Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 22: Fiebre de Mofumofu

Traducido por Lugiia

Editado por Yonile


De repente, después de que mi hermano pudo echar al estúpido príncipe, aparece la bestia sagrada.

—Oh, me alegra que finalmente parezcas estar bien.

—¡¿Has venido a verme, bestia sagrada?!

Abrazándolo fuertemente, comienzo a acariciar su pelaje.

—Te dije que no me acariciaras en público.

A pesar de decir eso, la bestia sagrada es débil hacia mí, así que no puede rechazarme.

—Oh, has llegado. Dejaré a Rosarin a tu cuidado. ¿Qué vas a hacer, Ru? —pregunta mi padre.

—¿Rosarin? Oh, has cambiado tu nombre. Es un buen nombre.

—Muchas gracias.

¡Ha alabado mi nuevo nombre! Estoy muy feliz.

—Ugh…

Oh, Dios… Mi hermano está retrocediendo. Él no muerde, ¿sabes? Es bastante lindo.

Al ver a mi hermano de esa manera, mi padre de repente mete su mano en la boca de la bestia sagrada y dice:

—¿Ya ves? No muerde.

Ante sus acciones, doy un paso atrás. Creo que está bien que la bestia sagrada se enfade. ¿Por qué has hecho eso, padre? Estuvo mal. Pobre bestia sagrada.

¿En qué estabas pensando? ¿Crees que va a lucir inofensivo si metes tu mano en su boca?

Por otro lado… Arc, tu cara se puso azul, ¿sabes? ¿Por qué eres tan débil ante la bestia sagrada?

—Y-Yo también iré…

Aunque parece asustado, mi hermano da una respuesta clara.

—No me molesta.

La bestia sagrada se da la vuelta como si me instara a subir. Su postura al estar acostado me permite subir fácilmente a su espalda, así que lo hago sin pensarlo dos veces. Qué bondadoso.

—¿Eh? ¡¿Te estás subiendo?!

—Él también se puede subir. Los niños caminan demasiado lento.

—Dijo que tú también puedes subir, ya que los niños caminan muy despacio.

—No seas reservado.

Temeroso, mi hermano se sube a su espalda, justo detrás de mí.

—Vaya… Su pelaje es bastante esponjoso.

—Mi pelaje es de la mejor calidad.

—Sí, me siento feliz con solo tocarlo —digo mientras froto mi rostro en él, con una gran sonrisa en mi rostro.

—¿Qué? ¡¿De qué están hablando?!

—Le dije a la bestia sagrada que su pelaje es el mejor. Ha… De verdad es increíble~

Mi hermano me mira decepcionado, pero no me importa porque estoy deslumbrada por el mofumofu.

—Ru, toma esto —dice mi padre, entregándole a mi hermano un documento. ¿Es para nuestro próximo trabajo?

—Niños, agárrense fuerte. Nos vamos.

La bestia sagrada se levanta y comienza a caminar. Creo que dos niños pueden ejercer bastante peso, pero camina tranquilamente a un ritmo rápido. No estoy segura de si lo hace consciente, pero es un paseo cómodo y sin sacudidas. Y lo más importante, es suave al tacto.

Oye, te dije que no me dieras un masaje —ronronea la bestia sagrada bajo la técnica de mis dedos, mientras su cola se mueve de un lado a otro. ¡Qué gran recompensa!

—Rosarin, ¿qué hiciste?

—Me regañaron por hacer demasiado mofumofu.

—Se llevan bastante bien, ¿no?

—Sí, pero nuestra relación no se queda atrás, hermano.

—Naturalmente.

Al apoyar mi espalda contra él, doy un vistazo atrás. Ya que mi mirada se encuentra con la de mi hermano, este sonríe, haciendo que le sonría de regreso.

—Oh, son cercanos.

—Jeje, al fin de cuentas, mi hermano es mi orgullo.

—¿Qué dijo?

—Dijo lo mismo que tú, hermano. Que nos llevamos bien.

El miedo de mi hermano hacia la bestia sagrada se desvanece con esa conversación. Después de estar rígido todo el rato, finalmente se calma.

—Hemos llegado.

Apesta a sudor aquí… También escucho algunas voces rudas. Quizás esto es…

La bestia sagrada camina con pasos rápidos sin dudar a donde ir y le da palmadas en la pierna de un hombre con una gran armadura. ¡¡Oh!! ¡Quiero que me haga eso a mí también!

—Oh, Dios… Bestia sagrada, ha traído unos niños muy lindos con usted. Qué inusual, pensé que no le gustaban los niños.

¡Es la primera vez que escucho esto! Eh, ¿a él también le desagrado?

—No me desagradan los niños humanos pero… además de no saber nada, la forma en que me tocan es incómoda. Por otra parte, a menudo me malinterpretan como una amenaza cuando me tocan por su cuenta.

El hombre de la armadura no parece entender sus palabras, así que actúo como intérprete.

—La bestia sagrada dice que no le desagradan los niños, señor. Es sólo que no quiere que lo toquen y lo malinterpreten como una amenaza.

—¿Eh? ¿Es así? Por cierto, ¿cómo se llama, señorita?

—Encantada de conocerlo. Me llamo Rosarin Rosenberg —respondo, haciendo una reverencia propia de una dama.

—Soy Rupert Rosenberg. Tengo una carta de mi padre.

Mi hermano también se inclina elegantemente. Como se espera de él.

El hombre que lleva la armadura parece sorprendido, pero después de leer la carta de nuestro padre, nos da palmadas en nuestras espaldas con una sonrisa en su rostro.

¡Eh! ¡Eso duele! ¡Por favor, perdóname!

—Oh, quiere inspeccionar la práctica de los caballeros, señorita. Como se espera de la hija de Rufus. Aunque es algo peculiar. Me llamo Rudolf, soy el caballero comandante. Saludos cordiales, Rosarin Rosenberg, Rupert Rosenberg.

Pensar que era un caballero comandante. Rudolf nos muestra los alrededores del centro de entrenamiento y nos comenta que las batallas simuladas y las competencias se realizan de vez en cuando en el gran campo de prácticas con asientos para la audiencia a un lado.

Cuando Rudolf nos pregunta si queremos observar desde esos asientos o de cerca, naturalmente respondo:

—¡De cerca!

Oh Dios. Parece haber una multitud aquí.

—Oh, qué suerte. Están teniendo una batalla simulada.

Sin embargo, debido a la multitud, no puedo ver la parte delantera. Mientras considero usar la magia para volar, mi campo de visión se abre de repente.

—¿Qué tal esto?

—¡¿Eh?!

Rudolf se sorprende por la transformación humana de la bestia sagrada.

Mi hermano también se paraliza.

Actualmente, mi hermano está sentado en el hombro izquierdo de la bestia sagrada mientras que yo estoy en su hombro derecho. Gracias a eso, puedo ver muy bien.

Las personas a nuestro alrededor parecen estar algo asustadas, pero lo ignoro.

Delante de toda la multitud, lo primero que veo es un niño de cabello negro, combatiendo contra un adulto de buen físico. Sus movimientos son ágiles como los de un gato. Tiene orejas redondas y una larga cola. Es un hombre mitad bestia. Su forma bestia es una pantera negra.

—Tiene suerte, señorita. Ese pequeño de cabello negro es Dirk. Es bastante poderoso.

Al oírlo, miro distraídamente al niño. ¡No puede ser! ¡No esperaba ser capaz de conocerlo tan pronto! Bueno, igual había pensado que quería hacerlo en algún momento.

¡¡Él era mi mayor fetiche en este juego!!

—¡Dirk es genial!

¡Oh Dios, de verdad es increíble!

Mi hermano se sorprende por los gritos que parecen salir de mi alma, pero no le presto atención. ¡No puede ser, es demasiado maravilloso! Era un adulto en el juego, ¡pero el pequeño Dirk también es muy encantador! ¡Quiero hacer mofumofu con él!

—Hmmm, ciertamente es habilidoso. Vamos a acercarnos. Quieres ver a Dirk, ¿verdad?

Qué caballeroso es la bestia sagrada. Como se espera de él. Mientras nos sostiene, se mueve con destreza al frente de la multitud.

Por cierto, bestia sagrada, ¿conoces a Dirk? Por favor, si es así, preséntanos por todos los medios posibles.

Aunque destacamos demasiado, no le presto atención. Bueno, es obvio que a las personas les gustaría echar un vistazo a un gran hombre bestia de 190 cm con dos niños sobre sus hombros. Para evitar atraer más la atención, me bajo de sus hombros.

Estamos en primera fila, así que no hay problema.

Ah, nuestros ojos se han encontrado. Hmm, querido Dirk, ¿no estás demasiado sorprendido?

—¡Dirk, da lo mejor de ti!

¿No se vuelven sus orejas hacia mí cada vez que lo animo? ¿Es sólo mi imaginación?

—¿Hmm? Dirk parece estar interesado en ti. Claramente está escuchando nuestra conversación…

Ah, no es sólo mi imaginación entonces. ¿Por qué? ¿Estoy haciendo mucho ruido? Pero todos a nuestro alrededor también están muy emocionados. ¿Entonces por qué?

—¡¡Argh!! ¡¡Te mataré si sigues distrayéndote durante un combate, Dirk!! ¡Tómalo en serio!

Al oír la voz de Rudolf, Dirk dirige su atención hacia él y derrota a su oponente en un instante.

—¡¡Cuidado…!!

No tengo idea de cómo se produjo la siguiente serie de acontecimientos.

Primero, la voz de Dirk parecía estar al borde de la desesperación. La espada de su oponente, después de ser repelida durante el combate, voló hacia mí.

Y entonces, pateé la empuñadura y la atrapé.

De verdad, ¿cómo ha sucedido todo esto?

No puedo hacer acrobacias como esa. En mi vida pasada, todo lo que hice fue estar en una cama, enferma, así que no tengo destrezas físicas. Eso significa… ¡¿Fue Rosalia?!

Fui entrenada por Manya… También puedo lanzar abrojos —respondió ella en mi mente.

¿En serio? ¿El regalo que me dio en mi cumpleaños fue por eso? No lo sabía. Más bien, ¿qué le estás enseñando a la hija de un duque, Manya? Me da miedo averiguar cuánto le ha enseñado.

Y, ahora, ¿qué debería hacer? Todos me miran con cierto desconcierto. Más bien, yo también estoy perpleja.

Rudolf, siendo el primero en revivir, rápidamente agarra a Dirk por el cuello y lo arrastra ante mí.

—¡Discúlpate con ella, Dirk!

—Ah… ¡L-Lo lamento! ¿Se encuentra herida, señorita? —preguntó.

¡Oh no! ¡Dirk está muy cerca! Está arrodillado y mirándome a la cara.

—Estoy bien. Te devolveré esto —respondí, entregándole la espada. Más bien, al verlo de cerca, me doy cuenta que está herido por todas partes. Tocando suavemente su mejilla, lo curo, añadiendo además magia para aliviar su fatiga.

—¿Eh…?

Mientras lo hago, toco hábilmente sus orejas. Dirk se pone rígido mientras sus orejas se crispan.

—¿Qué?

—Dirk, esta chica prefiere a las bestias. Muéstrale tu forma bestia.

¡Qué maravillosa propuesta de la bestia sagrada! ¡¡Quiero verlo!! Y tocarlo mientras lo hago.

—¡¿Haa?! Definitivamente comenzará a llorar, ¿sabes?

—No lo hará. Rosarin es una chica peculiar. Muéstrale tu gratitud por haber curado tus heridas.

Decir que soy peculiar es de mala educación. Pero no negaré que estoy feliz. Dirk suspira delante de mí, con sus ojos brillando con expectativas.

—No me hago responsable de lo que suceda…

Después de decir eso, un hermoso pelaje negro se extiende delante de mí y unos ojos color ámbar me devuelven la mirada. Ya que piensa que lloraré, noto cierto miedo en sus ojos.

Unos segundos después, mi hermano hace un chillido, haciendo que la pantera negra delante de mí se ponga triste.

Y entonces, al verlo desanimado, pierdo la razón.

—¡Ahhh! ¡¡Mofumofu!! ¡¡Qué lindo!!

Abrazándolo con todas mis fuerzas, comienzo a frotarme contra él. ¡Es demasiado adorable! ¡¡Me alegro de no haber comenzado a sangrar por la nariz!!

Hmm, Dirk no apesta como una bestia, pero tiene cierto olor a sudor por el combate. Su pelaje es tan suave como el de la bestia sagrada, e incluso es aún más sedoso. ¡¡Se siente súper bien!!

Mientras me froto contra él y estoy a punto de besarle la mejilla, mi hermano, cuya cordura ha regresado, me aleja de él.

Por cierto, Dirk sigue congelado. Ha estado así desde que grité.

—Le hemos causado problemas a todos. Siento mucho haber interrumpido su entrenamiento. Nos retiraremos de inmediato —comienza a decir mi hermano.

—¿Eh? Pero hermano…

—Nos retiraremos, Rosarin —me interrumpe, esta vez, alzando un poco la voz.

—Sí…

Ya que no puedo ganarle al temperamento de mi hermano, que a partir de este momento decido llamarlo “pequeño demonio” cuando se pone así, regresamos a la oficina de mi padre en el hombro de la bestia sagrada, mientras este no para de reír.

Después de eso, fue bastante difícil mejorar el mal humor de mi hermano.

7 respuestas a “Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 22: Fiebre de Mofumofu”

  1. Monse si morir de risa o de ternura, amo a Rosarin, además fue increíble pensar que Rosalía recibió ese tipo de entrenamiento. Gracias por el capítulo ❤️

  2. Dirk¡¡¡ por fin apareces sabes cuanto te amo <3 <3 nadie superara mi amor por ti
    Muchas gracias por subir el capitulo me encantan sus traducciones¡¡¡

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido