Sirviente a Madre – Capítulo 5: Las Recetas rápidas de Lily (1)

Traducido por Akatsuki

Editado por Ayanami


Al día siguiente, de inmediato, me enfrente a una situación difícil en la cocina.

—Oh querida…

— ¿Okaa-san?

—Hmm~ Nos hemos quedado sin harina de trigo.

¿Cómo llegamos a esto? ¿Cómo logré usarlo todo, a pesar de que lo compré específicamente para esto? Sin la harina de trigo, será difícil preparar alguna receta de mi repertorio.

Sid-san salió a buscar trabajo, por lo que no podrá ayudarme con las compras. Hmm…quería que me consiguiera algunas cosas.

—Pero, realmente quiero salir…

— ¿No puedes salir?

—Hasta que Leonard-sama termine su trabajo, parece que salir será un poco peligroso.

A pesar de que me obsequio un brazalete con magia de protección, se esforzó por darme un precioso colgante. ¿No significa que el peligro es real?

—Okaa-san, mira yo también tengo uno.

—Oh, cierto. Aun así, es mejor quedarnos en casa.

Jill también tenía un colgante como el mío, colgando sobre su pecho. Pero… ¿Qué voy hacer sin la harina de trigo?

— ¿Qué te molesta?

— ¡Ah! Milis.

Cuando Jill vio la repentina aparición de Milis, rápidamente, se escondió detrás de mí. Probablemente, sigue asustada, debido a la mala primera impresión que le causó. Aun así, de ahora en adelante, viviremos todos juntos como una familia.

Es mejor si ambas se llevan bien.

—Bueno, verás, se me acabó la harina de trigo. Quiero salir a comprar un poco, pero Leonard-sama dijo que podría haber problemas, así que…

—Mm…en ese caso, puedo protegerte. A pesar de mi apariencia, soy realmente fuerte.

La dulce sonrisa de Milis, llamó la atención de Jill quien asomó su cabeza a escondidas. Intercambiando miradas entre las nosotras, Jill inclinó su cabeza hacia un lado y preguntó.

—Okaa-san, ¿Eres amiga de Onee-san?

—Sí, somos buenas amigas. Eso me recuerda, todavía no las he presentado correctamente. Ella es Milis, el espíritu de agua contratado de Leonard-sama.

—Es un placer conocerte.

Para no asustarla, Milis se arrodilló a la altura de Jill, quien se asomó tímidamente.

—Mi nombre es Jill…encantada de conocerte.

E inmediatamente, se escondió detrás de mí, una vez más. Hmm, tal vez, necesita un poco más de tiempo para acostumbrarse…tú también, Milis. No tienes por qué estar triste.

—No le agrado, ¿Verdad?

—Probablemente, aún te tiene un poco de miedo. Sólo dale un poco más tiempo.

Mientras consolaba a Milis, que sonreía amargamente, note a una figura cruzar por la ventana.

— ¡Amdo-san!

— ¿Hmm?

Desconcertado, Amdo-san, en su forma de un pequeño pájaro, se detuvo de inmediato a mi llamado repentino.

—Perdón por molestarte, Amdo-san. ¿Leonard-sama te pidió que hicieras algo antes de irse?

—…No.

—Entonces, ¿Te importaría venir con nosotras como protección con Milis? Realmente, necesito ir de compras.

Cuando se lo pedí, Amdo-san entro por la ventana. Yey, sé que estás feliz, pero Milis, ¿Podrías comportarte normal? Alguien podría descubrir tus verdaderos sentimientos.

— ¿Van a salir?

—Sí, pero podríamos estar en peligro. Milis también vendrá, pero sería más tranquilizador tener a un hombre que nos acompañe.

—Eso es absurdo. Soy fuerte, y lo sabes.

Oh. No, lo siento. No quise decir que me sentía incómoda estando contigo Milis. Aunque realmente parece que lo dije, no era verdad.

—Milis. Si hay un grupo de chicas caminando solas, de seguro habrá hombres que intenten acercarse. Además, Milis, tú eres una belleza, así que habrá una mayor probabilidad de que se acerquen.

— ¡¿U-Una belleza?!

—Sí, ¿Cierto, Amdo-san?

—Seguro. Milis es linda.

Amdo-san también estuvo de acuerdo. Esto, a su vez, hizo que el rostro de Milis se sonrojara, incluso sus orejas se pusieron de color rojo brillante. ¿No es encantador? El escuchar a la persona que amas decir que eres linda.

—Si es posible, ¿Podrías acompañarnos?

—Está bien.

Entonces, con dos espíritus escoltándonos, estoy segura de que Leonard-sama no debería enojarse conmigo.

Además, con Milis y Amdo-san juntos, será bueno fomentar su relación.

Bueno, ahora tengo que hacer la lista de compras.

♥ ♥ ♥

— ¿Qué es eso? ¡Es tan brillante!

Poco tiempo después, finalmente salimos a comprar. Ya en la ciudad, los ojos de Milis brillaron, ante la variedad de cosas que había. Mientras la acompañaba, Jill le explicaba con un ‘Eso es…’

Aunque fue algo imprevisto, terminaron llevándose bien.

—La conozco desde hace mucho tiempo, pero es la primera vez que veo a Milis actuar así.

— ¿En serio? ¿No es linda cuando está feliz?

—…

Oh, no dice nada. Preguntándome el por qué, lo miré a escondidas y lo vi sonriendo levemente, con sus mejillas un poco enrojecidas.

—Entiendo sus sentimientos. A diferencia de Sid, ella apenas sale a lugares como este.

— ¿Eres igual, Amdo-san?

—No me gustan los lugares desordenados…

Estoy muy segura de lo que dijo, después no era para mis oídos.

—…Si le gusta tanto, tal vez, debería traerla la próxima vez.

Trate de mantenerme bajo control. Quiero decir, ¿No es como si no fuera una cita? ¡Por qué lo es! ¿Acaso tienen un amor no correspondido en entre ellos?

Fui testigo de los sentimientos de Milis y ahora al presenciar las palabras de Amdo-san, logré entender. ¡Oh dios, Lily cálmate!

Vaya, Amdo-san. Estoy muy avergonzada, no puedo volver a ver a Milis después de escucharte. Hablando de eso, sería peligroso si nos separamos demasiado.

Rápidamente, llame a Jill y a Milis, que prácticamente desaparecían entre la gente.

—Milis, Jill, no se alejen demasiado.

—Ah, lo siento.

—Okaa-san, no te enojes.

Verlas regresar rápidamente, con una expresión abatida, me hizo recordar a las mascotas que eran reprendidas e inconscientemente sonreí. Sé de antemano que Jill es adorable, pero, esta vez, Milis fue demasiado linda. No esperaba ver una mirada inocente de ella.

—Si hay algo que les interese, podemos verlo juntas. Ambas miraron alrededor, estoy segura de que debe haber cosas que les gusten.

— ¿De verdad? ¿Podemos ir a esa tienda que está vendiendo esas cosas brillantes?

— ¿Brillante?… ¡Oh, la tienda de dulces! Está bien, estoy segura de que variar un poco no hace daño, así que iremos a comer un poco.

—Yeah~ —Ambas gritaron de alegría. Al verlas comportarse así, no pude evitar negarme. Realmente, se hicieron cercanas, ¿No? Supongo que necesitan un poco más de tiempo. Mientras estoy sumida en mis pensamientos, sentí que Jill me llamaba tirando del borde de mi falda.

— ¿Qué sucede?

—Estoy feliz de que compres bocadillos, pero, um, también me gustan tus bocadillos, Okaa-san.

—…Ah sí. Gracias.

Vaya ataque sorpresa que hizo. Que adorable. Estaba tan feliz de poder abrazarla que aproveche la oportunidad para hacerle cosquillas.

—Kyaa~ Okaa-san~ Cosquillas~

—Es porque dijiste algo que me hizo feliz~

Me di cuenta cuando Jill lo dijo. Parecía haberme preparado, inconscientemente, para lo peor. Tanto que me estaba estresando innecesariamente, pero las palabras de Jill lograron deshacerse de los nudos. Cómo todos vinimos a comprar juntos, deberíamos divertirnos un poco.

—Las cosas brillantes de allí, son dulces. Hay diferentes variedades, así que, si hay algo que les guste, solo díganlo.

— ¿Eh? Pero…

— ¿Jill no te gustaría comer dulces con Milis?

— ¡Si! ¡Milis-Onee-chan, vamos!

— ¡Ah, espera!

Jill comenzó a correr arrastrando a una desconcertada Milis de la mano. Aun así, Milis parecía estar feliz, mientras la acompañaba.

—Amdo-san, ¿Hay algo que te gustaría comprar?

—No…quiero decir, en cuanto al dinero…

—Hay más que suficiente para gastar. Además, es para conmemorar la primera vez que todos salimos juntos. ¿No crees que sería bueno darle un regalo a Sid-san y Leonard-sama?

— ¿Estás segura de que está bien?

—Por supuesto, nos tomamos la molestia de venir aquí después de todo.

Cuando Amdo-san asintió después de mi insistencia, comenzamos a ir tras ellas.

Por cierto, me preguntó si Milis se siente cómoda conmigo, al verme caminar junto a Amdo-san. ¿No odiaba ver esto? Una vez que salgamos de la tienda, de seguro habrá un infierno esperándome.

En la tienda, compré dos cajas con dulces como regalo para Sid-san y Leonard-sama. Jill y Milis también compraron lo mismo que yo. Amdo-san, como era de esperar, compró sus propios dulces.

¿A todos les gustan mucho los dulces? Quiero decir, por un lado, no son dulces que he preparado.

Oh. Es verdad, tengo que comprar todos los ingredientes que necesitó para hornear. Me preguntó qué debería hacer ahora…aunque, si lo pienso con cuidado, la razón por la cual nos hizo falta la harina de trigo fue porque he estado preparando dulces todos los días. Ahora me arrepiento de eso.

—Lily, ¿No vas a comprar algo para ti?

—No, estoy bien. No te preocupes por eso.

— ¿Estás segura?… Entonces, ¿Qué hay de probar uno de los míos más tarde? ¿Cuenta como haber conseguido uno?

— ¡Toma del mío también~!

—Gracias a las dos. Significa mucho para mí.

Cuando mostré una sonrisa, ambas intercambiaron miradas y sonrisas. ¡Dios mío, ambas son realmente adorables! ¡Quiero abrazarlas! Mientras sonreía, Amdo-san me llamó con una voz tranquila.

— ¿Qué es lo que sigue?

—Harina de trigo, salmón ahumado, carne, huevos, leche y probablemente algo de pan.

Los condimentos que tenemos están bien, los revise antes de salir. Ah, pero quiero un poco más de sal de roca. Para ser honesta, con solo obtener la harina de trigo era más que suficiente, pero, dado que hicimos todo este camino, quiero abastecernos de todo.

—Entonces, empecemos. Será mejor que no pasemos mucho tiempo fuera.

—Tienes razón.

Luego de nuestra conversación, terminamos de comprar y, cuando estaba a punto de solicitar una entrega a domicilio, Amdo-san tomó las bolsas de papel que estaban hasta el borde de nuestras compras y las llevó en sus brazos.

— ¿Amdo-san?

—Por el momento, es más seguro si las llevo a casa.

Me preocupe cuando insinuó la posibilidad de que algo pueda ocurrir al hacer el pedido. Sólo pensar en eso me dio escalofríos. Como, por ejemplo, ¿Qué pasaría sí…? En el momento de recibir las compras, hubiera algo escondido. Deberíamos estar atentos a esas posibilidades.

Cómo Amdo-san es el más cuidadoso entre nosotras, será mejor que haga caso a su juicio. De todos modos, no tengo a un profesional en estas cosas.

—Te ayudaré. Jill, agárrate fuerte de la mano de Milis para que no te pierdas.

—Si~

Me pareció más seguro seguir a Amdo-san, mientras Milis cuida de Jill. Incluso si algo sucede, estoy segura de que lo superaremos de alguna manera.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido