Villana sanadora – Capítulo 24: Historia de Teo

Traducido por Mei

Editado por Nemoné

Corregido por Aurora Blue


—Teo, ella es la princesa del Reino de los zorros. Su nombre es Akane.

Cuando mis padres me presentaron a la chica que se convertiría en mi prometida: una niña de vibrante cabello rojo, ojos dorados, esponjosas orejas y cola, lo primero que pensé fue: “¡¿Cómo puede vivir con esa cola y orejas tan voluminosas?!”

—Encantada de conocerte, príncipe Teo.

—¡Oh, querida! Puedes llamarlo por su nombre; después de todo, seremos familia. Deben comenzar a familiarizarse.

Mi madre sonríe de oreja a oreja, al igual que en las ocasiones en que habla con los nobles.

—B-Buenos días, Teo. —Repite el saludo ella, un tanto cohibida.

—¡Humpf…!

Resoplo molesto. Conozco la razón por la que estamos comprometidos y no estoy contento: es para terminar esta guerra. Hemos estado luchando por un largo tiempo con el Reino de los zorros y nosotros, los del Reino de los lobos, estábamos por ganar. Entonces, ¿por qué quieren terminar la guerra en este momento? ¿Es porque son unos cobardes? ¡¿Cómo podemos estar en paz solo con este matrimonio?! ¡No quiero casarme con esta chica solo por razones políticas! ¡De ninguna manera!

Pero… no pedirán mi opinión en este asunto; así que, pensé que lo mejor sería actuar indiferente hacia ella. De seguro, romperá en llanto y correrá de vuelta para romper este compromiso. Sin embargo, hasta ahora, no ha derramado ni una sola lágrima, sin importar lo que hiciera.

Akane intenta acercarse a mí todos los días y siempre tiene ideas interesantes para captar mi atención. Pero no quiero que se acerque demasiado, en especial, con esa cola y orejas crispadas. Me hace sentir… incómodo. Hace que sienta una extraña necesidad de apretarlas.

¡¿Q-Quién…?! ¡¿Quiere apretar sus orejas?! ¡¡No quiero tocarlas!! ¡¡Ni en un millón de años!!

Mei
Tsundere detectado.

De tiempo a esta parte, he visto a Akane perseguir a una chica de cabello rosa y rostro parecido al de una muñeca. ¿Ha encontrado una amiga? Es bueno, por fin dejará de molestarme. Aunque…

¡¿Qué?! ¡No me siento solo! Muchas personas hacen fila para ser mis amigos… ¡No me siento para nada solo!

He quedado en la clase “uno”. Este número es realmente apropiado para una persona como yo. El número de un líder, de la persona más importante. Elijo sentarme en el centro del aula cerca del príncipe Luler, un chico con el que interactué una vez en un banquete en el castillo de los vampiros. Él luce como una persona compuesta y de gran nivel. Debido a su personalidad fría, hace difícil que cualquiera pueda acercarsele, pero… a mí no me importa eso.

—Hola, príncipe Luler. ¿Me recuerdas?

—Oh… Tú eres…

—¡Es cierto! ¡Soy yo!

—¿Quién eres? —pregunta.

Inclina su cabeza y me observa con una expresión en blanco. Es como si hubiera borrado los recuerdos sobre mí de su cerebro.

¿Será cierto? ¡Soy el príncipe del Reino de los lobos! ¡No debería olvidarse de mi persona!

Luego de meditar un rato, dijo que me recordaba… ¡¿Lo ven?! No hay manera de que pudiera olvidar al alguien como yo.

No mucho después, me enteré de que la chica de cabello rosado, quien se ha vuelto muy amiga de Akane, es la prometida de Luler. Su nombre es Shiwa y es la hija mayor de la famosa casa Garnet. Él incluso la espera a la salida de sus clases para comer… Ellos lucen bastante cercanos.

También me he visto obligado a comer con Akane, ya que Shiwa se ha vuelto muy amiga de ella y Luler no puede despegarse de su prometida cada vez que almorzamos. Ellos deben haber sido forzados a ese compromiso al igual que nosotros, pero ¿por qué actúan tan cómodos entre ello? ¿No lo encuentran extraño?

—Luler, ¿por qué luces tan cómodo con tu prometida? —pregunté un día mientras esperábamos a que el profesor llegara a nuestra aula.

—¿Por qué preguntas sobre Shiwa?

La mirada que me dedicó me puso la piel de gallina. Sus ojos se volvieron oscuros, como si quisiera maldecirme a mí y a toda mi especie. ¡No quiero robarme a su prometida! ¡¿Qué le pasa?! ¡¿Es necesario que ponga esa cara?!

—Por… na… nada —respondí sintiendo mis vellos erizados—. Solo quería preguntarte si no sientes extraño que alguien te haya forzado a comprometerte de esta manera.

—No me gusta cuando alguien me fuerza a hacer algo como eso, pero…

—¿Pero…?

—Sentirse mal con una persona de la cual no sabes nada, sería demasiado cruel.

Juzgando por el tono de voz que utilizó, no parece haber significado oculto detrás de sus palabras; no obstante, su reflexión, consigue atravesar mi corazón.

Nuestro profesor llega luego de que Luler termina de hablar cortando nuestra conversación. Me quedé pensativo. Sus palabras daban vueltas en mi cabeza y no pude concentrarme en estudiar… ¿Soy una persona cruel?

♦️ ♦️ ♦️

Akane lleva un tiempo evitándome, eso me hace sentir extraño. Ella solía correr hacia mí todo el tiempo. ¿Por qué comenzó a rehuir mi presencia sin ninguna razón?

Luler también parece triste. Hoy no pudo almorzar con su prometida y eso lo tiene mal. Por lo general, no es el tipo de persona que muestra sus emociones; pero esta vez, cualquiera podría notar lo desanimado que se encuentra. Intenté animarlo, ofreciéndome a comer con él, solo para encontrarme con Akane comiendo junto a dos chicos bastante atractivos. Los cuales, ni siquiera conozco y, además.. ¡Son íncubos! ¡¿Estará interesada en ellos?! ¡¿Va tras esos dos chicos?! ¡Debería de tomar en cuenta de que todavía estamos comprometidos! ¡Es bastante desconsiderado de su parte actuar de esta manera hacia mí!

Sin ser consciente de mis actos, la agarré del brazo y la arrastré conmigo. Mi intención era hacerla llorar para que terminara con este compromiso de una vez. Sin embargo, luego de conseguirlo… ¡No quiero dejarla ir! ¡Quiero hacerla llorar más que esto!

Sus orejas y cola son demasiado suaves. No puedo parar de apretarlas. ¿Por qué tienen que ser tan esponjosas? Aun cuando me amenaza y no para de llorar, no puedo dejar de apretarla. Luego de propinarme un golpe, mi presa consigue huir de mí.

Me preparo para correr tras ella, pero de entre los arbustos aparece Shiwa.

—¡¿Qué ray…?! —la vampiro me da un fuerte golpe en el estómago, casi sacándome el aire.

Es bueno que el área alrededor de mi estómago sea dura, porque si no, no hubiere conseguido ponerme para replicar. Aunque no sirve de nada, la vampiro ondea su cabello rosa y sigue a Akane dentro del edificio.

—Nunca he sido golpeado por ella de esa manera… —Luler suspira con una expresión afligida.

¡Espera…! ¿Por qué querría ser golpeado?

Luego de recomponerme, me doy prisa y corro hacia donde se había dirigido Akane, pero no la veo por ninguna parte. Me dirijo al salón de la clase tres y solo veo a Shiwa sentada en su puesto. Camino hacía ella para preguntarle por mi prometida y me responde bastante molesta:

—¿Ah? ¿Quieres ver a esa chica…? A quién, debo recordarte, hiciste llorar mucho. ¿Para, qué?

Luler apareció detrás de ella unos momentos después.

—No tienes que decirlo así, solo dime dónde está.

—Ahhh… No quiero decirte. ¿Tienes algo que puedas intercambiar conmigo? —preguntó con actitud altanera.

—¡¿Qué?!

—Se llama intercambio. Si accedes a darme algo a cambio entonces te diré dónde está.

No me gustó para nada la mirada en sus ojos. Ella no debería ponerme a hacer nada extraño ya que estamos frente a Luler. Sin embargo, no tenía más alternativa que ceder.

—Entonces, ¿qué quieres?

—Realmente me siento incómoda sentada en esta silla.

—Te conseguiré una nueva.

—No, otra silla será lo mismo.

—¡Entonces, ¿qué quieres que haga?!

—¿Puedes convertirte en mi silla? Te diré dónde está ella si lo haces.

¡¡Se ha vuelto loca!!

Mis ojos casi se salieron de sus órbitas ¡¿!uiere utilizar mi espalda como su silla?! ¡Yo soy un príncipe! ¡¿Cómo puede pedirme hacer aquello frente a tantas personas?! Pero… ella sabe dónde está Akane.

Mordí mi labio.

—¡Bien! —accedí.

Ella rió de forma siniestra.

—Esto es lo que llaman un hombre de verdad. O, en tu caso, un verdadero chico.

Ver su sonrisa petulante me hizo enojar, pero tenía que hacer lo que me pidió incluso si era vergonzoso. Tenía la sensación de que me estaba poniendo a prueba y ella era la única que sabía donde estaba Akane.

Luler apartó la silla y yo ocupé su lugar. Me agaché en suelo, sobre mis manos y rodillas. El peso que ella puso encima no pudo ser comparado con la vergüenza que estaba sintiendo.

—¡Cielos! —exclamó sonriente—. Esta es una silla bastante cómoda. Mi cuerpo dolía mucho por culpa del otro asiento; así que, muchas gracias por tu amabilidad, príncipe Teo. Gracias por ayudar a aliviar mi dolor.

¡Bruja! ¡¡Solo espera a que sea mi turno!!

—¿Estás satisfecha? —inquirí molesto.

—Más o menos… ¿Por qué odias tanto a Akane? —preguntó de la nada—. Realmente quiero saber tu razón.

—No la odio, pero pronto sabremos el resultado de nuestra guerra. ¡¿Quién quiere casarse con un enemigo?!

La oí suspirar.

—Eres realmente infantil.

—¡¿Qué?!

—Esa es la razón por la que deberías casarte… ¿Estás tan sediento de sangre desde tan joven?

—Un hombre fuerte puede tenerlo todo… —argumenté.

—La guerra nunca trae nada bueno —se quejó—. Incluso si posees una montaña de oro, no podrás revivir los cuerpos sin vida que yacen en el campo de batalla. —La oí suspirar de nuevo—. ¿A eso llamas victoria? ¿No has pensado que estarás caminando por un camino manchado de sangre, solo para lograr esa victoria? ¿Estarás satisfecho con eso? —No pude decir nada ante su argumento, por lo que continuó—: Ella puede no ser perfecta, pero es la que mejor sabe que la guerra solo trae pérdidas. No seas cruel. Ella no es muy diferente de ti.

—Yo…

—Deberías de explicarte con Akane —me interrumpe—. Ella está descansando en el cuarto de primeros auxilios. ¡No olvides usar una bolsa de hielo para presionarla sobre sus ojos hinchados! —agregó, en tono de reprimenda.

Se levantó de mi espalda… ¿Será esta es su manera de decirme que está bien que me encuentre con Akane?

—¡No tienes que decírmelo, ya lo sé! —replico antes de irme.

Corro hacia el cuarto de primeros auxilios. Tal vez tendré que volver a pensar sobre este compromiso. Esta vez, usaré mis sentimientos para pensarlo.

♦ ♦ ♦

Shiwa suelta un suspiro.

—Espero haber hecho lo correcto —murmura.

Su mirada sigue al joven lobo hasta que está fuera de su alcance. En estos momentos y, luego del sermón que le ha soltado, se siente un poco aliviada.

—Shiwa, ¿te sientes muy incómoda en esa silla? —pregunta Luler en un tono preocupado.

—¿Umm…? Un poco.

—Entonces yo…

—¡Ni lo pienses! ¡Pásame una silla normal! —le ordena al pequeño vampiro.

La cara de Luler se ve sonrojada. Él estaba a punto de arrodillarse para ofrecerse como silla, pero fue detenido por Shiwa.

¡La clase está a punto de empezar!, exclamó para sí misma: ¡¿Cómo puedo permitir que el profesor me vea sentada en la espalda del príncipe?!

5 respuestas a “Villana sanadora – Capítulo 24: Historia de Teo”

    1. Hola! Puedes descargar todo el volumen 1 en PDF desde el indice y en las Kovel Times (la revista de la página) puedes encontrar hasta el cap 53, esta novela se publica primero en la revista

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