Mi prometido ama a mi hermana – Arco 3 – Capítulo 3

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


Silvia colapsó debido a su enfermedad.

Cuando esas noticias nos llegaron, estábamos a finales del otoño. Aunque no había pasado ni medio año, cuando ese día de verano comenzó a sentirse terriblemente lejano, un mensajero a caballo vino veloz desde la casa de mis padres. Cuando vi el rostro del apresurado sirviente, era fácil imaginar que las noticias que traía no eran buenas. Sin embargo, nunca pensé que sería sobre Silvia. Esa niña debería haber evitado su tragedia. Por eso nunca se me pasó por la mente que la sombra de la muerte todavía la devoraría.

Ese día, Soleil, quien finalmente se había dado unas vacaciones, se encontraba desayunando junto conmigo. Debido a que era un largo descanso, estábamos hablando acerca de salir juntos a algún lugar. Cuando rememoro ese día, recuerdo que había estado de un humor festivo desde la noche anterior. En un día tan tranquilo, una pesadilla acaeció. En la carta grabada con el emblema de mis padres, estaba escrito que Silvia de repente se había sentido seriamente enferma. Cuando Soleil leyó esto, su rostro empalideció considerablemente.

—Iré a ver cómo se encuentra.

Declaró Soleil con una expresión desesperanzada y el mismo tono de voz de siempre, tratando de fingir despreocupación, pero pude percibir su inquietud cuando se levantó ruidosamente. A pesar de que fingía no verse afectado por la noticia de que Silvia podría morir en cualquier momento, Soleil perdió la calma y la sangre se le subió a la cabeza. — ¿Por qué? —Dijeron mis labios que parecían moverse inconscientemente, antes de tragarme el aliento para tratar de soportarlo. Apreté mis labios temblorosos para mantener el control sobre mis palabras y no tener un desliz. Cuando mi boca se llenó con el sabor de la sangre, finalmente pronuncié con voz tensa.

—Yo también iré…

Dejé caer mis palabras deliberadamente más lento de lo habitual. Mientras ordenaba al mayordomo que hiciera los preparativos para salir, Soleil se puso su abrigo, preparándose para pasar la noche afuera.

—Yo también iré contigo.

Como si las estuviera masticando, repetí las mismas palabras una vez más. Incluso si no debería hacerlo, agarré a Soleil y lo presioné para que me diera una respuesta. ¿Por qué, a pesar de que se trata de mi hermanita, me tratan como si fuera una extraña? Iré a ver cómo se encuentra. ¿Por qué dijiste eso? como si el que vayas solo, fuera obviamente natural. Quiero gritar que no son palabras para decirle a una hermana mayor a punto de perder a su hermanita.

—No, yo iré a caballo. Tú deberías tomar el carruaje.

— ¡Yo también puedo montar a caballo…!

—Con lo alterada que estás ahora, probablemente no puedas sostener correctamente las riendas. Te lo pido, haz lo que digo.

Sus pies, las puntas de sus zapatos, se voltearon hacia la salida, apresurados por abandonar el feudo. Agarrando mi hombro como para evitar que obstaculizara su partida, me sacó de su campo de visión. —Por favor, espera, yo también, juntos. ¡Espera, espera, por favor, Soleil!

Controlada por mis emociones, quería aferrarme a Soleil quien escapó del vestíbulo a paso rápido. Él no tiene intención de llevarme consigo. Eventualmente, no sé si era porque se estaba impacientando conmigo por seguir indefinidamente a Soleil, pero su mayordomo personal se colocó entre nosotros y me informó tranquilamente.

—Señora, los preparativos para el carruaje se realizarán en breve.

Lo dijo con el mismo tono de voz que usó para anunciar la muerte de Silvia en ese día tan lejano, tranquilo pero claro. Recordando vívidamente las escenas de ese día, mientras me estremecía levemente frente a su actitud que no dejaba que nadie expresara su consentimiento ni rechazo, perdí de vista la figura en retirada de Soleil.

— ¿Por qué…?

Esas únicas palabras que murmuré cayeron al piso de mármol del vestíbulo que había recuperado su silencio. Por sólo un segundo, el mayordomo volteó su mirada hacia mí, pero lo más probable es que no hubiese tenido interés desde un principio. —Cuando el carruaje esté listo, vendré a buscarla, así que hasta entonces, por favor, espere en su habitación. —Tan pronto como hubo declarado esto con un tono de voz comercial, se marchó.

— ¿Por qué las cosas son así?

El recelo que bullía dentro de mí, salió con esas palabras. A pesar de que la que estaba muriendo era mi hermanita, ¿por qué la carta estaba dirigida para Soleil? Pienso que una carta enviada desde la casa de mis padres obviamente estaría dirigida a mí, pero desde el principio el sirviente había venido con la intención de dársela directamente a Soleil. Por ejemplo, incluso si se trataba de mis padres, era demasiado grosero escribirle una carta directa al hijo legítimo de una casa marquesina de mayor rango. Incluso en el caso de que tuvieran asuntos que atender con Soleil, dado que la esposa de éste era su hija de sangre, lo mejor sería tratar el asunto a través de ella. No importaba qué problemas acaecieran, un aristócrata era un ser que seguía los procedimientos adecuados. Y, sin embargo, a pesar de esta explicación tan terriblemente larga que acabo de dar acerca de lo impropio que sería, Soleil recibió la carta como si fuera lo más natural del mundo. En frente mío, él la había aceptado como si ya estuviera acostumbrado. El mayordomo tampoco lo reprendió, como si ya supiese que Soleil la recibiría.

Una premonición desagradable cruzó por mi mente.

Tal vez, esta no era la primera vez que enviaban una carta. Quizás hasta ahora, llegaban cartas de la casa de mis padres para Soleil. Y la razón por la que este nunca me informó de ello, es porque estas no iban dirigidas a mí. En otras palabras, no eran cartas de mis padres, porque ellos eran personas que valoraban bastante la nobleza. Y, siendo ese el caso, la única otra persona que podría enviar una carta usando el nombre del conde, no era otra más que Silvia.

Las fuerzas abandonaron mis piernas y caí de rodillas contra el suelo de mármol. Pude ver como las sirvientas se acercaban en estado de pánico.

Me sentía enferma. El mundo daba vueltas. Aunque me apresuré en poner mis manos en el suelo, mis brazos temblorosos no pudieron soportar el peso de mi cuerpo y de inmediato caí al suelo.

Debo apresurarme. Tengo que ir a visitar a mi hermanita enferma.

Eso es lo que pensé, pero a pesar de mi prisa en sentirme mejor, mi visión comenzó a oscurecerse. Él dijo que estaba gravemente enferma. Que ni siquiera podía levantarse de la cama. Aun así, lejos de preocuparme por mi hermanita, comencé a pensar con celos en todas las palabras que probablemente intercambiaron ambos en lugares que yo no conocía. La razón por la que estaba pensando que debía ir al lado de Silvia lo antes posible, no era porque estuviera ansiosa por su enfermedad. —Por dios, que pase tal cosa, qué miserable. —Mientras la sangre se iba de mi cabeza, rememoré mi vida anterior. La yo de esa vez, aunque fuera sólo por un instante, se sintió deleitada con la noticia de que la muerte de su hermanita había reaparecido. De esta manera, la yo anterior perdió a Soleil.

[Traducido por Reino de Kovel]

Esta vez también, Soleil ciertamente había elegido a Silvia. No era un presentimiento, esto ya estaba más cerca de un hecho.

En realidad, me habían abandonado en la mansión. Cuando fui persiguiéndolo, él me dio la espalda como para dejarle claro esto a su mayordomo. La casa de mis padres no estaba muy lejos. Yo también podía montar a caballo e incluso si hubiera sido peligroso, como Soleil había dicho, simplemente podría haberme dejado montar con él en su caballo. No obstante, la razón por la que demostró claramente un comportamiento que decía que no quería que fuéramos juntos, era simplemente porque tenía algo que quería ocultar. No, en primer lugar, dudo que haya tenido la intención de ocultarlo. Ese día, esos ojos suyos, ¿no me lo dijeron claramente?

Que no quería que le estorbara. Que no quería que le arrebatara su tiempo con Silvia.

Al final, después de que colapsé en el vestíbulo, sin poder cumplir mi promesa de visitar a Silvia, fui llevada a acostarme en mi habitación. Tras unos minutos, trajeron al doctor exclusivo de la casa y después de que este me examinara, con una expresión seria en su rostro, sacó a las personas de mi habitación y me dijo.

—Está embarazada.

— ¿Qué?

Al escuchar esta inesperada frase, me sobresalté en la cama. Al ver esto, el viejo doctor me dijo calmadamente que descansara mientras me sujetaba del hombro suavemente para que me recostara sobre las almohadas.

— ¿Qué está diciendo?

Temblé mientras daba pequeñas respiraciones. Esta era la noticia que había estado esperando con impaciencia. A lo largo de esta vida, esperé ansiosamente y oré por ello más que en mi vida anterior. Sin embargo, mi desconcierto era mayor que mi alegría.

— ¿Cómo es que…? ¿Por qué ahora?

Siempre he estado soñando con este momento, porque nací por este motivo. Porque dar a luz al heredero de la casa del Marqués era el mayor deber que me habían encomendado. Había pensado que cuando llegara este momento, recibiría la bendición de todos. Tenía la esperanza de que, esta vez seguramente, Soleil también se desharía de su reserva emocional y se regocijaría. Aunque, casi con certeza, eso no sucederá.

— Doctor, ¿no será un error?

—Probablemente…

—Doctor, justo ahora, mi hermanita se encuentra al borde de la muerte.

—Eso escuché…

—Doctor, yo… yo, ¿cómo…?

¿Qué diablos debería hacer? fue lo que traté de decir, pero mis labios temblaban y no podía formular correctamente las palabras. El doctor agarró mi mano gentilmente para animarme y me dijo que seguramente todo estaría bien, mientras tenía una sonrisa irresponsable en su rostro. Dijo que todo estaría bien. Sin embargo, mientras decía esto, en realidad ya debe haberlo notado. Lo innatural de que Soleil no esté aquí en este momento. Ya que sabía que Silvia había colapsado por su enfermedad, entonces ya debió haber escuchado que Soleil estaba en camino a verla. Normalmente, los esposos deberían ir a visitar a Silvia juntos. Más aún si estaba preocupado por mí, quien estaba muy conmocionada por las noticias. Porque existía la alternativa de que fuéramos juntos en un carruaje.

—Déjeme ser quien se lo anuncie al señor Soleil.

—No. No, por favor, no se lo diga. Ahora, es un momento terrible.

Mi voz murmurante se quebró.

—Lamento mucho la enfermedad de su hermanita, pero lo que le está sucediendo ahora también es un asunto serio. Porque se le ha confiado al precioso heredero. Hasta que llegue el período estable del embarazo, no debe ocurrir ni la más mínima negligencia, por lo que su marido tiene que apoyarla, —dijo.

Me sentí alentada por sus amables palabras. Pero lo sabía, que Soleil ciertamente se arrepentiría. Mientras pensaba ¿por qué en ese momento? ¿Por qué ahora? me preguntaba si renegaría de sí mismo por pensar en tener un hijo conmigo. Y entonces, ¿negará a su propio hijo con unos sentimientos aún más fuertes de los que siente por mí ahora?

 —Mi Señora…

El reverso de mis párpados estaba ardiendo.

—Una vez que haya alcanzado el período estable, se lo diré yo misma.

—Mi Señora…

—Por eso, por favor. Me cuidaré mucho, así que, por favor, por favor, manténgalo en secreto por ahora, doctor.

Las profundidades de mi pecho estaban abatidas por el dolor.

—Después de todo, ahora mi hermanita está sufriendo postrada en cama.

En este momento, mi esposo seguramente está a su lado, luchando juntos contra la enfermedad. Entonces, por mucho que quiera decirle que se quede conmigo, no puedo hacer tal cosa.

—Mi Señora.

—Estoy bien. Hasta ahora, siempre he estado bien.

La mano arrugada del anciano doctor me acarició la cabeza, desconcertado.

¿Por qué no estaba Soleil aquí? ¿No es obvio? Es porque Silvia estaba a punto de morir. ¿Por qué yo estoy aquí? ¿No es obvio? Es porque Soleil me abandonó.

Después de ese día de verano, le dije a Soleil que quería hijos. Él sonrió fríamente y estuvo de acuerdo en que, de hecho, necesitaba un heredero, como si fuera su deber y parte de su trabajo.

No obstante, incluso eso había estado bien. En ese momento, pensé que estaba bien. Porque yo quería una familia, simplemente porque quería un lazo más profundo con Soleil. Porque, él había aceptado y se había resignado a casarse y tener un hijo como si fuera un trámite más de su trabajo.

Porque pensé que había tiempo. Yo, a pesar de mis experiencias negativas, creía en un futuro imaginario.

Silvia está muerta…

Alguien murmuró dentro de mi cabeza.

Esta vez, una vez más, Soleil no me elegiría.


[Sakuya: Debería mandar por un tubo a ese maldi… de Soleil -_-# ]

♥ ❤ ♥

               

20 respuestas a “Mi prometido ama a mi hermana – Arco 3 – Capítulo 3”

  1. A esta vieja alguien que la odiaba mucho le hizo un amarre, por que carajos lo ama tanto?? entiendo que fue dificil romper su compromiso cuando eran prometidos, pero si ella mostraba indiferencia o falta de capacidad bien se puedieron divorciar y rehacer su vida y si ahora va a tener un hijo pues que se dedique a su hijo y al otro que lo ignore, que lo mande por un tubo, pero porque sigue buscando su afecto si ya sabe que no es posible.

    Muchas gracias por el capitulo.

  2. Si odio a este men la neta, pero en un punto digo ok el wey no la quiere y se enamora de la hermana ok y digo alv pinche vato, pero neta siento un odio inmenso por la hermana ¡ es su hermana! Esta mal que le haya gustado el pend3jo este pero uno no controla quien le gusta pero oye en esta segunda vida actua como la amante ¿cómo le haces eso a tu hermana? Es una !Perra hipócrita!

  3. ¿Que es lo que hizo ese Soleil por ella que la tiene tan loca? Tiene que haber sido algo grande, o si no, no tiene sentido que ella sienta tanto amor por él, siendo que hasta la traicionó una vez, costandole la vida y sufriendo hasta la amargura 😒

  4. Ay ya en serio, digo cuántas veces tienes que vivir así para tener dignidad y sobre todo “amor propio” y dejar de mendigar por un hombre tan mierda como ese. Entiendo el dolor de la prota, pero también es algo que se ha ganado sola por aferrarse a un imposible, toma a tu niño y vete, eso es lo debería haber hecho😫
    Gracias por los capítulos😘

      1. Hay wey éstoy Super enojada pinch* soleil si ya se que amas ala invalida esa que me caí mal que le diste weona agua de calzon o que pedo anda enculadisimo contigo no puedo creer que no pienses en tu hermana igual ese malparido si tanto quiere estar con la hermana por qué no sé divorcia y se casa y deja en paz ala Protagonista hay no me da mucha tristeza su caso la verdad ganas de golpearme también a su familiares

  5. En el caso de que se trate de una persona que no sea de su familia,
    Nuestra, la Ilya podía dejar de ser burra y desistir pronto del Soleil.Sólo por estar con él da sufrimiento.Soleil debería casarse con Silva desde el principio, él sólo nunca tuvo el coraje de proponer.

    Nuestra va a perder el bebé (70% seguro)y Soleil no va a llamar (nuestra que rabia a Silva y el Soleil debían morir juntos luego) Lo peor es que Soleil no la llevara para ver a su hermana.

  6. Llegara un punto donde el amor se convertira en odio.

    Entiendo que cuando regresan las memorias esta totalmente enamorada,pero luego de tanto dolor no es cuerdo seguir dejando que el rio fluya. Ya no es amor verdadero, es obsesion.

    1. Yo digo que sí, a menos de que en algún momento se canse de tratar de cambiar las cosas y se aviente varias vidas exactamente iguales.

  7. ¡¡¡¡QUÉ SE VAYAN A RECHINGAR A SU MADRE MIL VECES SÓLO Y TODOS SUS PUTOS SIRVIENTES!!!!
    En serio, esto ya es el puto colmo, no sólo le pone el cuerno con su hermana, sino que la convierte en el hazmerreír, pone a los sirvientes en su contra y hasta la aleja de su familia.
    Sé que no la quiere, soy consciente de ello pero… ¿era necesario ser tan hijo de puta? Espero que lo mate en alguna vida.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido