El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 66: A la Capital

Traducido por Herijo

Editado por Tanuki


La luz de la mañana es extraña. A pesar de que el clima es frío, me siento aliviado de la calidez que proviene de encima.

Siento ese tipo de cosas incluso en el cuerpo de un vampiro, siendo capaz de caminar por los alrededores gracias al nivel de resistencia a la luz solar con el que renací. Debo agradecerle a la abuela loli por eso.

Mientras camino en el aire frío del jardín de cerezos, intentaré acostumbrarme a mi temperatura corporal.

Normalmente, preferiría dormir más, pero hoy es el día de partir a la capital. Intentaré dormir durante el viaje en carruaje. Espero que no se sacuda mucho.

Me he relajado hasta hoy…

Después de solucionar el incidente de las aguas termales, gastamos un par de días en el jardín de cerezos.

Incluso si digo relajar, debido a que Kuzuha me trajo turisteando por los alrededores, no conseguí dormir mucho durante esos días.

Parece ser que Satsuki reportó el incidente de las aguas termales como un capricho de Elsee. Y parece ser que no es la primera vez que la vampiro conocida como Elsee molesta a las personas con acciones similares.

El incidente del bloqueo fue perdonado ya que ellos también fueron víctimas y a que las aguas termales no hubieran alcanzado la base incluso si no hubieran detenido el flujo, es por eso por lo que a nadie le importo realmente. Sin mencionar, que fueron ellos los que cuidaron de los heridos y de las aguas termales.

Encima de eso, nos convertimos en los benefactores del jardín de cerezos y gracias a eso han recuperado a los turistas importantes. Su hospitalidad es muy buena. Pensaba que solo los había ayudado un poco, pero las personas no lo ven de esa forma.

El jardín de cerezos nos trató gentilmente y con cuidado, para ellos es una cuestión de gratitud debido a que solucione su problema unos días antes de lo esperado.

Lo solucionamos rápidamente considerando la importancia de las aguas termales. Sin embargo, Satsuki dijo que incluso sin que interviniéramos, se resolvería en unos cuantos días. En otras palabras, lo que hicimos fue un pequeño favor. Si nos dan el valor de tres días como pago, habrán cumplido con su obligación. Este no es un lugar donde pueda permanecer para siempre. Incluso yo quiero dejar este lugar rápidamente.

—Buen día, Neguseo.

Dentro del jardín de cerezos. Llegué a un sitio cubierto establecido para los caballos. Di un saludo matutino a Neguseo, quien claramente tiene una apariencia mejor que el resto de los caballos y que recibe un trato favorable. Neguseo no luce sorprendido ya que vengo a hablar con él a diario. Se levantó de donde estaba acurrucado.

—Arge, llegas temprano.

—Bueno, siempre duermo de más.

—¿Qué es ese vestido?

—Mi ropa nueva.

Ahora estoy vistiendo un kimono vibrante. Es un producto hecho a mano por Kuzuha durante nuestra estadía.  Es color rojo con una banda púrpura. No es demasiado ostentoso.

Debido a que muchas personas visten kimonos en la república, estoy usando este dado mi juicio de que es algo más natural que el uniforme de sirvienta.

A pesar de que lo digo yo mismo, soy una chica realmente bella, por lo que será bastante llamativo, pero aun así es mejor que la ropa de sirvienta.

Acaricie su pelaje negro que estaba frente a mis ojos. Mientras sentía su firmeza muscular y temperatura corporal parece que lo aburrí.

—Buen trabajo, Neguseo. Gracias

—Di lo que quieres…

—No es nada. Hice que me trajeras hasta aquí, de acuerdo con la promesa, hasta las afueras del reino.

—Que cosas dices, no le des importancia, es exactamente lo que había prometido.

—Sí, muchas gracias.

—No entiendo lo que quieres decir…

Neguseo parece confundido. Ya que es un caballo, sus expresiones son diferentes a las de un humano, pero a vece las intenciones pueden comunicarse, así que incluso si no usas el contrato de sangre, puedes leer las emociones de alguna manera. Me pregunto si estaba un poco perdido. Con eso en mente, decidí explicarle a lo que me refería.

—Nuestra promesa es solo hasta las afueras del reino, por lo que en este momento eres libre.

Si es verdad, pudiste romper el contrato poco después de salir del país, pero me trajiste hasta aquí. Por eso, le pedí a la posada que cuidaran de Neguseo y le dieran de la mejor comida. Si desenreda la cuerda que lo ata, será libre.

En ese estado es un simple caballo, no diferente a uno salvaje. Será capaz de cruzar la frontera sin dificultad y sin ser sospechado por nadie. No creo que a alguien le importe que los animales crucen la frontera.

—Te llevaré hasta afuera.

 Ya que existe la posibilidad que lo vean como un caballo que escapó, llevémoslo al exterior del pueblo apropiadamente. Mientras pensaba en eso, Neguseo se acercó a mí.

—Hamu

—¡Kya!

Mordió mi cabello. Parece que lo está sujetando con sus labios en lugar de sus dientes. Neguseo nunca ha hecho algo parecido hasta ahora, por lo que la sorpresa me hizo saltar. Neguseo se retiró con gritos, sacudiendo su cabeza y resoplando con su nariz.

A pesar de que la otra parte es un caballo, es embarazoso haber gritado como chica y que me hubiera escuchado. Mientras se me dificultaba, le lance palabras de protesta.

—¿Qué estás haciendo tan de repente, Neguseo?

—No. Estas mal.

—¿Yo?

 Estoy confundido ya que no entiendo el significado de su respuesta. ¿Estoy mal? ¿En qué? Mirando a la cara de Neguseo, se puede observar una ligera atmósfera de molestia. No parece ser una broma.

—Um… ¿Hubieras preferido zanahorias mejores?

—¡No!

Lejos de calmarse, claramente estaba más molesto. Las personas normales solo oirían un relinchido, pero su intención de negación llega claramente a mi oído.

Pisoteó con fuerza despertando al resto de caballos que aun estaban dormidos. Esta mandando una mirada molesta hacia mí. Ignorando los alrededores, le regresare una mirada firme.

Solo unos segundos, después de observarme todo ese tiempo, Neguseo soltó un gran suspiro.

—Arge… Tú… Realmente no lo entiendes.

Como sorprendido, con palabras de resignación, Neguseo comienza a caminar lentamente, acercando su burda y excéntrica cara hacia aquí. Cerró la distancia y comenzó a hablar nuevamente.

—Arge ¿Te molesta que esté aquí?

—Claro que no. En todo caso eres mi salvador.

—Es ese caso, por favor cuídame de aquí en adelante.

—Pero la promesa ya se…

—Se lo que vas a decir, así que es una nueva promesa. cuídame a partir de ahora y hasta que descubras porque estoy molesto.

Una promesa nueva. En ese caso es independiente de la que intercambiamos en el pasado.

No hay razón para negarse. Como dije, es verdad que Neguseo me ha ayudado bastante. Si sigue ayudándome de esa forma, le deberá aún más.

No se la intención de Neguseo. Sabiendo eso, dice que lo cuide que lo cuide hasta que la comprenda.

¿No será eso eterno?

No voy a dejar de pensarlo, pero si no encuentro la respuesta me seguirá por siempre. Solo hay mérito para mí y desventajas para él. ¿Está bien eso?

—Entonces Arge, ¿A dónde iremos?

—Ah… Usaremos un carruaje preparado por Satsuki para ir a la capital.

—Entonces, supongo que me uniré a los responsables de tirar el carruaje.

Son palabras muy obedientes. La primera vez que lo conocí, me dijo que no ayudaría a nadie más lento que él. Me pregunto si hubo algún cambio en su mentalidad

—Bueno, en ese caso…Neguseo. Espero que sigas cuidando de mí a partir de ahora.

—Claro, déjamelo a mí. Te llevaré a donde quieras ir.

Neguseo dijo eso felizmente. A pesar de que estaba molesto hasta hace poco. Es una persona, no, un caballo muy extraño. Me pregunto si estar conmigo es tan divertido. No lo entiendo.

Los pétalos de cerezo flotaron sobre nosotros, volando en el cielo. El aire de la mañana comenzaba a calentar poco a poco y se sentía más cálido que hace una hora.

Puesto que estoy viendo las familiares flores de cerezo, recordé un poco los viejos tiempos. Arreglé mi alborotado pelo plateado con la mano, atrapando un pétalo. Si lo ves de cerca, puedes notar un olor familiar. ¿Por qué hay cerezos en otro mundo?, fue tan nostálgico que no pensé en estas trivialidades.

El nombre de la capital de la República parece ser Sakuranomiya. Ahí es de donde originalmente eran los cerezos que fueron traídos a este pueblo.

Después de jugar con los pétalos flotando alrededor con los dedos por un momento, comencé a bailar. Quiero verlo, viajaré a ese lugar.

Espero que en esta ocasión pueda encontrar a la persona que va a alimentarme en ese destino.

Una respuesta en “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 66: A la Capital”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido