Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 15: La boda interrumpida

La melodía de la música reverberó en sus oídos y, mientras giraban, el mundo se sintió de pronto distante.

—Esto es un poco loco, Charles.

Con las mejillas doliéndole de tanto sonreír, Tang Feng suspiró, rodeando con sus brazos los fuertes hombros del hombre, apoyando suavemente su cabeza en el hombro de Charles. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 15: La boda interrumpida”

La Tierra está en línea – Capítulo 128: Persona invisible~

Luego de inspeccionar los alrededores, Fu Wenduo regresó al edificio. Tang Mo y Fu Wensheng habían terminado de empaquetar sus cosas.

—No hay problemas —anunció Fu Wenduo—. Vámonos.

Salieron del edificio. De repente, el polizón se giró para ver a Tang Mo y este apartó la mirada. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 128: Persona invisible~”

Dejaré de ser la rival del protagonista – Capítulo 38

Colocó con cuidado la mano en mi hombro y continuó hablando en voz baja.

—Conozco tus habilidades; Creo que podrás atraparlo.

Sentí el suave calor del cuerpo de alguien, y mi cuerpo se relajó de repente.

Pero… ¿Por qué le tiembla así la mano? Seguí leyendo “Dejaré de ser la rival del protagonista – Capítulo 38”

La villana vive dos veces – Capítulo 23

Todos sabían que la Gran Duquesa Roygar obedecía a su hermana mayor, la marquesa Camellia, como si fuera su madre. La marquesa Camellia también era la más ferviente defensora del Gran Ducado Roygar. Ni Cedric ni Freyl imaginaron que su nombre estaría involucrado en este asunto.

La joven bajó la cabeza, estallando en lágrimas. Seguí leyendo “La villana vive dos veces – Capítulo 23”

Prometida peligrosa – Capítulo 141

El palacio imperial Lucio era un castillo hermoso y colorido, difícil de comparar con cualquier arquitectura de su época. Aunque Marianne había nacido y crecido en su propio reino, como el castillo de Lennox, había algo muy especial en este lugar que captaba su atención. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 141”

Prometida peligrosa – Capítulo 140

Dado que odiaba a Cassius hasta los huesos, no era extraño que pensara en usar al príncipe heredero para revivir el arruinado imperio de Lennox.

—No pierdas el aliento. Si realmente intentara rebelarme, ¿por qué te contaría mi plan? Eres el consejero de confianza de Cassius y un noble prominente en Aslan. Nunca pensé que tu sentido de culpa superaría tu lealtad inquebrantable al emperador. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 140”

Prometida peligrosa – Capítulo 139

—Estelle, tenemos que regresar. Hace demasiado frío para que salgas de noche… —Kling rodeó los hombros de su esposa mientras contemplaba el jardín desde el balcón de la residencia bajo la lluvia.

—Pero no siento frío en absoluto.

—No lo sé. ¿Pensará lo mismo nuestro bebé? Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 139”

Matrimonio depredador – Capítulo 88: Inmunidad a los hechizos

Desde el momento en que Morga vio a la Princesa en el bosque, supo que su estado era grave. Normalmente, los hechizos no se revelaban exteriormente. Incluso los hechiceros no podían discernir fácilmente si alguien estaba bajo un hechizo, a menos que usaran alguna poción. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 88: Inmunidad a los hechizos”

Matrimonio depredador – Capítulo 87: Detente

La voz de Leah se quebró, ronca de tanto gritar. Ishakan sacó una cuerda de seda para atarle las muñecas y los tobillos.

—El rey de los Kurkans está llevando a cabo un secuestro de novia —explicó con indiferencia.

Su corazón dio un vuelco, pero la conversación no continuaría por mucho más tiempo. Se sentía débil, probablemente debido al líquido que él le había hecho beber. Su visión se volvió borrosa y su conciencia se desvaneció rápidamente. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 87: Detente”

Matrimonio depredador – Capítulo 86: Dejame ir

Leah se iba.

Blain se quedó mirando cómo el carruaje se alejaba, sintiendo una mezcla desgarradora de emociones. Aunque sabía que debía esperar, quería correr y detenerlo de inmediato. La idea de que Leah pasara su noche de bodas con Byun Gyeongbaek encendió llamas en su corazón.

Pero Blain se contuvo. No solo quería el cuerpo de ella; quería su corazón. Cada vez que ella había mirado a ese rey bárbaro con los ojos llenos de emoción y cariño, aquello lo atormentaba insoportablemente. Deseaba que lo mirara de la misma forma en que había mirado a Ishakan, que le susurrara tímidamente con las mejillas sonrojadas y los ojos amorosos. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 86: Dejame ir”

Matrimonio depredador – Capítulo 85: Mi luz

El recuerdo de ese día era vívido. Estaba tan arraigado que nunca podría desaparecer de la mente de Ishakan. Atrapado en una oscuridad abrumadora en un agujero donde ni siquiera podía estirar las extremidades, la única salida era una pequeña puerta redonda de madera en el techo.

Ese era el lugar usado para enseñar obediencia. Era demasiado cruel para un chico. No podía diferenciar ni siquiera el flujo del tiempo. No había ni un vaso de agua ni una rebanada de pan. Pesadas cadenas sujetaban sus extremidades y lastimaban su piel, donde las heridas no tratadas se pudrían, se oscurecían con pus y se llenaban de gusanos. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 85: Mi luz”

Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 9: Capítulo 7 (1)

Guo Zurui relató la peligrosa situación en la que el doctor Bai estuvo con Zhao Lingfeng, lo que provocó que al hombre de un metro con ochenta dos de altura, se le llenaran los ojos de lágrimas y temblara, pidiendo disculpas una y otra vez con un semblante desgarrador. Esta reacción desconcertó a los soldados que miraban, algunos casi riendo tapándose la boca.

Un encuentro peligroso no era nada inusual en ese mundo postapocalíptico. Seguí leyendo “Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 9: Capítulo 7 (1)”

La hija del Emperador – Capítulo 17

Pero Kaitel no entendía ni una palabra de lo que yo decía. Llegué a la conclusión de que él también tenía algún tipo de trastorno de comunicación. Si no, ¿por qué sería incapaz de comprender estos balbuceos que Serira entendía perfectamente!

Entonces, Kaitel sonrió. Era una sonrisa ligeramente distinta a la de antes.

—Has mejorado. Aunque sigo sin tener idea de lo que dices. Seguí leyendo “La hija del Emperador – Capítulo 17”

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