Traducido por Nana
Editado por Shiro y Meli
Una vez que el banquete termine, es posible que enfrente un serio problema.
Tenía que discutir con Ortzen sobre mi encuentro con el Sumo Sacerdote. ¡Pero no debía dejarle saber que el capitán Jullius me contó sobre sus sospechas hacia mí! ¿Sería capaz de hacerle ver que conozco todas sus cartas sin delatarlo? Si de repente, sin razón aparente, lo sondeara respecto a sus sospechas sobre mí, tenía el presentimiento de que evitaría que me encontrara con el Sumo Sacerdote, se negaría a hablar utilizando una sonrisa [1].
A pesar de ello, no quería delatar al capitán Jullius.
Necesitaba ser cuidadosa con mis palabras y evitar exponer mi secreto
Para ser honesta, no podía ganarle en una batalla de inteligencia. ¡Era un caballero, no, un jefe de operaciones! Bien, mis cavilaciones habían llegado hasta aquí, y todo gracias a las observaciones de mi vice-capitán. Fui medio forzada a aprender mientras estábamos bromeando, pero todavía odiaba las cosas complicadas. ¡Mierda! ¿Debería solo insistir? ¿Debería gritar, que mi intuición me dice que me traicionarás? ¡Está bien! No importa lo que diga, para negar mi acusación tan solo cubriré mis oídos y persistiré.
El carruaje tirado por caballos por fin llegó al Cuartel General del Escuadrón de Tareas Especiales. Cuando bajamos, vimos que Ortzen estaba hablando con alguien frente al Cuartel General. Suspiró cuando nos vio.
Qué suspiro de mal augurio tienes ahí, me dije.
—Vamos adentro primero. Ya tenemos preparado algunos platillos para esta noche.
Mis oídos capturaron las palabras «platillos para esta noche». ¡Justo a tiempo! ¡Todavía tenía hambre! ¡Un plato de postres no era suficiente para mí! La mujer al lado de Ortzen se retiró, y luego nos llevó a mí y al capitán Jullius al comedor. El gran comedor del Escuadrón de Tareas Especiales era similar al de cualquier otro escuadrón de caballeros, tenía una larga mesa en la que muchas personas podían comer juntas. Había veinticinco sillas en la mesa. Era común que hubiera sillas libres, así que supuse que el escuadrón se conformaba por veinte miembros en total, lo cual los hacía el grupo de caballeros más pequeño. En cualquier otro escuadrón, sus caballeros oficiales, regulares y los que se encontraban a prueba, comerían por separado, entonces, el número actual de miembros sería mayor que la del Escuadrón de Tareas Especiales. En el Escuadrón de Caballeros Sagrados hay treinta y dos miembros que residen en la Iglesia Central en la capital, mientras que cada Iglesia Mayor en diferentes regiones tiene su propio Escuadrón de Caballeros Sagrados. En caso de emergencia donde todos los caballeros sagrados se reunieran en la Iglesia Central, yo sería la comandante suprema. Era un caso raro el unir fuerzas, pero podría ocurrir si hubiera una multitud de demonios cruzando el Desierto Negro, lo cual pondría en peligro a la raza humana.
Bien, ahora ya no soy la capitana.
—Debes estar hambrienta, hablemos mientras comen.
¿Sobre qué quieres a hablar?
El capitán Jullius y yo nos sentamos lado a lado en la mesa. Estábamos nerviosos por la culpa. Aunque nadie debería haberlo visto. Tiré el plato y tenedor dentro del oscuro jardín, los descubrirán solo en cuando el día esté brillante. Incluso después de que lo encuentren, ¿cómo sabrían que fui quién los tiró?
No pude descifrar sobre qué quería hablar. Ortzen quien estaba sentado al otro lado de la mesa, abrió su boca.
—Capitán. ¿Por qué apagaste las luces del candelabro en el salón del banquete?
—¡Él no lo hizo! —grité—. ¿Por qué estás acusando a cualquiera?
—Señorita Epheria —Ortzen suspiró y continuó—:entre las personas que atendieron el banquete, solo dos personas podían hacerlo, el vice-capitán del Escuadrón de Caballeros, escolta de la princesa Aranea y el capitán Jullius. Entonces, el capitán Jullius es el primer sospechoso.
—No hay forma. Puedo hacerlo también.
—¿Qué?
Aunque mi velocidad actual sería más lenta que la del capitán Julllius, no era difícil hacer la misma cosa. Debía tirar un pedazo de madera para apagar las velas, ¿qué era tan difícil? Además, solo era un piso de altura, era incluso más fácil apagar la vela porque podía ingresar mi poder sagrado dentro del pedazo de madera. Todos los caballeros oficiales pueden hacerlo.
—Entonces, ¿señorita Epheria puede también hacerlo? —Ortzen preguntó perplejo.
—Sí.
—Entonces, ¿eres tú la única quien lo hizo señorita?
Mmm, ¿qué debería hacer? ¿Debería solo admitir que fue mi acción? De todos modos todo esto sucedió debido a mí.
—No fue la señorita Epheria, yo lo hice. —El capitán Jullius intervino.
Ahhh, capitán Jullius.
Ortzen asintió.
—Solo especulé, pero resultó que en realidad es verdad.
—¿No escuchaste que yo lo hice? ¿Por qué no puedes creerme?
—Porque no eres convincente.
¿Soy en realidad tan poco confiable? Bien, pero Ortzen no me creyó en primer lugar.
—Capitán, tú eres… te he advertido que debes ser extra precavido en tus acciones.
Mientras estaba todavía en confusión porque mi mentira fue expuesta, Ortzen comenzó a reprenderlo. Espera un minuto, él no hizo nada malo. ¡Todo fue mi culpa!
—¡Ortzen, nuestro capitán no hizo nada malo!
—¿Nuestro?
Mmm, llamándolo «nuestro» es un poco extraño desde que no soy un miembro del Escuadrón de Tareas Especiales. Eghh, mi viejo hábito —cuando era todavía parte del Escuadrón de Caballeros Sagrados—, me llegó de nuevo e hice un descuido.
—Entonces… «mi» capitán Jullius.
—¿Qué?
¿Qué? ¿Por qué tienes esa clase de expresión sobre tu rostro? Esta vez está bien. Cuando Ortzen estaba perdido por razones desconocidas, el capitán Jullius giró su cabeza para mirarme y abrió su boca.
—Si lo dices así, entonces ¿tú serás mi señorita Epheria?
—Sí, es correcto.
—¡No! —Ortzen gritó y miró con un rostro molesto—. ¡No le enseñes cosas extrañas al capitán!
—¿Qué? ¿Qué hice?
—Eso es porque.. no. Nada. No importa. —Ortzen liberó un suspiro largo y profundo—. Ambos no deberían decir tales palabras sin pensar.
—¿No es bueno?¿No está bien? Estaremos comprometidos de todos modos.
Nunca tuve alguna relación real antes, pero recibí toneladas de cartas de amor. En todas ellas se referían a mí como «Mi Roel».
Ah, ¿quizás debería llamarlo «mío» en lugar de «mi»? [2]
—Es solo un camuflaje.
—Desde que es un camuflaje, entonces tiene que ser perfecto.
—Quiero decir… —Ortzen nos miró alternativamente con una expresión complicada sobre su rostro—. Porque es únicamente un falso compromiso, no creen problemas innecesarios.
—Mm, no entiendo de qué estás hablando.
No comprendí cómo el falso compromiso, llamarlo «mío» y problemas innecesarios estaban relacionados uno con el otro. Las primeras dos cosas tenían conexión, pero ¿qué pasa con los problemas innecesarios? No obstante, hay otra cosa más importante. Él dijo que nos daría de comer, pero ¿cuándo nos servirán?
Después de que Ortzen escuchó mis palabras, miró hacia abajo y mantuvo su frente con una de sus manos. ¡Si la otra persona no entiende, entonces deberías dar una explicación!
—Me pregunto cómo pudiste formar esta clase de personalidad, viniendo de tal ambiente familiar.
Porque mi yo real no nació ni se crió en la familia del conde Epheria. Mientras Ortzen sufría, una señorita que vestía un vestido exótico sobre su delgada figura, salió de la cocina. Sostía con ambas manos una bandeja llena de comida, caminó hacia la mesa del comedor. Parecía pesada, pero ella levantó la bandeja con facilidad. Es muy fuerte.
—Tú eres la señorita Epheria, ¿no es así? Gusto en conocerte. Soy Sana, la chef del Escuadrón de Tareas Especiales~.
¡Oh, esta señorita es la chef quien hizo el pudding! Es la primera vez que conozco a un chef femenino. Me paré y la saludé con alegría.
—Sí, soy Silla Epheria. Señorita Sana, por favor toma buen cuidado de mí. [3]
Espero verte a menudo en el futuro.
Sana sonrió felizmente mientras servía la comida sobre la mesa, me apresuré a ayudarla.
—Eres tan amable.
—No es nada.
Cualquiera que haga una deliciosa comida está siempre en lo correcto. A pesar de que era de noche, las comidas servidas se veían muy apetecibles, así que sin nada más que añadir, recogí mi cuchillo y tenedor. ¡Solo mira al plato principal que te hace querer babear! Un pato en salsa de jugo de naranja, asado hasta que la piel se volvió crujiente y de un color marrón dorado. Para ser honesta, las comidas servidas en la residencia del conde eran desagradables, había pasado mucho tiempo desde que comí una gran pieza de carne. Mis comidas diarias consistían en pan, sopa o ensalada. Además, cuando pido carne, Sofía se niega e insiste en que tengo que comer frutas y vegetales para tener una piel brillante.
¡¿Cuántas personas podrían vivir comiendo hierbas?!
Ortzen estuvo callado mientras comíamos. Se levantó de su asiento en cuanto los platos fueron vaciados.
—¿Señorita Epheria, podemos hablar por un momento?
—Segu… —asentí y me levanté de mi asiento
—¡Espera! —El capitán Jullius se interpuso a mis palabras y se paró.
—La señorita Epheria no tiene la culpa del problema de hoy.
Él apagó las luces pero yo lo incité a hacelo. No tenía que alegar por mí. Mi capitán Jullius es demasiado amable.
—Entonces, no culpes a la señorita Epheria.
—No tengo esa intención. —Sus ojos me lanzaron una mirada sospechosa—. Incluso si fuera a culparla, con esa personalidad suya, ella estará bien.
¿Qué…? ¡También podría ser lastimada! Eso es porque emm…. emm… no recuerdo bien pero estaba segura que he sido lastimada antes.
De todos modos, también tenía que hablar a solas con Ortzen, así que detuve al capitán Jullius con la mano.
—Estaré bien. Puedo solo escapar si la situación no estuviera en mi favor. Ortzen es más débil que yo de todos modos.
—Pero todavía…
—No te preocupes cariño. Puedes dormir primero. ¿No es que apenas dormías en estos días?
Era evidente que Ortzen es más estricto que Sofía. El capitán Jullius dio un ligero movimiento de negación con su cabeza a mis palabras.
—Te estaré esperando.
—Regresaré rápido.
Me sentí mal por dejarlo cuando dijo que esperaría por mí. No me moví y en cambio le acaricié la mano. Ortzen, quien llegó a la puerta del comedor, frunció al vernos.
—La mano del capitán se desgastará.
—No lo hará.
—No lo hará.
—Entonces, ¿están pensando hacer eso todo el día?
No había razón para no hacerlo, aún así no podía hacer esto ahora por más tiempo. Alejé mi mano de la mano del capitán Jullius y fuí detrás de Ortzen.
Ortzen dejó el comedor y entró a un cuarto vacío. Después de prender la chimenea en el interior del cuarto no usado, se volteo para mirarme.
—Toma asiento primero.
—Espero que la charla no sea larga.
¡El capitán Julliues está somnoliento! Se sentó sobre la mesa y me interrogó.
—Señorita Epheria ¿qué piensas del Jullius?
¿Huh? La pregunta era un poco rara. Pensé que preguntaría sobre la familia del conde o mi razón para querer encontrarme con el Alto Sacerdote.
—Él es fuerte.
Logró asesinar a los demonios, equivalentes a reyes demonios, que hicieron contratos con humanos, sin poseer nada de poder sagrado e incluso cruzó el Desierto Negro siendo tan joven, -aunque es posible que estuviera con Clauen-, prueba su fuerza y capacidades. Había una gran diferencia entre tener poder sagrado o no cuando se pelea contra demonios. Por ejemplo, si la espada sagrada estuviera en su mejor condición, dejando solo el anterior rey demonio de bajo nivel, yo podría incluso derrotar a un rey demonio de nivel avanzado en una batalla uno a uno.[4]
Pero, la situación del capitán era diferente, incluso si tuviera a Callitus en ese momento, no tenía oportunidad de ganar. Podría haber tenido una oportunidad con un ataque sorpresa, sin confrontarlos de manera directa. Porque solo se puede bloquear la magia de un demonio si lo contraatacas con poder sagrado. Sería capaz de resistir la magia demoniaca si estaba en un estado lleno de bendiciones de poder sagrado. [5]
Por otra parte, si peleara contra el capitán Jullius mientras él tuviera a Callitus, entonces, sufriría una pérdida. La posibilidad de que él gane con Callitus en sus manos es de 8:2. Pero si Callitus estuviera en mis manos… emm, ¿podría ser que nuestras posibilidades sean mitad y mitad? O podría ser que mis posibilidades de ganar sean 6:4. Si ambos utilizamos espadas ordinarias, entonces creo que sería más ventajoso para él.
Ah, me gustaría pelear en contra de él solo una vez, pero por desgracia es imposible ahora.
—No me refería a eso, sino a tus sentimientos hacia él.
—¿Sentimientos? Él es una buena persona. Una persona muy amable. Yo creo que se me adecúa muy bien. Me gusta.
—¿Te gusta lo suficiente como para tener un verdadero compromiso con él?
—¿Huh?
Amplie mis ojos en sorpresa a las palabras de Ortzen. ¿Tener un verdadero compromiso? ¿Por qué de repente?
—Uh… Entonces ahora, ¿quieres que nos comprometamos y casemos de verdad?
—Puedes pensar de esa forma.
—¿Por qué? No. Si quieres hablar sobre algo como esto, ¿no debería el capitán Jullius estar aquí? No podemos decidir por nosotros mismos sin la presencia de la persona relacionada.
A mis palabras el rostro de Ortzen tenía una expresión como si tuviera un dolor de estómago. [6]
—Lo dije porque sé que no habrá ningún problema si la otra persona relacionada no está aquí. Porque él no se rehusará.
—También sé eso, pero esto no está bien…
Incluso si él fuera un espantapájaros. Se trata de un evento importante en la vida de otra persona, él tenía que estar presente para sentarse y tener una charla. No se puede tan solo decidir por él detrás de escenas, ¿cierto? Nunca pensé que Ortzen sería esta clase de persona, ¿él siempre fue así? Solía ser un criminal después de todo.
—Debido a que él sufrió bastante a temprana edad, su nivel de satisfacción es más baja de lo normal, comparado a las cosas que otras personas pudieran desear.
Ortzen comenzó a hablar sobre algo fuera del tema. ¿Él sabía sobre su pasado? Creo que sabe más de lo que un ayudante debería saber sobre su superior.
—Si él puede comer tres comidas al día, evitar cualquier tormenta de lluvia y no tener ninguna amenaza sobre su vida, entonces, él estará satisfecho. En otras palabras, es una persona fácil de explotar.
Las palabras «fácil de explotar» las había escuchado de mi vice-capitán. Él dijo que debería estar agradecida porque estaba protegida por una cerca llamada «la iglesia». Pero no importa cómo piense sobre esto, mi carácter no sería así, si fuera solo una mujer plebeya ordinaria sin nada de poder sagrado.
—La verdadera intención de Su Majestad, el emperador es tener en el Escuadrón de Tareas Especiales a alguien con bajo estatus social que sea alguien fácil de controlar. Así, incluso si el capitán está siendo tratado de forma desigual, no será un gran problema.
—No es fácil que se aprovechen de mí.
O debería decir que no tenía demasiado con lo que puedan extorsionarme.
El Sumo Sacerdote no era alguien manipulador, el sinsentido de los ancianos había sido alejado por mi vice-capitán. Existen regulaciones fijas de que la Iglesia y la Corte Imperial no podían interferir en los asuntos de la otra parte a menos que sea necesario.
—Si las cosas siguen como están ahora, su casamiento será decidido por Su Majestad, no por él mismo. Y, cualquier mujer decente no será capaz de actuar de forma apropiada como su esposa. —habló con el ceño fruncido.
Hmm, es probable que ellas estén aterradas por su rostro y no serán capaces de enfrentarlo como es debido.
—Pero, tú te acostumbrarás después de un largo tiempo. Vivir es un tema de adaptación.
Yo misma no estaba asustada, no porque nací con tal valentía. Me acostumbré a enfrentar a monstruos rabiosos hasta que me cansé de ellos. Era muy aterrador al principio.
—Incluso si ella es solo una chica normal, también se acostumbrará al él después de un tiempo. Las personas tienen buena adaptabilidad, ¿cierto?
Ortzen negó con la cabeza al escuchar mis palabras.
—Después de que se haya adaptado, será aún más difícil. Nueve de diez posibilidades, Su Majestad el emperador elegirá a una señorita noble de una familia influyente como esposa del capitán. Para esas mujeres, será una buena presa. Si llevan un estilo de vida lujosa o cometen adulterio, él sólo observará desde lejos sin hacer nada.
E-eso es cierto. Podía imaginarlo, que casi no pude evitar pero suspirar al final.
—Pero todavía no puedes estar seguro que todas las mujeres en el mundo solo se aprovecharán de él. Puede ser que ellos hagan una buena pareja y se lleven bien.
—Por supuesto hay una chance, pero el problema recae dentro de la probabilidad. Basado en las personalidades de la mayoría de las mujeres nobles, en adición al respaldo y carácter del capitán Jullius, es imposible que lleven una vida de casados normal. A lo mejor, solo serán una pareja en nombre.
Tales casos en efecto le sucedieron a muchas parejas nobles
—Y el mayor problema sería si «la esposa en nombre» trata de controlarlo. Una vez que ella se acostumbre a él, podría influenciarlo con facilidad.
Hmm, eso era un gran problema. Ortzen era un buen consejero, pero el capitán Jullius era el único que tenía la palabra final.
Además, los líderes de los escuadrones de caballeros en cierto grado deberían ser nobles. El capitán Jullius y yo éramos considerados como caso único. El Escuadrón de Caballeros Sagrados no tenía que preocuparse sobre eso, porque nuestro enemigo eran los demonios, no los humanos, pero el Escuadrón de Tareas Especiales es diferente. Me pregunto cuál sería la razón del porque s el emperador lo designó, como líder cuando no está adaptando bien en la sociedad, en lugar de alguien de la nobleza. El Escuadrón de Tareas Especiales es un escuadrón orientado a la habilidad, pero…
—El capitán Jllius necesita encontrar a una buena mujer.
—Sí. Eso es porque te lo estoy preguntando, señorita.
¿Huh? Qué…?¡Ah!
—Yo tampoco sé cómo ser una buena esposa.
[1] «구렁이 담 넘듯» La traducción literal es «como una serpiente arrastrándose sobre el muro» lo cual significa que alguien está siendo sigiloso sin levantar sospechas.
[2] En el raw, Silla estaba contemplando si debería llamar al capitán con «내» o «나의». Ambos «내» y «나의» significan «mi» en discurso informal, con la primera siendo la forma más simple.
[3] Es una frase común que se dice cuando te auto-introduces. El significado literal es «por favor toma buen cuidado de mí» o «estaré a tu cuidado».
[4] El anterior rey demonio de bajo nivel fue el único quien lanzó la maldición sobre Silla/Roel. Los reyes demonios son clasificados en base a su fuerza, por lo tanto hay muchos reyes demonios ahí afuera.
[5] Recordar que cada mes, él recibía bendiciones del Sumo Sacerdote como un amuleto de protección en contra de cualquier maldición.
[6] 체한듯한 표정을 지었다 es un vocablo que significa que tienes una expresión facial igual a la de alguien con malestar estomacal. Es usado en una situación incómoda. Podría decirse que es la expresión que harías en una situación incómoda.