Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 48

Traducido por Herijo

Editado por Dea


Desde ese día, el príncipe heredero dejó de ir a la academia.

Y las pocas veces que asistió, lucía tan ocupado que no tuve oportunidad de hablar con él.

Es como si hubiéramos regresado a esa época antes de las fiestas de té, cuando ni siquiera nos conocíamos.

Recordaba verlo desde lejos en ese entonces.

En esas ocasiones, su alteza lucía tan bello que no se sentía como si fuese parte de este mundo, y por lo que no tenía demasiado interés.

Sin embargo, ahora sé que simplemente es una persona de carne y hueso más, lo que me hizo cambiar la forma en la que lo veía.

Sin relación con lo anterior, Remias tampoco había estado asistiendo a la academia

Él estaba recolectando evidencia de los crímenes, así que me preocupaba que algo le hubiera pasado, pero cuando le pregunté a Remy sobre él, me dijo que había pescado un fuerte resfriado y por eso se estaba tomando un descanso.

Esto es aburrido.

Mientras apoyaba mi cabeza en la mesa, sentí que alguien dejaba una caricia en ella.

—¿Estás cansada? Después de todo, tuvimos clase de baile el día de hoy. Lo que me recuerda, ¿ya decidiste tu pareja?

—¿Pareja? ¿Para qué?

Cuando levanté mi vista, encontré a George viéndome con los ojos bien abiertos y las mejillas pintadas levemente de rojo.

—¡El baile de bienvenida para los nuevos alumnos! Es un poco tarde pero el boletín dice que se llevará a cabo a finales del mes.

—Se me había olvidado por completo…

—¿Eso quiere decir que aún no tienes pareja?

—Obviamente. Ni siquiera recordaba hasta ahora, y no es como si alguien me hubiera invitado…

Así que esa era la razón por la que las chicas se encontraban tan emocionadas últimamente.

No lo noté ya que nadie me invitó.

A pesar de todo mi esfuerzo y las dietas,  qué decepcionante…

—¡¿En serio?! ¡Me alegro! ¡Vayamos juntos como buenos camaradas a los que dejaron solos!

¡Eso es genial! Ya no tengo que preocuparme por ir sola al baile.

—Solos…

George dejó caer sus hombros por alguna razón.

♦♦♦

En el momento en el que le comenté a Sisie del baile al regresar a la mansión, se molestó bastante

—¡¿Por qué no me lo hizo saber antes, Señorita?! Sus medidas cambian constantemente y, dado que no participa en fiestas de té, no tiene casi ningún vestido apropiado. ¡Y peor aún, es para una fiesta nocturna! ¡Ahhh!

Sisie soltó un grito, asustándome un poco.

—¡¿Qué?!

—¡Cómo sea! Llamaré al sastre de inmediato y también necesitamos… ¡Ahhh!

¿Otra vez?

Ella salió a toda velocidad, por lo que decidí sentarme a tomar té mientras esperaba. Poco tiempo después, el sastre llegó.

—Señorita, mi nombre es Zamas. Empezaré tomando sus medidas y, teniendo en cuenta que será una entrega exprés, me gustaría que eligiera la tela en lo que yo me encargo de las medidas.

En lo que me encontraba preguntándome si era realmente ella, una de sus subordinadas se acercó a tomar mis medidas mientras que la otra levantó muestras de tela frente a mí para escoger y la señora Zamas se puso inmediatamente a trabajar en el diseño.

—Ya que es extremadamente delgada, le recomendaría un vestido que vaya así en la espalda y así en el frente. Le recomiendo estas telas de mi elección…

—Espera…

—Bien, entonces me retiro. Regresaré una vez que las pruebas estén listas.

—Como estaba diciendo… No planea oír mi opinión, ¿verdad?

—Entonces, si me permite.

La señora Zamas se fue rápido como un rayo.

Su explicación del vestido fue tan vaga que no entendí nada.

Bueno, a pesar de su personalidad, es famosa por hacer vestidos que le sientan bien al cliente, por lo que lo dejaré en sus manos.

Todo saldrá bien… Probablemente…

Pero me pregunto cómo sigue teniendo éxito si ni siquiera escucha a sus clientes

—No puedo imaginar qué tipo de vestido hará.

—La señora Zamas es popular incluso en la capital, por lo que todo estará bien. Creí que no aceptaría, fue un alivio que lo hiciera.

—Sí… Buen trabajo.

Ella era bastante difícil de complacer, por lo que normalmente no aceptaba pedidos de nuevos clientes.

Y, sobre todo, sus tiempos de entrega varían de una semana a tres meses dependiendo de cuánto tardaba en llegarle la inspiración.

Por ello, siempre le llovían solicitudes y habían muy pocas probabilidades de recibir una alta costura hecha directamente por ella.

—Era realmente ella, ¿cierto?  Esta fue la primera ocasión que la veo en persona.

—Sí. También es la primera vez que la veo y nunca esperé que viniera personalmente.

Debido a que la señora Zamas rara vez hacía alta costura y normalmente sus discípulos eran quienes realizaban el trabajo, no era común que ella se presentara ante un cliente.

Sisie hizo la petición asumiendo que vendría alguien más.

—Ahora que ella tomó el pedido en persona, no podemos estar seguras de cuándo estará listo, así que haremos algunos pedidos en otros lugares.

—Es la impredecible señora Zamas después de todo…

Es molesto, pero no tenemos otra opción

Pero nuestras predicciones pronto demostraron ser incorrectas.

La señora Zamas regresó al día siguiente con el vestido en sus manos.

Literalmente salté de la cama ante el golpe de la puerta.

Sisie venía corriendo detrás de ella, casi sin aliento.

—La señora Zamas ha llegado…

Parece ser que la mujer no pudo ser detenida por nadie en la mansión mientras pasaba por ahí.

¿Está realmente bien?

Me preocupa que se encuentre mal… de la cabeza.

¿Así son todos los artistas? ¿Será esto lo que se llama “una explosión de inspiración”?

La miré con mis ojos completamente abiertos cuando me lo entregó.

—Señora Zamas, ¿este es el vestido de prueba?

—Sí. Por favor, mídetelo ahora mismo.

—De acuerdo…

Mientras aún me encontraba atónita, comencé a ponerme el vestido.

La mujer se paró un poco más lejos y se mantuvo dando instrucciones a sus discípulos sobre cómo acomodar el vestido.

—Señora Zamas…

—Soy Zamas. ¿Qué ocurre?

—¿Por qué aceptó este trabajo? Ayer fue la primera vez que nos conocimos.

—Porque fuiste tú quien lo solicitó.

—Acerca de eso….

No entiendo, de verdad que no lo hago.

—Cosette, eres la diseñadora de Signora, ¿cierto?

—Sí, aunque solo hice lo que quería.

Me sentía bastante incómoda hablando de diseños con una diseñadora de verdad, cuando todo lo que yo cree fue a base del conocimiento que tenía de mi vida anterior.

—Es lo mismo que yo hago. El tacón alto hizo que mis ideas se multiplicaran. Simplemente surgían una detrás de otra, tanto que apenas tenía tiempo para dormir.

—¿Lo siento…?

La señora Zamas sonrió alegremente.

Era la primera vez que la veía hacerlo. No lo había notado, pero era realmente hermosa.

—Desde que me convertí en diseñadora, nunca había ocurrido que mi imaginación se desbordara de esa manera. Y por tal motivo, quería conocerla por lo menos en una ocasión.

Lo comentó como si estuviera un poco celosa.

Me hizo sentir algo de lástima el no poder responderle.

—Pero después de hacerlo, de ver tu estilo y esos pies que sacan lo mejor de los tacones… Pensé que realmente quería que vistieras uno de mis diseños.

Me sonrió de forma decidida, mientras decía que haría el vestido perfecto para mí.

A lo que finalmente le devolví la sonrisa.

—Pues lo esperaré con ansias.

—Hágalo.

El trabajo de la señora Zamas fue rápido.

Se mantenía haciendo ajustes al vestido de prueba hasta traer el diseño final a la luz.

Y parecía ser que las ideas seguían llegando mientras lo hacía. Así que no podía siquiera imaginarme como resultaría ese vestido.

Después de que se fue, Sisie y yo nos recostamos en el suelo bañadas en sudor.

Todo lo que me queda es esperar por el resultado final.

Parece ser que el vestido estará listo el día antes del baile.

Dijo que vendrá algunas veces más antes de eso para terminar de consolidar la idea.

¡Estoy emocionada de ver qué tipo de vestido resultará!

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