Traducido por Naremi
Editado por Sakuya
En el instante en que Baili Hongzhuang terminó, el aire tenso a su alrededor se desvaneció.
Ning Hong se acercó y tomó el pulso de Xuanyuan Huan, sorprendido de ver cuán estable era en comparación con su anterior ritmo caótico.
— ¿Cómo podría llamar a la señorita?
La voz de Ning Hong era mucho más cortés que antes, sin atreverse a considerar a Baili Hongzhuang como cualquier chica ordinaria. Continue reading