Una generación de militares – Capítulo 26: Gu Yun corre el riesgo (1)

Traducido por Lugiia

Editado por Sharon


—¡Repite eso con claridad!

Gu Yun alzó la mirada y vio la alta figura de Su Ling de pie fuera de la puerta, mirando furioso a Ao Tian. Sus ojos de halcón lucían agitados, sofocando a todos los que estaban en la habitación. Su tono de voz no era tan alto, pero estaba lleno de una fuerte presión que los demás no podían ignorar.

—Ao Jie hizo una demanda. Esta noche, a la hora de la rata, si Ao Tian no me mata, matará a Ye Mei… —contestó Gu Yun en un susurro.

Cuando terminó de hablar, todos en la habitación se pusieron tensos, especialmente los que estaban cerca de Ao Tian. Dado que Ye Mei era su hermana, tenían que vigilar sus acciones con cuidado. ¡No había garantías de que, al final, no levantaría una mano contra Gu Yun!

Al enfrentarse al acecho de aquellos que lo rodeaban, el rostro de Ao Tian, que siempre era inexpresivo, mostró hostilidad, haciendo que todos se sorprendieran. Apretando las empuñaduras de sus armas, se prepararon para tomar acción en cualquier momento.

La alta figura de Su Ling entró en la habitación y se detuvo frente a Gu Yun, protegiéndola.

—¿Cuándo lo dijo? —preguntó, mientras observaba los movimientos de Ao Tian.

—Esta mañana… —respondió Gu Yun con una expresión de cansancio en su rostro.

—¿Por eso tenían tanta prisa por encontrar a Ye Mei? —preguntó nuevamente, esta vez con frialdad. No era difícil escuchar la ira en su voz. Ella sabía que Ao Tian era peligroso, pero aun así se fue con él. ¿Era demasiado confiada, o no estaba tomando en serio su vida?

—Sí… —respondió suavemente Gu Yun como si estuviera distraída por sus pensamientos.

—¿Por qué quiere que Ao Tian te mate? ¿De qué le serviría eso a él? —Cheng Hang no lograba entenderlo. ¿Qué quería lograr Ao Jie al obligar a Ao Tian a elegir entre familia o amor?

Gu Yun bajó la mirada sin decir nada. Lou Xi Yan y Su Ling eran el tipo de personas que podían adivinar la razón; sin embargo, sus expresiones eran diferentes: uno observaba con calma la situación mientras el otro estaba a punto de estallar. De igual forma, ninguno quería explicar a detalle.

La expresión juguetona que tenía Zhuo Qing hace unos momentos, desapareció por completo. En su lugar, sus ojos claros se volvieron serios, evaluando a fondo la situación. Dirigiéndole una mirada fría a Ao Tian, dijo:

—Si Ao Tian llega a matar a Gu Yun, no podrá quedarse en los Seis Países y se verá obligado a regresar a Ju Ling Dao. Sin embargo, Ao Jie pasó por alto algo importante. Si ella muere, aunque me lleve toda la vida, ¡haré que Ju Ling Dao desaparezca de la faz de la tierra!

Todos podían entender que Zhuo Qing estaba dándole una advertencia a Ao Tian. Sin embargo, a pesar de que él se encontraba rodeado por un grupo de personas, todavía mantenía esa postura arrogante. No se inmutó por la situación en la que se encontraba ni por la amenaza de Zhuo Qing.

En ese momento, todos tenían un nudo en la garganta. Las palabras de Zhuo Qing sonaban arrogantes, pero nadie se atrevió a dudar de ellas. Independientemente de si tenía la habilidad o no, ese hombre que tomaba su mano con suavidad y le sonreía era su apoyo más poderoso. Sin mencionar que el otro hombre era un dios de la guerra con 100.000 soldados armados bajo su mando. Cualquiera de ellos era suficiente para sacudir al mundo. Si llegaban a unir fuerzas, destruir a Ju Ling Dao no sería la gran cosa. Sin embargo, en ese momento, el derramamiento de sangre sería incomparable.

Dan Yu Lan frunció el ceño. Si el asunto había llegado a este punto, significaba que las cosas se habían extendido más allá de su control. Ya se sentía agotado por esta serie de casos que involucraban a Ju Ling Dao y la celebración… y ahora, la vida de Qing Mo peligraba. Una vez más, Dan Yu Lan estaba enfrentando un dilema.

—Bueno… no es como si no hubiera una solución —comentó Gu Yun después de haber estado en silencio, levantando ligeramente su cabeza. Su expresión era compleja, pero sus ojos brillaban con determinación.

—¿Qué tipo de solución? —preguntó Zhuo Qing rápidamente, frunciendo el ceño ante el mal presentimiento que le causaban las palabras de su hermana.

Todos dirigieron su atención hacia Gu Yun, pero su mirada estaba fija en Zhuo Qing, quien tenía una expresión extraña y cautelosa.

—¿Recuerdas la tomografía de Ye Mei que miramos juntas? Dijimos que era un milagro.

—Tú… —Zhuo Qing no entendió sus palabras al inicio; sin embargo, cuando logró captar lo que quería decir, sus hermosos ojos se agrandaron y su expresión cambió por completo—. ¡No! ¡No hay forma de que acepte tu solución!

—Yo… —Gu Yun todavía quería decir algo, pero esta vez, Zhuo Qing ni siquiera se molestó en escucharla.

—¡No digas más! —le gritó—. ¡Ni siquiera pienses en eso! Independientemente de lo que digas, ¡nunca estaré de acuerdo!

Lou Xi Yang entrecerró un poco sus ojos. Su querida Qing normalmente se mantenía tranquila y serena en todo tipo de situaciones. ¿Por qué estaba tan irritada ahora?

¿Puede ser que la solución de Qing Mo es poco convencional?

—Ya deberías saber que si me decido por hacer algo, ¡lo hago! ¡Necesito tu ayuda! ¡Si te rehúsas, solo puedo confiar en la suerte! —respondió Gu Yun al ver que la reacción de Zhuo Qing superaba sus expectativas.

—¡Me estás amenazando! —Zhuo Qing miró a su hermana y casi dejó la habitación.

—No. ¡Solo estoy pidiendo tu ayuda! —respondió Gu Yun rápidamente.

—¡Tú! —Zhuo Qing estaba enfadada. Después de gritar repetidamente , se mantuvo en silencio durante mucho tiempo. Sentándose en su silla, añadió—: ¡Eres detestable! —Nadie entendía mejor que ella el gran temperamento de Gu Yun y su rígida mentalidad. Si su hermana pensaba que era lo correcto, perseveraría hasta completarlo, sin importar si se trataba de la lucha contra el terrorismo o contra las drogas. Y este caso no era diferente, era imposible que se retractara.

La conversación entre ambas solo logró confundir a todos los presentes. La repentina explosión de ira de Zhuo Qing los hizo aún más curiosos sobre el posible método de Gu Yun. Los ojos de halcón de Su Ling se movían de un lado a otro entre Zhuo Qing y Gu Yun. Aún no tenía claro lo que querían hacer.

—¿De qué están hablando? —preguntó Cheng Hang cuando no pudo soportarlo más—. ¡Si tienen una manera de resolverlo, entonces díganlo claramente! ¡No hablen con acertijos que no podamos entender!

Zhuo Qing apartó la mirada ferozmente, dando a entender que no estaba feliz, pero Gu Yun sabía que había aceptado seguir su método porque la conocía bien.

—Con una petición así, Ao Jie debió haber preparado una ruta de escape —dijo Gu Yun, relajada ahora que tenía la aprobación de Zhuo Qing—. Esta tarde despertamos sus sospechas. Si no seguimos sus instrucciones esta noche, no sabemos qué puede llegar a hacer. ¿Por qué no le ganamos en su propio juego?

¿Ganarle en su propio juego?

—Quieres pretender morir a manos de Ao Tian y hacer que Ao Jie baje la guardia. De esa forma, rescatar a Ye Mei mientras acechamos al grupo de Ao Jie por la espalda y aniquilarlos —comentó Cheng Hang, adivinando las intenciones Gu Yun.

—Exacto.

Comparado con la excitación de Cheng Hang, Lu Jin parecía más tranquilo.

—Ao Jie pertenece a Ju Ling Dao. Asesinan a las personas como si no fueran nada. ¿No crees que descubrirá tu muerte falsa? ¡Es imposible pensar que se dejaría engañar! —añadió, desaprobando el plan. Gu Yun sonrió débilmente.

—¿Y si la espada atraviesa mi corazón delante de él?

—¿Qué? —gritó Cheng Hang.

¡¿Atravesar su corazón…?!

La clara y suave voz de Gu Yun hizo que esas tres palabras sonaran despreocupadas. Sin embargo, al igual que la explosión de una bomba, hizo que el corazón de todos los presentes se volviera un caos. En ese momento, el estudio se sumió en silencio, parecía que ni siquiera estaban respirando.

Su Ling bajó la mirada hacia la mujer que estaba delante de él. Tenía una expresión serena en su rostro pero sus manos estaban cerradas en puños. El sonido de sus articulaciones se hizo evidente en la silenciosa habitación. Todo su cuerpo temblaba, como si tratara de reprimir su ira. Gu Yun alzó la mirada y lo miró. Esperaba encontrar ira en esos ojos de halcón, pero solo vio un oscuro pozo que no revelaba nada. Pensó que había visto un atisbo de sus emociones, que lo siguiente que haría sería rugirle, pero la ronca voz en su oído solo habló con sus emociones reprimidas.

—Estás dispuesta a morir por él, ¿verdad?

El ligero temblor en su voz no era algo común en Su Ling. Al oírlo, el corazón de Gu Yun de repente comenzó a doler. Ella no entendía por qué, pero de repente quiso explicarle.

—No estoy dispuesta a morir por alguien más, solo quiero hacer esto para resolver la situación. Yan Hong Tian hizo un decreto. Si no podemos capturar al asesino antes de que comience la celebración, Ao Tian morirá y el responsable será libre de causar problemas en cualquier momento. No sé cómo sea para ti, pero en mi mundo, solo existen dos colores: negro o blanco [1]. Ao Tian no mató a nadie y Ye Mei no causó el fuego, así que son inocentes. Por lo tanto, ¡no deberían morir!

¡No está haciendo esto por Ao Tian!

La explicación de Gu Yun parecía haber deshecho algunos de los nudos del corazón de Su Ling.

—Ellos no merecen morir, ¡pero tampoco tú necesitas hacerlo! ¿Así es como investigas un caso? —Su Ling no pudo reprimir su rabia al oír sus palabras. Su duro entrenamiento parecía inexistente en este momento. El estruendoso rugido sonó en el tímpano de Gu Yun y, cuando pensó que allí acabaría, Su Ling se preparó para rugir de nuevo.

—¡Solo queda una hora! ¡¿Crees que puedo pensar en un método diferente ahora?! Además, en ningún momento dije que fuera a morir —gritó Gu Yun, un poco molesta, interrumpiendo a Su Ling.

—Atravesar el corazón y no morir… —susurró Cheng Hang. Cuando vio que la mirada de Lu Jin estaba dirigida hacia él, rápidamente cerró la boca. Al mirar a Ao Tian, no pudo evitar quedarse aturdido. Su rostro, que siempre tenía una expresión tranquila sin importar el problema, estaba pálido. Su aliento era inestable y esos ojos negros miraban fijamente a Gu Yun sin parpadear.

—¡Qing, por favor, explícanos! —Todos sabían que Zhuo Qing entendía más sobre la anatomía humana, así que sus palabras serían más confiables.

Al ver la mirada de todos, la cabeza de Zhuo Qing comenzó a doler y se masajeó la frente. Estaría loca si accedía a la petición de Gu Yun; sin embargo, tenía miedo de que ella hiciera algo aún más loco si no lo hacía. Aunque su corazón era un caos, los años que pasó como médico forense le permitieron explicar la intención de Gu Yun con calma.

—El corazón, en los humanos, se encuentra entre los pulmones, desde la quinta costilla izquierda hasta un cun [2] antes de la clavícula. En la parte superior frontal del corazón, están los cartílagos costales y el esternón, mientras que el esófago y la aorta están detrás del corazón. El diafragma está inmediatamente debajo del corazón. Cada vez que el corazón se contrae, se crea un espacio estrecho entre el diafragma y el corazón. Si en este momento una espada atraviesa el pecho, parecerá que la espada ha atravesado el corazón, mientras que, en realidad, no lo está hiriendo.

La explicación de Zhuo Qing no hizo que el corazón de Su Ling se sintiera cómodo. Por el contrario, lo aterrorizó mucho más. A simple vista, parecería que la espada atravesaría a Gu Yun. Sin más explicaciones, Su Ling comprendió lo estrecho que era ese espacio y lo cerca que estaba de acabar con la vida de una persona.

Sin embargo, ¿quién sería capaz de predecir la contracción del corazón? ¿Quién podría capturar con precisión ese corto momento?

Si la espada se desvía al menos un poco…

Su Ling respiró profundamente.

—¿Qué sucede si la espada se desvía al menos un poco? —preguntó con un tono frío.

—Sin duda, la muerte —respondió Zhuo Qing con voz clara, levantando lentamente su cabeza.

—¡Deténganse! —rugió alguien, estremeciendo los corazones de todos. Pronto, dirigieron su atención hacia Ao Tian, quien estaba de pie frente a la puerta. Solo vieron sus ojos inyectados en sangre, disparando un aura asesina. Su cabello plateado estaba frenéticamente despeinado. Bajo la luz de la luna, parecía una bestia acorralada, lista para atacar en cualquier momento.

Nunca lo habían visto de esa manera. Todos, de forma inconsciente, dieron un paso atrás.

Ao Tian se giró de repente, y sus ojos inyectados de sangre miraron con rabia a Gu Yun. Parecía estar cubierto de púas. Su Ling se movió ligeramente para proteger de cerca a Gu Yun que estaba detrás de él. Por fortuna, Ao Tian no se acercó más. Sin la habitual arrogancia en su voz, comenzó a rugir.

—Qing Mo, escúchame con atención. No necesito que te ocupes de mis asuntos. ¡Mucho menos que uses tu vida para resolverlos! Si vivimos o morimos, sigue siendo asunto de la familia Ao. ¡Nadie debe interferir! —Cuando terminó de hablar, Ao Tian corrió hacia la salida. Todos recuperaron la compostura que habían perdido debido al shock e intentaron rodearlo de nuevo—. ¡Apártense! —rugió, desenvainando una espada negra y flexible. Al igual que su amo, emitía un aura fría. Su cabello plateado se balanceaba de un lado a otro a pesar de la falta de viento y sus ojos inyectados en sangre se volvieron aún más rojos, haciéndolo parecer inexplicablemente bello.

—Ao Tian, ¡detente! Déjame terminar mis palabras. Después de eso, si quieres irte, no te detendré. —Ao Tian estaba al borde de la locura por su propia impotencia e ineptitud. ¡Dejar que se vaya de esta manera definitivamente haría que las cosas terminaran mal! Respirando profundamente para calmarse, Gu Yun añadió con tranquilidad—: Solo quedan dos horas para la medianoche; necesitamos hacer un buen plan para estar seguros de triunfar. Si no quieres participar, no te presionaré. Sin embargo, a la hora de la rata, estaré de igual forma en el lugar que Ao Jie designó y actuaré de acuerdo a mi plan. La única diferencia es que si cooperas, nuestras posibilidades de éxito son mayores. Ye Mei podría ser rescatada y el caso puede ser cerrado. Si no participas, seré yo quien se apuñale. De todos modos, el objetivo de Ao Jie es que muera delante de ti. Sin embargo, este método es un poco más arriesgado y el plan puede fallar.

El aliento ardiente de Ao Tian no cambió.

—¡No te apuñalaré, pero tampoco dejaré que lo hagas tú misma! —dijo fríamente.

—Entonces, ¿quieres ser tratado injustamente toda tu vida? ¿Estás dispuesto a ser incriminado para siempre? ¿Quieres ver las extremidades de Ye Mei rotas, y que de ahora en adelante se convierta en una persona inválida? ¿No tienes miedo de que, cuando finalmente la encuentres, solo sea un cuerpo frío? Ella es tu única familia, ¿por qué no la salvas? —preguntó Gu Yun, entrecerrando sus ojos; su expresión severa. Las palabras que salieron de su boca, no contenían ningún rastro de emoción.

Zhuo Qing suspiró en secreto.

Yun, eso fue muy cruel. Cuando tu argumento de “hacerte daño” no funcionó, lo amenazaste usando su familia, que es lo que más le importa. Sabes muy bien que nadie puede soportar ver a su única familia morir.

Cuando Mo Bai escuchó las palabras de Gu Yun, su rostro se volvió azul pálido. Ao Tian estaba al borde de la locura, cuando tocó el látigo rojo en su cintura y un recuerdo dorado destelló en su mente.

Esa hermosa sonrisa que no mucha gente ha visto… El calor de sus mimos en las espantosas noches solitarias de nuestra infancia.

En efecto, en este momento él no tenía forma de salvarla. Cerró dolorosamente sus ojos, pero no pudo quitarse la visión del rostro sangriento de Ye Mei y su cuerpo mutilado.

—Ya que me atreví a sugerir este plan, tengo cierta confianza en él —continuó aprovechando que la mente del hombre estaba llena de afecto e impotencia—. Ahora, solo te pregunto, ¿participarás?

Durante mucho tiempo, toda la energía de la sala parecía haberse desvanecido. Las manos de aquellos, que antes agarraban espadas, estaban colgando a sus costados.

—¿Qué quieres que haga? —dijo con voz apagada, comprendiendo finalmente. Gu Yun respiró hondo en secreto y Zhuo Qing la miró fijamente.

¡La psicología que aprendió para interrogar no fue en vano!

Mientras Gu Yun abría ligeramente la boca, Zhuo Qing miró al cielo y dijo:

—Si estás segura de este método, tenemos que preparar todo rápidamente. Dinos los detalles de tu plan y cómo quieres implementarlo. —Basándose en la personalidad de Gu Yun, si ella proponía un plan, ya había pensado en todo. Solo quedaban dos horas, Zhuo Qing esperaba que todavía estuviera a tiempo.

—¡No estoy de acuerdo! —interrumpió Su Ling con una profunda voz y una ira audible, sin darle tiempo a Gu Yun de responder—. El ejército de la familia Su tiene 30.000 soldados custodiando la capital. ¡No creo que no puedan encontrar a Ye Mei!

¿Por qué quiere sacrificar su vida por ellos?

Gu Yun estaba comenzando a tener dolor de cabeza y se sentía un poco impaciente. Justo cuando acababa de persuadir a Ao Tian, Su Ling causaba problemas. No quería perder más tiempo explicando las cosas de nuevo, así que habló con un tono un tanto pesado.

—El día de la celebración se acerca. ¿No te importa cómo se verá Qiong Yue si sus soldados se mueven de repente? Además, si encontramos a Ye Mei pero no se encuentran pruebas del plan de Ao Jie, ¿cómo crees que se concluirá este caso? —¡Ella no quería solo encontrar a Ye Mei! Aunque Gu Yun dijo la verdad, la tez de Su Ling se puso azul por sus palabras.


[1] Se refiere a que el mundo es como los dos lados de una moneda. Tiene su lado bueno y su lado malo.

[2] Cun es una unidad de longitud china. 1 cun equivale a 3.333 cm.

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