Reencarné en una mujer egoísta – Capítulo 6: Pedido de utensilios de cocina

Traducido por Devany

Editado por Nemoné


El Jefe de la Compañía Becker, Dennis Becker, está sentado frente a mí. La compañía tiene oficinas en todo el Reino Morgenrot, e incluso cuenta con una industria naviera [1] para una mejor circulación del dinero.

Becker tiene alrededor de 40 años de edad, su cabello castaño oscuro está relamido, además, una sonrisa de buen corazón flota en su rostro. Sin embargo, una luz astuta de mercader habita en sus ojos.

—Madam, como siempre, muchas gracias por el patrocinio de su empresa. He oído que usted quiere pedir un artículo hecho a medida hoy, pero ¿qué sería?

—Así es, quiero hacer un horno.

—Ha dicho un horno ¿cierto?

Becker, quien probablemente pensó que yo quería pedir algunos adornos, me mira fijamente con los ojos completamente abiertos, sorprendido.

—Eche un vistazo a esto por favor.

Cuando le entrego a Becker un boceto del horno, su atención se desplaza inmediatamente hacia este.

—Esto es… Naturalmente, podemos hacer esto de inmediato. Sin embargo, si pudiera explicarlo más a detalle creo que haríamos algo excepcionalmente superior, pero… —Becker pregunta tímidamente sobre los detalles.

Un, en otras palabras, dices que “ciertamente es imposible para una mujer histérica”. Pues lo siento mucho.

De todos modos, no hay dudas de que esta persona ha tratado bien a Amalie… así que seamos pacientes y no empecemos a despotricar sobre ello.

—Sí, como se plasma en el dibujo, quiero una varilla que se pueda deslizar horizontalmente a través del horno.

—Ya veo… Pones la masa en la bandeja de abajo, luego la horneas en el interior del horno y repites… —Becker murmura para sí mismo mientras mira el boceto—. Madam, me gustaría que vieras el plano completo una vez esté terminado, ¿estaría bien? De esta manera, podemos hacer los ajustes necesarios si se llegaran a requerir.

Bueno, no queremos que sea un completo fracaso después de terminado.

—Entiendo, te lo dejo a ti. Por cierto, tengo algunas cosas más que me gustaría que hicieras.

Esta vez, le presento varios bocetos de utensilios de cocina.

La primera es una cuchara medidora. [2]

—Esto, mide sabores, dices…

¡Sí! La medición de los ingredientes para la crepé Mille fue extremadamente complicada. Añadíamos poco a poco y nos deteníamos sólo después de que empezara a brillar.

¡¡Muy molesto!!

Si tuviéramos algo que desde un inicio nos permitiera medir la cantidad a usar, la próxima vez podríamos simplemente agregar la cantidad fija.

—Sí, lo siguiente sería esto, esto y esto, por favor.

Le muestro más bocetos de utensilios, entre ellos un batidor, un bol, además de moldes para dulces y pasteles horneados.

—Haa…

Becker suelta un suspiro desconcertado.

—Con este utensilio de medición, no tendremos que medir a ojo para crear platos perfectos. También es una herramienta necesaria para crear dulces.

—Ya veo, esto es… ¡Madam! ¡Esto es maravilloso! Con estos artículos, la historia de la cocina será reescrita! Si repartimos las recetas básicas de cada plato, los chefs, no, esta herramienta de medición se volverá necesaria para cada hogar. ¡Esto se venderá! ¡Esto definitivamente se venderá!

Becker levanta la voz con ojos brillantes. Sin embargo, yo no quería vender esto, sabes.

Aunque no habrá ningún problema siempre y cuando pueda hacer deliciosos dulces para Wirbel, pero…  Maa, si ayuda a todos los hogares a cocinar, supongo que está bien.

—Madam, ¿cómo deberíamos pagarle cuando un artículo se venda?

Por alguna razón, aunque sólo quería hacer algunos utensilios de cocina, terminé con un acuerdo de remuneración.

—Veamos, no necesito ningún pago, así que ¿sería posible venderlo a los plebeyos alrededor del precio de fábrica?

—Ya veo, pequeñas ganancias, retornos más rápidos, ¿no? Será más rápido esparcirlo a bajo costo por todo el Morgenrot, no, se esparcirá por todos los países del mundo. ¡Como se esperaba de usted, Madam!

¿Podrías dejar de mirar a la gente con esos astutos ojos de mercader?

Becker tenía una sonrisa aparentemente amistosa, pero se transformó completamente en una oscura sonrisa de empresario torcido. Su mente está llena de ganancias.

—Puesto que inevitablemente se hará algo similar en poco tiempo, ¿no sería mejor colocar un sello Becker tallado o algo así?

— ¡Ya veo! De esta manera, el valor como marca nacerá… ¡Madam!

Becker abre mucho los ojos.

Después de eso, me sentí avergonzada por Becker, quien siguió elogiandome fervientemente.

Por ahora, le he pedido que complete los utensilios de cocina y el horno lo más rápido posible.

Cuando se iba, me preguntó de nuevo sobre el pago, por supuesto me negué, pero siguió sin aceptarlo por lo que al final no me quedo de otra más que estar de acuerdo.

Haa, finalmente se fue…

Siempre se veía tan tranquilo y sereno, como la cabeza de una gran corporación, pero su personaje se ha desmoronado por completo.

—Berta, regresaré a la cocina. La crepe Mille debería haberse enfriado, así que me gustaría que todos la probaran antes de llevarle a Wirbel

Volteo a ver a Berta, que esperaba en la retaguardia.

¿Are? ¿A dónde fue Berta?

—Madam, por aquí.

¿¡Cuándo!? ¿Teletransportación? ¿Ella acaba de teletransportarse?

Berta instantáneamente se acercó a la puerta abierta y, antes de que me diera cuenta, ya me estaba esperando.

—S-Sí.

Parece que las cosas deliciosas le dan el poder sobre el espacio-tiempo.


Aclaraciones:

[1] Naviera: Compañía que posee barcos para su explotación comercial.

[2] Cuchara medidora (más para que vean su imagen, ya deberían saber qué es):

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido