Te equivocaste de casa, villano – Capítulo 36: Los personajes principales de la novela están mejor si están interconectados (1)

Traducido por Shroedinger

Editado por Lie


Cuando concluyó el festival, lamenté mis estúpidas acciones.

¿Por qué tuve que robar el fragmento de la ruina de la subasta?, pensé.

Gracias a eso, no me fue posible completar mi solicitud como Arachne. Una vez que me di cuenta que no podría obtener del cliente más que el pago inicial, me arrepentí de inmediato.

Todo lo que se suponía que debía hacer era ganar la puja [1] en la subasta usando el dinero de mi cliente después recibir el pago por el trabajo hecho, y luego robar la runa a mi cliente. Por supuesto, esa idea iba en contra de la ética empresarial, pero habría sido una mejor opción.

Sin embargo, en el momento en que vi el fragmento de la ruina en la subasta, el impulso de tomarla fue tan fuerte que me indujo a robarla.

Cuando pude detenerme a pensar en lo que había hecho, comencé a preguntarme el motivo. No es como si pudiera hacer algo con el fragmento aunque lo tuviera. No quería hacer experimentos como lo hacían la gente del instituto de investigación; tampoco quería aumentar mi fuerza tomando otro fragmento.

Y aún con todo eso, no podía deshacerme del fragmento. El precio de la piedra, el cual había escuchado con mis propios oídos en la subasta, se apoderó de mis muñecas.

Mi mente siguió vagando mientras revolvía la olla con un cucharón.

¿Debería venderlo en el mercado negro? Aquella pregunta no dejaba de aparecer en mis pensamientos.

A juzgar por el aumento del monto de las pujas en la subasta, el fragmento de ruina podría venderse a un precio más alto de lo que pensaba.

Y haciendo memoria, el anfitrión de la subasta definitivamente dijo que el fragmento de la ruina solo podía ser activado por alquimistas del más alto grado. Además, recuerdo que lucía extrañamente confiado cuando afirmó aquello, como si él tan seguro que no tenía necesidad de mentir al respecto.

Entonces, ¿el fragmento de la ruina sí estaba relacionado con la alquimia?

Damon Salvatore parecía saber que no era la piedra filosofal. En tal caso, ¿también sabía que esta cosa era en realidad un fragmento de la ruina?

Si es así, ¿por qué estaba tratando de comprarlo? ¿Para qué lo iba a usar? ¿Fue simplemente por motivos de investigación? El entusiasmo académico de un alquimista era enorme, después de todo.

De ser así, debería venderle la ruina a Damon Salvatore.

Aunque su personalidad era algo espinosa en la novela, no era alguien que hiciera un trabajo despiadado. Por lo tanto, no usaría esto para hacer experimentos sobre humanos como el médico del laboratorio de Carnot.

Supongo que sería mejor vendérselo.

Además, por lo que pude ver en la casa de subastas, estaba dispuesto a pagar un alto precio.

Mientras pensaba seriamente sobre esto, me di cuenta de que el salero estaba vacío, e intenté alcanzar la parte superior del armario para coger otro. Pero incluso de puntillas, no logré llegar al estante superior.

Si esto hubiera sucedido tiempo atrás, simplemente habría lanzado un hechizo de telaraña y habría terminado, pero ahora no podía hacer eso cuando Lakis estaba esperando justo en la sala de estar detrás de mí.

Sobre todo después de haber usado mi habilidad frente a él el día del festival; así que había aún más razones para no hacerlo. No tuve más remedio que arrastrar una silla para compensar mi baja estatura, pero justo cuando me paré sobre ella y extendí la mano, una de sus patas hizo un ruido, y como estaba desvencijada, se rompió con un fuerte chasquido.

Mi cuerpo se inclinó hacia atrás y estuve a punto de lanzar  un hilo por reflejo.

Afortunadamente, alguien me atrapó antes de que pudiera hacer eso. Fuertes brazos rodearon mi cintura, sosteniéndome. Cuando inconscientemente volví la cabeza, me encontré cara a cara con unos ojos azul claro.

El rostro bellamente esculpido de un hombre estaba muy cerca del mío. Luego, sus labios limpios que estaban cerrados con firmeza se abrieron con lentitud.

—Ten cuidado —susurró, haciéndome cosquillas en los oídos.

Lakis, que se había acercado a mí en algún momento, estaba sosteniéndome. Su cabello, que cubría levemente su frente, su recta nariz debajo de este y sus labios elegantemente curvados… Fui capaz de apreciar todo esto con claridad

Su garganta se había recuperado un poco, así que ahora pudo hablar brevemente sin necesidad de escribir. Por supuesto, todavía había algo de aspereza en su voz, por lo que las cosas que decía se limitaban a situaciones como esta en las que no le era posible usar un lápiz y papel.

Lakis me sostuvo con un brazo y suavemente me bajó al suelo.

—Uh… gracias.

Me  sentí un poco incómoda por alguna razón, pero le di las gracias antes que nada .

Lakis me miró en silencio, acto seguido sus ojos se arrugaron mientras esbozaba una leve sonrisa. Era una sonrisa encantadora. capaz de hechizar a la gente. También me dio una sensación de peligro, ligeramente diferente de cuando luché con él hace algunas noches.

Ese sentimiento se disparó cuando Lakis comenzó a arreglar mi cabello, que se había desordenado un poco por lo que acababa de pasar. Ya fuera por  sus ojos mirándome fijamente, o sus manos moviéndose sobre mi cabello, o incluso la vista de su nuez de Adán asomándose por encima de su camisa, todo se sentía como si fueran feromonas goteando.

Cuando lo miré a los ojos por segunda vez,  tuve un pensamiento que no coincidía en absoluto con la situación.

Si actuara así para Anne-Marie en la novela, ¿no sería el protagonista masculino en realidad Lakis Avalon?

Con esto en mente, sentí un poco de pena por el hijo de p… quiero decir, por el bruto Lakis Avalon de la novela que no conoce el amor.

—Hermana Yuri.

En ese momento, alguien llamó a la puerta. Era muy raro que alguien viniera a buscarme tan temprano en la mañana,pero la voz que escuché a través de la puerta sonaba familiar.

Los ojos de Lakis parecieron congelarse  por un momento cuando se movió hacia la entrada. Rápidamente borró cualquier gesto de su rostro, pero la molestia en sus ojos parecía deberse al haber sido interrumpido. Sin embargo, pronto volvió a parecer inofensivo y dio un paso atrás.

Inmediatamente caminé hacia la entrada. Cuando abrí la puerta, entró la brillante luz del sol de la mañana.

—Hola, hermana Yuri. Buenos días.

De pie en la puerta, estaba una chica con un vestido blanco y una linda cinta de flores en su brillante cabello plateado.

Era Hestia, a quien vi por última vez en el festival. Como era de esperar, sus adorables rasgos eran como los de su hermana mayor. Sin embargo, Anne-Marie era un poco más expresiva mientras que Hestia tenía una atmósfera tranquila y madura a diferencia de la de una niña.

—Hola. Veo que te levantaste temprano, Hestia.

—Cuando eres un adulto, naturalmente pierdes el sueño matutino.

Incluso ahora, Hestia respondía como una adulta. Era claro que no sabía que referirse a sí misma como mujer cuando solo tenía doce años la hacía parecer aún más una niña.

A decir verdad, no odiaba este tipo de conversación.

—No exactamente. No todos los adultos pierden el sueño matutino.

—¿De verdad?

—Si. Personalmente, duermo hasta tarde cuando no tengo que salir.

—Entonces me corregiré. Soy una adulta sin sueño matutino, por lo que es normal que esté despierta a esta hora.

Al final, solo curvé los labios y le sonreí.

—Entonces, ¿qué te trae por aquí tan temprano?

—No tenemos huevos en casa. ¿Puedo pedir prestado solo dos?

Esta no era la primera vez que Hestia me visitaba por un recado para Anne-Marie.

A diferencia de mí, que tenía un horario de trabajo regular, Anne-Marie a menudo llegaba tarde a casa debido a la situación en la clínica. Así que cuando no podía ir de compras por la noche y faltaba algo a la mañana siguiente, me pedían los ingredientes faltantes.

Nuestra relación no era tan mala como para no poder prestarles unos simples huevos. Además, Anne-Marie solía hacer cosas para mí, como los postres de la última vez, así que fácilmente asentí con la cabeza.

—Entra y dame un segundo.

—Aunque vivo en la casa de al lado.

—Da igual.

Después de decirlo, recordé que Lakis estaba adentro y me detuve por un momento. Sin embargo, no podía dejar a una niña sola expuesta al aire frío de la mañana.

—Bien, entonces. Disculpe mi intrusión.

Cuando entré a la casa con Hestia, Lakis no estaba en el sofá. ¿Quizás fue al baño? De cualquier manera, esto era algo bueno. No obstante, cuando entré a la cocina a buscar los huevos, mis ojos captaron un hombre de espaldas que estaba delante de mí.

Me detuve por un instante.

La visión del villano sosteniendo el cazo bajo el sol de la mañana, era algo mucho mejor de lo que esperaba. No se sentía fuera de lugar en absoluto.

¿Entonces todavía estaba en la cocina?, pensé.

Curiosamente, Lakis estaba haciendo que mi pequeña cocina familiar se sintiera como un lugar sagrado. Llevaba una camisa blanca, su cabello rubio parecía naturalmente desordenado y su hermoso rostro brillaba intensamente bajo la luz del sol.

Espera un momento… ¿por qué brilla así?, pensé, perpleja.

—Había olor a quemado —me explicó Lakis, dándose la vuelta al sentir mi presencia.

—Ah, ¿de verdad?

Su condición física era ciertamente mucho mejor que antes, y no parecía incómodo en la cocina. Cuando me acerqué, negó con la cabeza para detenerme. Luego me apartó un poco como diciéndo que le dejara esto a él.

Así que salí de la cocina con los huevos, sintiéndome aturdida por un momento.

—Gracias, hermana Yuri.

Puse los huevos en una canasta pequeña, para evitar que se rompieran por error. Entonces, Hestia se inclinó profundamente para agradecerme. Mientras miraba su pequeña cabeza, mi boca se abrió.

—Hestia, ¿quieres dulces? —pregunté, y al instante, la atmósfera a su alrededor cambió. Aun así, su respuesta fue muy madura.

—Si comes demasiados dulces, tus dientes se deteriorarán. Pero sobre todo, no soy una niña a la que le gusten los dulces.

—Entonces…

Antes de que pudiera terminar, Hestia continuó rápidamente con una frase inteligente.

—Sin embargo, es malo rechazar la bondad de los demás. Así que con mucho gusto aceptaré dulces si me los das.

Bueno, sabía que esto pasaría, así que silenciosamente busqué en mi bolsillo. Hestia mantenía una expresión digna como la de una niña precoz, pero sus ojos brillaban mientras seguían mi mano.

—Oh, supongo que esto es todo lo que tengo hoy.

En el momento en que vio mi mano, la luz se desvaneció de sus ojos.

Ah, ahora está decepcionada.

Si tuviera orejas de animal como las de Leo, me pregunto si estarían caídas en este momento.

—Gracias, hermana.

Hestia rápidamente puso su decepción de lado y tomó el caramelo de mis manos con cortesía. Ella era realmente una niña respetuosa. No tenía ni idea si era por la educación de sus padres o por  Anne-Marie.

—Hmm, espera, hay algo más en mi bolsillo.

Miré a Hestia y fingí hurgar en mi bolsillo. Luego extendí ambas manos como si encontrara lo que se escondía.

—Este es tu favorito, ¿no?

Entonces sus ojos se iluminaron de nuevo con destellos. Honestamente, actué a propósito simulando no tener su dulce favorito para ver justo esta expresión. Incluso yo sé que esto era un mal hábito. Anne-Marie tenía una fuerte voluntad, pero cuando Hestia se comportaba de esta manera, también se veía exactamente como Coco.

—Te daré los dos. Que tengas un buen día —dije mientras acariciaba su cabeza.

Acto seguido Hestia tomó los dulces con un rostro obviamente mucho más brillante que antes.

—Que tengas un buen día también, hermana.

Mientras la veía alejarse, pensé que definitivamente tenía que comprar más de sus dulces favoritos mañana.

Oh, la cocina.

Entonces recordé a Lakis, a quien había dejado hacía un rato y me di la vuelta.

♦ ♦ ♦

Cuando Yuri entró a la cocina momentos después, encontró a Lakis parado frente a la mesa y colocando un vaso de agua sobre está.

Debido a que la escena parecía tan natural, una vez más se detuvo antes de entrar.

—¿Hizo todo esto, señor Lakis?

Ya había un platillo completo en la mesa. Lakis asintió tranquilamente ante su pregunta. Guiada por su mirada, Yuri inconscientemente se acercó a la mesa y tomó asiento.

«Come antes de que se enfríe»

Aparentemente, era demasiado para él hablar mucho. Lakis estaba sosteniendo el papel que había traído en algún momento. Parecía haber escrito lo que le quería decir mientras Yuri lidiaba con Hestia.

Yuri miró la comida que preparó.

Sin lugar a dudas era el platillo que ella había dejado a la mitad del proceso, sin embargo parecía algo completamente diferente. Lo que Lakis había cocinado se parecía más a la comida que es vendida por los restaurantes.

Por esta ocasión, Yuri le obedeció y lo probó. En cuanto lo hizo, se sorprendió mucho. Estaba delicioso.

No solo eso, estaba deliciosisimo.

Qué extraño, ¿todos los ingredientes que usó estaban en mi casa?

—Señor Lakis, ¿eres bueno cocinando?

Debido a que era algo tan inesperado, no pudo evitar sorprenderse.

—Esto es delicioso.

Ante eso, los ojos de Lakis se curvaron mientras sonreía. Parecía un gato satisfecho.


[1] Puja: cantidad de dinero determinada que un individuo está dispuesto a ofrecer por la adquisición de un bien o servicio en particular. El entorno en que suele tener lugar una puja es el de las subastas u ofertas públicas de activos.

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