¡No seré un enemigo! – Capítulo 47: Regresando al Castillo Everal

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Para cuando, finalmente, logramos volver al castillo, la alegría llenó mi corazón.

—Aah, finalmente, he regresado.

Además de no tener necesidad de acelerar nuestro regreso, nuestras tropas aumentaron gracias a los refuerzos enviados por el marqués Limerick y el vizconde Rainster, agregado a los soldados heridos que tuvimos que llevar, por lo que nos tomó alrededor de dos días regresar.

Aunque apenas estuvimos fuera por un par de días, después de haber vivido en el castillo de Everal durante unos dos años, siento que puedo considerarlo como mi propio hogar.

Además, es una casa a la que me alegra volver.

Desde que vivo en este mundo, solo podía pensar en el lugar donde vivía, como la guarida del mal, luego fui a vivir a la casa del conde pero, parecía más una cárcel, eventualmente, tuve que irme de su casa y llegar al dormitorio de la escuela pero, ese solo pude considerarlo como un alojamiento temporal.

Por eso, me alegré de poder regresar al castillo que pensaba es mi hogar pero, al venir aquí, recordé.

—Cierto. También tenemos que celebrar un funeral aquí —susurre.

Debe haber cadáveres de soldados enemigos maltratados por el clima incluso alrededor del castillo Everal. Los soldados de Ruain no podían moverse por temor a la presencia del mago, que está del lado del marqués Everal y, naturalmente, no podían enterrar a sus soldados que fueron muertos en acción.

Después de que las tropas de asedio de Ruain se fueron, pensé que los cadáveres serían recogidos por los soldados del castillo y las familias afligidas del castillo pero, tal vez, no hicieron nada con los cadáveres de los soldados enemigos. ¿O tal vez, los que estaban cerca de la ciudad del castillo fueron enterrados para evitar el mal olor?

Entonces, Caín escucho mis leves susurros.

— ¿Se trata del enemigo otra vez?

Aunque no podía ver el rostro de Caín, que está sentado frente a mí, en la silla de montar para controlar las riendas. Seguramente, tiene una expresión complicada y agria, básicamente, no le perturba lo que estoy haciendo, pero no le agrada. En cuanto a la razón, es porque la familia de Caín fue asesinada por el ejército de Ruain en el pasado.

Seguramente, en lo profundo de su corazón, no podía estar de acuerdo con eso. Incluso a mí, si alguien matara a Caín, Reggie, Allan, el Marqués Vayne o las demás personas cercanas a mí, podría imaginar que no dudaría en matarlos en una guerra como esta.

Seguramente, me sentiría triste y buscaría al oponente que causó ese tipo de sentimientos. Estoy segura de que uno no sentiría ninguna culpa al matar a quien lo hubiera hecho.

Por eso, no planeo pedirle a Caín algo irracional.

—Sí. Pero es cierto que es más fácil que se produzca el brote de alguna enfermedad si los dejamos estar. Será problemático si algo le sucediera a la gente en el castillo o en la ciudad. ¿Correcto?

—Bueno…he escuchado algo así antes. Que un ejército enemigo fue derrotado por una enfermedad como si fueran maldecidos, después de que los habitantes arrojaron los cadáveres de los animales durante un asedio al castillo.

—Uu…

Estaba encantada de que los sentimientos desagradables desaparecieran de la voz de Caín pero, a cambio, surgió un tema ligeramente grotesco.

—B-bueno, sí, ese tipo de cosas puede suceder.

Terminé la conversación, pero el Maestro que estaba colgando de mi cintura se rió, —Kishishishishi.

Como solo se reía, sin decir nada, lo ignoré.

A nuestra llegada al castillo, el Marqués Vayne y la señora Beatrice se encontraban de pie frente a la puerta que habían abierto en cuanto vieron nuestras figuras a lo lejos.

Ambos, tenían expresiones alegres, ya que habían sido informados de nuestra victoria por el mensajero que llegó mucho antes en un caballo veloz. Aun así, les preocupaba que estuviéramos heridos o no. Después de ver las figuras de Allan y Reggie, sus mejillas se relajaron.

Su amado hijo y sobrino estaban a salvo.

El esposo y la esposa recibieron un breve informe formal del líder, Reggie, luego, intercambiaron saludos con un hombre de mediana edad bien formado que es el hermano menor del marqués Limerick y un caballero de pelo canoso que es el tío del vizconde Rainster. Después de eso, se acercaron a mí, que acababa de desmontar el caballo con la ayuda de Caín.

—Kiara, gracias. Gracias a ti, muchos de nuestros soldados lograron regresar a salvo.

Antes de que el Marqués Vayne comenzara a hablar, la señora Beatrice me abrazo, abrumada por las emociones.

Dentro de sus suaves brazos y cálido pecho, me sentí como una hija que es abrazada por su madre y, por alguna razón…las lágrimas brotaron de mis ojos.

Con lo único que había entrado en contacto recientemente, era con la sensación de la arcilla del cuerpo del maestro que hice, el duro peto de Caín donde, de vez en cuando, debido a las constantes carreras a caballo terminaba golpeando mi cabeza, y lo único que abracé fue al Maestro, que es tan frío como una lata de sopa. Además, acabamos de regresar del campo de batalla, por lo que la sensación se hizo más fuerte.

¿Debo tratar de cubrir al Maestro con un pelaje esponjoso la próxima vez? Volvamos a pensarlo por un momento, ya que no parece que el Maestro sea capaz de cuidarme.

La señora Beatrice, finalmente, se separó de mí, que disfrutaba la sensación de ser abrazada. Aun así, puso sus manos sobre mis hombros y examinó mi expresión antes de decir.

—Como es algo que decidiste hacer por tu cuenta, no puedo decir nada. Me dijiste que, en parte, era para protegerte pero, terminaste eligiendo el destino de no poder morir como una persona normal, porque nosotros solos no teníamos ninguna oportunidad contra el enemigo. Te prometimos que te ayudaríamos lo mejor que pudiéramos, ya que también nos ha salvado, así que, por favor, pregunte cualquier cosa.

Las personas a nuestro alrededor, que escucharon esas palabras, cambiaron rápidamente sus expresiones. Las personas que sabían que me había convertido en una existencia diferente de un ser humano común y corriente, bajaron la cabeza al escuchar las palabras de la señora Beatrice.

Kiara
Solo aquellos que sabemos, podemos honrar tu enorme sacrifico, tocaya

En cuanto a las otras personas, estaban encantados de que tener a un mago aquí, era igual a duplicar su fuerza militar pero, seguramente, no estaban al tanto de tales cosas.

La infantería cercana comenzó a hablar en susurros.

— ¿Es…tan difícil ser un mago?

—Estúpido, se trata de cómo uno podría morir y convertirse en un rastro de arena si no tuviera cuidado de su excesivo poder mágico.

—Es por eso que el príncipe, el joven Allan y ​​los demás, eran tan sobreprotectores…

—Es inevitable asignar un guardia a su lado, ya que tiene que preservar su poder, tanto como sea posible, y solo usar su magia cuando sea necesario, o terminará muriendo.

Y así, una atmósfera pesada cubrió los alrededores.

Pero, lo siento, creo que está bien que no me consideren un ser tan lamentable. Alrededor de este tiempo, recordé que podía convertirme en arena en cualquier momento pero, como estaba completamente ocupada, casi lo olvido.

—Estoy bien ahora, mira, hay un Maestro conmigo, así que incluso si actuara descuidadamente, ¡él me controlaría! —Dije nerviosamente hacia el marqués y su esposa.

—Señor Horace, le pido sinceramente su ayuda para cuidarla.

Sin embargo, el Marqués Vayne se inclinó cortésmente, y la señora Beatrice se conmovió hasta las lágrimas. Mirando sus figuras, la atmósfera que nos rodea no cambió en absoluto.

—Bueno, ella aprenderá cómo hacerlo gradualmente —fue la respuesta del maestro pero, no cambió en nada el estado de ánimo.

¿Qué tengo que hacer? Mira, estamos teniendo nuestro regreso triunfal, ¿verdad? El enemigo ha sido eliminado, pensé que todos estarían encantados y celebrarían, pero ¿está bien tener una atmósfera de vigilia nocturna?

Para ser honesta, estoy feliz de recibir su gratitud, ya que demuestra que mi arduo trabajo está dando sus frutos, pero no quería seguir convirtiéndome en la figura central de este ambiente sombrío.

Cuando dejé que mi mirada deambulara para buscar ayuda, encontré a Reggie y Allan que caminaban por aquí.

Reggie tocó el hombro del Marqués Vayne y sonrió amargamente.

—Marqués, eso es suficiente. Hoy, logramos regresar de manera segura, así que primero, alegrémonos y agradezcamos que logramos pasar el peligro.

—Tiene razón, su alteza.

El Marqués Vayne se sorprendió y volvió en sí, levantó la cara y asintió.

Entonces, finalmente, pudimos entrar al castillo.

Sin embargo, los soldados no podían ser disueltos tal como estaban, y dado que se agregaron las tropas del marqués Limerick y el vizconde Rainster, la fuerza militar creció, por lo que no había garantía de que tuviéramos suficiente espacio para acomodarlos a todos, de modo que la gente del castillo tuvo que hacer un gran esfuerzo para resolver este asunto.

En medio de todo eso, cuando todos me decían que debía descansar, regresé a mi habitación para darme un largo baño y pude sentir que mi conciencia estaba a la deriva.

Bueno, creo que es inevitable, para mí, querer quedarme en la cama sintiéndome tan caliente de repente.

—Estás teniendo fiebre del desarrollo, ijijiji.

El Maestro que puse encima de la mesa, cerca de la cama, se rió de mí, acostada completamente exhausta.

—Como lo imaginé, ese es el caso, ¿eh? Pero, la fiebre del desarrollo…ya tengo 16 años, ¿entonces, ese tipo de cosas todavía me pasan?

Me preguntaba cómo fue en mi vida anterior, cuando tenía 16 años, pero, tal vez, debido a la fiebre, no podía recordarlo bien.

—Normalmente, uno estaría acostado durante mucho tiempo después de tener su contrato de mago. Incluso es normal estar dormido durante todo un día.

—Eh, ¿estaré dormida tanto tiempo?

No lo sabía, así que me sorprendió. Luego, el Maestro dijo algo cruel.

—Tú eres la extraña. Piénsalo. Es como tener una sustancia extraña que impregna todo tu cuerpo. Es por eso que si usas tu poder mágico en exceso, usarás tu propia carne como fuente de poder mágico, por lo que terminarás volviéndote arena, ujijijiji. Se podría decir que solo alguien excepcional no sentiria fiebre y estaría tan vivaz como siempre.

El Maestro Horace agregó jactanciosamente:

—Bueno, en su momento, todavía podía moverme con un poco de fiebre, así que mi aptitud física era bastante alta, ¿verdad?

—Ah, ya veo.

Como era de esperar, llegué a un entendimiento después de escucharlo. Ciertamente, ¿sería similar a cómo que se derretirían todas las células? Mientras lo pensaba, seguramente, sería doloroso. Es probable que uno tendría una o dos fiebres. ¿Pero, por qué fue tan ligero en mi caso?

—En tu caso, sería eso. Tomaste el contrato de arena antes, ¿verdad? Eso te ayudó, más o menos.

No sabía si estaba bien para mí estar encantada solo con esto.

Después de todo, el enemigo me engañó y me hizo beber ese líquido rojo para saber si podía serles útil o no, y eso se convirtió en algo que me ayudó en su lugar.

Ciertamente, si me hubiera quedado dormida en la habitación en ese momento, no sería capaz de poner el alma del Maestro en una muñeca de barro, ni podría ir a ayudar al marqués.

Bueno, no pensemos en eso por un momento. Cuando solté un suspiro, por alguna razón, sentí mucho sueño.

—De todos modos, luchaste bastante, después de obtener el contrato, y trabajaste duro para crear las tumbas, por lo que es perfectamente normal que duermas durante mucho tiempo.

—Así es…el entierro del enemigo…

A pesar de que estaba planeando resolver todo rápidamente, ¿qué debo hacer? Mientras pensaba en ello, el maestro Horace me lo contó.

—Durante el tiempo que estuviste acostada en la cama, escuché algo. Aparentemente, el mal olor era tan fuerte que los cadáveres, en varios lugares, fueron recogidos y quemados. El resto fue golpeado por el clima, pero no había prisa en enterrarlos, jijiji.

Me sentí aliviada, al escuchar las palabras del maestro, me puse aún más somnolienta.

—Ya veo…gracias a Dios… —Incluso bostecé.

—Por eso, deberías dormir.

—Lo haré…

No recuerdo haber respondido. Y, como no había ningún otro recuerdo hasta que mi conciencia resurgió, tal vez, había estado demasiado agotada después de todo

Mi conciencia volvió como si emergiera lentamente del fondo del mar.

¿Pero, por qué me desperté?

Quizás fue porque sentí una mano acariciando mi cabeza. Y después de que esa mano dejó mi cabello, trazó círculos en mi mejilla.

Tal vez, como todavía no estaba completamente despierta, la sensación se sintió bastante vaga, como si, por alguna razón, se transmitiera a través de un paño.

—Buenas noches.

La voz susurrante era demasiado pequeña y parecía ronca, por lo que no podía distinguir quién era el dueño de la voz.

Sin embargo, puedo decir que algo tocó mis labios al final.


Kiara
¿eh? ¿Qué pasó? ¿Quién fue? Bueno, para mí, obviamente, fue reggie, siento que Caín es demasiado caballero para algo así, pero, quizás, hizo algún movimiento ¿quién creen que fue? Demasiadas emociones en un solo capítulo

3 respuestas a “¡No seré un enemigo! – Capítulo 47: Regresando al Castillo Everal”

  1. Para mi fue Reggie que se tiene esa confianza para hacerlo, porque Caín no creo que siquiera entre en el cuarto de ella a menos que sea una emergencia.

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