Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
—Odio tanto a esa mujer, hermana. Es como un zorro malvado —dijo Martina, con amargura.
Martina debe odiar mucho a Dorothea si se refiere a ella como “esa mujer”. En mi vida anterior era hija única, así que me alegra tener una hermana menor. Es incluso mejor que ella odie a Dorothea tanto como yo. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 5: Hermana, no socialices con esa mujer”
Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
Odelette respondió con un leve sonrojo en su rostro.
—Me…me gusta el Príncipe Heredero —dijo, y las damas en la mesa emitieron chillidos de alegría.
— ¡Eso es increíble, Lady Odette! Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 4: Ese es tu papel, no el mío”
Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
Vertí té caliente en la taza vacía sobre la mesa. Aunque no me gustan las reuniones sociales, interactuar con los demás no es tan malo, por lo que, me uní a la conversación de la manera más natural posible. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 3: También me gusta el príncipe heredero”
Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
Dorothea me dedico una mirada de sorpresa al escuchar mi pedido. Me miró como si estuviera loca.
Bueno, si se considera normal, para mí, el atar la cinta en su pecho, Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 2: Te pido que tengas cuidado”
Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
Mariestella Janice Le Bellefleur, nació como la hija mayor del conde Bellafleur en el año 525 del Imperio y, en el 547, ingresó al palacio como una dama de compañía de Lady Dorothea. En ese mismo año, recibió la pena de muerte al ser declarada culpable por intentar asesinar a la Princesa Heredera. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 1: Mariestella Janice La Bellefleur”
Autor: Musoh
Género: Histórico, Romance.
Estado: Pausada.
One-shot promocional: Querida “amiga”
Sinopsis:
¡No más miedos!
El personaje principal en la vida de Mariestella fue su mejor amiga, Dorothea.
Mariestella no era más que un personaje irrelevante que hacía el papel secundario, luchó y se sacrificó por la felicidad de su amiga, el pago por sus acciones, fue la traición.
Dorothea arrojó a Mariestella a su muerte para su propio beneficio.
—Somos amigas, Marie.
Fue Mariestella quien murió miserablemente.
—Así que concédeme este deseo, ¿quieres?
Mientras veía a Dorothea sacrificar a su “amiga”, juré que nunca tendría un final miserable como el de esa novela.
—No pareces la Mariestella que conozco. Es como si fueras una persona diferente.
—Decidí que ya no seré tu subordinada Dorothea.
No seré tan amable como Mariestella. Así que, esta vez, no sufriré, Dorothea. Seguí leyendo “Querida “amiga””