¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 135: Él y la bruja

Traducido por Lucy

Editado por Nemoné


—Pues sí.

Admitiéndolo con facilidad, la bruja se encogió de hombros. Por supuesto, me había dado cuenta de que estaba observando mi reacción. Le seguí la corriente a tales palabras.

—Quería ver cómo es la cosa real. Pero, es mejor de lo que esperaba.

—¿Me reconoces?

Me pregunto si podría recibir una nota de paso como su marido. Sé que la bruja aprecia a Lidi por sus historias. Por eso, si es posible, no quiero caerle mal ni enemistarme con ella. Mientras pensaba eso, la bruja dio un gran suspiro.

—Veamos…, al menos entiendo bien que estés enamorado en profundidad de esta niña.

—Sí, ese es el caso. Ya no puedo evitar tenerla en mis brazos.

Como no hay nada que negar asentí con la máxima seriedad. Tan pronto como lo hice, ella comenzó a forcejear en mis brazos. Enseguida supe que intentaba ocultar su vergüenza.

—Dios, Freed. Suéltame ya.

Sabiendo que la razón era solo su timidez, la solté como quería. Aunque hizo un mohín, ella, que no intentó irse de mi lado, era de verdad linda como un animalito.

—Bueno…, no nos quedemos parados, sentémonos. Voy a preparar el té ahora.

—Gracias.

No parece que vayamos a salir por el momento. Cuando me senté aliviado, sentada a mi lado me susurró en secreto al oído.

—No te sorprendas cuando llegue el té. No es un veneno. Su eficacia está garantizada. Así que prepárate.

—¿Lidi?

—Toma, acabas de comer, ¿verdad? El té de hoy es medicinal para ayudar a la digestión.

—Gracias. Entonces… ¿bebemos?

Cuando tomé la taza y sin querer miré dentro, por alguna razón estaba llena hasta el borde de un líquido morado. Incapaz de creer lo que veía, de forma reflexiva hice una doble toma. ¿Es esto un acoso? Mientras me preguntaba desconcertado si había entendido mal la cálida bienvenida, Lidi, a mi lado, tomó su taza y se la bebió toda.

—¡Qué…!

—Uf… ¡Gracias por la bebida!

Me quedé mirando fijo mientras ella dejaba caer la taza de un golpe. Al ver la cara de satisfacción de la bruja al hacerlo, de alguna manera entendí el flujo .Ya veo. Tal vez esto sea un tipo de bautismo. Al notar eso, recogí la copa y, sin mirar su contenido, la bajé de un golpe. Como había recibido la advertencia de Lidi de antemano, tenía la intención de beberla sin importar el sabor, sobre todo no haría una elección tonta como no beber lo que ella bebía. Al extenderse en mi boca, me sentí mal por el indescriptible sabor. Pero, lo bebí con sentimientos desesperados.

—Muchas gracias…

—Hmm… Te lo bebiste. Bien hecho por no rechazarlo.

Cuando me lo bebí de alguna manera y le di las gracias, la bruja asintió como si estuviera impresionada. Después de todo, tal y como pensaba parece ser una prueba. Por ahora, sentí alivio al ver que mi idea no era errónea.

—No debería haber peligro desde que Lidi lo bebió.

—Hou.

La bruja parecía satisfecha con mi respuesta. Entonces noté que la zona de mi estómago se sentía de verdad refrescada.

—¡Mi estómago…!

No pude ocultar mi sorpresa ante el efecto demasiado rápido. Mientras me agarraba el abdomen con asombro, Lidi, a mi lado, dijo con cierto orgullo:

—¿Ves? La medicina de la señora Delris es increíble, ¿verdad? A pesar del sabor, ¡es increíble!

Lidi que gemía de gusto, era como se esperaba, linda. Disfrutando de su desesperación hasta la saciedad, me dirigí de nuevo a la bruja. Había oído hablar de ella, pero la rapidez y eficacia del efecto superaba mis expectativas. No puedo creer que una persona tan capaz siga escondida en el pueblo. Si fuera posible, me gustaría que sirviera en el castillo. Sin embargo, ejercí el autocontrol y decidí pasar de invitarla. Si lo hago, no volverá a aparecer ante mí. Eso lo sé. Es una pena tener que pasar por alto a una persona excelente, pero me dolería perderla. Además, por encima de todo esta bruja es amiga de Lidi. No podía hacer tal cosa.

Mientras aguantaba con firmeza, la boca de la bruja se curvó como si atravesara mis pensamientos. Los ojos bajo la capucha parecían ver a través de todo, sentí que ella sonreía.

—Como se esperaba de ese niño del Rey. Sabes cuándo dejarlo, eh.

Esas palabras despertaron mi interés.

—¿Conoces a mi padre?

—No, no es mi conocido. Es esa Meissa la que conoce a tu padre.

—¿Meissa?

Ladeé la cabeza ante el nombre familiar.

—Al menos has escuchado el nombre de Bruja Conectada antes, ¿verdad?

Me quedé asombrado por las palabras tan fáciles de pronunciar. Bruja Conectadora Meissa. Esta bruja es también una de las siete. Con una excelente reputación por su poder de prever mejores destinos. A diferencia de la bruja que tengo a mis ojos, ella no vive escondida. Tratando solo con los clientes que le agradan, es famosa como bruja caprichosa. ¿Mi padre conoce a una persona así?

—He oído que se remontan a mucho tiempo atrás. Sin embargo, es raro que padre e hijo conozcan a una bruja, la realeza de Wilhelm de verdad es dueña de la buena suerte.

—No… Es la primera vez que lo escucho. Mi padre nunca ha…

—Es una decisión sabia. Conocer a una bruja no es algo para revelar.

Por incidente sentí curiosidad por lo que pedía mi padre, pero comprendiendo que era una falta de modales me callé.

—Oye Freed, ¿no deberíamos volver pronto?

Mientras estaba inmerso en la conversación con la bruja, Lidi preguntó un poco preocupada a mi lado. Esas palabras hicieron que por fin me diera cuenta de lo concentrado que estaba en la charla. Cuando me apresuré a mirar el reloj, se hizo tan tarde que el sol ya debía haberse puesto.

—Lo siento. Me sumergí tanto en la charla que no me di cuenta. Como era de esperar, más sería malo.

No puedo evitar ser reacio a separarme. Poniéndome de pie, me disponía a despedirme de ella, pero antes de hacerlo la bruja habló primero.

—Espera un momento.

—Eh.

—Has venido aquí en especial. Podría ofrecerte un recuerdo.

—¿Como un… souvenir?

Cuando pregunté, confundido por lo que sacó de la nada, la bruja asintió.

—Aunque lo diga, no es una cosa. Es una pista. Has estado preocupado en el último tiempo, ¿no?

Preocupado… Ante esas palabras, en mi mente enumeré algunos asuntos que me preocupaban. No tengo ni un solo problema en mi vida privada. Estoy más que feliz de pasar cada día con Lidi. Hablando de problemas, es que ella no quiere decir esas palabras, pero ese es el asunto que debe resolver ella misma. Así que la preocupación debe estar relacionada con la política nacional. El asunto de Sahaja. El asunto de la desaparición de André. Y — el asunto del mago que destruyó mi barrera. De cuál será la pista. Cuando mis ojos se iluminaron de inmediato, la bruja sonrió con maldad. Aquella sonrisa me convenció de que aquella anciana era, en efecto, una bruja.

—No voy a ir tan lejos como para decirte qué tipo de preocupación es esa. Piénsalo tú mismo.. Lo que buscas está ahí mismo. Deshazte de tus prejuicios y trata de reconsiderar una vez más.

—¿Justo al lado?

—Hay innumerables indicios dispersos para notar. No hay nada imposible en este mundo. Empieza por ahí.

Diciendo esto, se sumió en el silencio como si dijera que la charla había terminado, a pesar de mi confusión le di las gracias y salí de la casa. Uní mi mano a la de Lidi, y mientras caminaba de vuelta rumiaba las palabras que la bruja había dicho.

—Lo que buscas está al lado… No hay nada imposible… eh.

—¿Freed? ¿Por qué tienes cara de mala leche?

—Ah, aah. Lo siento.

Antes de darme cuenta atravesamos la barrera de la bruja de vuelta al pueblo. Parece que hemos llegado bastante tarde, el día ya llegó a su fin. Un guardián estará parado en la puerta del medio. No hay problema porque poseemos permisos, pero pensando que se hizo más tarde de lo previsto, me disculpé con Lidi. Parece que estaba frunciendo el ceño mientras reflexionaba. Le dije que no era nada… De repente, recordé una duda de hace tiempo.

Por qué fue capaz de descubrir la morada de la bruja. Ella dijo que era una coincidencia. Pero, ¿podría romper esa sólida barrera por coincidencia? Eso es imposible. Además, pensándolo bien, en el momento del incidente con el príncipe Maximiliano, ella es la única que atravesó la barrera de setos del castillo. Tenía la impresión de que la barrera había sido destruida desde el principio y no pensé más en ello, pero suponiendo que no lo hubiera sido. Ella no puede usar la magia. Como había oído eso, ni siquiera se me pasó por la cabeza. Pero, ella misma dijo que tiene una gran cantidad de poder mágico, por lo general sería extraño que no pudiera usarlo. Entonces, ¿por qué no puede usar la magia? ¿No es porque está dotada de un sistema diferente…?

Pensando en eso, por reflejo me tapé la boca. Cuando miré a Lidi, ella me devolvió la mirada con cara de desconcierto. ¿Y si Lidi… es una usuaria de neutralización? Imposible. Cuando negué mis pensamientos, recordé las palabras de la bruja de hace un rato. No existe lo imposible. Lo que buscas está al lado.

No hay manera… Me quedé mirando fijamente su cara. Suponiendo que sea una usuaria de neutralización. Pensando así, varias cosas encajaron de repente. Que ella atravesó la barrera y encontró el camino a la morada de la bruja. Que la botella de reducción mágica del Príncipe Maximiliano quedó inutilizada. Que mi barrera desapareció.

Cada pregunta se resolvió con claridad. Ella es justo la usuaria de la habilidad que estaba buscando.

—LIdi… ¿tal vez tú?

—¿Nn?

Sin saber lo que estoy preguntando, ella ladeó la cabeza. Cuando intenté interrogarla…

En la esquina de mi visión brilló un destello de luz, mientras por reflejo la protegía me dejé caer hacia adelante.

—Wah… ¿Qué?

La identidad del destello eran cuchillos. Tras confirmar que varios de ellos estaban clavados junto a nosotros chasqueé la lengua. Gracias a que los evadí de inmediato, tanto Lidi como yo estamos ilesos, pero no hay duda de que hay un enemigo cerca. Quién demonios es, en medio del pueblo. Quién ha preparado la emboscada. La zona se quedó quieta como la muerte. Los guardias que deberían estar desplegados no parecen haberse dado cuenta aún de esta extraña situación.

Hemos pasado por muchos callejones estrechos que solo usan los lugareños, así que eso podría haber sido inevitable.

—¿Freed?

Ella levantó una voz ansiosa desde mis brazos. Debe haber visto cuchillos atravesando el suelo. Para aliviar su ansiedad, mostré una sonrisa.

—Está bien, Lidi. Voy a terminar enseguida. No tienes que preocuparte por nada.

—Síp…

Cuando la abracé con fuerza, se aferró con firmeza a mí. Todavía abrazándola así con un brazo, me levanté. Con mi mano dominante saqué la espada de mi cintura, y apunté la hoja en dirección a las presencias humanas. Parece que hay una cantidad considerable de gente, pero no importa. El pecado de perturbar mi cita con ella es grave. Haré que lo compensen de forma adecuada. Mostré una débil sonrisa.

—Deberías darte cuenta de la importancia de a quién apuntaste con las cuchillas.

Múltiples deseos de sangre crecieron. Por supuesto, no tengo ganas de perder.

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