actuar tan indefensa porque solo estaba frente a él, y el problema era que Sheyman lo sabía muy bien.

También eres un mago problemático.

Si seguía mirando esa cara, sentía que iba a perder los estribos. Kalia volvió la cabeza bruscamente y ni siquiera se molestó en mirarlo.

En ese momento, Sheyman golpeó su palma con el costado de su puño como si se hubiera dado cuenta de algo grande. Luego hizo un ¡Ajá!.

—¿Estás pensando qué sucederá algo realmente extraño, Kalia? ¿No me digas… entre tú y yo?

Los ojos de Sheyman estaban muy abiertos, “Eso no puede ser verdad. ¿No es así?” parecían preguntar.

Antes de que Kalia, que estaba sin palabras, pudiera decir algo, Sheyman agregó rápidamente:

—¿Qué? ¿Te gusto alguna vez? De lo contrario, no creo que haya ninguna razón para estar tan nerviosa.

Huh.

No podía creer que él estuviera reaccionando así.

Para Kalia, Sheyman no era más que un hermano. ¡Incluso habían pasado juntos muchos obstáculos de muerte!

La duquesa la educó tan estrictamente con ese ideal hasta el punto de que estaba extremadamente convencida de que era cierto, creyendo que solo ese sería el futuro de su relación.

Solo siguiendo ese ideal puedo quedarme así contigo.

—Si, has estado secretamente enamorada de mí todo este tiempo.

De modo que las alentadoras declaraciones de Sheyman la provocaron inmensamente.

—Eso es ridículo, Sheyman.

Kalia, cuya voz estaba llena de enojo, arrebató el papel rojo flácido de la mano de Sheyman.

—¿Por qué no te arranco esto?

Y luego lo destrozó en un momento.

10 respuestas a “¡No es tu hijo! – Capítulo 7”

  1. oh… oh… *w* GENIAL me encanta esta prota

    voy a volver a leerlo todavia no me queda claro si ya paso algo entre ellos o es antes de que pasara algo xD, por no leermelo de corrido…

    MUCHAS GRACIAS POR TRAERNOS ESTE GENIAL CAPITULO :´)

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