Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 66: Mi entrenamiento después de mucho tiempo

Traducido por Lugiia

Editado por Sakuya


Al día siguiente, ya que tengo un descanso de mis lecciones, me dirijo al campo de entrenamiento por primera vez en un tiempo.

Naturalmente, estoy vestida como Mel.

— ¿Eh? ¡Ha pasado un tiempo, Mel!

— ¡Shurei! ¡Cuánto tiempo sin vernos! ¿Eh…? ¿Sólo se encuentran hoy estas personas?

Después de mirar a los alrededores, inclino la cabeza.

Por lo general, en este lugar se reúnen muchas personas, pero hoy está bastante tranquilo.

—Ahh, es porque hoy el campo de entrenamiento está abierto sólo para el Cuerpo de Guardias… cuando se entere de que viniste, Mel, estoy seguro de que Kuroitsu se molestará. Ha estado quejándose de que quiere tener un combate contra ti para mostrarte lo mucho que ha mejorado, pero no has venido últimamente, así que no ha podido.

—Jojojo. Estos días no he estado participando en los entrenamientos, así que ahora mismo no soy rival para él.

—Dices que no has participado… ¿te has sentido mal?

—No, no es eso, pero… —digo confundida, ya que no puedo mencionarle que me he comprometido.

—Bueno, si no es por eso, entonces está bien… trabajaré duro tu cuerpo que no ha entrenado en un tiempo, así que prepárate.

— ¡Con mucho gusto!

El tan esperado entrenamiento causa que mi cuerpo grite desde el principio.

Para cuando termino lo básico, mi cuerpo se ha vuelto pesado por el agotamiento, y mi respiración es rápida. Además, antes podía moverme fácilmente tal como imaginaba, ahora reacciono unos segundos tarde.

Esos pocos segundos de error serán fatales en una batalla real.

Como he crecido, hay una ligera diferencia entre mi imagen mental y la realidad, que también puede jugar un factor en ello.

—Como pensé, esto no está bien. Con sólo no entrenar un poco, mis instintos se vuelven lentos, y lo más importante, se hace difícil mover mi cuerpo —murmuro involuntariamente mientras limpio mi sudor.

Ya que Louis me ha permitido entrenar, entonces podría aumentar mi tiempo de entrenamiento poco a poco en el futuro.

Justo en el momento en que decido eso…

—Oye, oye… ¿En serio estás diciendo eso? —dice alguien sorprendido mientras suspira y me giro por reflejo.

— ¡Kuroitsu! ¿Eh…? Pensé que el campo de entrenamiento sólo estaba abierto hoy para el Cuerpo de Guardias…

—Tuve algunos asuntos con el General. Cuando estaba a punto de regresar, pasé para invitar a Shurei a beber, pero… pensar que tú también estarías aquí.

—Ha pasado un tiempo desde la última vez que hablamos, Kuroitsu.

—Sí, mucho tiempo sin vernos… Espera, no es eso. ¿Realmente ha pasado un tiempo desde la última vez que entrenaste?

—Sí. ¿No estabas al tanto de eso? No he venido aquí últimamente, ¿verdad?

—Eso es cierto… pero, ¿qué pasa con eso?

Kuroitsu señala la montaña de cadáveres detrás de mí. Shurei está entre ellos.

—Um, esas son las personas que actuaron como mis oponentes de combate, pero…

— ¡Tus habilidades no han disminuido en absoluto!

—Eso no es cierto. Estoy segura de que aquellos contra los que luché lo entenderán, pero cada uno de mis ataques individuales fueron ligeros, al igual que mis reacciones. Estoy acostumbrada a luchar contra ellos, así que, de alguna manera, me las arreglé para ganar, pero estoy segura de que será difícil luchar contra un nuevo oponente.

—Mel, no… Si eres capaz de reaccionar cuando luchas contra miembros del Cuerpo de Guardia de la Casa del Marqués Anderson, creo que es más que suficiente.

—De ninguna manera. En realidad, entre las tropas que secuestraron a las chicas, había algunas personas bastante fuertes… el mundo es enorme. Si me vuelvo demasiado orgullosa de mi propia fuerza, eventualmente alguien destruirá ese orgullo.

—Pero justamente estabas apuntando al Ejer…

Parece bastante sorprendido por mis palabras… y un aire bastante cansado rodea a Kuroitsu mientras sonríe amargamente.

—El deseo que tenía no ha cambiado… Pero antes de eso, para empuñar una espada se necesita una determinación apropiada, ¿verdad? Si sostengo una con una habilidad y determinación a medias, entonces estaré poniendo en peligro a la gente a mi alrededor. Por eso, cuando agarre mi espada, no me permitiré tener esas condiciones a medias. Si quiero seguir empuñándola, creo que es necesario que siga templándome en consecuencia.

Creo que finalmente lo entendí después de ese caso de secuestros.

Antes… creía que lo había comprendido. Que una espada destinada a proteger a los que no tienen poder nunca debe romperse. Sin embargo, la verdad es que no lo había hecho. Porque las personas que estaban detrás de mí… los que luchaban conmigo, eran fuertes por méritos propios.

Pero durante ese incidente… fue diferente.

Detrás de mí había personas que ni siquiera podían proteger sus propios cuerpos. Aunque era una operación conjunta con el Ejército, en ese lugar sólo estaba yo, así que no tuve más remedio que defender a esas chicas por mi cuenta.

¿Qué hubiera pasado en ese momento si no lograba protegerlas y colapsaba?

Estoy segura de que no habrían podido cuidarse solas. Más bien, debido a mi oposición, podrían haberse encontrado en una situación aún más desastrosa.

Exactamente, esa es la razón.

No había manera de permitirme colapsar, en ese momento y lugar. Era mi responsabilidad al haber tomado la espada, y mi deber ser la que actuara.

Durante ese incidente… aprendí por primera vez el peso y el compromiso de proteger a las personas.

—Bueno… conozco lo fuerte que es tu determinación, Mel. Aun así, a veces me sorprenden tus palabras.

— ¿Es así? Como pensé, cuando vienes, el entrenamiento es más riguroso.

—Ay, ay, ay —dice Shurei mientras se levanta. — ¡Chicos! ¡Esto es lo que sucede cuando descuidan el entrenamiento! ¡Lo duplicaremos la próxima vez!

Entonces los que seguían revolcándose detrás de nosotros se lamentaron.

—No puede ser…

— ¡Oh, vamos! ¡Shurei!

Aunque escucha sus gritos, Shurei sonríe ampliamente y los ignora.

—Ahora que lo pienso, Kuroitsu. Esa persona que está detrás de ti es…

De repente, me doy cuenta del joven detrás de él.

Tiene cabello negro, un cuerpo bien proporcionado y buenos rasgos faciales.

Si lo llegas a ver de casualidad caminando por la ciudad, forma parte del grupo de personas que llaman la atención. Aquí, es el más joven aparte de mí.

Probablemente tiene la misma edad que mi hermano mayor.

—Ahh, él es uno de los asuntos que tuve que manejar hoy. Antes, cuando estaba dando mi reporte, quise presentarlo al General, pero…

—Encantado de conocerte. Me llamo Abel. Estoy adscrito a la Primera División del Ejército. Discúlpeme, pero usted es…

—Mi nombre es Mel. Trabajo como escolta de Mellice, la joven dama de la Casa del Marqués Anderson. Por favor, tráteme favorablemente.

—Es alguien que se alistó recientemente en el Ejército. Originalmente estaba haciendo trabajo de oficina, pero este año recibimos un aviso de arriba de que cada división del Ejército debe aceptar al menos un aprendiz por un período de tiempo determinado.

—Así que Kuroitsu decidió ponerme bajo la supervisión de la división. Naturalmente, mis habilidades no están a la par ya que todavía estoy en entrenamiento, así que lo más probable es que entrene aquí por un tiempo.

Hablando del Ejército, tienen la imagen de un grupo que es fuerte en combate, pero al menos tienen un par de personas asignadas a hacer trabajo de oficina.

Es necesario cuando se tiene un solo grupo, para cosas como control del presupuesto, gestión de los equipos individuales de cada persona, control de bienes, etc.

No obstante, incluso si te asignan al trabajo de oficina, sigue siendo, en última instancia, una posición militar.

Se demanda un cierto grado de fuerza de combate, y es necesario que sepan utilizar el Cuerpo del Ejército, comprendiendo a aquellos luchando al frente. Por ello, anualmente, durante un período fijo de tiempo, cada división tiene que aceptar a alguien asignado al trabajo de oficina y entrenar y hacer otras tareas con ellos.

—Hmm… Si eres miembro de la unidad de Kuroitsu, entonces debes ser bastante hábil.

Un miembro de la unidad bajo el control directo del subjefe. Si fueras considerado alguien sin talento, entonces no habría manera de que se te diera tal asignación.

Mi Padre y Kuroitsu tienen ese tipo de personalidad.

Al escuchar mis palabras, Abel se avergüenza un poco mientras su rostro se enrojece y comienza a agitar rápidamente su mano como para negarlo.

Esa expresión me da la impresión de que es una persona gentil y amistosa…

—No, no, todavía me queda mucho por hacer… Um, simplemente no puedo compararme a ti, Mel, que eres capaz de suprimir de esta manera a la famosa élite del Cuerpo de Guardias de la Casa del Marqués Anderson…

—También me queda mucho por hacer. En realidad, hoy no puedo luchar más que esto.

Soy la que mejor entiende la condición de mi cuerpo. Me será imposible continuar luchando hoy.

—Por ello, estoy pensando en entrenar aquí en el futuro… puede haber más oportunidades de encontrarnos de nuevo, así que, por favor, cuida de mí.

—Gracias por ser tan educado. Soy yo quien debería pedirte que me cuides.

—Estamos planeando salir a comer después de esto, pero ¿qué planeas hacer, Mel? —pregunta Kuroitsu, después de que termino de intercambiar saludos con Abel.

—Mis disculpas, pero debo rechazar tu oferta. Bueno, entonces chicos, muchas gracias por el día de hoy —digo y dejo el lugar, regresando a mi habitación.

Me limpio el sudor, me cambio de ropa y me siento en mi cama.

Mi cuerpo ya está torturado por el agotamiento de mi primera sesión de entrenamiento en un tiempo.

—Gracias a Dios…

Sin embargo, una sensación de satisfacción llena mi corazón.

Como pensé, entrenar es bueno.

Tanto la habilidad de mover mi cuerpo, como la sensación de tensión cada vez que blando mi espada, es increíble.

Llegué a pensar que no sería capaz de hacerlo de nuevo, así que me siento realmente feliz.

Si… si Louis fuera atacado en el futuro, desenvainaría mi espada sin dudarlo.

Estoy segura de que tendrá incontables escoltas con él, pero… eso no garantiza su seguridad.

Como aquella vez con mi madre…

Y precisamente porque aprendí en ese momento el dolor de perder a una persona importante, no quiero tener que volver a sentir eso… no quiero perderlo. Así, mientras me duermo, decido una vez más continuar templándome también en el futuro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido