La energía interna de Fei Ao era fuerte y Hua Jin estaba haciendo los posible para evitar un ataque frontal.
A pesar de que Mei Er trataba de cuidarla, el golpe que le había dado Hua Bai fue bastante grave y no tuvo el tiempo suficiente como para recuperarse completamente. Por otra parte, antes del Encuentro de Artes Marciales sería prudente tratar de ocultar su verdadera fuerza.
Con esos pensamientos en mente, Hua Jin una vez más aumentó su velocidad, las batallas estaban destinados a ser combatidas en lugares cerrados. Especialmente desde que ella estaba usando brillantemente su natural agilidad junto a su flexibilidad de mujer.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 33: Humillación”
Fei Ao no esperaba que Hua Jin fuera tan agresiva, su anormal velocidad le había dado un verdadero shock. Sin embargo, rápidamente se calmó y regreso en sí, sacando su larga espada en contra de ella.
En el momento en que su espada y la daga se enfrentaron, Fei Ao no pudo evitar quedarse asombrado. A pesar de que sus ataques eran fuertes, no había ningún efecto secundario.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 32: Haciendo trucos”
Siguiendo atrás de Hua Fei, estaba su hermano Hua Que.
Fei Xian, Fei Ao, Yue Liang y Yue Zhuang quienes estaba haciendo una visita a la familia, estaban con él. Hoy Yue Zhuang estaba vestida con ropa femenina, era un vestido de color violeta pálido que le daba una mirada digna y serena, mientras que junto a su infantilidad, la hacían lucir muy atractiva.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 31: Confrontación”
—¡Malditos sirvientes! ¡Voy ejecutarlos ahora!
Hua Wan elevó su látigo y azotó a Jiao Yue mientras mostraba una cara de felicidad.
—¡¡Ah!! Por favor… ¡Perdóneme!
Jiao Yue estaba en el suelo retorciéndose de dolor.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 30: Intención asesina”
Al día siguiente, Hua Jin notó que el ratón sin cola estaba acurrucado junto a su almohada, durmiendo profundamente.
Su corazón se había vuelto suave, era la primera vez que tenía una mascota, la cosa blanca y regordeta… Qué lindo.
¿Porque tenía que ser un ratón y además, un ratón sin cola? Para empeorar las cosas, ¡Yu Yan tiene un gato!
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 29: Estrella de la desgracia”
*Chirrido*
*Crujido*
Hua Jin abrió los ojos y mirando hacia el oscuro techo, suspiró.
Esta residencia había sido recientemente renovada, pero entonces, ¿por qué cuando se acuesta se escuchan un montón de chirridos por todas partes?
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 28: Buena persona”
Hua Jin sintió como si su corazón hubiese sido apuñalado, especialmente debido a que Yu Yan le había lanzado unos débilmente perceptibles ojos encantadores. Ella sentía ganas de vomitar… No… Las acciones de Yu Yan realmente le habían causado ganas de vomitar sangre.
Una perfecta buena estrategia, “convirtiéndose en un cornudo que se ha frustrado” y con una sola frase, hizo girar toda la situación en contra de ella.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 27: Retirada”
Hua Jin le dio 10 taels de plata a Jiao Yue, para que lo deje como propina y le notificara a Su Huan de su llegada.
Su Huan envió a un sirviente para que los guiara al jardín trasero.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 26: Encuentro de enemigos”
Traducido por Shisai
Editado por Sakuya
Ryoko aceptó la realidad de que ella murió en un accidente de tráfico… no pudo evitarlo, pero lo aceptó.
Recordó que era un escenario que sucedía con bastante frecuencia en mangas y novelas que leyó de buena gana por sí misma, e incluso en los juegos.
Seguí leyendo “Herscherik – Capítulo 1: Reencarnación, diminutas hojas de arce y mejillas blandas (II)”
Traducido por Shisai
Editado por Sakuya
A través de la oscuridad, el paisaje se extendió en un instante. Se puso deslumbrante, como si una iluminación se pusiera repentinamente delante de ella y Hayakawa Ryouko entrecerró los ojos.
Y cuando la tenue visibilidad se aclaró gradualmente, había una comida que parecía gachas de avena de la que ella no recordaba, y una cuchara estaba siendo agarrada por una mano delante suyo.
Seguí leyendo “Herscherik – Capítulo 1: Reencarnación, diminutas hojas de arce y mejillas blandas (I)”
Traducido por Shisai
Editado por Sakuya
Ese día, la vida de Hayakawa Ryouko terminó.
Ella era una mujer normal que se puede encontrar en cualquier parte.
Su familia estaba compuesta por cinco personas, sus padres y dos hermanas menores. En todo caso, como ella era la hija mayor, su sentido de responsabilidad era fuerte. Sin embargo, era una persona sin ningún talento destacado en particular e incluso su apariencia era normal. Seguí leyendo “Herscherik – Prologo: Infortunio inesperado, juego y accidente de tráfico”
El momento en que Sei salió de la habitación, yo también me levanté para seguirlo.
— ¿…Ojou-sama?
Sin embargo, fui llamada tanto por Ryle y Tanya que gentilmente me regañaron. Seguí leyendo “El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 80: Convicción de Sei III”
Incluso viendo la tienda desde el exterior, fue cuando descubrí que estaba lleno de gente.
Especialmente estaba leyendo este informe recientemente de las tiendas del reino… Como yo pensaba, en verdad, es muy diferente. Seguí leyendo “El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 79: Convicción de Sei II”
—…En esta ocasión también fue difícil. —mientras que bebía el té, escuche esas palabras. Sentada frente a mí se encontraba Mimosa.
Esta es una villa del ducado de Armería… En otras palabras, es nuestro hogar en el reino. Seguí leyendo “El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 78: Convicción de Sei I”
Entre las 5 y 7 a.m, el día es justo antes del amanecer, dentro del bosque, el exuberante follaje oscureció a la luz de la mañana, todavía está oscuro y sombrío. Quinientas personas en largas filas llegaron trotando hacia adelante, mirando su velocidad de carrera y la manera de su marcha, eran mucho menos enérgicas que ayer por la mañana. El equipo entró en el bosque, incluso a través de una luz gris opaca, también vislumbran una silueta, la cual han maldecido toda la noche.
Seguí leyendo “Una generación de militares – Capítulo 3: La malvada entrenadora del ejército (1)”
