Barra de Progreso de la Muerte – Capítulo 32: Lo Olvidé

Traducido por BeeMiracle

Editado por Ayanami


Aturdido por el aluvión de preguntas, Shi Jin miró los documentos, miró la cara de Lian Jun e intentó recordar su proceso de pensamiento en ese momento. Finalmente, respondió débilmente:

—Lo olvidé…realmente, no quise ocultártelo…

Realmente, lo olvidó. Ese día, al principio, se centró por completo en la reunión de Chen Qing con Lian Jun, luego, debido a las tonterías de Shi Weichong, siguió preocupándose de si Lian Jun estaba enojado. No dijo nada sobre la lista cuando dio su informe porque no lo tenía en mente. No lo recordó hasta que estuvo acostado en la cama por la noche.

El análisis de la información resultó en que él tuvo fiebre y no pensó con claridad por varios días. Después de que mejoró, lo sucedido con el Pecoso Yuan ya había desaparecido de su mente: su atención se centró en descubrir si Shi Weichong y Xu Chuan estaban coludidos. Nunca consideró contarle a Lian Jun sobre la lista de clientes.

Acortando la historia, él simplemente…lo olvidó o, más bien, la idea de que esto era algo de lo que debería informar a Lian Jun nunca se le pasó por la cabeza.

Lian Jun miró su cara tonta y honesta, y aguantó en silencio por un tiempo, pero como se hizo evidente que el adolescente no iba a decir nada más, se enojó más y más.

—¿Te olvidaste? ¿Esa es toda tu explicación?

Frente a su furia, Shi Jin asintió con la cabeza.

Lian Jun movió su silla de ruedas con ganas de irse, pero después de un metro, de repente, se detuvo y miró a Shi Jin. Forzó su voz a suavizarse:

—El día que fuiste a reunirte con Shi Weichong, me dijiste que necesitabas hablar con él sobre un asunto familiar. ¿Este “asunto familiar” era tu sospecha de que estabas en la lista de objetivos de secuestro de Werewolf?

Shi Jin vio la cara del otro hombre ponerse blanca de ira y sintió un poco de pánico. Agarró el reposabrazos de la silla de ruedas y asintió tímidamente.

—Sí.

—¡Asunto familiar! Shi Jin, regresa y piensa en lo que hiciste. Cuando entiendas, ven a verme.

Lian Jun arrojó la mano de Shi Jin y se fue sin volverse.

La puerta del estudio se cerró de golpe.

Asustado por la rara muestra de mal genio de Lian Jun, Shi Jin miró la puerta en estado de shock.

Unos segundos más tarde, Gua Dos la abrió con cautela y se escabulló. Preguntó, bajando la voz:

—¿Cómo lograste hacer enojar a Jun-shao? Fue directamente al piso subterráneo.

Shi Jin estaba algo confundido: no entendía por qué este asunto hacía enojar tanto a Lian Jun. Solo podía sacudir la cabeza angustiado y decir:

—No sé…um, ¿por qué Jun-shao fue al piso subterráneo?

—Para practicar tiro. Cada vez que Jun-shao se enoja o está de mal humor, va al campo de tiro. Es su viejo hábito.

Respondió Gua Dos. Mirando la expresión aturdida de Shi Jin, dejó escapar un suspiro impotente y preguntó:

—¿De qué hablaste con Jun-shao?

Como un hombre ahogado agarrando pajitas, Shi Jin tomó el archivo y se acercó a Gua Dos. Aferrándose a él, describió todo el asunto en voz baja, terminando:

—Realmente lo olvidé, pero cuando dije esto, Jun-shao estaba aún más enojado. Me dijo que lo pensara y que fuera a verlo cuando lo entendiera.

Después de escuchar su explicación, Gua Dos dijo, frunciendo el ceño,

—Quizás, se deba a que te uniste tarde y no subiste desde el fondo de Annihilation, Shi Jin, a veces, te falta algo de conocimiento que es simplemente sentido común para nosotros. Tu error, esta vez, es que rompiste la regla fundamental del inframundo: ocultar información. Este es el tabú más grande en nuestra línea de trabajo. Puedes decir que no es un gran problema, este es un asunto privado y puedes ocuparte tú mismo, pero, aun así, deberías haberle dicho a Jun-shao. De lo contrario, si te metes en problemas algún día debido a esta lista, nos quedaríamos sin ideas y sin forma de ayudarte. Innumerables predecesores han derramado sangre para que se forme esta regla; si hay alguna indicación de que podrías estar en peligro, por cualquier motivo, informa a los superiores. Esto es tanto por tu propio bien como por el bien de todos, ¿entiendes?

Shi Jin realmente no lo había pensado de esta manera; las palabras de Gua Dos arrojaron una luz completamente diferente sobre el asunto. El asintió.

—Yo…sí, creo que entiendo.

Al verlo escuchar atentamente, Gua Dos se sintió satisfecho. Continuó:

—Además de ocultar información, cometiste otro error: buscaste ayuda de extraños y no se lo dijiste a Jun-shao.

—No busqué ayuda de extraños, solo quería comprobar la actitud de mi hermano mayor —protestó Shi Jin.

—Creo que no fue intencional. Jun-shao también debe haberlo visto, o no habría corrido al campo de tiro para desahogar su ira, sino que te habría echado para ser castigado. Aun así, a pesar de que no tenías la intención de buscar ayuda externa, así es como se ve a los ojos de otras personas. En nuestro mundo, cuando estamos en peligro o podemos enfrentar un peligro, la mejor manera de lidiar con eso es informarlo a la organización en lugar de tratar de hacer las cosas individualmente. Buscar ayuda de personas externas puede, potencialmente, explotar el asunto, complicando innecesariamente la situación. Bueno, esta vez, no te equivocaste demasiado, después de todo, la persona que involucraste era tu hermano. Lo que hiciste mal fue no decirle a Jun-shao de antemano…de todos modos, Jun-shao dijo que deberías pensarlo, y luego ir a buscarlo, es él quien te da una oportunidad. No deberías dejar que se escape.

Después de que Gua Dos terminó, contempló a Shi Jin por un momento, suspiró y se fue.

Shi Jin se dejó caer en el sofá y volvió a hojear el archivo.

—Xiao Si, ¿realmente he hecho esto de la manera incorrecta?

Xiao Si consoló, 【Simplemente, no tienes experiencia.】

No tiene nada que ver con la experiencia. —Shi Jin hizo una rápida introspección. Recordando sus pensamientos y las palabras de Gua Dos, dejó escapar un profundo suspiro. —Yo solo…no lo pensé.

Pero si considerara a Lian Jun un poco más, confiara en él un poco más, nunca olvidaría contarle sobre la lista de clientes. En el análisis final, simplemente, se olvidó de hacer esto. Aunque se preocupaba por la seguridad de Lian Jun y lo consideraba un patrozinador para abrazar, nunca le confió su propia seguridad a la otra parte.

Lian Jun siempre lo había considerado como un subordinado que debía ser cuidado y protegido, pero él nunca había considerado a Lian Jun como un jefe en el que podía confiar. Esta diferencia en sus puntos de vista fue la verdadera razón por la que “olvidó” contarle a Lian Jun sobre la lista.

Xiao Si se retorció nerviosamente, sin saber cómo consolarlo.

—Vamonos. 

Shi Jin guardó bruscamente el archivo y se levantó.

【¿Ir? ¿A dónde?】Xiao Si dejó de preocuparse.

—A pedir disculpas —respondió Shi Jin, suspirando. —Conoces la condición física de Darling. Se necesita mucha energía para lidiar con el retroceso del arma. Para colmo, cuando se fue, estaba tan enojado que su rostro se puso blanco; esto también es perjudicial para su cuerpo. Me temo que hará demasiado, y su salud se verá afectada, lo que significaría que mis esfuerzos en los últimos meses quedarán en nada.

El corazón de Xiao Si se congeló e instó a Shi Jin a darse prisa.

⧫ ⧫ ⧫

Por orden de Lian Jun, el campo de tiro fue vaciado de personas y cerrado. Shi Jin fue detenido en la sala de recepción y solo podía esperar frente a la puerta.

Unas horas más tarde, Lian Jun finalmente salió, luciendo como siempre. Su rostro volvió a su calma habitual y no tenía rastro de la furia anterior.

Shi Jin se apresuró a bloquear su camino.

—Jun-shao, entiendo lo que hice mal.

Lian Jun detuvo la silla de ruedas y lo miró. Su respuesta fue sucinta:

—Habla.

Al ver que no se negaba a hablar, Shi Jin dio un suspiro de alivio. Dijo apresuradamente que no debería haber ocultado información y buscó ayuda de extraños. Luego, se disculpó sinceramente y pidió un castigo.

Lian Jun guardó silencio por un momento. Mientras su dedo golpeaba lentamente el reposabrazos de la silla de ruedas, y preguntó:

—¿Gua Dos te explicó esto?

La expresión de Shi Jin se puso rígida. Miró a Lian Jun con cautela, y asintió.

—Pero, realmente, lo entiendo. Prestaré más atención en el futuro, absolutamente, no habrá una próxima vez.

Lian Jun todavía lo estaba mirando.

—¿Tienes algo más que decir?

Shi Jin decidió arriesgarse y sacudió la cabeza.

La cara de Lian Jun se hundió. Dio la vuelta a su silla de ruedas para volver al campo de tiro.

—¡No! Todavía tengo algo que decir, ¡no vuelvas allí! ¡Tu cara ya es blanca!

Shi Jin sostuvo la silla de ruedas de Lian Jun para detenerlo. Luego, miró audazmente a la muerte a los ojos y agarró la mano derecha del otro hombre para inspeccionarla. Al ver que, efectivamente, la palma estaba roja, no pudo evitar regañar.

—Estás enojado, bien, pero ¿por qué te torturas así? ¿No sabes que tu salud es precaria? El retroceso del arma es difícil de manejar, y has estado practicando durante tanto tiempo…

—¡Suficiente! —Lian Jun retiró la mano y dijo fríamente: —Regresa y continúa reflexionando sobre tus errores.

—Es hora de comer. Reflexionaré después de la cena. —Shi Jin no soltó la silla de ruedas de Lian Jun y la empujó hacia el ascensor, independientemente de la oposición de su propietario. Presionó el botón del sexto piso y dijo: —Primero, come. Puedes saltarte la sopa hoy.

Los labios de Lian Jun se apretaron.

—No tientes tu suerte, Shi Jin —gruñó.

—No lo estoy, simplemente, no he terminado de explicar. Hablemos mientras comemos. —Shi Jin, temeroso de que continuara haciéndose daño, calmó su voz y trató de calmarlo. —Estás enojado conmigo, entonces ¿por qué hacerte esto? Soy bastante fuerte y mi piel es gruesa, puedo soportar el abuso. Si estás enojado conmigo, solo dilo, no creo que pueda entender la razón por mí mismo. Tienes que decirme en qué debo reflexionar.

Lian Jun volvió la cabeza y se negó a hablar. Ni siquiera quería ver el reflejo de Shi Jin en el espejo del ascensor.

Shi Jin no siguió hablando. Se agachó para ayudar a Lian Jun a cubrirse las piernas con una manta, luego, cuando se abrió la puerta del ascensor, lo empujó y continuó haciéndolo todo el camino hasta el comedor. Tampoco se olvidó de llamar a la cocina para informarles que no tenían que servir sopa durante la cena de hoy.

Cuando llegaron, Shi Jin empujó a Lian Jun a su lugar habitual, sin embargo, en lugar de volver a su asiento habitual al otro lado de la mesa, se sentó a su lado. Mientras esperaban los platos, dijo sinceramente:

—No te enojes más, realmente, sé que estaba equivocado.

Lian Jun no lo miró, pero tampoco le impidió hablar.

Shi Jin suspiró. Arrastró su silla más cerca de Lian Jun, arregló su manta y dijo lentamente:

—Realmente, no quise esconderte esto. El día que regresé de la misión, me distrajo el asunto de Chen Qing y las tonterías de mis hermanos, y la lista de clientes de Werewolf se me olvidó. Más tarde, cuando lo recordé, comencé a tener fiebre. Estaba atontado todo el tiempo y lo olvidé de nuevo.

Lian Jun todavía no hablaba, pero su cabeza se volvió ligeramente hacia Shi Jin. Obviamente, él estaba escuchando.

Shi Jin se dio cuenta y continuó con entusiasmo:

—En cuanto a mi hermano mayor, no es que fuera a buscar ayuda externa, simplemente, quería confirmar si estaba involucrado.

Describió la posición de Xu Chuan y su estado como confidente familiar en ese momento, su suposición de que era Xu Chuan quien quería dañarlo, además de su sospecha de que Shi Weichong y Xu Chuan podrían haber colaborado. Explicó las cosas con gran detalle, pero mantuvo en secreto el asunto de Xiao Si copiando la información, solo diciendo que dedujo el nombre de Xu Chuan de algunas pistas y conversaciones que escuchó durante la misión.

—Sabes que solía sospechar que mi hermano mayor quería matarme. A pesar de que nuestra relación mejoró después de resolver algunos malentendidos, tenía miedo de que fuera solo una ilusión, así que quería probar su actitud. Mi intención era asegurarme de que mi hermano y Xu Chuan no estuvieran trabajando juntos, no pedirle ayuda a tus espaldas.

Lian Jun, finalmente, estaba dispuesto a mirar a Shi Jin. Aunque sus cejas todavía estaban juntas en un ceño fruncido, su voz se suavizó un poco.

—Si es así, ¿por qué no me lo dijiste después? Pasaron varios días desde que te recuperaste y fuiste a reunirte con Shi Weichong hasta que los funcionarios se pusieron en contacto conmigo. Durante ese tiempo, tuviste innumerables oportunidades para contarme. ¿Por qué no lo hiciste?

—Yo… —Shi Jin lo miró. Todo tipo de excusas pasaron por su mente, pero cuando se encontró con los ojos de Lian Jun, las palabras evasivas se le quedaron en la garganta. Agachó la cabeza, suspirando. —Debido a que es un asunto privado y no creía que fuera necesario decir nada…no pensé que debía avisarte.

Esta era una verdad fea y desagradable, sacada de las profundidades del corazón de Shi Jin: por dentro, no estaba dispuesto a confiar en Lian Jun en absoluto. Estaba demasiado acostumbrado a ser independiente; en su subconsciente, la idea de “puedes pedir ayuda cuando estás en problemas” no existía.

Debido a su posición, siempre fue él quien estaba ayudando a los demás. No estaba acostumbrado a buscar ayuda de otras personas.

Quizás, esto era algo de lo que ni siquiera Shi Jin estaba al tanto: se preocupaba por Lian Jun, pero no sentía que lo necesitaba.

Lian Jun no era estúpido, si acaso era demasiado astuto. Mientras miraba la cabeza de Shi Jin colgando, la sensación de congestión en el pecho que había tenido toda la tarde desapareció lentamente. Sus manos aflojaron su fuerte agarre en los reposabrazos de la silla de ruedas. Un largo momento después, se acercó a la mesa y, casualmente, se alejó de Shi Jin.

—Come.

Shi Jin levantó la cabeza y expresó, vacilante

—Jun-shao…

—Come. —Lian Jun lo interrumpió y recogió sus palillos. —Te ayudaré a vigilar el asunto de Xu Chuan, y encontrarás a Gua Dos para compensar las lagunas en tu conocimiento. No quiero que algo así suceda una segunda vez.

Shi Jin miró su perfil tranquilo y abrió la boca con ganas de hablar, pero la cerró de nuevo sin decir una palabra.

No sabía qué más decir; todo ya estaba claro, y era obvio que Lian Jun tenía la intención de dejar que lo pasado fuera pasado. Además, parecía que…el otro hombre ya no quería escucharlo.

El ambiente durante toda la cena fue moderado. Lian Jun parecía ya no estar enojado. Escuchó las instrucciones de Shi Jin durante la comida e incluso preguntó sobre Xu Chuan con mayor detalle, aparentemente, listo para ayudar a Shi Jin a investigar este asunto. Sin embargo, Shi Jin no pudo evitar sentir que la atmósfera era extraña. De alguna manera, su corazón se sentía mucho más pesado que cuando Lian Jun estaba visiblemente enojado.

♦ ♦ ♦

Pocos días después, gracias a la intervención de Lian Jun, la investigación del asunto de Xu Chuan comenzó a avanzar rápidamente.

Shi Jin no tenía idea de cómo lo hizo Lian Jun, pero, en realidad, logró abrir las bocas del jefe de Werewolf y sus dos ayudantes. De ellos, los investigadores obtuvieron la confirmación de que la persona que hizo un trato con Werewolf era de hecho Xu Chuan, así como sus requisitos detallados para el secuestro.

Desfiguración, corte de dedos, se permitió que mataran a la víctima, pero primero tenían que torturarla durante un período de tiempo suficiente: estas fueron las demandas de Xu Chuan, viciosas y crueles hasta el extremo.

Después de que Xiang Aoting escuchó los testimonios, estaba tan furioso que casi irrumpió en la habitación donde estaba Xu Chuan para golpearlo. Cuando fue detenido por la gente, su expresión se volvió demasiado aterradora para mirar.

Con las confesiones de los miembros de Werewolf en la mano, los interrogadores, finalmente, lograron obligar a Xu Chuan a hablar por primera vez desde que fue arrestado. La primera frase que salió de su boca fue:

—Quiero ver a Shi Weichong y Shi Jin.

Cuando Shi Weichong recibió la noticia sobre la solicitud de Xu Chuan, iba a negarse de inmediato, ya que no estaba dispuesto a dejar que Shi Jin sufriera la malicia del hombre. Sin embargo, Shi Jin insistió en ir, diciendo que quería hablar con Xu Chuan cara a cara.

Los hermanos fueron encerrados en un punto muerto hasta que Lian Jun lo rompió al tomar una decisión: Ve. Ya que Shi Jin quiere ir, déjalo.

Shi Weichong estaba enojado, pero tuvo que comprometerse: Lian Jun tenía sus propias formas de dejar que Shi Jin viera a Xu Chuan, por lo que su objeción era inútil de todos modos. Era mejor traer a Shi Jin con él, de esa manera, al menos, podría supervisar su reunión.

Cuando era conveniente para todos, Shi Weichong condujo al club para recoger a Shi Jin e ir a ver a Xu Chuan.

Antes de salir, Shi Jin encontró a Lian Jun y le aseguró que la reunión no debería llevar mucho tiempo, y que, definitivamente, regresaría antes de la cena.

Lian Jun no lo miró. De hecho, no se molestó en apartar los ojos del documento que estaba leyendo.

—Llama a Gua Uno si sucede algo. —Fue su única respuesta.

Shi Jin comenzó a hablar, pero se mordió la lengua. Se dio la vuelta y salió del estudio, sintiéndose abatido.

♦ ♦ ♦

Durante los últimos días, claramente, sintió el desprendimiento e indiferencia de Lian Jun. Aunque todavía comían juntos y pasaban el día en compañía del otro, el número de sus conversaciones disminuyó a prácticamente nada. Además, la actitud de Lian Jun se volvió fría, mucho menos viva que antes.

Como si esto no fuera lo suficientemente malo, Lian Jun volvió a ser quisquilloso y su tez se veía cada vez peor. Día a día, estaba perdiendo el peso que había ganado en los últimos meses.

Shi Jin suspiró, extremadamente preocupado.

Ya era la tercera vez que suspiraba desde que entró en el auto. Finalmente, Shi Weichong no pudo resistirse a preguntar:

—¿Qué pasa? Tienes dieciocho años, pero suspiras más que un viejo. ¿Te preocupa la reunión con Xu Chuan?

Shi Jin volvió a sí mismo y lo miró, luego, sacudió la cabeza.

—No…estoy preocupado por Lian Jun. Se ha vuelto demasiado delgado recientemente.

La cara de Shi Weichong se puso oscura y dejó de hablar. Aunque la última vez Shi Jin juró que lo que sentía por Lian Jun era solo adoración, su comportamiento actual hacía que la gente pensara lo contrario.

Parecía que el cambio de conversación de Shi Jin se dio vuelta porque comenzó a murmurar:

—Siempre siento que Lian Jun todavía está enojado, pero se niega a decir nada, así que no tengo idea de qué hacer. Casi deja de comer también. Solía ​​comer algunos bocados más cuando le insistía, pero ahora, se va de inmediato cuando digo algo, como si prefiriera pasar hambre. No le importa en absoluto su cuerpo.

Mientras escuchaba los gruñidos de Shi Jin, Shi Weichong sintió una sensación de asfixia en el pecho que le dificultaba la respiración. Él espetó:

—Es un adulto, es su propio negocio si come o no. ¿Por qué te preocupas por esto? Estás viviendo en su casa para “estudiar”, no para cuidarlo.

—¿Cómo no puedo preocuparme? Me esforcé mucho para que engordara un poco, un bocado a la vez. No fue fácil en absoluto. —Shi Jin estaba deprimido. Se desplomó en su asiento, suspirando por cuarta vez, y murmuró: —Si tan solo pudiera darle un poco de carne de mi cuerpo…

Las venas de la frente de Shi Weichong se hincharon tanto que parecían estallar. Abruptamente, pisó los frenos y se detuvo al costado del camino, luego, se giró para mirar a Shi Jin.

El adolescente se estremeció, intimidado.

—¿Qué sucede, hermano mayor? No te enojes conmigo también, no…no podré lidiar con eso —tartamudeó.

—¡Te serviría bien! —Shi Weichong reinició el auto. Esta conversación lo estaba enojando, así que cambió de tema: —¿Cuáles son tus planes para el día de Año Nuevo? Viene pronto.

¿Año Nuevo?

Desconcertado, Shi Jin miró por la ventanilla del automóvil. Las entradas de algunos de los edificios ya estaban decoradas con personajes Fú[1] en forma de diamante rojo y linternas rojas; de hecho, el Año Nuevo estaba casi aquí. No pudo evitar suspirar nuevamente; este año, no podría comer las albóndigas con su familia ni intercambiar los deseos y las bendiciones de Año Nuevo con sus colegas.

Shi Weichong tuvo dolor de cabeza cuando lo escuchó suspirar. No pudo evitar acercarse y golpear la cabeza del adolescente.

—Ah. —La cabeza de Shi Jin golpeó la ventana del auto. Se giró y frunció el ceño a Shi Weichong. —¿Por qué me golpeaste?

—Para despertarte.

Espetó Shi Weichong, pero al ver la expresión ofendida de Shi Jin, perdió la voluntad de regañarlo aún más. Simplemente, dejó de hablar con él para que su hermano menor no lo agravara hasta la muerte.

♦ ♦ ♦

El lugar donde estaba detenido Xu Chuan se encuentra relativamente oculto: era un centro de detención encubierto, desconocido para el público. Después de todo, no solo era un abogado de renombre, sino que además tenía vínculos con la organización criminal Werewolf, por lo que tenía que ser manejado con cuidado.

Para cuando llegaron Shi Weichong y Shi Jin, Xiang Aoting ya estaba allí. Estaba hablando con los oficiales de policía encargados de interrogar a Xu Chuan.

—Cuarto hermano —gritó Shi Jin cuando entró en la habitación.

Xiang Aoting detuvo su conversación y se acercó a él.

—¿Estás realmente seguro de que quieres reunirte con Xu Chuan?

Shi Jin asintió con la cabeza.

—Sí. Quiero saber por qué quería hacerme daño.

—Gran Hermano puede preguntarle esto por ti.

Xiang Aoting no estuvo de acuerdo con la decisión de Shi Jin y lo instó a pensarlo, pero no pudo convencerlo de cambiar de opinión. Al ver que su persuasión fallaba, miró a Shi Weichong de pie al lado del adolescente.

—No te preocupes, lo vigilaré. —Aplacó Shi Weichong.

Indefenso, Xiang Aoting no tuvo más remedio que darse la vuelta y notificar a los agentes de policía que dejaran entrar a los dos hombres en la sala de interrogatorios.

Xu Chuan escuchó la puerta abrirse, pero no se movió hasta que Shi Weichong y Shi Jin se sentaron al otro lado de la mesa. Sólo entonces, levantó la cabeza, como si sintiera algo. Shi Weichong estaba sentado frente a él, así que lo vio primero, pero era obvio que no estaba interesado en él. Sus ojos se alejaron rápidamente y descansaron en Shi Jin.

Entonces, se congeló.

Shi Jin también lo miró. Observando cuidadosamente su expresión, tomó la iniciativa y preguntó:

—¿Por qué quieres matarme?

La mirada en el rostro de Xu Chuan se volvió extraña. Lentamente, se enderezó y se inclinó hacia Shi Jin, examinando su apariencia. Incluso extendió las manos, tratando de tocar la cara del joven.

—¡¿Qué crees que estás haciendo?! —Shi Weichong alejó las manos de un golpe.

Era como si Xu Chuan despertara de un sueño. Miró a Shi Weichong, luego a Shi Jin y, de repente, se rió a carcajadas.

—¡Ridículo! ¿Ustedes dos sentados aquí amablemente, como buenos hermanos? ¡Qué gran broma! No tengo nada que decirte; el ganador es el rey, el perdedor es el villano. La persona detrás de mí es Xu Tianhua, el ex vicepresidente de Ruixing. Durante mucho tiempo había visto a Shi Xingrui como una monstruosidad. Después de enterarse de que le dejó todas sus acciones a Shi Jin, se le ocurrió el plan para matarlo o mutilarlo, para después aprovechar esta oportunidad para tomar el control de Ruixing. Pero qué lástima: todavía no había tenido tiempo de llevar a cabo sus planes cuando usted, Shi Weichong, apareció como una caja de sorpresas y arruinó los planes.


[1] El carácter fú (福) predomina como decoración en la Fiesta de año nuevo chino y se ve en cada puerta gracias a lo que representa. Este concepto, que significa suerte, fortuna o felicidad, es un elemento fundamental entre los símbolos de esta festividad

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