Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 57: Mi conflicto

Traducido por Lugiia

Editado por Sakuya


Después de mi intento de escape, mi espada fue confiscada, y toda mi ropa de entrenamiento fue desechada.

Me vi obligada a vivir bajo vigilancia las 24 horas.

Si aquellos vigilándome fueran del Cuerpo de Guardia, entonces no sería reservada y sólo los noquearía y escaparía, pero… las que están de guardia son Granny y otras sirvientas, así que es difícil hacer un movimiento.

Es natural pensar eso, ya que los oponentes no son combatientes. No me he rebajado hasta el punto de enfrenarme seriamente a esas sirvientas inocentes por el bien de mis propios objetivos.

Si fueran miembros del Cuerpo de Guardia, entonces sería capaz de luchar contra ellos sin contenerme como en el entrenamiento.

Traté de correr cuando tuve una oportunidad, pero su bloqueo parece contener varias personas, y en el momento en que me encontraron, usaron a propósito una fuerte voz para decir — ¡¿Cuál parece ser el problema, Melly-sama?!

Así, esas chicas me rodearon mientras hacían un alboroto, y siendo incapaz de moverme, me obligaron a regresar a mi habitación.

Aunque normalmente, uno pensaría que las personas que me vigilarían serían los miembros del Cuerpo de Guardia que estaban bien entrenados y musculosos… pero al haber sido confrontada con algo completamente opuesto a mis expectativas, el resultado fue, no poder hacer nada contra ellas.

¿Fue mi Padre el que pensó en esta alineación…? No sabía si ese era el caso, pero fuera quien fuera, esa persona realmente entendía cómo funcionaba mi mente.

Al final, sigue siendo imposible escapar, y el tiempo sigue pasando.

Hoy también, continúo pasando el tiempo vagamente, dejando escapar un suspiro mientras miro por la ventana y en dirección a donde está la torre.

—Louis… —Inesperadamente, murmuro su nombre.

En este momento, donde además de robarme mi libertad, se ha decidido unilateralmente mi futura pareja… él es el único en quien pienso.

Y el hecho de que todavía no le he dicho que me gusta…

Incluso, cuando finalmente me he dado cuenta de que esos sentimientos que siento cuando pienso en él son la emoción conocida como amor. A pesar de ser consciente de ello, al final no puedo hacer nada al respecto.

Aunque no sienta lo mismo por mí, al menos… quiero expresar mi gratitud por enseñarme sobre estas cálidas emociones.

Pensar que ser incapaz de hacer eso sería tan doloroso…

Al ser la hija de una Casa de un Marqués, un matrimonio político es un futuro totalmente posible para mí. A pesar de saber esos hechos, no imaginé en absoluto que me pasaría algo así. Y esa es precisamente la razón en mi búsqueda de un sueño.

Un sueño en el que puedo seguir empuñando una espada.

Al mismo tiempo, es un sueño en donde le cuento mis sentimientos y camino con él hacia el futuro.

—Me gustas…

Las palabras se desbordan, pero flotan inútilmente al aire libre.

Sonrío amargamente ante esa realidad y suspiro, luego reposo mi frente contra mi mano mientras la apoyo en la ventana.

Mientras miro el paisaje tan cerca de la ventana, siento como si estuviera en el exterior. Sin embargo, eso no es nada más que una ilusión. La ventana todavía me separa del mundo exterior… la situación no ha cambiado en absoluto.

Aunque parece estar cerca, el mundo exterior está… no, la libertad está lejos.

Es como la distancia entre él y yo, pienso mientras rio impotente.

Aunque estuvimos tan cerca, ahora estamos tan lejos…

Al mismo tiempo, aprieto fuertemente mi puño mientras lo apoyo contra la ventana.

Mientras uso toda mi fuerza para apretar mi puño, mis uñas se clavan en la palma de mi mano, y una pequeña cantidad de sangre carmesí brota.

La sangre comienza a gotear…

Se arrastra a lo largo de la ventana, y las gotas carmesí caen más y más a lo largo de ella. Se deslizan sobre el reflejo de mi mejilla en la ventana, haciendo parecer que soy yo la que derrama lágrimas carmesíes.

—No quiero… rendirme…

La agrietada voz que se escapa son mis verdaderos sentimientos.

Son sentimientos no adecuados para la hija de la Casa de un Marqués.

Sin embargo….

¿Es egoísta desear libertad?

¿Es infantil tener un sueño?

Mi sentido de la razón piensa que tengo que cumplir con mi deber, y mi instinto insiste en que tengo el derecho de tirar todo eso a la basura.

Esos dos pensamientos opuestos chocan dentro de mi corazón.

No… decir que simplemente chocan no es correcto.

Mi sentido de la razón me está deteniendo desesperadamente, ya que estoy inclinada a seguir mi instinto.

De repente, noto tardíamente el dolor en la palma de mi mano mientras me distancio de la ventana.

Las pequeñas heridas que me he hecho en la palma son claramente visibles.

Justo en ese momento, oigo a alguien tocar la puerta de mi habitación.

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