Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 125: Un maldito recuerdo sobre no ser honesta

Traducido por Herijo

Editado por Sakuya


—Ya veo…, entiendo tu situación ahora. Hay varias cosas que me gustaría decir sobre lo que acabas de contarme.

Finalmente interrumpí la historia de Cornell con un tono de voz sombrío, por lo que Cornell y Feria me miraban con sorpresa en sus rostros. Acabo de tomar la decisión de utilizar este tipo de ambiente…

—He investigado varias cosas sobre el compromiso de la señorita Feria. Todavía hay algunas cosas que no he comprobado, pero permíteme llegar a una conclusión preliminar basada en lo que sé actualmente. Cancelar el compromiso entre las familias Ogren y Rogshia será básicamente imposible.

—¿Qué?

Una expresión de insatisfacción comenzó a distorsionar el rostro de Cornell. Como explicarle todo sería problemático, miré en dirección a Oscar. Él me asintió mientras adoptaba una expresión estricta sorprendentemente similar a la del Conde Terejia, y comenzó una explicación detallada en mi lugar.

—El compromiso entre las familias Ogren y Rogshia implica una deuda que debe la familia Rogshia. Hace unos 15 años, las familias Ogren y Rogshia comenzaron una relación profunda entre sí cuando el territorio de Rogshia inició un nuevo negocio. En ese momento, la familia Ogren hizo un préstamo como capital inicial para el negocio. Además, la cantidad del préstamo era tan grande, que la ley requería que las dos familias se convirtieran en parientes a través del matrimonio como garantía, por lo que se decidió el compromiso entre el hijo y la hija de las dos casas.

Esto ocurrió justo en el momento en que nacieron Ista Ogren y Feria Rogshia. La esposa del Vizconde Ogren resultó ser de la región de Greenfield, y era amiga de la infancia de la madre de Feria.

—Omitiré los detalles, pero basta con decir que el negocio terminó en fracaso. Para recuperar sus pérdidas, ambas familias contrajeron más deudas, y solo en los últimos cinco años finalmente han comenzado a obtener ganancias. Sin embargo, el dinero que los Rogshias pidieron prestado a los Ogrens, fue a su vez prestado a los Ogrens por los Nordsturms, la familia guardiana de los Ogrens. Bueno, hablando simplemente, los Ogrens fueron un intermediario.

—Tal cosa… ¿Mi padre tiene deudas?

—Sí, en efecto. Por esta razón, no será legalmente posible romper el compromiso hasta que la deuda de las familias Rogshia y Ogren se reduzca a 3 millones de arcos o menos. Si se rompe el compromiso, resultará en bancarrota, pérdida del estatus nobiliario, confiscación de los derechos de gobierno, y el territorio en sí estará sujeto a adquisición por parte de otros.

Mientras Oscar continuaba tranquilamente su resumen, la cara de Feria se iba poniendo cada vez más pálida. Puedo decir que está desesperada.

Las relaciones entre varios territorios y los beneficios legales del matrimonio noble deberían ser temas cubiertos como parte de la educación de un noble, me pregunto si realmente nunca aprendió nada de esto. Bueno, probablemente tiene que ver con su crianza mimada, aunque no puedo decirlo con absoluta certeza.

Por el contrario, la expresión de Cornell contrastaba fuertemente con la de Feria, ya que parecía estar reflexionando profundamente sobre la situación. Bueno, dado que él es el hijo del Conde Freche, creo que solo su regalo de boda será de alrededor de 5 millones de arcos simplemente por casarse. Probablemente está considerando el poder de su familia para intervenir en esta situación.

—Esta es toda la información que tengo en mi poder. Dado que no estoy directamente involucrada en esta situación, esto es todo lo que pude averiguar.

Cuando volví a hablar, Cornell pareció dejar de pensar y volvió a encontrarse con mi mirada directamente.

No es una mala expresión, en mi opinión. Es capaz de enfrentarse a la realidad y de lidiar con una situación difícil sin recurrir a protestas inútiles. ¿Debería decir que esto es lo esperado de un hijo de un noble de dominio fronterizo? Aunque, hablando honestamente, siempre he estado viviendo en una situación anormal, y dudando de todos a mi alrededor, hubiera sido agradable tener una vida más normal como la suya en su lugar.

—¿Cuánto debe la familia Rogshia?

—No conozco la cantidad exacta. Teniendo en cuenta la tasa de interés creciente después de cinco años, creo que estará cerca de los 15 millones de arcos.

—15 millones de arcos…

Bueno, solo es una estimación, por lo que en realidad podría ser más o menos que esta cantidad. Es que la información sobre los préstamos sólo puede ser vista por el prestamista y el deudor, o aquellos con un certificado de permiso emitido por el Ministerio de Finanzas. También hay algunas deudas y donaciones que no están relacionadas con el Ministerio de Finanzas, pero eso es una historia para otro día.

Cornell estaba frunciendo profundamente el ceño. 15 millones de arcos es una cantidad que puede comprar un pequeño territorio. No hay forma de que un estudiante como él pueda obtener los fondos tan fácilmente.

—Esos son 10 años de mi salario. ¡Qué ridicula cantidad!

Claudia, quien había estado en silencio hasta este punto, intervino con un tono de voz incrédulo. Ahora que Claudia y Oscar se han convertido en caballeros, sus salarios son pagados por los ahorros personales del Conde Terejia y los ingresos fiscales de Kaldia. Sus salarios son de aproximadamente 1.5 millones de arcos al año.

Las órdenes de caballeros gestionadas directamente por el reino pagan un salario más alto que las órdenes privadas de caballeros. La orden de caballeros con el estatus más alto en el reino, la orden de caballeros de la Guardia Real, tiene un salario anual de unos 3.5 millones de arcos. Los caballeros de la frontera reciben unos 3 millones de arcos al año, y si ascienden de rango a través de promociones, el salario aumentará.

Por cierto, los caballeros están entre los nobles más pagados. Su ingreso anual es más alto que el barón promedio.

El silencio cayó en la habitación. Oscar le susurró algo a Claudia y abandonó la habitación.

Acabo de darme cuenta de que la luz de afuera está empezando a atenuarse. ¿Debería preparar algunos refrigerios para estos dos invitados míos? En cualquier caso, no volverán a la escuela tan pronto esta noche.

—Hay algo que me gustaría preguntar.

Aunque parecía que tenía dificultades para encontrar una solución, Cornell finalmente volvió a hablar. Feria tiró de su manga con ansiedad, pero él siguió mirándome directamente mientras la ignoraba. Cuando le pregunté qué quería saber, Cornell pareció vacilar, pero aun así fue capaz de hablar en un tono de voz firme.

—Lord Kaldia, ¿qué le gustaría hacer con el compromiso de las familias Ogren y Rogshia? Me gustaría conocer sus verdaderos sentimientos.

Qué pregunta tan tonta. Claudia a mi lado parecía estar conteniendo su risa. Me pregunto si algo de esa pregunta hizo cosquillas en el espíritu caballeresco dentro de ella.

—Preguntar sobre mis verdaderos sentimientos…, no creo que una pregunta como esta sea algo que se deba preguntar a otros nobles.

Después de decir eso con un suspiro, Claudia ahora estaba haciendo sonidos de risa desde el fondo de su garganta como un gato. Qué ruidosa. Para deshacerme de esta risa molesta, creo que voy a tener que responder a su pregunta, por muy a regañadientes que sea.

—Hablando honestamente, no me importa si el compromiso se rompe o no. Mi territorio no gana nada de ninguna manera. Sin embargo, debido a la gran deuda, si el compromiso se rompe, desencadenará una reacción en cadena que llevará a la caída y la ruina. No hay nada que pueda hacer al respecto.

No creo que sea necesario contarles sobre Diferis y los terroristas, así que hablaré de otras cosas en la situación actual.

—¿Qué quieres decir?

—Nunca he oído hablar de un solo incidente exitoso en el que un hijo noble haya podido pasar correctamente por los procedimientos y romper un compromiso.

Tal vez su insistencia tocó un punto sensible en mí, le respondí bastante bruscamente. Todos en la habitación bajaron los hombros bruscamente. Si Kamil hubiera estado en la habitación ahora mismo, estoy seguro de que lo habría oído susurrándome —seguro que no eres honesta.

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