¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 47: Ella y la maldición (1)

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


—Qué…

Llevé al hombre al lugar habitual y me quedé quieta un momento. El motivo es simple. El camino a la casa de la Señora Delris, que no debería ser visible, se extendió frente a mí sin obstáculos.

Como la última vez, no tuve que tocarlo para que apareciera. Desde el principio, el camino es visible como si me diera la bienvenida.

La vista inusual, que se sentía demasiado fuera de lugar, me hizo dudar de mis ojos.

Cuando no sabía qué hacer, una voz resonó en mis oídos.

Mira, entra rápidamente antes de que esos tipos se enteren.

— ¿Eh?

Instintivamente, miré a mi alrededor, pero no pude ver a ninguna persona.

No importa, date prisa.

—Ah, sí

Apurada por la voz, entré en el camino mientras llevaba al hombre.

Como el camino se abrió, supongo que está bien llevarlo. Cuando entré, el camino cambió a su estado habitual de estar envuelto en niebla.

De alguna manera, me sentí aliviada por eso. Mirando hacia atrás, la entrada había desaparecido.

Entiendo que, probablemente, solo se abrió para dejarme entrar.

Mientras pensaba que estaba salvada, me dirigí a la casa de la Señora Delris, pero en ese momento y con un vigor increíble, un cuervo voló desde atrás.

—Peligro

Me agaché, pero el cuervo no mostró ningún interés en mí y siguió volando.

—Qué fue eso…

Cuando me recuperé y avancé a través de la niebla, noté un bulto negro que se acercaba desde el frente.

Me pregunté qué es, mientras sostenía al hombre y esperaba ver lo que pasaba, la sombra se dirigió directamente hacia aquí. Se movía como si se deslizara.

Cuando se acercó, entendí que el bulto negro tenía la forma de un perro grande.

Es completamente negro, como una sombra, en su cara no hay ojos ni nariz.

Cualquier persona normal se asustaría, pero extrañamente no sentí miedo.

Entonces, la voz de la Señora Delris volvió a resonar.

Pon al hombre en ese perro.

Cuando seguí las instrucciones y puse al hombre boca arriba, el perro negro comenzó a moverse con calma hacia la casa de la Sra. Delris.

Lo seguí apresuradamente.

♦ ♦ ♦

Después de pasar por la puerta abierta, el perro continuó bajando las escaleras.

Mientras lo admiraba, por llevar tan hábilmente a una persona en su espalda, lo seguí y la Señora Delris me saludó vistiendo su habitual capucha negra.

Me pregunto si es mi imaginación el que ella se vea tan agotada.

—Trajiste algo problemático de nuevo…

—Lo siento~

Dicho esto, bajé la cabeza.

Entiendo muy bien que le causé problemas. No hay nada más que disculparme.

La Señora Delris agitó la mano hacia el perro. El perro con el hombre a la espalda cambió a algo parecido a una cama, que conveniente.

Justo después de que ella levantó la mano. Un cuervo negro voló por una ventana y aterrizó en su brazo. Reconozco a este cuervo. Es el que pasó por encima de mí hace un momento.

O más bien, se trata de una bruja y un cuervo…están muy bien combinados.

—Realicé una serie de intercambios a través de este familiar, pero por lo que se ve, este hombre tiene una maldición muy problemática sobre él

— ¿Después de todo se trata de una maldición?

No quería creerlo y pedí confirmación, pero la Sra. Delris asintió claramente.

Pensé que sería bueno si no fuera eso, pero no salió como deseaba.

Soltando a su familiar, la señora Delris se acercó al hombre y abrió su ropa, exponiendo su pecho y, mientras le quitaba la capucha de la cara.

Su cabello negro rizado y la cara adolorida con algo de infantilismo, se hicieron visibles.

Como pensaba, es joven.

Su cuerpo delgado está tan demacrado que sus huesos son visibles. Y, sin embargo, está firmemente tonificado. Tiene terribles cicatrices por toda la mitad superior de su pecho expuesto.

Instintivamente, quería apartar la mirada, pero de alguna manera persistí.

La señora Delris, sin darle importancia a su apariencia, colocó sus manos sobre su pecho y comenzó a cantar algo como un hechizo.

En ese momento, el hombre gimió.

Solo podía confundirme sin saber lo que ella había comenzado a hacer.

— ¿Delris?

—Guarda silencio y mira, está saliendo. Ésta, es la identidad de la maldición Hexcraft que roba la vida del objetivo a cambio de la vida del lanzador…es algo que los asesinos de Sahaja del oeste usan cuando quieren matar a su objetivo a toda costa.

Cuando seguí su mirada, vi emerger un patrón del tamaño de un puño cerca de su corazón. Dos serpientes, enredadas como la hiedra, se unían en una formación mágica insípida.

— ¿Sahaja?

Al escuchar un nombre inesperado, le pregunté de nuevo.

—Así es —confirmó Delris.

Ante estas palabras, busqué en mi cabeza información sobre Sahaja.

Sahaja es el nombre de un país desértico.

Un gran país al oeste del nuestro. El país, donde los reyes belicistas gobiernan, desde los viejos tiempos nunca ha dejado de librar conflictos. Más de la mitad de su territorio está cubierto por un desierto implacable, es un país bélico, amante de la guerra, que siempre busca la oportunidad de apuntar a los países vecinos.

Nuestro país, actualmente, no se encuentra en estado de guerra, gracias al pacto de tregua que fue firmado tiempo atrás, pero la Segunda Orden Caballeresca vigila constantemente la frontera occidental.

Como una gran cantidad de monstruos viven en el desierto, las facciones a menudo se unen para luchar contra ellos. El resultado es que, en ese país, se establecieron los llamados gremios donde se pueden asociar el mismo tipo de personas.

Por supuesto, los gremios también tienen sucursales en nuestro país, pero generalmente todas sus oficinas centrales están en la capital de Sahaja.

Hay muchos tipos de gremios como el de trabajadores independientes, el gremio de manufactura, el de aventureros, pero hay uno especial y famoso que solo existe en Sahaja, el gremio de asesinos.

Realiza asesinatos por dinero, incluso hay un oscuro rumor de que está directamente bajo el control del rey.

—No puede ser. ¿Significa que está relacionado, de alguna manera, con Sahaja?

No podía ver al hombre, que ahora está sufriendo, de esa manera.

La señora Delris sonrió vagamente.

—No sé qué tipo de conexión sea. Este tipo no parece ser parte de Sahaja, después de todo tiene los ojos rojos, ¿verdad? Él no proviene de Sahaja, por el color de sus ojos, parece haber venido del norte.

—Norte…

Pensé en varios países al norte, pero, no podía pensar en ninguno con un clan de ojos rojos.

En primer lugar, aunque estoy al tanto de la historia del clan maldito, no es más que un rumor.  Antes de verlo hoy, también pensaba que era un cuento de hadas.

—Tiene tal maldición puesta sobre él. Estoy segura de que sufrió una ira considerable por parte del Gremio de Asesinos de Sahaja.

— ¿De…verdad?

—El Gremio de Asesinos de Sahaja solo se mueve con dinero. Son asesinos profesionales, por lo que generalmente no arriesgan su vida sin motivo. Colocar la maldición a cambio de una vida debería decirte cuánto lo resienten —explicó Delris.

Miré al hombre que respiraba con dificultad.

No sé qué sucedió, pero parece que fue atacado por el gremio de asesinos de Sahaja y le pusieron una maldición. Me pregunto si escapó a este país.

— ¿Puedes ayudarlo?

Cuando dije eso, la Sra. Delris sacudió la cabeza con indiferencia.

—Por supuesto, es lo que me gustaría decir, pero no hay forma de disipar esta maldición. Es un poderoso hexcraft colocado a cambio de la vida del taumaturgo. Podría haber sido capaz de ayudarlo si hubiera sido, al menos, unos días antes.

—De ninguna manera.

—La maldición se ha extendido por todo su cuerpo. Tu guardia también lo dijo. Es demasiado tarde. Pensé que, tal vez, podría hacer algo, pero después de un examen minucioso, me di cuenta de que no tiene remedio. Todo lo que puedo hacer por él, es matarlo, porque morir de una maldición es muy doloroso —agregó Delris.

Esas palabras, me hicieron recordar cuando me suplicó que lo matara.

Lo deseaba porque estaba experimentado un dolor insoportable.

—Todavía es joven…

—Bueno, eso es verdad. Aun así, se equivocó lo suficiente como para ganar enemigos a esta edad. Supongo que no es una persona común.

Tan pronto como la señora Delris dejó el lado del hombre, me acerqué a él.

Sigue respirando con dificultad, como siempre.

De repente, abrió los ojos. Como se esperaba, no hay luz en uno de ellos. Su otro ojo rojo parece desenfocado. Pero, de alguna manera, sentí que me miraba.

En el instante en que me di cuenta de eso, cerré los ojos.

No tengo idea de qué decirle para que esté en paz. Le dije que lo ayudaría a tener esperanza. Extendí una mano amiga y, sin embargo, no puedo hacer nada, soy peor que esa estúpida mujer, Mari.

—Lo siento, lo siento. No puedo hacer nada

Aunque no puedo hacer nada, no puedo elegir aliviarlo matándolo.

Soy una mujer horrible

Agarré la mano del hombre, cuyo cuerpo comenzó a convulsionarse hace un momento y me arrodillé junto a la cama. Suavemente, extendí mi mano hacia el patrón sobre su corazón que la Sra. Delris había dibujado.

Esta formación mágica lo está torturando. Por una formación tan pequeña, su vida está en peligro. Es frustrante no poder hacer nada. Me pregunto si realmente no hay manera.

—Esta formación mágica debería desaparecer…

Mirándola con odio, agarré la formación mágica queriendo aplastarla.

Al ver esto, la Sra. Delris me llamó en pánico.

—Oi, no lo toques descuidadamente. Es una maldición, Una marca de negatividad. Nadie sabe lo que puede pasar si lo tocas directamente.

Al ver su pánico, retiré mi mano, agarrando la formación mágica levemente. En ese momento.

— ¿Eh?

Escuché un sonido de algo romperse.

2 respuestas a “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 47: Ella y la maldición (1)”

  1. Había intentado leer novelas antes, pero todas las traducción con las que me topé eran muy confusas.
    Esta es la primera vez que veo traducciones tan buenas!
    Mil gracias por su trabajo ʕ•́ᴥ•̀ʔっ♡

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