Crié a un dragón negro – Capítulo 3: Un verdadero jefe

Traducido por Den

Editado por Nemoné


El bebé dragón ya estaba en su forma humana.

¿Qué significa esto? ¿El dragón ya me ha marcado? Eleonora se dio una palmada en la frente.

— ¡No…!

La bruja agarró su gorro de dormir y le gritó al niño que se aferraba a su pantorrilla.

— ¡No, no, no!

— ¡Buh!

Maldición. Al final, Eleonora abrazó al niño en sus brazos y lo alimentó con la botella de leche. Desesperada, intentó racionalizar la absurda situación.

En primer lugar, no tiene sentido dejar un huevo de dragón en la esquina de una calle. Sería más creíble que alguien lo hubiera dejado intencionalmente donde yo voy a menudo. Entonces, ¿quién? Nadie me conoce en este mundo, pero sé de algunos pocos que conocen a Eleonora, la verdadera dueña de este cuerpo. El problema es que no conozco a esas personas en persona. 

Dándose por vencida, intentó preguntarle al niño.

— ¿Oye, recuerdas quién te dejó en la calle?

— ¿Aboo?

—Sí, sé que estabas en el huevo. Pero eres un dragón. ¿Escuchaste algo sospechoso fuera del cascarón o algo así?

El niño de cabello negro rizado solo podía parpadear sus grande ojos rojos. Entonces, el niño se echó a reír, una risa tan inocente que lastimó el corazón de Eleonora. La frustración inmediatamente inundó su pecho.

—Te estás riendo ahora…

Eleonora no podría hacerse cargo del niño si quería seguir con su tranquila vida. El dragón es la mascota de la heroína y juega un papel importante en la novela.

En el Imperio Laurent, hay un huevo legendario que se transmite de generación en generación. El huevo del dragón queda como una muestra de la amistad de Wyrm Lizard, quien ayudó al rey fundador de Laurent a construir un imperio. Y el huevo, que ni siquiera había mostrado signos de eclosionar durante más de mil años, es roto por la heroína que visitó el Mar Amarillo al dejarlo caer accidentalmente. Entonces sería la primera vez en 500 años que un dragón nacía.

Naturalmente, la atención de todo el mundo se centra en a quien el niño tomará como su dueño y hubo muchos candidatos que eran dignos. Sin embargo, no fue la Familia Real la que el dragón marcó como su dueño, sino la heroína, Lenia. Era normal, por supuesto. El dragón reconoce al ser humano que entró en contacto con él cuando se acerca el período de incubación.

Entonces, Lenia tomó al niño bajo su tutela y recibió la atención.

Con una gran cantidad de personas apoyándola en todo el continente, la heroína, que era la hija de una condesa sin poder, se pone a la par de algunos de los hombres más poderosos del continente. Al mismo tiempo, Eleonora, la bruja malvada que persigue al dragón, les causó estragos, lo que naturalmente llevó a estos hombres a formar alianzas con la heroína.

Esa era la trama original. ¿No es maravilloso?

Desafortunadamente, la Eleonora actual no tenía ni la mínima intención de involucrarse en el curso de la novela. Incluso se estremece ante la idea de estar bajo un foco tan brillante.

—Es suficiente con morir por una montaña de trabajo —murmuró.

Me niego a negociar mi tranquilidad con la muerte por un dragón. Además, el querido huevo que habían estado esperando a que eclosionara en el palacio ya ha desaparecido, así que la capital debe estar en completo caos. Solo un idiota aceptaría voluntariamente la muerte con los brazos abiertos. 

Eleonora miró al niño en sus brazos, que estaba bebiendo leche.

El proceso final de marca es dar un nombre. Afortunadamente, todavía no ha nombrado a este dragón, y tampoco le había dado un nombre. Si es así, la marca aún no estará completa. Todavía hay una oportunidad.

—Uh…

El niño se quitó la botella de la boca para ver si había bebido suficiente leche. Incluso eruptó un poco después de que vacilara en darle palmaditas en la espalda. Los oscuros ojos rojos parpadearon lentamente y el niño comenzó a dormitar con su rostro enterrado en sus brazos.

—…

De alguna manera, Eleonora se siente culpable en su corazón.

Suspiró.

—No te estoy abandonando, bebé. Solo trato de llevarte con tu madre.

Serás más feliz con tu madre predestinada que vivir con una bruja despreocupada y perezosa como yo.

Entonces, Eleonora salió de la casa en silencio con el niño en brazos.

♦ ♦ ♦

En Sorrent, a millas al sur de la capital Tezeba, fue hace solo unas horas que un hombre llegó a una aldea rural con escarpados acantilados costeros al sur, densos bosques al este y lagos de hadas al oeste.

—Soy un investigador de Tezeba.

— ¡Eh!

El jefe de las fuerzas de seguridad de Sorrent, que se estaba quedando dormido, de repente se puso de pie. A pesar de su estupor atontado, todavía podía pensar con coherencia. Tezeba, esa es la capital de Laurent.

— ¿Tezeba? ¿A dónde pertenece?

—Azet.

El primer distrito de Tezeba, la capital, era una zona densamente poblada por mansiones aristocráticas de rango alto, incluyendo al gran emperador del Imperio Laurent. ¡No hay ningún detective en esos lugares! El jefe de policía buscó sus anteojos en el escritorio.

El hombre, con sus botas oscuras y su cabello negro, miró inexpresivo al agente nervioso, con los brazos cruzados. Su figura recordaba a un elegante leopardo negro. El jefe de policía volvió a mirar brevemente al hombre; su aura no era la de un criminal.

—Muy bien, ¿su posición…?

—Soy el jefe del departamento de seguridad de investigación.

— ¿Ah? —Sin embargo, el jefe de policía pensó que estaba bromeando. Finalmente, encontró sus lentes. Y tan pronto como revisó al hombre frente a él, chilló—. ¡Qué! ¿Sir Leonard?

Ojos morados, broche dorado en el pecho izquierdo de un uniforme negro y una pistolera de cuero en un cinturón que definitivamente contenía un revólver, sólo la descripción era suficiente.

¡No es una broma sino un verdadero jefe!

2 respuestas a “Crié a un dragón negro – Capítulo 3: Un verdadero jefe”

  1. Wow! De pronto va a integrarse alguien más!!! Yaaaay! A propósito, han leído “El vestido de Julieta”? (No?) esta interesante…. Es más, la están traduciendo? No le he visto por acá owo

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