Decidí crear muñecas – Capítulo 33

Traducido por Gatonegro

Editado por Ayanami


Maniobré descuidadamente mi espada, y corte uno tras otro los hilos de las marionetas.

Setenta, setenta y uno, setenta y dos…

<<Aún no, todavía no es suficiente>>

Pronto, una montaña de marionetas descompuestas terminó rodeándome.  Es una vaga estimación, pero podría decir que el número de cuerpos amontonados supera los doscientos. Se necesitaba un número considerable para igualarlo.

Ochenta y tres, ochenta y cuatro, ochenta y cinco…

Poco a poco, mi visión fue poniéndose borrosa. Empezaba a entrar en la zona de peligro. Quería alcanzar la cifra de cien, pero, ahora, es un buen momento para detenerse. No quería pasar mi límite y perder la conciencia. Porque no era más que el comienzo del contraataque.

Noventa.

Desactive la magia y volví del mundo supersónico.

Todos mis músculos deben haberse desgarrado debido a la intensidad de los movimientos. Ni siquiera podía estar de pie. Si no bloqueara el dolor, podría haberme desmayado. Me desplomé. Lo que me recibió no fue la cálida tierra de un día de verano, sino unos fríos brazos.

—Perdone la tardanza, Mi Lady.

Era algo difícil de oír, con una forma peculiar de hablar mezclando palabras arcaicas. No era muy diferente de lo que escuche hace dos años atrás. “Él” vestia un abrigo negro bajo la sombra de un arbol hecho a medida de la antigua Dinastía Viole. Con cuidado, me depositó en el suelo.

—¿Por qué estás aquí?

¿Acaso no había decidido no reunirnos hasta que haya conseguido su título de caballero?

—Es una solicitud de tu padre. Él afirma que “es extrañamente antinatural para ella quedarse tanto tiempo en el Imperio. Te encomiendo a mi hija”.

Cristoff Deugene. Mejor conocido como el Conde Errante. La palidez de su rostro no ha cambiado.

<<Alty, ¿hiciste a este tipo bueno para nada tu subordinado, no es así?>>

Weiss temblaba en mi mano.

<<¿Conoces al conde?>>

<<No es una asociación tan poco profunda. Este amigo, como verás, es un gran ladrón que fue más listo que el magnífico YO y logró arrebatar mi “brazo”.>>

Ya veo.

El conde podía usar magia de hielo, la cual, era inusual para un conde, pero parece que, en su origen, fue algo de Weiss.

—Hmm. Es una presencia bastante nostálgica la de esa espada. No obstante, dejemos los recuerdos para más tarde. Si nuestro oponente es la Piedra Filosofal, mi magia antigua será de utilidad… Ahora bien, sean mis testigos.

Y así, el conde comenzó un aria. Inmutable, desde hace dos años, era una voz sonora y hermosa, hasta el punto que me dio la ilusión de estar presenciando una ópera.

<<Tch, si no hubiera sido engañado por esta magia, habría ganado.>>

Debe haber despertado un recuerdo amargo.

Weiss se dio la vuelta enojado, y me pregunté de qué lado estaría su espalda. Bueno, ya no importa.

La magia antigua me despertó y mi mundo fue reemplazado.

Los cielos azules y el jardín lleno de vegetación desaparecieron, y en su lugar un desierto sediento, envuelto en tinieblas, se extendió.

Creí que esta magia solo servía para mostrar hermosos paisajes, pero es útil en esta clase de situación.

—Estoy agradecida, conde. Con esto, podremos luchar hasta que nuestros corazones queden satisfechos.

Los fuertes vientos estallaron con Kajero en su centro. Esto, con el propósito de destruir los grilletes hechos por la piedra filosofal.

<<Bien hecho conde malvado.>>

Hasta hace un momento, la espada de Walf era tan fina como un estoque, pero ahora, sus flamas rebosaban como una majestuosa águila.

Era abrumador. Pero, para los espíritus, era una tarea más fácil que arrancar las malas hierbas al recuperar su fuerza original. La batalla terminó en menos de diez segundos.

La magia del conde desapareció, y el caluroso día de verano, al que nos acostumbramos hasta el cansancio, volvió.

<<Un total de 272 cuerpos… los frutos de la batalla fueron excelentes, todo lo que queda por hacer es recoger.>> Dijo Kajero, mientras sacudía el polvo de su ropa.

<<Los pájaros ya han descubierto la ubicación del fabricante de muñecas. No es poca la defensa, pero si somos capaces de deshabilitar la Piedra Filosofal, no será un gran problema. Ya que solo somos cuatro, asaltar el lugar es la mejor opción.>>

Asentí ante el plan de Kajero.

♦ ♦ ♦

Según los registros más adelante, no hubo víctimas en el castillo Garret por el ataque, e incluso los heridos podían contarse fácilmente.

Esto no fue, de ninguna manera, una exageración. Todas las personas en el palacio son prueba de ello con sus testimonios. “Dado que incluso los gatos y los ratones corrían en la misma dirección, decidimos seguirlos. Gracias a eso nos salvamos.”

De hecho, Kajero le ordenó a los animales que evacuaran. Gracias a la aparición del conde, la situación se había zanjado en gran medida. Desde el comienzo hasta que el fabricante de muñecas se rindió, apenas había pasado media hora.

Yo, que me excedí con un cuerpo que ni siquiera había sido entrenado adecuadamente, no pude ni siquiera dar la vuelta.

—L-lo siento, realmente. Como resultado por haber paseando sola en el jardín…

La que estaba llorando a moco tendido y completamente roja, mientras le aplicaban magia de sanación, era la mujer de la nobleza que habíamos rescatado de las muñecas. Ella desprendía un aire parecido al del rey Lereol, no me extrañaría que fuera su hermana tres años mayor. Su puesto era el de la tercera princesa.

—Definitivamente, voy a devolver este favor por haber salvado mi vida. Es por eso que, por favor, no mueran de ninguna manera.

Me preguntaba si era una reacción de mi batalla a ultra alta velocidad, pero mis extremidades estaban en un estado horrible debido a una hemorragia interna o algo así.

En realidad, si me hubiera tragado la medicina milagrosa, podría arreglármelas de una forma u otra, pero el ambiente era malo para hablar.

—Ah, lo siento, lo siento-

Los animales habían traído la medicina, pero, al sentir la atmósfera inaccesible, huyeron lejos.

En poco tiempo, Kajero y los demás, atraparon al fabricante de muñecas y regresaron.

Él estaba agarrando a Weiss en su mano, o más bien, siendo obligado a agarrarlo. El control de su cuerpo le había sido robado, y era mucho más efectivo que las esposas ordinarias.

El fabricante de muñecas daba la impresión de ser un monje asceta escuálido a primera vista.

Tenía el pelo suelto y, encima, un terrible ceño fruncido dibujado en su rostro. Trapos cubrían su piel bronceada.

—¡No pienses que has ganado con esto, niña!

Al verme, el fabricante de muñecas gritó enfurecido, incluso daba la impresión de querer morderme en cualquier momento.

—Te has vuelto engreída, haciéndote llamar la Princesa de las Muñecas y todo eso, ¡pero no eres solo alguien que encontró un aliado en un poderoso espíritu por casualidad! Como auténtico titiritero, mi forma de actuar es muy superior, ¿puedes mover más de 1000 muñecos a la vez? Es imposible, ¿verdad?

Con una mirada, Kajero pregunto「¿Deberíamos hacer que se calle?」.

Negué con la cabeza.

La batalla terminó sin que yo usara mi magia normal de muñecas. Debido a eso, me sentía algo insatisfecha.

Intentémoslo, ya que lo han pedido especialmente. Respiré ligeramente.

Imaginé innumerables hilos saliendo de la parte superior de mi cabeza. Las 1243 marionetas que habían perdido la conexión con el fabricante de muñecas se unieron a mí.

Todas corrieron hacia aquí y se reunieron. En ordenadas filas. En 5 minutos esa orden se puso en marcha.

—Hum, ¡si es en esa medida, incluso alguien en un nivel inicial puede hacerlo! —Gritó el fabricante de muñecas, una vez más.

—Si es así, en lugar de esto, robaré las muñecas y si los protejo hasta el final, ¿no seré reconocido como un fabricante de muñecas en toda regla? Sin embargo, no puedo usar magia en este estado. ¡Libérenme!

¿Sobre qué está divagando este tipo? ¿Por qué nos tomaríamos la molestia de liberar a un enemigo que capturamos? Me pregunté. Se escapará y contraatacará, es una opción llena de grandes riesgos.

—Bueno, me pregunto si está bien, para mí, denunciarte como una pseudo fabricante de muñecas de esta forma.

De alguna manera, incluso haciéndole compañía, parecía como un dolor en el cuello.

<<Kajero, voy a dejarte el resto a ti.>>

<<Entendido. Weiss ya ha leído toda la información. No hay nada útil, vamos a entregarlo al poder judicial de este país.>>

Las muñecas, de inmediato, se lo llevaron. Lanzó muchas maldiciones abusivas, pero ninguna entró en mis oídos.

Aquí, mis recuerdos colapsaron por un tiempo. El hecho de que me había aliviado después de superar una crisis desesperada, unido a haberme hecho a mí misma el blanco de la magia, tanto mi mente y cuerpo estaban cansados. Antes de darme cuenta, me abrazó un profundo sueño.

♦ ♦ ♦

Dentro de los terriblemente vívidos sueños. Cumplí el inesperado encuentro y, por el momento, mis ojos se volvieron a abrir, han pasado unos pocos días.

Por suerte, no hubo un repentino tercer ataque. Pero tampoco fue como si pasara sin incidentes. Ocurrió algo sorprendente. El enemigo usó la magia para convocar una segunda vez.

Kajero no respondió a propósito. Lo hizo para exponer la verdadera naturaleza del oponente. Más tarde, todo lo que quedó fue su caparazón o, por así decirlo, un peluche de un caballerito de la mafia italiana.

2 respuestas a “Decidí crear muñecas – Capítulo 33”

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