Juego otome yandere – Vol 1 – Capítulo 8

Traducido por Aleksei

Editado por Narumi

Corregido por YukiroSaori


Cuando la candidata a segunda esposa del duque de Ranuncula, escuchó de Wolf que el número de invitados para la cena aumentaría, ella solo sonrió y dijo:

—Está bien.

Y luego con la excusa de no estar familiarizada con la cocina y deseando practicar tanto como le fuera posible, se confinó a sí misma desde muy temprano. Ya entrada la noche mandó a llamar a Wolf.

Sosteniendo un pequeño plato, le ofreció a Wolf probar la sopa antes de cenar.

Fue justo en ese instante que me precipite dentro de la cocina de la residencia Ranuncula.

—¡¡WOLF!!

Llamándolo tan fuerte como pude, la cabeza de Wolf giró rápidamente hacia mí.

—Lycoris, ¿Qué pasa? ¿Ocurrió algo?

Wolf, corrió hacia mí tan rápido como pudo.

—Un doctor… —dije con una voz pesada—. No me siento bien, ¿podrías llamar a un doctor para mí? Por favor.

Wolf entró en pánico, debido a que mi respiración era extraña, aunque solo era porque había corrido hasta aquí.

—Robinia, esta chica es Lycoris. La dejaré a tu cuidado por un momento.

Diciendo eso, Wolf salió de la cocina a pasos apresurados.

Y así, me enfrenté a la mujer que aún estaba delante de la olla de sopa.

Robinia era, de pies a cabeza, una mujer delgada y de piel blanca. Ella lucía más joven de lo que imaginaba, era difícil creer que ya tenía casi cuarenta años.

El aura que la rodeaba  la hacía parecer como una mujer frágil e inocente.

—Gusto en conocerte, mi nombre es Lycoris Radiata.

Mi voz era impaciente y brusca. Bueno no es como si mi intención fuera hablar un poco con ella. Después de todo yo sólo quería confirmar una cosa. Si todo esto fue un error de mi parte, yo felizmente haré todo lo posible para hacer las paces.

—Perdona mi rudeza, pero ¿Podría saber si ya has probado la sopa? Si no lo has hecho, te sugiero que la pruebes primero.

Dije mientras inocentemente llenaba un nuevo plato con sopa y se la ofrecía junto con una cuchara de plata.[1].

—Incluso yo, cuando trato de cocinar, hay veces en que falló increíblemente al hacerlo. Por ejemplo, accidentalmente poniendo azúcar en lugar de sal. Es por eso…

—¡¿Cómo lo descubriste?!

No fui capaz de terminar la frase cuando ella cortó mis palabras con un tono desprovisto de emoción alguna. Mi rostro rápidamente se puso blanco.

—Me pregunto cómo fue que te enteraste. Qué extraño.

La mujer que se reflejaba en mis ojos era sin duda una asesina. Una capaz de agregar veneno a su comida sin que nadie sospeche al respecto mientras la comen. No intentó defenderse, a pesar de ser descubierta usando veneno, tampoco parecía querer escapar.

Solo se quedó mirando la sopa envenenada que había hecho, como una niña  perdida.

Y entonces.

—Que mal… Ahora la sopa se va a desperdiciar —murmuró con una voz que parecía tener una profunda tristeza—. Incluso yo, al principio, creí que podría llegar a ser una buena madre… Pero, tú siempre tenías una cara disgustada y nunca, ni siquiera una vez, me llamaste “madre”…

Cuando dijo “tú”, ella miró en dirección a la puerta, donde Wolf estaba de pie, con el rostro pálido,  desprovisto de todo color.

—Y entonces fue cuando entendí, para que el duque y yo tengamos una nueva vida, no podía permitir tener a alguien más en nuestra casa. Con una pizarra limpia, quería construir una familia maravillosa junto al Primer Ministro. Es común que los hijos de la segunda esposa sean intimidados por los hijos de la primera esposa. Si doy a luz a mi lindo bebé. ¿Qué podía hacer si tú lo llegabas a molestar? Es más…

Le dió una mirada llena resentimiento a Wolf.

Un terrible escalofrío subió por mi espina dorsal, al ver cómo murmuraba inocentemente quejas despiadadas a un niño.

—Es por eso que, con el fin de matar a los estorbos, conseguí esto. No sabía si iba a ser efectivo, pero cuando puse el veneno en mi bolso, la sensación que tenía era realmente poderosa.

Ella colocó un pequeño frasco en la parte superior de la mesa con un tintineo. Como era de esperar, no planeaba ocultar lo que había hecho.

Robinia era una psicópata. Al menos, yo sólo podía pensar en ella como una.

Tenía que alejar a Wolf de esta terrible mujer.

El mayordomo entró a la cocina con lo que parecía ser una baño medicinal para mi, seguido de otras personas, todos quedaron perplejos, mientras ella continuó hablando:

—No es mi culpa, solo quería ser amada por el duque.

Temblando, me acerqué a Wolf. Trate de sacarlo fuera de la cocina jalandolo por su ropa negra, pero el continuaba devorando a Robinia con los ojos, sin decir palabra alguna. Por lo menos, con mis dos manos, intente bloquear los oídos de Wolf para que no la escuchara más.

Con eso, sus ojos violetas giraron hacia mí. El distorsionado rostro de una niña llorando se reflejó en sus ojos. Mi rostro.

Estaba muy aliviada al ver que Wolf se encontraba bien, y a la vez estaba terriblemente, terriblemente enojada con Robinia.

En ese momento, sentí una gran cantidad de sentimientos contradictorios. Incapaz de soportar la sensación de pesadez en mi pecho, sollocé como una niña de diez años de edad, impotente e irrazonable.

Poco después, solté un fuerte gemido mientras lloraba desconsoladamente.

En realidad, cuando pienso en ello, la persona que debería haber llorado en ese momento era Wolf, pero me di cuenta de eso más tarde esa misma noche.

♦ ♦ ♦

Dejamos todo lo relacionado con esa cena al duque y a mi padre después de que regresaron. Mientras tanto, nos sentamos en la habitación de Wolf, abrazados con las luces encendidas. Aunque mis dos manos sostenían un libro abierto, ni una sola vez se escucho que pasara de página.

Sólo por hoy, incluso si los adultos nos piden ir a dormir solos o apagar las luces, no vamos a obedecer.

Cerré el libro con un ruido sordo, y gire mi rostro hacia Wolf.

—Vamos, puedes llorar ahora —fue lo que dije.

—Estoy bien —me contestó.

Pensando que no había forma en que pudiera estar bien, presione una toalla húmeda en su rostro para poder enfriar sus ojos.

Sin embargo, Wolf rápidamente la empujo de vuelta a mis ojos que todavía estaban hinchados.

—Tú ya has llorado demasiado. Con eso es más que suficiente.

Diciendo esas ilógicas palabras, su amable voz sonaba como si me estuviera mimando.

Mis ojos comenzaron a humedecerse una vez más, y la toalla con ellos.

De repente recordé la carta que escribió el duque de Ranuncula.

—Wolf ha madurado.

Puede ser que sea como dijo el duque. Me pregunto si es porque ha madurando que podía sobreponerse a un evento tan doloroso. Y con una velocidad increíble.

—Wolf… Por cómo iban las cosas… Pudiste haber terminado convirtiéndote  en un misógino. [2]

Riéndose como si lo encontrara divertido, de repente se levantó y me miró desde arriba. Al parecer, tomó mis inesperadas palabras como una broma.

—¿Eso es lo que has estado pensando? Estas sentada en la habitación de un hombre en el medio de la noche, llorando completamente indefensa. Por lo menos debes de sentir al menos una onza de peligro, o de lo contrario el honor de un hombre puede que sea cuestionado.

Después de que lo dijo, con un movimiento de su brazo, pensé que él me jalaría para que me pusiera de pie, pero en lugar de eso Wolf levantó todo mi cuerpo.

Esta postura es lo que podrías llamar cargar a una chica al “estilo princesa”.

Con una mirada en blanco y la boca abierta, me veía como una tonta, me tomó por sorpresa. Pero más que eso estaba  aturdida por la fuerza de Wolf…

—Wolf, podría ser que… ¿Realmente ya eres más alto que yo?

—Tu… ¿No me creíste?

—Eso no es lo que yo… Pero, solo han pasado tres meses.

—He estado esforzándome para ser más maduro. No solo  mi cuerpo  si no también mi mente.

Riéndose con algo de vergüenza, para mí, el ya parecía lo suficientemente maduro; lucía como alguien fuerte.

Ahora era claro para mí.

Él realmente había madurado.

Y tal vez.

Estaba tratando de dar forma a un nuevo “Wolfgang Eisenhut” uno distinto al que conocí en el juego.


[1] Antes se tenía la creencia de que la plata ennegrecía en presencia de cualquier veneno, un conocimiento erróneo. La plata sí reacciona con algunas sustancias químicas y puede detectar por ejemplo la presencia de arsénico, un “veneno” muy usado en la antigüedad

[2] Un misógino es una persona que siente aversión hacia las mujeres o no confía en ellas.

4 respuestas a “Juego otome yandere – Vol 1 – Capítulo 8”

    1. Yo desde un principio me encanta esta chica, inconscientemente ha podido ayudar a wolf para que no vaya por ese lado 💜🌸💜

      Muchísimas gracias por el capítulo 💜🌸💜

  1. interesante lo que mas me gusta de estos juegos japos son esos pequeños detalles que si ellos no lo recordaran cambiarían toda la historia

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