Crié a un dragón negro – Capítulo 12: ¿Se queda el invitado?

Traducido por Den

Editado por Nemoné


— ¿Cómo rompiste el hechizo?

La magia de Eleonora nunca se rompía a menos que ella misma la rompiera. Desconcertada, vislumbró la daga a la que Leonard dio la vuelta con la otra mano. La pequeña inscripción mágica escrita en el extremo de su bolso parecía llevar otros objetos mágicos además del revólver.

—No te he visto en mucho tiempo, y debes haberme subestimado.

—Oh, sí…

Mientras la bruja pretendía estar confundida, Leonard dio golpecitos en la mesa con indiferencia.

— ¿Qué estás haciendo? Si estás despierta, me sentaré y te contaré una historia.

El investigador la miró, esperando, ya que no había respondido.

— ¿Te bañaste?

— ¿Qué? Oh, sí…

Sus ojos inconscientemente ojearon a Noah.

Al darse cuenta, tosió para ocultar su vergüenza. Luego, volviendo la mirada hacia su cuaderno, dijo firmemente:

—Oh, sí, por favor, sube ahora mismo. Te daré un poco de tiempo para vestirte.

Solo entonces se dio cuenta de que acababa de salir de la ducha. Su cabello largo goteaba espuma, mojando el suelo, y la bata no estaba bien atada.

Eh. La bruja se encogió de hombros ante la reacción del investigador. Sin duda era una mujer atractiva y objetivamente, se sentiría atraído por ella. Sin embargo, ni siquiera la miraba como a una mujer.

Bueno, era un hombre que no se interesaba por las mujeres.

Su rival no respondió nada más, así que la vergüenza de Noah disminuyó rápidamente, y la ira tomó su lugar.

Solo tomemos un laaaargo baño. 

—Entonces espera. Voy a darme uno.

Kyle no respondió. Un revólver negro golpeó la mesa.

— ¡En ese caso, me bañaré lo más rápido posible! —Noah se fue sin decir nada más y subió rápidamente las escaleras. ¡Ni siquiera me ve como una humana! ¿No debería ser él el criminal? ¡Ese bastardo de sangre fría! 

Después de diez minutos, Noah terminó y bajó las escaleras, donde Kyle Leonard estaba de pie en medio del salón, de brazos cruzados y las cejas fruncidas.

— ¿Qué estás haciendo allí?

—Necesitas limpiar.

— ¿Qué? —Inclinó la cabeza hacia un lado ante el comentario inesperado.

¿De qué está hablando? Pero pronto se dio cuenta. Ah, sí. Kyle Leonard odiaba el desorden. Pero, por supuesto, nunca he sentido la necesidad de satisfacer sus gustos. 

Noah se dejó caer en la silla frente a la mesa.

—Sí. Algún día lo haré. Limpiar.

Disgustado, Leonard le dirigió una mirada seria a la bruja. Sin embargo, Noah sólo pensó en escapar de su circunstancia actual.

Eleonora Asil fue sorprendida intentando abandonar a “su” hijo, lo cual no es gran cosa. Pero, es otra historia cuando recibió la impronta del dragón y aún así intentó abandonarlo, ese es un gran problema.

Kyle Leonard se sentó frente a Noah y soltó un leve suspiro. Lo miró.

—Entonces, ¿qué se supone que deba hacer?

Recibió su respuesta casi al instante.

—Puedes escribir una declaración. Una sobre los problemas de ese abandono infantil, y un capítulo sobre la desaparición del huevo del dragón. Dos en total.

—No estoy involucrada de ninguna manera con la desaparición del huevo del dragón. Sólo lo recogí porque lo confundí con un huevo normal.

—Eso es lo que la dama siempre dice.

Noah lo fulminó con la mirada y garabateó en una hoja de papel, solo una declaración. Escribió: 『Simplemente soy la tutora temporal de ese niño, y solo estaba tratando de enviarlo a la capital, donde está su madre, a través de un conocido, ¡no tiene nada que ver con abandono infantil!

—No hice nada malo.

—Sí, por ahora… Solo digamos que ese sigue siendo el caso.

¿Qué? ¿Eso es? Noah lo miró con ojos ansiosos. De la nada, Kyle Leonard se quitó la chaqueta del uniforme. ¿Por qué te quitas la ropa? 

—Si no me sigues, no tendré más remedio que quedarme contigo.

— ¿Qué? —Noah confirmó dos veces lo que acababa de escuchar—. No creo haberle escuchado correctamente, Sir Leonard. ¿Podría decirlo otra vez?

—He venido hasta aquí buscándote bajo las órdenes de Su Majestad, y la orden que recibí de Su Majestad es investigarte, la principal sospechosa de la desaparición del huevo del dragón. Además, me dieron un permiso y una orden judicial.

— ¿Qué pasa si no coopero?

—Sabía que dirías eso —Kyle sonrió con desprecio y le entregó a Noah otro papel que había dejado en su escritorio.

—Hace exactamente dos años y 354 días, la dama presentó una carta de disculpa y prometió cooperar. Eleonora Asil debería hacer todo lo posible para cooperar con la investigación si el Departamento de Investigación ha escrito su nombre en la lista de sospechosos.

— ¿Qué pasa si me niego?

—Lo escribió usted misma: 『Si me niego a cooperar, devolveré todos mis bienes a la sociedad, y permaneceré leal al Emperador hasta mi muerte como funcionaria en el Ministerio de Magia.

—…

— ¿Señorita Eleonora tiene algo más que decir?

Noah se quedó sin palabras. Mientras leía la carta de disculpa de ella misma, no podía poner ninguna excusa. Caminando hacia Kyle Leonard, solo pudo decir:

—Bueno, primero vamos a limpiar.

— ¿Qué?

¿Qué?

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