Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 4 – Capítulo 5

Traducido por Shiro

Editado por Meli


Zhou Yun Sheng hizo oídos sordos a los alardes de Orlando y, en su lugar, quiso alcanzar la neblina de fragancia que flotaba en el aire: acercó la palma a su rostro y la olisqueó con los ojos entornados. Pareció encontrar el olor placentero, y una sonrisa indolente afloró en sus labios. Apretó con la mano un puñado de pétalos, abrió la boca y con la punta de la lengua lamió el jugo color rojo brillante en sus dedos.

Siempre que estaba ebrio, se sentía sediento.

El arrebatador adolescente, similar a un elfo, lucía intoxicado. Tirado en el suelo, su cuerpo cubierto con el jugo rojo brillante de las rosas y pétalos dispersos. Aunque hermosa, la escena emanaba un aroma dulce y lujurioso, que tentaba a las personas, las cautivaba y las incitaba a dejarse llevar y satisfacer sus placeres.

El camarógrafo sudaba profusamente, su cara enrojecida, apenas podía soportar el impacto visual del joven, pero tuvo que respirar hondo y seguir filmando.

El director había olvidado gritar «corte» y el personal no recordaba sus tareas. Todos miraban embelesados al joven, solo Orlando continuaba murmurando para sí:

—Esta escena no podemos dejarla fuera… Esta tampoco, ¡ah…! Tendremos que volver a filmar donde lame el jugo en primer plano… También tenemos que filmar en primer plano su rostro… Y sus ojos… Sus pies también… ¡Sus dedos redondeados y rosáceos son demasiado lindos!

—¡Orlando, cállate! —exclamó con voz ronca Cao Mo Kun, mientras apagaba el puro.

Al instante, Orlando simuló que tiraba de una cremallera sobre sus labios.

Zhou Yun Sheng rodó de un lado a otro sobre los pétalos varias veces, su cabeza casi dando vueltas cuando al fin escuchó al director gritar:

—¡Corte! Tómate un descanso. Filmaremos algunos primeros planos más tarde.

Suspirando de alivio, Zhou Yun Sheng se pasó una mano por el cabello a medida que caminaba en dirección a Yu Mei Lian, cuyos ojos estaban enrojecidos.

—Lin Cheng Ze. —Una voz profunda y ronca se escuchó detrás de él.

—Cao-shushu —dijo y asintió con la cabeza de manera respetuosa hacia el hombre que se acercaba a él.

Shiro
«Shushu» significa tío. Se añade al final de los apellidos al igual que «jie».

La sonrisa de Cao Mo Kun se congeló por un instante, no esperaba que lo llamara de ese modo. En silencio, limpió con sus dedos el jugo de las rosas que manchaba los labios del joven y se alejó.

—Después de la filmación hay una cena, por favor, asegúrense de asistir —dijo el asistente a Yu Mei Lian—. Me retiro antes. Hasta más tarde.

Yu Mei Lian asintió con la cabeza; su rostro pálido. En ese momento, se encontraban trabajando para Cao Mo Kun, no asistir a la cena no era una opción.

—Xiao-Ze, ten cuidado más tarde. No bebas en exceso.

—Lo sé, Yu-jie. Tengo sentido común.

Zhou Yun Sheng sabía que no estaría exento del acoso en la industria del entretenimiento, pero sus habilidades de autodefensa eran suficientes, en consecuencia, no estaba preocupado en lo absoluto.

—Si no puedes negarte, intenta obtener algunos beneficios. Has escuchado antes de Cao Mo Jun, ¿no es así? El despiadado gran tiburón blanco. Él puede garantizarte fama en el menor tiempo posible. Zhang Yi Jia ni siquiera permaneció a su lado un mes completo, y ahora es una persona super influyente. No te estoy incitando a que saltes a la hoguera, pero esta situación está fuera de nuestro control. Si accedes, solo tendrás que soportarlo por unos meses a lo sumo; pero si no lo haces, sufrirás una vida. —La expresión de Yu Mei Lian era complicada.

Zhou Yun Sheng asintió con la cabeza repetidamente mientras escuchaba sus preocupaciones, pero no se lo tomó en serio.

Luego de algunas tomas en primer plano, el apasionado comercial por fin finalizó. El camarógrafo sacó un pañuelo a toda velocidad para secarse el sudor, esquivando con la mirada el cuerpo del joven. Se atrevía a garantizar que, siempre que permitieran que el comercial saliera al aire, todos quienes lo vieran quedarían embriagados con ese encantador festín.

Aunque ninguna de las tomas estaban enfocadas en el perfume, la irresistible fragancia era omnipresente. Los gustos de Orlando trascendían los límites humanos.

Zhou Yun Sheng tomó una ducha, se puso la camisa blanca con la que llegó y una cazadora, luego caminó junto con Yu Mei Lian hacia el ascensor. Allí, vieron al inexpresivo asistente de Cao Mo Kun esperando por ellos. Los condujo al club de primera clase donde Cao Mo Kun y otros hombres de modales exuberantes se encontraban sentados alrededor de una mesa, acompañados por varias estrellas populares del momento.

—Cariño, llegaste. —Cao Mo Kun extendió su brazo para tirar del joven hacia él y que se sentara a su lado.

De inmediato, Zhou Yun Sheng lo fulminó con sus ojos seductores, como si le preguntara: «¿Cuándo me convertí en tu cariño?».

Cao Mo Kun, encantado con la expresiva mirada, acarició sus largas pestañas en tanto que señalaba a los hombres uno a uno y los presentaba. Algunos de ellos eran ejecutivos de alto nivel de AYA, otros eran socios del Grupo Cao, e incluso había algunos directores ejecutivos de las principales productoras de filmes nacionales.

Yu Mei Lian, en estado de reverencia, trajo con ella a Zhou Yun Sheng para saludar a la multitud, su previo conflicto completamente superado.

¡Mierda! No es de extrañar que Zhang Yi Jia saltara al estrellato como un cohete. Estaba bajo el cuidado de estos hombres astronómicamente adinerados. 

Los presentes eran todos gigantes de los negocios, del tipo con los que no había manera de establecer una conexión en circunstancias normales.

Zhou Yun Sheng era consciente de que su vida no estaba bien encaminada aún, y como no podía enemistarse con Cao Mo Kun, solo le quedaba soportar en silencio. Saludó y bebió una copa para mostrar sus respetos a la multitud.

Cao Mo Kun, muy complacido con su obediencia, tiró de él hacia sus brazos y lo besó en la frente.

—Estás demasiado delgado —dijo con gentileza, mientras le servía un tazón de sopa que puso delante de él—. Necesitas cuidar tu salud. Come primero, solo toma lo que quieras, no seas reservado. Tengo algunos asuntos que atender, no te preocupes por mí.

El antiguo Lin Cheng Ze, con una sola mirada de Cao Mo Kun, le habría colocado sus platillos favoritos en su cuenco. Sin embargo, a Zhou Yun Sheng no le importaba si moría de inanición justo frente a sus narices. Se dedicó a comer en silencio y con seriedad, pensando para sí mismo: Comeré hasta quedar saciado y luego pensaré en cómo lidiar con este gran tiburón blanco engreído.

Aunque era una cena, Cao Mo Kun no probó un solo grano de arroz. Lidió con asuntos de negocios y luego le pidió a los hombres que entregaran, antes de retirarse, sus tarjetas de presentación a Yu Mei Lian. Su intención de cultivar y hacer popular a Lin Cheng Ze fue evidente.

Los contactos eran el mayor capital de un agente, con ellos, Wu Tao había sido superado, ¡ni siquiera siendo digno de llevarle los zapatos! El rostro de Yu Mei Lian se enrojeció de emoción. Tomó las tarjetas con sumo cuidado, vio al gran jefe agitar la mano, impaciente, y con prisa y tacto se retiró, traicionando de manera impresionante a su compañero de equipo.

—¿Está rica la comida? Puedo hacer que preparen más. —Cao Mo Kun tenía el brazo alrededor de los hombros del joven, su tono íntimo.

—No, estoy lleno. —Zhou Yun Sheng bajó los palillos y se preparó para limpiar su boca, cuando el hombre extendió una servilleta y lo hizo por él con cuidado.

—Está bien. Si estás lleno, podemos irnos. —Tiró de la mano del joven.

—Cao-shushu, ¿cuáles son sus intenciones? —Sentado, trató, sin éxito, de liberarse del agarre del otro.

¡Esto es imposible!

Después de transformar su cuerpo, bien se tratase de fuerza o velocidad, estaba muy por encima de la gente común. Debería ser una de las personas más fuertes del mundo, ¿cómo podía estar sucediendo eso?

A causa de ese descubrimiento inesperado, Zhou Yun Sheng sintió pánico.

Cao Mo Kun curvó sus labios en una sonrisa y comentó riendo:

—Nunca pensé que ese cuerpo tan pequeño contendría tal fuerza. —Sus deseos de abrazar al joven aumentaban cada vez más. Se sentó de nuevo y continuó con una sonrisa—. ¿No estoy haciendo justo lo que querías? Querías seducirme, y te estoy dejando hacerlo. Quieres ser rico y famoso, así que te haré rico y famoso, ¿con qué no estás satisfecho?

—Traté de seducirte porque necesitaba dinero, pero ahora que hice el anuncio, estoy bien. —Como no pudo resistirse con fuerza física, mostró su vulnerabilidad parpadeando sus seductores ojos y mirándolo agraviado.

Los ojos de Cao Mo Kun se oscurecieron y, sin rodeos, lo abrazó, sentándolo sobre su regazo y mordiendo su oreja y murmurándole al oído:

—Sé que te acercaste a mí por dinero, no por amor. Pero debes pensarlo con claridad, con 500 000 puedes comprarte, unos cuantos conjuntos de ropa y bolsos, pero, después, ¿de dónde sacarás más dinero? Para eso es mejor que estés conmigo; te conseguiré lo que quieras. —Le mordió el lóbulo de la oreja, e incapaz de controlarse, exploró con la lengua en el interior de esta.

El cuerpo de Zhou Yun Sheng flaqueó a causa de la provocación, jadeó en busca de aire fresco y así restaurar su sanidad, pero se sentía cada vez más adicto a la intensa atmósfera masculina que lo embargaba. Esos brazos eran demasiado familiares, incluso si su alma no era capaz de reconocerlo, su cuerpo le daba la bienvenida de manera instintiva.

Sin embargo, en su pánico, Zhou Yun Sheng pasó por alto esa familiaridad.

En principio, Cao Mo Kun solo quería provocarlo un poco, pero cuando comenzó, no pudo parar. La piel del joven era muy blanca, extra suave, demasiado aterciopelada; la textura era como la de la leche.

—Cariño, mírate, todo tu cuerpo está enrojecido. —Le abrió el cierre de la cazadora y deslizó su palma para explorar, riendo levemente—. Suficiente de jugar al gato y al ratón. Dime con franqueza cuánto quieres.

—No quiero dinero y no accederé a estar contigo. ¡Tengo un novio! —lo rechazó entre jadeos.

—¿Novio? ¿Ji Han Yu? No bromees, cariño, ¿no estás con él también por dinero? Ahora que su familia está en bancarrota, no puede darte nada. No me digas que lo amas más que al dinero. —Se rio entre dientes. Para él, creer que el amor era el mundo era lo más ridículo.

—Amo el dinero, en este mundo, ¿quién puede decir que no lo ama? Al inicio te abordé por necesidad. Pero mientras pueda, jamás traicionaré a Han Yu. Tienes razón, el amor que por él siento sobrepasa mi amor por el dinero.

Casi lloró cuando sintió cómo su parte inferior era sujetada. Las lágrimas colgaban en sus pestañas, negándose a caer, lucía extremadamente adorable.

Cao Mo Kun besó sus lágrimas cristalinas en tanto que le presionaba las nalgas contra su gigante miembro y jadeó:

—Cierto, lo amas. Tampoco quiero que lo dejes. Quédate conmigo por tres meses, te daré mucho dinero y luego te dejaré libre. Prometo no permitir que Ji Han Yu se entere, ¿satisfecho?

—¡No¡, ¡el problema es que ya no quiero tu dinero! Por favor, déjame ir. Abusar sexualmente de menores es un grave delito, ¡te denunciaré! —Se resistió con ferocidad.

No pudiendo mantenerlo bajo control, Cao Mo Kun tuvo que soltarlo. Aunque tenía muchos métodos para evadir el castigo de la ley, forzar a otros a era muy aburrido; lo desdeñaba en demasía.

—Vete, te daré unos días para que lo consideres. —Se peinó su desordenado cabello con los dedos y luego sacó un puro, lo cortó y lo encendió—. Debes conocer el límite respecto a cuánto tiempo hacer esperar a alguien. Cuando vuelvas a mí, sin duda te saldrá costoso —dijo con ojos llenos de burla. No lo convencía el supuesto discurso de amor verdadero del joven.

¡Hacer esperar a tu hermana!, exclamó Zhou Yun Sheng en su interior. Lo fulminó con la mirada, recogió su cazadora y se fue.

—Te ves incluso más hermoso cuando estás furioso. —Cao Mo Kun soltó una bocanada de humo, la rigidez entre sus piernas contrayéndose de manera algo violenta, estimulada a causa de los hermosos ojos enojados del joven.

Una respuesta en “Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 4 – Capítulo 5”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido