¡No quiero ser princesa! – Capítulo 7: Su confesión


El hombre que estaba delante de mí mientras sonreía agradablemente era el príncipe heredero. Un poco más atrás también está mi padre, con una expresión extrañamente feliz en su rostro.

En medio de la tremenda tensión, sólo podía colocar una sonrisa forzada en mis rostro.

― ¿Su Alteza el Príncipe Heredero?

Con una voz temblorosa murmuré. Seguí leyendo “¡No quiero ser princesa! – Capítulo 7: Su confesión”

¡No quiero ser princesa! – Capítulo 6: Su escape


¡Duele, duele, duele!

El dolor de la primera vez que fui penetrada en este mundo fue más de lo que esperaba. No pude evitar gritar en voz alta para distraerme.

Para aliviar el dolor un poco más, levanté una voz fuerte y desesperadamente ajusté mi respiración.

―Uwah…Muy apretado.

Aunque dijo eso, sin reserva, Apolo sacudió sus caderas hacia adelante y hacia atrás y entro de una sola estocada.

Sin pensar, clave mis uñas en su espalda, pero él sólo hizo una cara torcida. No parecía como si hubiera tenido mucho daño.

En contraste con mi sufrimiento, él rió entre dientes.

―Está bien, puedes arañarme más…Nn…Mira, entró todo.

Siguiendo la línea de visión de Apolo, vi que nuestras mitades inferiores estaban conectadas entre sí, sin un hueco.

Ah, finalmente he logrado mi objetivo, pensé en un rincón de mi mente.

―¿Todavia duele?

―Un poco, pero estoy bien.

Desde que llegamos a esto, quería terminarlo rápidamente. Fijé mi mirada en él.

―¿Es eso así?…Lo siento. Parece que no me puedo contener más que esto. Me moveré tan lentamente como pueda. Si te duele, puedes arañarme como antes.

Asintiendo con la cabeza, volví a poner mis brazos alrededor de su espalda.

Con un sonido aplastante, movió lentamente sus caderas hacia adelante y hacia atrás.

Todavía había un ligero dolor, pero no era insoportable y poco a poco, fue aplacado por una sensación muy agradable. Aliviada, me relajé y mi sensibilidad aumentó, mi reacción se hizo más evidente.

―Parece que ya no duele más… Qué bonita expresión.

Chupando los brotes de mi pecho, Apolo aumentó la velocidad de sus empujes y mientras abrazaba su cuerpo, levanté una voz rítmica.

―¡¡Ah, ah, ah!!

Se siente bien. Su virilidad es bastante larga y penetró profundamente en mi interior. Cuando golpea los más profundo de mi interior, incontables sentimientos de placer recorren mi cuerpo.

Quiero sentir más. Olvidando que lo había condenado antes, le rogué.

―Mn, Apolo, profundo… ¡¡Más profundo!!

Al oír eso, Apolo sonrió alegremente.

―¿Te gusta profundo? Me lo pides así aunque sea su primera vez. Um, te lo daré mucho más profundo entonces.

Atendiendo a mi petición, empujó con tal fuerza que lo sentí en lo más profundo de mi ser. Un gran gemido salió de mi boca, abrumada por el placer.

―Bueno, ¡tan bueno!

Deseando sentir más placer, mis caderas inconscientemente comenzaron a moverse, igualando el ritmo de Apolo.

El contacto de nuestras caderas encontrándose mutuamente a medio camino se sentía increíblemente bien.

Los movimientos de nuestro sexos llenaron la habitación con un sonido obsceno y húmedo, pero incluso eso se convirtió en un estímulo e inundó todo mi cuerpo. Apolo me miró, hechizado.

―Ahh, esto realmente se siente genial. Tu interior es atrayente y me chupa. No me dejan ir. Fufu….Incluso sacudes las caderas, parece que te sientes bien también… Me alegro.

―¡S-í!… Se siente…muy…¡¡bien!!

Apolo aumentó la velocidad de sus caderas aún más y mi mente se borró. Yo estaba dominada sólo por la lujuria. La euforia me acorraló.

―¡Ah! ¡¡Ah!! ¡Vengo! ¡Me vengo!

―Sí, terminemos juntos. Yo también estoy en mi límite… ¡Kuh!.

En ese momento, me golpeó salvajemente. Su cosa se hinchó aún más cuando trató de verter su semen blanco nublado en mí.

En un instante, recuperé mi cordura y traté de separarme de él, pero él no lo permitió. Apretó su miembro más profundo en mí con aún más fuerza. Me vine aún más en el impacto.

―¡¡Aaahh!! ¡Caliente! No…¡¡Adentro no!!

Haciendo caso omiso de mis gritos, me apretó fuertemente en sus brazos hasta que se disparó a sí mismo dentro. Mientras tenía espasmos, lo acepté. En un aturdimiento, nos besamos y nos enredamos con las lenguas del otro.

Mientras seguía temblando, mis entrañas se convulsionaron.

―Liberandolo dentro, eres horrible….

Él no tenía intención de eyacular fuera.

Estaba bien, ya que había utilizado anticonceptivos, pero si me hubiera conducido a mí misma sin saberlo o no hubiera venido preparada, esto habría sido un completo desastre.

―Está bien. Dije que tomaría la responsabilidad, ¿no?

―Como dije, ¿De qué estás hablan… ¡Ah!.

Dentro de mí, su cosa una vez más palpitaba. Sin mi consentimiento, sus caderas comenzaron de nuevo a moverse. Con tan solo balancearse hacia adelante y hacia atrás una veces, la sensación agradable de antes regresó.

―Eh… Espera un… Yo ya no quiero na…

―Nn, perdón. No puedo contenerme.

Debido a lo que él soltó antes, la humedad de mi interior se volvió aún más resbaladiza mientras me seguía penetrados salvajemente. Se lamió los labios.

―Sólo una vez más… ¿Está bien?

―¡¡Aaahh!!

―Se siente bien para ti también, ¿verdad? Mira, se tensó de nuevo.

Incapaz de resistir su profundo sondeo, sólo podía jadear en voz alta. El conoce mi punto débil, luego de haberme asaltado tantas veces que con solo tocarme ahí, planteé una voz indecente.

No pensé que él era el tipo de pervertido que convierte la primera vez de una mujer en su segunda.

Mientras se sentía bien, balanceo las caderas y empujó como le gustaba. No pude hacer otra cosa que reaccionar.

De repente, parecía haber pensado en algo y detuvo sus movimientos.

Después de pensar un poco, se salió lentamente.

Hubo un ruido audible mientras lo hacía.

―¡Ah!

Luego, volteandome, me perforó con todas sus fuerzas.

―¡¡Aaahhh!!

¡¡Tomar a una principiante, de repente, por detrás!!

Brutal. Este tipo es un salvaje.

―Increíble, te apretaste de nuevo. ¿Te gusta esta posición?

― ¡¡Hyah!! Ah… ¡¡Está golpeando!!

―Sí, está golpeando un buen lugar. ¿Es aquí?

Ser penetrada desde atrás… Tal vez fue porque el lugar donde me atacaban era diferente, pero a pesar de todo, sentí una nueva oleada de placer.

Con precisión, apuntó a un lugar con su polla. Desamparada, enterré la cara entre las sábanas.

Si alguien fuera a ver esta escena, parecía como si estuviera extendiendo mi cintura hacia él.

Teniendo mis pechos frotados por detrás mientras mi punto sensible estaba siendo perforado con precisión, solté un gemido lascivo.

―Fufu… Esto es genial… Usted puede incluso responder a algo como esto. Qué gran vista.

―¡¡Ah!! Alto… realmente… ¡¡Detente!!.

Tal vez reaccionando a mi voz, su polla se hinchó aún más grande.

Su virilidad completamente envainada en mi interior, se sentía indescriptible.

―No digas algo así. Acompáñame un poco más, ¿de acuerdo?

Después de tranquilizarme con eso, cambió su posición mientras él vertía su semen en mí una y otra vez. Así, me gradué de mi primera experiencia en este mundo a pasos agigantados.

♦ ♦ ♦

―Nn….

Cuando abrí mis ojos, vi un techo desconocido.

Sin saber dónde estaba, un signo de interrogación flotaba sobre mi cabeza. Después de varios segundos, recordé la situación en la que me había metido. En un alboroto, me desperté sólo para descubrir que debido al brazo envuelto ajustadamente a mi alrededor, no podía moverme.

Apolo dormía mientras todavía me apretaba entre sus brazos.

―¡¿Qué hora es?!

Estiré el brazo para comprobar la hora en el reloj de la mesa sólo para encontrar que las manecillas apuntaban a las 3:30 de la noche.

La fiesta de máscaras de anoche comenzó a partir de las seis de la tarde. Creo que mis últimos recuerdos de la noche fueron de alrededor de las 2 de la mañana.

Pensar en que habíamos empezado a hacerlo después de las ocho me daba dolor de cabeza. Con una virgen como pareja, ¿cuánto sexo planeaba tener este hombre? Sostuve mi cabeza en exasperación.

―¿Huh….?

La máscara que debería haber llevado no estaba. No recuerdo cuándo podría haberse caído.

Durante la posición final de vaquera, debería haberla traído… Me pregunto si se resbaló mientras estaba durmiendo. Era probable que mi rostro no hubiera sido visto. Alcanzando la máscara cercana, volví a fijarla. Tuve que darme prisa para volver. Me sentí mal por Marianne que me había ayudado finalmente con este plan.

Apolo parecía estar profundamente dormido. Aunque me moviera, no parecía que se despertara.

Sintiéndome aliviada, cuidadosamente retire su brazo de mi cuerpo.

―Nnn.

En cuanto lo quité, extendió la mano para agarrar algo apresuradamente, empujé una almohada cerca de él en su lugar.

Después de abrazarla con fuerza, los labios de Apolo se curvaron hacia arriba con una expresión satisfecha. Su respiración se volvió estable.

―Haaaa.

Eso fue peligroso.

Será problemático si se despierta. Dejemos este lugar rápidamente.

Encontrando el vestido tirado al lado de la cama, me vestí rápidamente.

Debido a mis movimientos rápidos, una gran cantidad de líquido blanco salió del interior, dando lugar a una sensación extremadamente desagradable.

A pesar de mis sentimientos amargos, rápidamente me ocupe de él. Después de arreglar mi apariencia para verme por lo menos algo decente, silenciosamente salí de la habitación.

Al abrir la puerta, me di la vuelta y le dí una mirada de despedida. Su máscara de oro brillaba en la débil iluminación.

―Adios…

Había abierto mi boca para lanzar algunas palabras de despedida, pero me detuve.

No sabía qué decir.

Me preguntaba si debería decir “gracias por tomar mi virginidad.”

O, “usted entró a fondo e hizo lo que quiso, bastardo salvaje” mientras lo miro con desprecio. Mis sentimientos eran bastante complicados.

En cualquier caso, ya había logrado mi objetivo, así que pensé “bien, lo que sea” y sin decir nada, cerré la puerta.

La figura de él durmiendo felizmente, extrañamente se mantuvo en mis ojos aun cuando salí.

♦ ♦ ♦

―¡¡Lidiana-sama!! ¿¡Estás bien!?

Subí al carruaje y me dirigí a la mansión con prisa. Tan pronto como Marianne vio que había llegado, corrió hacia mí  a toda prisa.

―Lo siento. Hice que te preocupes.

Me sentía culpable de hacerla sentir ansiosa, me disculpé. Con una cara privada de sueño, ella sonrió y respondió: “Parece que estás bien.” Ese hombre se negó a dejarme ir después de la primera ronda y gracias a eso Marianne estaba preocupada.

Pensar en haber mentido a una niña tan dulce e incluso conseguir que ella colaborará con mi plan hizo que me doliera el corazón.

Me disculpé con Marianne una vez más, y mentí de nuevo diciéndole que no pasó nada.

Entonces, como había planeado, me quedé con Marianne hasta justo antes del mediodía antes de regresar a mi propiedad.

Volviendo a mi mansión, me alegré enormemente de haber podido llevar a cabo todo de acuerdo a mi plan.

Papá había ido al castillo y todavía no había regresado.

Probablemente regresaría antes de la hora de la cena, por lo que hasta entonces me prepare para la batalla.

Debía decirle que ya no era virgen, por lo tanto, mi matrimonio con el príncipe heredero sería imposible.

Si me preguntara acerca que quién era mi pareja, diría que su rostro había sido cubierto con una máscara por lo que no sería capaz de responder.

Padre tampoco pensaría en causarme una vergüenza innecesaria, probablemente.

Después de anular rápidamente el compromiso, espero que la próxima vez me traiga una propuesta más adecuada.

Una idea tan buena, ¿por qué no lo había pensado antes?

Me emocioné al pensar en mi futuro sin el príncipe heredero.

Ese “Príncipe Heredero” bien podría ir a comer mierda. Tal cosa insulsa, denselo a alguien que lo quiera.

Quiero casarme con alguien que me amaría a mí y sólo a mí.

Me niego absolutamente a ser sólo una mujer entre tantas, y odiaría una vida donde estaría obligada por el deber e incapaz de moverme como yo quiero. No había premio de plata para mi, para que me case con el príncipe heredero.

Pensando que después de largos años finalmente me liberaría de esta agonía, una profunda emoción llenó mi corazón.

Mientras brillaba con satisfacción propia, oí los sonidos de sirvientes moviéndose.

―¿Padre? ¿Ha regresado ya?

Susurrando eso a mí misma, lo nege. No, era demasiado pronto.

Pero, después de que la puerta se abrió ruidosamente, la voz que me llamaba era sin duda la de mi Padre.

―¡¡Lidi!! ¡¡Lidi!!

Mientras yo tenía preguntas sobre la voz inusualmente urgente de mi padre, pensé que debía recibirlo y aliviar mi preocupación más tarde.

Descendiendo la gran escalera en el centro, me acerqué a mi padre en el pasillo de entrada.

―Bienvenido a casa, padre. Parece que has regresado bastante temprano. ¿Ha pasado algo?

Di mi saludos, repitiendo la tipica linea que me enseñaron.

Cuando levanté la cara, me encontré con los ojos de una persona detrás de mi padre, que estaba inesperadamente rígido.

Tenía el pelo dorado medio largo con ondas sueltas y ojos turquesas alargados. Sus facciones estaban bien juntas y poseía un aspecto asombrosamente elegante capaz de encantar a cualquiera.

Al verme, su rostro se iluminó con una sonrisa alegre.

En contraste, mi cara se endureció. Me di cuenta de que mi sonrisa se había congelado junto con ella.

¿Por qué en este tipo de lugar…

A pesar de que nunca lo había conocido, con sólo sus rasgos definitorios cualquiera sería capaz de reconocerlo. Las características especiales de los varones de la familia real Wilhelm eran el pelo rubio y los ojos azules. Él era…..

―Lidi, porque quería conocerte, Su Alteza el Príncipe Heredero se dirigió expresamente a mi residencia.

Mi Padre me informó con su rostro iluminado de alegría.

Honestamente, quiero escapar inmediatamente de aquí.

Justo cuando quería romper el compromiso, ¿por qué se volvió de esta manera?

¡No quiero ser princesa! – Capítulo 5: Su dolor


Un silencio incomodo llenó la habitación.

Olvidándonos sobre el estado actual de las cosas, ambos interrumpimos los movimientos.

¿Las circunstancias actuales? continuamos donde estábamos en un estado prácticamente desnudos con su dedo todavía en “ese lugar”. Seguí leyendo “¡No quiero ser princesa! – Capítulo 5: Su dolor”

¡No quiero ser princesa! – Capítulo 4: Su primera vez


Me guió a una habitación de huéspedes preparada para los asistentes a la fiesta.

Aunque era sólo una habitación de invitados, debido a que es un lugar que los nobles usarían, todavía estaba finamente preparado incluyendo algunos muebles. Después de entrar en la habitación y confirmar esas cosas, me sentí aliviada.

Para mi primera experiencia, quiero abstenerme de usar una habitación sólo por el bien de hacerlo si es posible. Aunque tuve experiencia en mi vida pasada, esta sería mi primera experiencia sexual en mi vida actual. ¿Qué hay de malo en querer soñar un poco? Seguí leyendo “¡No quiero ser princesa! – Capítulo 4: Su primera vez”

¡No quiero ser princesa! – Capítulo 2: Su plan


—Lidiana von Vivouare.

Ese es mi nombre.

De manera inexplicable poseo los recuerdos de mi antigua vida.

Recordé a una edad temprana. Sucedió espontáneamente, pero acepte el hecho de que nací y fui criada en un país llamado Japón, y había sido una mujer adulta común y corriente. Seguí leyendo “¡No quiero ser princesa! – Capítulo 2: Su plan”

Legendaria esposa – Capítulo 109: Caldero dorado esclarecido.


Los interesados ​​en las cinco botellas de píldoras mágicas no son sólo las personas en el primer piso. También hay algunas personas de los asientos de invitados distinguidos en el segundo piso que tienen algún interés. En el extremo, las cinco botellas de píldoras mágicas son ganadas por Mu Yao de la secta de XiaoYao en el precio de doscientos cincuenta mil. Seguí leyendo “Legendaria esposa – Capítulo 109: Caldero dorado esclarecido.”

Legendaria esposa – Capítulo 108 Subasta (I)


En el camino a la casa de subastas Seven Stars, You XiaoMo también compra mucha comida.

Después de la demora en el camino, finalmente llegan a la casa de subastas antes del inicio. Cuando vuelven a aparecer a la entrada de la casa de subastas, la entrada que no tuvo mucha gente ayer, de repente está completamente atascada. También hay mucho ruido caótico, extremadamente animado. Seguí leyendo “Legendaria esposa – Capítulo 108 Subasta (I)”

Legendaria esposa – Capítulo 107: Tomando una pequeña ventaja.


—¿A los invitados les gustaría quedarse por la noche o cenar?

El gerente que sólo estaba liquidando cuentas en el mostrador inmediatamente pone una sonrisa cuando ve a XiaoMo y Ling Xiao caminando desde fuera.

You XiaoMo dice que es lo primero y el gerente muestra una cara de disculpa, —Mis dos invitados, lo siento, pero hoy en día la torre de Sevens Stars sólo está aceptando a los que van a participar en la subasta. Si no van a participar en la subasta, solo pueden buscar otro hotel, lo siento mucho. Seguí leyendo “Legendaria esposa – Capítulo 107: Tomando una pequeña ventaja.”

Legendaria esposa – Capítulo 106: Una suma enorme


—No es importante quien los refinó. ¿El taller central de la píldora mágica va a aceptarlos o no?

You XiaoMo está a punto de responder cuando Ling Xiao extiende su mano delante de él y lo detiene. Levanta la vista para verlo tranquilamente mirando al anciano con los ojos entrecerrados, la expresión algo aguda, como si quisiera mirar a través de la piel del anciano. Seguí leyendo “Legendaria esposa – Capítulo 106: Una suma enorme”

Dicen que nací hija de un rey – Capítulo 2: Un extraño, un extraño mundo y mis más extraños hermanos mayores


Alrededor de tres días han pasado desde la primera vez que oí esa voz. He pasado estos días acostada en algo que supuse que era una cuna. Todos mis esfuerzos por hablar surgían como lamentos. Así que paré de intentarlo. Eso causó que la gente a mi alrededor se preocupara, preguntándose si necesitaba un doctor. Para satisfacerlos, me aseguré de llorar de vez en cuando.

Llegué a conocerme. ¡He renacido como un bebé! Seguí leyendo “Dicen que nací hija de un rey – Capítulo 2: Un extraño, un extraño mundo y mis más extraños hermanos mayores”

Dicen que nací hija de un rey – Capítulo 1: Asesinato


Durante la escuela secundaria y la preparatoria, fui excluida… No era nada demasiado serio porque no me acosaban ni me golpeaban, no me hacían nada. Aun así, era rechazada por los demás. A esa edad no era consciente de la razón, puesto que lo hice bien en la escuela y tenía un temperamento amigable. Descubrí el motivo demasiado tarde, cuando era una estudiante de segundo año de la universidad, solo porque escuché por casualidad a un grupo de chicas hablando. Seguí leyendo “Dicen que nací hija de un rey – Capítulo 1: Asesinato”

error: Contenido protegido