Traducido por Lugiia
Editado por Sakuya
La fiesta nocturna de esta noche fue el tema de conversación en los círculos sociales por mucho tiempo. Se le dio un alto grado de atención porque, además de ser un banquete real, también sería el debut en la alta sociedad de la hija de la casa del marqués Anderson.
En estos momentos…, el hombre alabado como héroe, el general Gazelle Daz Anderson, era la cabeza de esa casa.
A pesar de ser de su descendencia directa, hasta ahora, esa joven nunca se mostró ante la sociedad.
Ese era el tema candente del momento: Mellice Reese Anderson.
Por lo general, aunque fuera antes de su debut en la alta sociedad, era casi imposible que una persona nunca mostrara su rostro.
Incluso entre las familias nobles que eran cercanas, era normal que sus hijos se reunieran o hicieran una fiesta de té a pequeña escala solo para ellos.
Sin embargo, la joven en cuestión nunca había participado en tales encuentros.
Durante un tiempo, se dijo que su ausencia se debía a su horrible apariencia. Todo fue causado por lo inusual de que una persona nunca diera acto de presencia. No obstante, gracias a la influencia del general Gazelle, tales rumores no continuaron extendiéndose.
Dicho esto…, el interés de la gente es algo que se diluye con el tiempo, por lo que esos rumores también fueron desvaneciéndose poco a poco.
Su existencia gradualmente desapareció de los círculos sociales y así también debería haber sido con los pensamientos de las personas…
Pero… cuando esa chica rodeada de misterios se convirtió en la prometida del hijo de la casa ducal Armelia, una vez más se convirtió… no, fue un tema aún más candente que antes.
La casa ducal Armelia es una de las casas nobles más importantes. Ha sido cargo del puesto de primer ministro por generaciones.
Al ser el hijo de tal casa, es el objetivo de cualquier familia noble que tenga una hija, para que puedan profundizar sus relaciones a través del matrimonio.
A pesar de que se le acercaron apasionadamente, continuó esquivando sin problemas a sus admiradoras, y el tiempo siguió pasando sin tener ningún compromiso con ninguna noble.
¡Nunca pensé que se comprometería con la hija de la casa del marqués de Anderson!
El efecto de ese compromiso no era para nada pequeño.
Después de todo, significaba que las mejores casas de este país en artes diplomáticas y militares, se habían unido.
Así, en este momento, todo el mundo prestaba atención a la llegada de la joven, ya sea de una buena o mala manera.
Unos querían ganarse su favor y compartir el poder de la casa ducal Armelia y otros estaban preocupados de la poderosa influencia que ejercía su compromiso, y como tal, querían obstruirlo.
También, existían aquellos que, además de querer destruirlo, se mantenían vigilantes ante la oportunidad de arrebatar el asiento del prometido… o prometida.
Por consiguiente, la fiesta nocturna de hoy estaba envuelta en un aura de entusiasmo.
—Oh, conde Dorambald. Parece que en verdad se está divirtiendo.
Mientras observo el salón, disfrutando del ambiente por primera vez en un tiempo, un conocido me saluda y ceso temporalmente mis observaciones.
—Sí, estoy deseando ver a los jóvenes que se han convertido en el tema de discusión… Como mi hijo ya tiene una prometida, soy realmente capaz de disfrutar estos eventos como si fuera un forastero.
—No lo dudo… Hablando de eso, ¿dónde se encuentra su hijo?
—Está por ahí, dando su presentación y saludo junto con su prometida.
—Ahh, ya veo… Qué envidia. Su hijo es de la misma generación que aquellos que se han convertido en el tema de discusión. Estoy seguro de que tendrán muchas oportunidades para interactuar en el futuro. Mi hijo todavía es demasiado joven.
—Ah, es cierto, estamos bendecidos en ese aspecto.
Mientras tenemos tal conversación, un silencio antinatural desciende repentinamente sobre la entrada.
Hasta hace un momento, el lugar estaba envuelto en un aire entusiasta que lo diferenciaba de un banquete normal, y todo el mundo se había alegrado hablando de ellos de una manera que no dañara su dignidad. Era la primera vez que experimentaba un silencio improvisto.
—Me pregunto qué ha pasado… —le comento a mi compañero de conversación mientras miro a mi alrededor con curiosidad.
Sin embargo, no obtuve ninguna respuesta de su parte. Encontrando eso extraño, dirijo mi mirada en la dirección que él está mirando.
Y entonces… también me paralizo.
La persona a la que todos miran fijamente… es la señorita que está siendo escoltada por Louis de Armelia, la otra parte del tema de discusión de los últimos días.
Y la señorita, quien es el tema principal, es nada más y nada menos que Mellice Reese Anderson.
Piel blanca que parecía ser casi transparente, sedoso cabello rubio platinado que se balanceaba como si fuera hilos de plata, un rostro que se jactaba de una belleza casi perfecta… como si fuera una muñeca cuidadosamente hecha a mano por un artesano.
Solo sus hermosos y brillantes ojos celestes mostraron el hecho de que es humana. Su nivel de belleza casi anormal… fascinó a todos en la habitación, dejándolos sin palabras.
Atónitos, solo fuimos capaces de mirarla fijamente.
De hecho, aquellos que habían estado esperando ansiosamente en la entrada con la esperanza de saludarlos, quedaron fascinados y aturdidos por ella. Por lo tanto, solo podían quedarse quietos y ver cómo pasaban justo al lado de ellos.
Caminaron con paso lento dentro del recinto que había quedado completamente en silencio.
Solo el mero hecho de caminar era suficiente para que se representara en una pintura. Todos se sentían como si hubieran caído en un sueño al ver su elegante figura.
Después de caminar un poco más allá del centro del lugar, la pareja se detuvo y comenzó a conversar.
A veces, se miraban el uno al otro y sonreían de manera feliz, luciendo bastante íntimos.
Finalmente, la música que fluía se detuvo, y todos se giraron hacia el frente.
No mucho después, apareció su majestad, la reina.
Detrás de ella estaba el primer príncipe, Edgar Le Tasmeria. Dentro de sus oscuros ojos azules, heredados de su majestad, habitaba un fuerte destello de voluntad, mientras su cuerpo estaba entrenado hasta el punto en que se podía distinguir incluso por debajo de sus ropas.
Al verlo aparecer con un aire imponente a su alrededor, las nobles parecían claramente emocionadas a pesar de no exponerlo en sus rostros.
Esto se debía a que, aunque era un príncipe, Edgar no tenía una prometida.
Normalmente, esa sería una situación imposible. Sin embargo, justo en el momento en que comenzó la selección de su prometida, su padre, quien estaba en estado de coma en ese momento, falleció. Como tuvo que mantenerse en período de luto, el tiempo pasó sin que seleccionara una prometida…, lo que nos lleva al estado actual de las cosas.
—Es grandioso ver que todos gozan de buena salud. El tiempo ha pasado desde que logramos un armisticio con el país de Towair, y estoy muy contenta de ver a los niños de este lugar crecer sanos y despreocupados en esta época de paz… Me da una fuerte sensación de que una nueva era pronto estará sobre nosotros. La variedad en generaciones presentes en esta fiesta es inmensa, con ello… espero que sea un banquete significativo y divertido para todos.
Una vez que el saludo de la reina termina, la orquesta comienza a tocar una canción.
La pareja del rumor, la señorita Mellice y el joven Louis, caminan al centro y comienzan a bailar.
Se podría decir que sus figuras al ritmo de la canción eran lo que se esperaba de la hija de la casa del marqués Anderson y el hijo de la casa ducal Armelia. Todos los presentes no podían evitar suspirar ante lo admirable de su baile.
Finalmente, la primera canción terminó y se separaron para bailar con otra pareja.
La identidad de la segunda pareja de la señorita Mellice causó un leve revuelo en el lugar.
¡Era nada más y nada menos que el príncipe Edgar!
No se puede evitar que me sorprenda el hecho de que el príncipe solicite proactivamente un baile por su propia cuenta… Hasta ahora, no ha habido rumores sobre una posible prometida, y si tuviera que decir, más que disfrutar de los afectos de las mujeres, es alguien inocente que prioriza sus amistades con los hombres.
Dicho esto, la señorita Mellice ya tiene al joven Louis como prometido… y, una vez que la canción terminó, parece que se divirtieron intercambiando solo una o dos palabras antes de separarse.
Y una vez más, la joven comenzó a bailar con su tercera pareja.
Poco después de varias canciones, ella fue guiada al salón por su prometido y comenzó su presentación y saludo ante los nobles.
—Ha pasado un tiempo… conde Dorambald.
Eventualmente, la pareja se detuvo frente a mí.
—Oh, joven Louis. En efecto, ha pasado un tiempo. Verlo hoy junto a su hermosa prometida me pone muy celoso.
—Me halaga… Por favor, permítame presentarla. Esta es mi prometida, Mellice.
—Encantada de conocerle, conde Dorambald. Por favor, cuide de mí en el futuro.
—Qué amable de su parte. Soy yo quien debería decirlo, por favor, cuide de mí también. Hoy mi hijo también ha venido pero, desafortunadamente, no está aquí ahora mismo…
Miro a mi alrededor pero no logro encontrar a Dan.
A pesar de que esta es la oportunidad perfecta para hacer una conexión con ellos, ¿qué demonios está haciendo ese hijo mío…?
—Debe estar hablando del joven Dan, ¿verdad? Siempre me cuida mucho en la Academia.
—No, no, es mi hijo el que está siendo cuidado por usted, joven Louis… Oh, por cierto, ¿se inscribirá en la Academia durante el próximo periodo de admisión, señorita Mellice?
—Sí, así es. Si recuerdo bien, la prometida de su hijo, la señorita Furall, también se inscribirá este año, ¿correcto? Estoy deseando que llegue.
Me siento admirado y sorprendido que tenga conocimiento de ello.
—Ahora que lo recuerdo… conde Dorambald, escuché que visitó la región de Rubel el otro día con su esposa.
—Sí, ¿dónde se enteró de eso? La verdad es que mi esposa se ha enamorado completamente de la cocina de mariscos y la porcelana de esa región.
—Oh, Dios… la entiendo por completo. La cocina de mariscos de allí es bastante única. Además, la porcelana de esa región tiene un hermoso color carmesí, así que puedo ver por qué le gusta.
—Oh… ¡Ahora entiendo el por qué! ¿Usted también conoce de porcelana, señorita Mellice?
—Es vergonzoso admitirlo, pero debo decir que no soy una experta… Es solo que cuando visité la región anteriormente, las vi y pensé que eran muy hermosas, así que estaba pensando en coleccionar porcelana en el futuro.
—Ya veo, así que fue así… Si ese es el caso, entonces ¿le gustaría venir a visitar mi casa una vez? Mi esposa tiene un gran número de piezas que ha coleccionado.
—¡Oh, cielos…! ¡Aceptaré su oferta con mucho gusto! Si no es una molestia, por supuesto.
—Excelente. Entonces, enviaré una invitación por escrito, así que, por favor, visítenos.
—Muchas gracias.
—Bueno, dicho, creo ya es tiempo de retirarnos —comenta el joven Louis y con ello, la pareja inclina su cabeza y se separa de nosotros para saludar a otro noble.