Traducido por Lugiia
Editado por Sakuya
Cuando regreso a casa, me coloco mi ropa de entrenamiento y participo en la práctica.
Por supuesto, al mismo tiempo oriento a Anna y Enerine. Se ha convertido en parte de mi rutina diaria.
—Entonces, Mel. Por favor, cuida de mí.
Justo cuando termino de instruirlas, Abel entra al campo de entrenamiento.
Su aura, amable y gentil, y su sonrisa amistosa, ocultan su agudeza. Una característica que poseen aquellos que empuñan una espada.
Da la impresión de ser un buen hermano mayor.
En realidad, es querido por varios superiores en este campo de entrenamiento. Y, aunque no lo he visto tener muchas interacciones con ellas, parece que ha construido una relación bastante buena con Anna y Enerine.
—Sí, por favor, cuida de mí también.
Sin embargo, no hay que dejarse engañar por eso y bajar la guardia durante la batalla, pienso mientras me rio internamente.
Porque su habilidad probablemente no lo puso por encima de una, sino de dos o tres cabezas por encima del resto.
De pie, justo frente a él, preparo mi espada. Del mismo modo, él prepara silenciosamente la suya.
La suave aura que lo había rodeado hace un momento se desvanece, y sus ojos se vuelven más agudos.
Por un momento, ninguno de los dos se mueve. Solo observamos los movimientos del otro. Cada vez que sus pies se mueven, aunque sea un poco, el sonido que causa llega a mis oídos.
En un instante, empiezo a moverme y, siguiendo mi iniciativa, él también lo hace. Nuestras espadas se encuentran, y el sonido de choque entre ambas resuena en el campo.
Es tan divertido que siento las comisuras de mi boca levantarse involuntariamente. Por un momento, logro ver su rostro desde más allá de mi espada, haciendo una expresión similar.
Ya que no quiero obligarme a mantener esa posición, doy un paso atrás junto con mi espada. Y, una vez más, volvemos a observarnos para no dejar ir ni una sola brecha.
Nuestra batalla en ningún momento fue interesante… Si lo miras desde la perspectiva de un tercero. Porque no sólo no hacemos movimientos llamativos, sino que no hay muchas ocasiones en las que nuestras espadas se enfrenten.
En el momento en que se mueve, con el fin de enfrentarlo… y usar su ataque contra él para contraatacar, también me muevo.
Después de chocar varias veces nuestras espadas, se da cuenta que está en desventaja y se retira.
—De acuerdo… Deténganse, deténganse —dice Kuroitsu, después de repetir varias veces que nos detengamos—. Es hora de terminar el entrenamiento. Comiencen los preparativos para retirarse.
Ya que dejamos de movernos por lo repentino de sus palabras, ambos intercambiamos una amarga sonrisa mientras nos inclinamos ante el otro.
—Muchas gracias, Mel.
—Soy yo quien debería dar las gracias, Abel.
Mientras salimos del campo de entrenamiento, nos limpiamos el sudor con nuestras respectivas toallas.
—Ahora que lo pienso, ¿cuánto tiempo estarás con la Primera División, Abel? Si recuerdo correctamente, era una asignación de tiempo limitado, ¿verdad?
—Ahh… La verdad es que mi formación terminó hace mucho tiempo. En un principio, debía abstenerme de participar en este entrenamiento, pero… —Sonríe de forma irónica mientras se rasca la mejilla—. Todos dijeron que como me he tomado tantas molestias para mejorar mis habilidades, debería seguir participando para no aburrirme, así que me invitaron a hacerlo. Al inicio estaba ocupado con mis deberes, por lo que no podía venir con frecuencia, pero desde que se me dio la oportunidad, he intentado participar tanto como puedo.
Estoy muy agradecido de que me hayan dado una evaluación tan generosa, murmura esas palabras mientras sonríe.
Después de interactuar con él de esta manera, de verdad da la sensación de ser un buen hermano mayor…
Es una persona completamente diferente de cuando luchamos, pienso mientras sonrío.
—En principio, este entrenamiento es algo en lo que cualquiera puede participar… Y si eres reconocido por todos, entonces no hay necesidad de sentir ninguna vacilación. Sin embargo, también estás ocupado con el trabajo… ¿No es difícil? —pregunto.
—No, en absoluto. En este momento, el periodo de trabajo de la estación a la que estoy adscrito ha pasado, así que ahora soy relativamente libre.
—Eh, ¿es así? Incluso en el Ejército difiere mucho dependiendo de la división a la que estés adscrito.
—Sí, en efecto.
Mirando los alrededores, los que han terminado sus preparativos para volver a casa están empezando a salir del campo de entrenamiento uno por uno.
A medida que la gente comienza a dispersarse, el aire, que se ha vuelto demasiado caliente debido al entrenamiento, se siente mucho más fresco.
Después de doblar adecuadamente la toalla con la que me he limpiado el sudor, dirijo mi mirada nuevamente hacia Abel.
—Avísame la próxima vez que vengas. Entrenaré constantemente para esa ocasión.
—Sí, por supuesto… Si voy a entrenar contigo, Mel, entonces tendré que hacer un esfuerzo en mi entrenamiento independiente para que la diferencia entre nosotros no crezca más.
—Vaya, qué modesto… Bueno, ya es hora de que me retire.
—Sí. Entonces, te veré en la próxima sesión de entrenamiento.
Me separo de Abel y dejo los terrenos al lado de Anna y Enerine.
