Crié a un dragón negro – Capítulo 14: ¿De qué está hablando?

Traducido por Den

Editado por Nemoné


Después de que el doctor se marchara dejando un poco de medicina, Park Noah cargó al niño e intentó retirarse a su habitación donde sólo estarían los dos, para poder hablar sin interrupciones y averiguar qué sucedía.

Sospechaba que el proceso de impronta ya estaba avanzando. De lo contrario, la humanización del dragón no puede ser posible. ¡Pero nunca pensé que crecería conmigo como daño colateral!

— ¿A dónde vas? Ven aquí y siéntate.

Sin embargo, el intento de Noah fracasó miserablemente cuando sintió un brazo agarrar su bata y arrastrarla hasta su silla.

Oh, Dios.

Noah vio a Leonard, quien colocó al niño en su silla  infantil, y su expresión extraña.

Kyle Leonard es un investigador de mente bruta. En su cabeza, probablemente tiene un perfil completo titulado “Eleonora Asil”. ¿Habrá una frase adicional que diga: “La culpable tras la desaparición del huevo de Sorrent”? 

Leonard le devolvió la mirada como si sintiera sus ojos, y le preguntó inesperadamente:

— ¿Has desayunado?

—Uh… No suelo desayunar.

—Realmente eres un fenómeno —Leonard chasqueó la lengua—. No uses magia por el momento. Pero dudo que alguna vez me escuches.

—No te preocupes. Estoy escuchando con ambos oídos —replicó, rodando los ojos.

—Eso es un alivio.

—Sí…

—Sé que, como la mayoría de los magos, extraes y procesas el maná de la naturaleza, no el maná del cuerpo. Pero si usas magia de esa forma, deberías contenerte de cualquier manera.

Asintió lentamente. De todos modos, ni siquiera puedo usar magia. 

—Realmente no tienes que preocuparte por eso.

—Entonces solo queda un problema.

Una vez más, miraron al niño de cabello negro rizado al mismo tiempo.

—Ese niño, ¿quién es? —preguntó Kyle con voz seria.

Noah soltó un risa nerviosa, evitando la penetrante mirada del investigador.

—Un niño de tres años… Un día, de repente cayó del cielo…

— ¿Estás segura de que cayó del cielo? —se burló.

Ni siquiera yo me creo la mentira que acabo de inventar. Park Noah se frotó sus ojos cansados. De alguna manera, su mejilla izquierda estaba caliente. Miró a su izquierda y vio que el niño, sentado en silencio en su silla, miraba a Leonard.

Uh… Creo que acabo de sentir algo caliente viniendo de este lado. Puedo oler un poco de humo. 

— ¿Podrías abrir las manos? —preguntó.

El niño que estaba mirando fijamente al investigador desvió su mirada hacia Park Noah, con ojos hoscos. Estiró los brazos. Sorprendentemente, no había ninguna llama. Noah las apartó. Quizás sólo estoy sintiendo cosas extrañas debido a mi cuerpo. Me estoy volviendo débil. 

Un poco más tarde, Kyle Leonard dijo vacilante:

—Sí… Entonces, pretendamos que cayó del cielo.

— ¿Qué?

—Pensar en abandonar al niño… No lo creo. Sí, ya veo —Leonard balbuceó, como si estuviera teniendo una crisis interna. Luego, miró al niño a la cara intensamente.

¿Ese hombre tiene que poner una cara tan sombría frente al niño? Noah tomó al niño y lo colocó sobre su regazo.

El niño murmuró sombríamente en sus brazos.

—No es así… Lo siento… —susurró el niño, agachando la cabeza.

—Lo sé… No quisiste hacerlo —respiró hondo, acariciando los rizos oscuros del niño. ¿Hay algo malo con este niño? Si estás buscando a la persona equivocada, es mi culpa por recoger por error el huevo del dragón. ¿Qué debería hacer ahora? Si digo que lo enviaré de nuevo, causará problemas. No pudo llevarlo a ninguna parte en este momento. 

Sólo le quedaba una opción: llevar al niño a la capital y encontrarse con la heroína, Lenia, personalmente.

—Aunque sería bueno que cambiara de opinión y fuera con su madre legítima —murmuró Noah.

O, ¿quizás debería pensar en otra cosa…? 

Sus pensamientos llegaron a su fin cuando sintió la mirada feroz de Kyle Leonard. Observándolo, preguntó:

— ¿Qué sucede, Sir?

—Sé lo que estás pensando… Pero no puedo hacerlo. Podría acabar muriendo a esta edad.

— ¿Eh?

¿De qué está hablando?

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