Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 83: Charla con Ratoka

Traducido por Herijo

Editado por Sakuya


Sucedió justo después de que terminé mi segunda ronda de interrogatorios. Una paloma mensajera nos llegó desde la Sala de los Lores en la capital real. El mensaje indicaba que el grupo de bandidos, que había logrado invadir exitosamente Arxia, había sido declarado enemigos nacionales bajo vigilancia, y que debían ser detenidos por el ejército real bajo el mando directo del rey.

—Es afortunado que aún haya más de diez días antes de tener que entregarlos al ejército real.

—¿Te das cuenta de que van a ser detenidos por el país?

Ratoka estaba reaccionando a la noticia en la carta. Acababa de comentarlo, y él me preguntaba por qué pensaba que era afortunado. Asentí y comencé mi explicación. Aunque tengo un montón de trabajo, es verano y el calor sofocante es una distracción. Sentí que un pequeño cambio de ritmo al charlar con Ratoka sería agradable.

 —Aunque fueron capturados al final, lograron penetrar a través de nuestras fronteras y llegar aún más tierra adentro. Eso es algo que no ha sucedido desde la gran guerra en la que se destruyó el Reino de Artolas. Nuestras defensas no son tan débiles. Al menos, un simple ‘grupo de bandidos’ no debería poder penetrar tan profundamente en el interior.

—Pero, llegaron hasta ahí.

Enfaticé que no eran simplemente un grupo de bandidos, y Ratoka bajó la mirada hacia el suelo. Parece que está tratando de organizar la información que ya conoce con la pista que acabo de darle, a pesar de su corta edad, tiene un cerebro bastante ágil. Tengo la costumbre de mirar hacia abajo cuando estoy pensando. Parece que ha copiado mi hábito.

 —La señora Marshan me enseñó que la información sobre los asuntos internos de Arxia no es muy conocida fuera de nuestro país, especialmente en un país hostil con el que no tenemos una relación amistosa como Densel.

—Eso es correcto.

—Los plebeyos tendrían aún menos acceso a la información sobre Arxia. El único lugar en Densel, donde podrían ver a los arxianos, es en el palacio de su capital, donde se alojan los diplomáticos… Para que ese grupo de bandidos conozca nuestros límites con tanto detalle, podrían tener una conexión con el palacio de Densel. Ahora que lo pienso, algunos de ellos sabían hablar arxiano. ¿Habrá algún noble mezclado entre ellos…?

Asentí a cada uno de sus análisis de la información hasta ahora, cuando de repente me di cuenta de que mis labios comenzaban a formar una sonrisa. La forma en que este niño piensa, aunque recibió la misma educación que yo, es realmente tan similar a la mía. Compartir información con él es una buena manera de confirmar mis propias teorías, parece ser bastante efectivo hasta ahora, ya que las inferencias de Ratoka se superponen con las mías, esto es bueno. Ahora que me he dado cuenta de lo inteligente que es, voy a hacer aún más uso de él en el futuro.

—Por supuesto, la Sala de los Lores aún no sabe que estos bandidos están altamente educados, esos nobles están probablemente más preocupados por el camino que tomaron al invadirnos, sintiendo sospechas al respecto. Quieren estar alerta contra el país vecino y no permitir que ningún invasor futuro se acerque demasiado a ellos.

—Sí, tarde o temprano nuestro país se enteraría de que capturamos a los bandidos. Por eso invertí tanta energía en interrogarlos.

Antes de que fueran llevados lejos de mí, a un lugar al que ya no pudiera alcanzarlos, quería obtener la mayor cantidad de información posible de ellos.

—Entiendo. —Ratoka asintió.

Me quedé en silencio y señalé la botella de agua en el escritorio. Tenía sed después de todo este tiempo de charla. Tal vez debido a una actitud de servir que ha sido inculcada en él, Ratoka me sirvió un vaso de agua casi inconscientemente. Esta agua de menta y manzana tiene una sensación fresca y refrescante distintiva, borró por completo la sensación de verano para mí. Me sentí recargada al instante y continué conversando.

—Sospecho que puede haber conspiradores dentro de nuestro país que les están ayudando. Sabían demasiados detalles sobre nuestra geografía interna.

—Conspiradores, ¿eh? En efecto, nuestros diplomáticos no deberían tener motivos para enseñarle al enemigo sobre nuestra geografía. Pero ¿por qué Arxia se está molestando en tomar custodia de los bandidos y trasladarlos?

Como era de esperar, cuando se trata de la forma en que piensan los nobles, Ratoka aún no ha aprendido lo suficiente y no puede encontrar la razón. Dejó de pensar en ello y me preguntó directamente y con educación.

—Si están en un calabozo en la capital real, los nobles pueden ir a ver fácilmente a los prisioneros. Como los nobles están acostumbrados a tener a las personas a su disposición, por supuesto que querrían tener a los prisioneros a su alcance. Además, si los Nordsturms están involucrados como temo, será aún más inconveniente para ellos que los bandidos permanezcan aquí como nuestros prisioneros.

—Pero ¿no es peligroso entregar obedientemente a los prisioneros entonces?

—¿Quién dijo que los vamos a entregar obedientemente?

Eh, Ratoka se quedó congelado por un momento. Luego, se golpeó la mano con el puño después de dos respiraciones profundas. Tiene una expresión de absoluta repugnancia.

—Ya veo. Vas a ‘matar’ a algunas personas, al igual que lo hiciste conmigo.

—Deberías cuidar tu vocabulario y actuar más femenina, ‘Elise’.

Como pensé, realmente piensa de manera similar a mí. Sí, incluso si es una orden de la Sala de los Lores, no veo razón para entregarles a todos los bandidos. Después de todo, tenía plena autoridad para interrogarlos hasta que llegara esta carta. Esto significa que, incluso si accidentalmente maté a uno o dos bandidos durante el proceso de interrogatorio, era una posibilidad.

—Ya he decidido a quién voy a ‘matar’. El primer bandido que interrogé y otro, ese hombre de cabello rubio. …Debo llevar al resto de los bandidos a la capital real como ellos quieren. Dejaré los preparativos en tus manos, Elise.

Concluí mi conversación con Ratoka ahí. Aunque regresé a mi territorio debido a la invasión de los bandidos, no puedo mantenerlos confinados aquí indefinidamente y quedarme aquí.

Como prometí a Teo, todavía necesito finalizar los tratos con otros nobles para obtener comerciantes de sus territorios y que vengan a ayudar en nuestra construcción. Cuando regresé a mi territorio, realmente quería diseñar un sistema de gobierno más organizado. Sin embargo, todavía hay varios problemas urgentes que debo resolver sobre la construcción, así que también tengo que ocuparme de eso.

Es la primera vez que tengo que lidiar con la documentación y los procedimientos necesarios para aceptar a tantos nuevos ciudadanos, he estado increíblemente ocupada y con muy poco tiempo para descansar. En cuanto al trabajo de gestión y reconstrucción de mi territorio, cada vez me encargo más de ello en lugar del Conde Terejia.

Sinceramente, ese conde… Ya es tan anciano, y al pensar en cómo yo todavía tenía solo siete años, casi quería llorar.

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