Una generación de militares – Capítulo 26: Gu Yun corre el riesgo (2)

Traducido por Lugiia

Editado por Sharon

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—Su Ling. —Una voz clara interrumpió la “conversación” entre ambos. Se trataba de Zhuo Qing, mirando despectivamente al hombre—. Por favor, sal un momento, necesito hablar contigo.

Su Ling y Gu Yun fruncieron el ceño simultáneamente. El corazón de Su Ling estaba lleno de dudas, pero aun así siguió a la elegante figura al patio. Bajo la luz de la luna, ambos estaban frente a frente. Con la espalda de Zhuo Qing a Gu Yun, ella no pudo entender qué estaba diciendo, pero pudo ver la expresión de Su Ling, quien al principio estaba solemne, luego ansioso, y luego aterrorizado.

¿Tiene miedo? ¿Cómo pudo aparecer esa expresión en el rostro de Su Ling?

Mientras Gu Yun se preguntaba eso, Zhuo Qing terminó sus palabras y regresó a la oficina. Su Ling la siguió en silencio con una expresión complicada.

Gu Yun miró a su hermana, preguntándole qué sucedía con los ojos, pero Zhuo Qing la ignoró.

—Continúa con tu plan.

Gu Yun miró a Su Ling y lo vio parado a un lado con la cabeza ligeramente inclinada. No sabía lo que estaba pensando pero estaba segura que ya no se oponía. Aun así, en su corazón se preguntaba de qué hablaron. ¿Cómo podían tan pocas palabras hacer que su actitud tuviera tal cambio?

Sin embargo, el tiempo se estaba acabando. Ahora no era el momento de preguntas. En su lugar, comenzó a discutir su idea.

—Hoy, aunque no encontramos a Ye Mei, descubrimos uno de los escondites de Ao Jie. Esto demuestra que nuestras sospechas iniciales eran correctas. Cheng Hang, lidera varios hombres hacia la puerta oeste para echar un vistazo. Lu Jin, eres responsable de la zona de Cheng Nan.

—¡De acuerdo! —concordaron ambos rápidamente sin protestar.

—Tenemos que estar en el Monte Xiao a medianoche. Leng Xiao, guía varios hombres hacia la puerta norte que está cerca del Monte Xiao. Por favor, tengan cuidado de no alertar al enemigo.

—Sí —respondió Leng Xiao obedientemente.

—Aparte de Ao Tian, las artes marciales de Mo Bai y Su Ling son las mejores entre nosotros. Esta noche, solo ustedes dos nos seguirán cuando nos encontremos con Ao Jie. Después de que Ao Tian saque su espada, Ao Jie le dejará encontrarse con Ye Mei. Mo Bai, serás responsable de seguirlos; asegúrate de dejar algunas huellas. Ge Jing Yun, serás responsable de seguir el rastro dejado por Mo Bai y llevar al ministro Dan al lugar. Mientras el ministro despliega su gente para rodearlos, asegúrate de que sean capturados. Su Ling, después de que me lleves de vuelta con mi hermana, tienes que volver y ayudar al ministro Dan. Después de todo, tienes más tropas a tu comando.

Su Ling solo se mantuvo en silencio, sin dar su consentimiento pero tampoco oponiéndose. Gu Yun frunció el ceño.

¿Qué le sucede?

Lou Xi Yan de repente entendió lo que su esposa y Su Ling hablaron.

—La familia Lou tiene una villa cerca del Monte Xiao. El General Su puede liderar sus tropas desde allí; está más cerca —intervino con tono cálido.

Su Ling levantó un poco la mirada, miró los ojos de Lou Xi Yan, y luego se fue rápidamente. Su expresión era ilegible. Esta vez, Gu Yun no hizo ningún esfuerzo para interpretar las señales secretas entre ellos, sino que solo miró a todos los demás.

—¿Hay alguna objeción?

La oficina permaneció en silencio durante mucho tiempo, y nadie respondió. Gu Yun contuvo las ganas de reírse.

¿Qué les sucede? ¡No es como si fuera a morir de verdad!

—Si no hay objeciones, todos deben ir y prepararse. —Zhuo Qing señaló a Ao Tian que parecía mucho más tranquilo ahora y a Gu Yun que estaba parada detrás de él, y dijo—: ¡Los dos, síganme!

Gu Yun salió rápidamente de la oficina mientras Ao Tian se quedó allí un rato antes de seguirlas. Los dos simplemente se quedaron parados cuando Zhuo Qing colocó de repente su mano en el seno izquierdo de Gu Yun. Ao Tian estaba un poco sorprendido y giró su cabeza ligeramente hacia un lado. Mientras tanto, Gu Yun se sintió un poco incómoda, pero contuvo sus sentimientos y se enderezó para permitir que Zhuo Qing la estudiara. Después de un rato, la mano de su hermana se detuvo en una posición.

—No necesito decirte donde se encuentra el corazón, ¿verdad? Aquí está el diafragma —dijo, y lo dibujó rápidamente en la arena.

Ao Tian giró la cabeza para ver el dibujo. Su corazón, que había regresado a la tranquilidad después de muchas dificultades, estaba de nuevo en caos. Según su conocimiento, allí se encontraba el corazón. Si la atravesaba en ese lugar, ¿no terminaría… muerta?

Zhuo Qing se veía con la seguridad de siempre. Como Gu Yun también parecía tener una confianza incondicional en Zhuo Qing, Ao Tian suprimió la tormenta en su corazón.

—Dame tu mano —le dijo Zhuo Qing de repente a Gu Yun. Sin dudarlo, ella  le entregó obedientemente su mano. Zhuo Qing levantó la muñeca de Gu Yun frente a Ao Tian, se la entregó y dijo—: ¡Primero, siente sus latidos!

Ao Tian dudó por un momento, pero al final, tomó su mano. Tocó la muñeca de Gu Yun, y sintió los suaves y regulares latidos de su corazón. Al ver que sus latidos estaban tan serenos como su expresión, el corazón de Ao Tian comenzó a latir irregularmente.

Sus latidos son tan regulares bajo lo delicado de su piel, tan vivos. Si la apuñalo en ese lugar…

Ao Tian soltó la muñeca de Gu Yun mientras su mano temblaba débilmente. Sin embargo, ni Zhuo Qing ni Gu Yun se dieron cuenta de su extraño comportamiento, y la primera sólo se preocupó por explicar.

—Recuerda bien que en ese momento, no puedes estar nerviosa. Si no, tus latidos serán irregulares y Ao Tian tendrá dificultades para captar el lugar.

—Lo sé. —Gu Yun sonrió ligeramente. En el otro mundo, había caminado sobre un campo de minas para rescatar rehenes; hace mucho que había superado su miedo a morir. ¡Esta clase de plan no la pondría nerviosa!

Mirando a Ao Tian, cuya mano había regresado a su lugar, Zhuo Qing pensó que había captado la frecuencia de los latidos del corazón de Gu Yun, así que tomó un grueso palo del suelo y se lo dio a Ao Tian. Con su delgado dedo, señaló el pecho de su hermana.

—Necesitas practicar tu posición con la espada. Debe ser precisa y rápida. Cuanto más rápida sea tu mano, más pequeña será la herida y el tratamiento que puedo proporcionar será mejor. ¿Entendido?

—Sí —respondió Ao Tian, casi rompiendo el palo en su mano debido a la fuerza de su agarre.

—Comencemos. —La fría voz de Zhuo Qing resonó junto a su oído; sin embargo, Ao Tian no se movió ni un centímetro.

A pesar de que bajó la mirada para que Gu Yun no pudiera leer su expresión, aun así pudo adivinar que debía estar nervioso, y se rió.

—Ao Tian, empecemos. Esto es solo un palo.

Después de un momento, Ao Tian finalmente movió el objeto en su mano, miró la posición en el pecho izquierdo de Gu Yun y la golpeó…

Zhuo Qing frunció el ceño.

—Te desviaste.

Otro golpe…

—Tu mano fue muy lenta. —La voz de Zhuo Qing se volvió cada vez más fría—. ¡De nuevo!

Aunque era solo un palo, el pecho de Gu Yun todavía dolía por la fuerza ejercida. Sin embargo, no dijo una palabra y con una sonrisa miró a Ao Tian, haciendo que su expresión empeorara. Su tez, que normalmente ya era pálida, palideció aún más. Sus labios estaban blancos hasta el punto de asustar a los demás y su frente estaba cubierta de hilos plateados empapados de sudor. El pánico era visible en esos fríos ojos arrogantes y el palo en su mano temblaba ligeramente.

—Descansemos un rato —dijo Gu Yun, colocando sus manos en el arma.

Ao Tian rápidamente soltó su agarre del palo, como si hubiera tocado un hierro caliente y Gu Yun se acercó a él. De repente, Ao Tian se giró, sin querer mirarla a la cara. Su aliento era pesado y corto, revelando la ansiedad y la frustración que sentía.

No era como si nunca hubiera pensado en usar su vida a cambio de la de su hermana, pero cuando quiso actuar, no pudo controlar su mano sosteniendo el palo, así como los temblores de su corazón.

Ella se había arrastrado lentamente hasta su corazón. Ahora, estaba admitiendo que tenía mucho miedo. ¡Tenía miedo de perder a Ye Mei, pero tenía más miedo de perder a Gu Yun por sus propias acciones!

Bajo el espesor de la noche, Gu Yun se paró frente a Ao Tian y agarró su fría mano mientras lo alentaba suavemente.

—Ao Tian, con tus habilidades, este golpe es una cosa fácil. Es solo una espada. ¡Tengo fe en ti! ¡Después de que todo esto termine, podemos beber vino juntos!

Ao Tian levantó lentamente la mirada, encontrando ese par de ojos brillantes llenos de confianza. Esa mirada golpeó su corazón, ¡era realmente doloroso!

Cerró sus ojos. Gu Yun aflojó su agarre poco a poco y miró a su hermana. Zhuo Qing respiró profundamente, agarró el palo en el suelo y, una vez más, lo colocó en la mano de Ao Tian.

—Está bien —dijo con un tono ligeramente impaciente—. No necesitas estar tan nervioso. Mientras yo siga viva, ella no morirá. Necesitas practicar unas cuantas veces más. ¡No nos queda mucho tiempo!

Después de una larga pausa, Ao Tian finalmente se dio la vuelta y comenzó a practicar de nuevo.

Dos horas pasaron en un abrir y cerrar de ojos, pero Ao Tian solo había logrado apuñalar correctamente tres veces en numerosos intentos.

Gu Yun estaba tan calmada como siempre, haciendo que cualquiera que observara estallara en sudor frío, especialmente Su Ling. Varias veces, Mo Bai esperaba que se precipitara hacia el patio; sin embargo, además de casi romperse los dedos por apretar los puños, no detuvo la práctica.

—Ya casi es la hora, vamos —dijo Gu Yun mirando al cielo para medir el tiempo y luego hacia el diagrama casi borrado en la arena. Cuando terminó de hablar, Ao Tian destruyó el palo en su mano. Gu Yun fingió no ver la expresión de pánico que estaba escrita en su cara. Salió y añadió—: Todos, por favor, actúen de acuerdo a nuestra discusión. ¡Ao Tian, vamos!

Viendo su pequeña figura salir del patio, el rostro de Ao Tian retomó su pálido habitual. Además, su expresión finalmente volvió a ser fría. Miró a Zhuo Qing y la comisura de los labios de la mujer se levantaron ligeramente. Sus ojos estaban llenos de confianza. Con eso, el corazón de Ao Tian logró calmarse y rápidamente persiguió a Gu Yun. Su Ling y Mo Bai los siguieron.

—Su Ling… —susurró Zhuo Qing cuando él pasó a su lado, tomando su manga—: ¡Ayúdame a traerla de vuelta con vida!

El cuerpo de Su Ling se puso rígido y asintió ligeramente con la cabeza.

Todos actuaron de acuerdo al plan y así, la paz volvió una vez más al patio.

Las manos de Zhuo Qing abrazaron fuertemente su propio cuerpo. El aura de confianza que había emitido hace un momento desapareció, y dando un paso atrás, cayó en un par de manos cálidas.

—Xi Yan, estoy asustada. —Tenía miedo de que esta vez fuera una separación eterna, que Yun regresara como un cuerpo frío.

Xi Yan notó que la persona en su abrazo temblaba vigorosamente. Nunca había visto a su querida Qing de esta forma. Presionó sobre su hombro y, con una voz cálida y gentil, trató de calmarla.

—No te preocupes, todo estará bien. Necesitas creer en ella así como en ti misma.

Zhuo Qing se aferró fuertemente a los brazos que la abrazaban.

Su Ling, lo siento…, susurró en su corazón. Para ganarle tiempo a su hermana y que Su Ling le ayudara a protegerla, Zhuo Qing le mintió. Le dijo que mientras la espada no penetrara el diafragma, ella estaría bien, que mientras Su Ling trajera a Yun rápidamente, podría salvarla. Sin embargo, eso era una mentira para que Su Ling creyera que la vida de Yun realmente descansaba en sus manos. Mintió para que Su Ling trajera a Gu Yun más rápido, y para que él aceptara su plan pero fue muy injusta con él.

Si… Si Yun realmente muere…