El emperador y la mujer caballero – Capítulo 149

Traducido por Maru

Editado por Freyna


Pollyanna se puso tensa, pensando que la señorita Rebecca la estaba insultando.

—Señorita Rebecca…

Rebecca se acercó y tomó las manos de Pollyanna. Las manos de la dama estaban suaves y calientes debido a su fiebre.

—Sir Pollyanna —dijo con dulzura—, no quise insultarte de ninguna manera, ciertamente no con respecto a su relación con su alteza. Solo quise decir que su alteza te valora mucho.

—De hecho, tengo mucha suerte, pero señorita Rebecca, no hay duda de que su alteza se preocupa más por sus esposas que por mí, por supuesto.

—Siempre puede conseguir más esposas, pero sería difícil reemplazar a un caballero leal.

Rebecca le dedicó una sonrisa solitaria mientras soltaba las manos de Pollyanna. Rebecca miró su manta y preguntó:

—Marquesa, ¿alguna vez deseó ser un hombre?

—Nunca.

A Pollyanna se le hizo esta pregunta con frecuencia, y siempre su respuesta era firme. El hecho era que ella nunca pensó en tal cosa hasta que alguien le preguntó y cada vez que respondía negativamente, la gente parecía sorprendida. Y cada vez, harían la misma pregunta de seguimiento:

—¿Por qué no? Después de tener una vida como la de ella, ¿por qué no desearías nacer hombre?

¿A qué se referían las personas cuando decían “una vida como la de ella”? Lo curioso fue que la gente hizo esta pregunta tanto antes como después de que ella tuviera éxito como el caballero favorito de Lucius I. ¿Por qué?

Durante la guerra, nadie preguntó a los soldados si deseaban haber nacido mujer, para no tener que arriesgar la vida en una batalla. Nadie pensó siquiera en hacer una pregunta así, así que ¿por qué preguntarle si deseaba haber nacido hombre?

—Para mí, siempre imaginé cómo sería ser un hombre —explicó Rebecca—. Tengo un hermano mayor, así que incluso si hubiera nacido hombre, todavía no habría heredado el reino, lo que significaba que habría hecho cualquier cosa en la que tuviera talento. Entonces, ¿en qué me habría convertido? ¿Qué tipo de habilidades habría aprendido? ¿Mi padre, el rey, me daría tierras para que yo pudiera tener un lugar donde gobernar por mi cuenta? Incluso cuando era niña, a menudo me llamaban niña egoísta, todos me decían que era codiciosa. Decían: “¿Cómo puede una chica ser tan codiciosa? ¿Por qué querrías tener tu propia tierra? Solo luce bonita para que puedas casarte bien. Si quieres cosas, tienes que casarte bien.” Y así, me convertí en la esposa de su alteza.

Pollyanna tocó la frente de Rebecca y sintió su leve fiebre. Parecía solo un poco más cálida de lo habitual, pero Rebecca debió estar más enferma de lo que parecía. Pollyanna no prestó mucha atención a lo que decía la señora porque asumió que Rebecca no era ella misma.

Mmm… ¿Codiciosa? ¿La señorita Rebecca? Nunca sentí que ella fuera así…

Como la mayor de las tres esposas, Rebecca era amable y generosa. Pollyanna recordó lo que dijo Lucius I sobre sus esposas. Desafortunadamente, el emperador estaba demasiado ocupado para pasar mucho tiempo con las damas. De hecho, pasaba mucho más tiempo con Pollyanna, pero aun así, estaba casado con estas mujeres, por lo que aprendió mucho sobre ellas.

Lucius I le dijo a Pollyanna que Tory era inteligente, Stra era amable y Rebecca era ambiciosa. Una mujer y ambición… se suponía que estas dos cosas no iban juntas. Cuando Pollyanna le preguntó si era algo bueno, Lucius I solo le sonrió como respuesta. Pollyanna no podía entender cómo se sentía él al respecto, pero no se entrometió.

Codicia y ambición. Ahora, estas dos cosas definitivamente iban juntas.

Rebecca continuó:

—Me convertí en una de las tres mujeres más importantes del continente. No podría haber otra posición considerada más poderosa que ser la esposa del emperador. Mi vida no podría considerarse más exitosa de lo que es ahora, ¿verdad? Fui aprobada por el hombre más importante de este mundo. Mis calificaciones, incluida mi apariencia, linaje y personalidad se consideraron las mejores y es por eso que estoy aquí. Fui reconocida y honrada por todos, pero… todavía no me gustó cuando me dijeron que me casara porque si hubiera nacido hombre, pensé que habría tenido una vida mejor.

Pollyanna no estaba de acuerdo. Siendo el segundo hijo de un rey que perdió su reino ante Lucius I… Estaba segura de que ser la esposa de su alteza era una posición mucho mejor. Pollyanna pensó en discutir, pero decidió no hacerlo. Rebecca claramente no estaba bien, así que estaba diciendo tonterías. Pollyanna volvió a tocarle la frente para ver si la fiebre empeoraba.

Rebecca agregó:

—Fui estúpida. Estaba equivocada. Resultó que no tenía que nacer hombre para poder sostener una espada… Una mujer también puede hacerlo…

¿Cuál era la definición de felicidad para una mujer en este mundo? ¿Qué hizo que una mujer fuera llamada codiciosa?

Las mujeres tenían más poder en las regiones del sur en comparación con el norte, pero en realidad, no había mucha diferencia. No importaba dónde viviera uno si era mujer, un buen matrimonio y tener hijos se consideraba el mayor éxito que una mujer podía lograr en su vida.

Debido a que ser amadas por sus maridos se consideraba su mayor felicidad, algunas mujeres podrían sentir que sus vidas se habían vuelto sin sentido una vez que envejecían. Con el paso del tiempo, la mayoría de los hombres perderían interés en sus esposas, que se convertirían en ancianas.

Una mujer podía ser codiciosa solo por ser amada por su esposo y tener hijos sanos, mientras que un hombre podía ser ambicioso en muchas más cosas. Un hombre podría soñar con unir el continente, ser promovido y hacerse más rico. Todas estas cosas… no estaban permitidas para una mujer. En este momento, la mayor ambición que las esposas del emperador podían soñar era que su propio hijo se convirtiera en el próximo emperador.

Rebecca era considerada una mujer exitosa por todos en el mundo, así que al principio estaba muy feliz. No podía ver a su esposo muy a menudo y, de hecho, tenía que compartirlo con otras mujeres, pero esto no era gran cosa. También nació rica, lo que significaba que nunca tuvo que preocuparse por el dinero en su vida. Podría haber sido inapropiado admitirlo, pero ella también estaba satisfecha con su esposo en la cama. Ella era considerada la más débil entre las esposas en muchos aspectos, pero también estaba de acuerdo con esto.

Sí, Rebecca Greedy estaba feliz al principio porque sabía que había logrado el mayor éxito que una mujer podía lograr en este mundo. Ella pensó que su ambición se había cumplido. Ella sonreía felizmente a menudo al principio.

Entonces, un día, cuando estaba charlando con las otras esposas, Tory le dijo a Stra:

—La marquesa Winter se ha vuelto tan poderosa últimamente.

—Sí, pero todavía me siento triste por ella. Quiero decir, puede que tenga todo el poder del mundo, pero eso no cambia el hecho de que la marquesa sigue siendo fea y soltera.

Tory y Stra no quisieron faltarle el respeto a Pollyanna con esta conversación. Como todas las mujeres de este mundo, sentían simpatía genuina por Pollyanna. Rebecca estaba escuchando en silencio en el momento en que, de repente, se enteró de la verdad sobre sí misma.

La señorita Rebecca se dio cuenta de que desde que conoció a Pollyanna, había sentido envidia de la marquesa Winter.

La verdad era… que la esposa del hombre más poderoso del mundo tenía envidia de esta fea solterona caballero frente a ella.


Maru
Simpatizo con Rebecca, porque en su situación también tendría envidia de Pollyanna, ya que representa todo aquello que una mujer se suponía que no podía conseguir. Y por eso Pollyanna debe ser respetada y endiosada; ella sí que es toda una mujer empoderada.

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