Katarina – Volumen 11 – Capítulo 1: Una convocatoria Real (4)

Traducido por Shisai

Editado por Sharon


De repente, oímos otros golpes en la puerta. Pensamos que un criado había venido a informarnos de que nuestro carruaje estaba listo para salir, pero nos esperaba otra sorpresa.

—¡Jared y Alan! —grité al ver las caras conocidas en la puerta. Pensé que hoy no podríamos ver a los dos príncipes.

—Gracias por venir al castillo —nos saludó Jared. Su sonrisa no parecía tan segura como de costumbre; casi parecía dolorosa. Alan también parecía estar sufriendo…

¿Tienen dolor de estómago?, pensé, pero mi pregunta fue rápidamente respondida cuando la sonrisa de Jared desapareció por completo, sustituida por una mirada seria.

—Hemos oído que el rey quería hablar con ustedes sobre los detalles de la lucha por la sucesión.

Así que ellos también saben todo lo que pasó… Y su padre les contó lo que íbamos a discutir hoy.

—Nosotros también queremos disculparnos como miembros de la familia real. Han pasado por tantos problemas por culpa de la Magia Oscura —dijo Jared, inclinándose.

—Lo sentimos —añadió Alan, imitándolo.

No podía creer que se disculparan por algo que había ocurrido hace tanto tiempo que ni ellos mismos lo recordaban. Esa también debía ser la responsabilidad que debían asumir como miembros de la realeza.

Solo hay una cosa que puedo decir entonces…

—Acepto sus disculpas.

—Yo también —aceptó María.

—Gracias —respondieron los príncipes al unísono. Parecían miembros adecuados de la familia real, pero de una manera diferente a la habitual.

—Entonces, ¿qué les ha parecido? —preguntó Jared, de nuevo con cara de preocupación.

No estaba segura de lo que quería decir, pero por suerte Alan siguió con una explicación.

—Escucharon la historia de nuestro padre. Fue terrible, ¿verdad? Entonces, ¿también nos desprecian ahora? —preguntó. Parecía estar realmente dolido mientras hablaba.

Oh, por eso parecían tan preocupados… Les preocupa que pensemos menos de ellos por lo que hicieron sus parientes. Recuerdo que me preguntaron lo mismo después de oír hablar de su abuelo, el anterior rey… pero mi respuesta sigue siendo la misma.

—Tal y como dije cuando me enteré de lo de vuestro abuelo, ustedes no fueron los que hicieron esas cosas tan atroces. Los conozco bien a los dos, y mi opinión sobre ustedes no va a cambiar solo por lo que he oído hoy —respondí mientras los miraba a los ojos.

Las personas de las que me he enterado hoy son miembros de la realeza antiguos que ni siquiera conozco. Los dos muchachos enfrente mío son mis amigos que conozco desde hace mucho tiempo. Ni siquiera intentaría compararlos.

—Estoy de acuerdo con Lady Katarina. Los hechos que hemos conocido hoy no cambiarán nuestra opinión sobre ustedes —se sumó María.

Jared y Alan parecían muy aliviados.

—Gracias a las dos —Jared habló con una sonrisa real y genuina.

—Gracias… —Alan le siguió con cierta timidez.

Ahora ambos parecían de nuevo mis amigos.

También habían venido a decirnos que nuestro carruaje estaba listo, y nos acompañaron hasta allí. Jared me escoltó, mientras su hermano acompañó a María.

Miré a Alan, quien caminaba delante de mí y de Jared, y me pregunté cómo irían las cosas entre él y María. Según el argumento del juego, si era elegido como personaje a perseguir, se suponía que se enamoraría de María mientras estaba en la Academia, pero eso nunca ocurrió. Si no lo hacía, acababa felizmente casado con María… pero esos dos no parecían estar enamorados el uno del otro.

Tal vez se enamore de María durante los eventos de la secuela…

—Katarina —me llamó Jared de improviso—, ¿no te habrás olvidado el bolso en el salón?

Para mi consternación y sorpresa, tenía razón. Había olvidado mi importantísimo bolso, que contenía el importantísimo Pacto Oscuro.

—Eso parece… —respondí con tristeza, y Alan me lanzó una mirada que parecía un millar de suspiros exasperados comprimidos.

Me liberé de toda esa tensión y como que… me olvidé…

—Vamos a recuperarlo entonces. Esperadnos en el carruaje, Alan, María —dijo Jared, y volvimos al salón.

Dije que iría sola, ya que el olvido de la bolsa había sido culpa mía, pero Jared insistió en acompañarme y caminó a mi lado todo el camino de vuelta con una sonrisa. Por suerte, mi bolsa seguía donde la había dejado, y el Pacto Oscuro seguía dentro.

—¡Está aquí! Gracias por acompañarme —dije, aliviada.

—Ni hablar. Fue a propósito, después de todo —respondió.

¿Eh? ¿A propósito…?

La sonrisa en el rostro de Jared parecía ocultar algún significado más profundo.

—Me había dado cuenta de que te habías olvidado el bolso, pero no dije nada para poder pasar un rato a solas contigo —explicó.

¡Guau! ¡Qué mente maestra! pensé, con la mandíbula literalmente abierta por la sorpresa.

—Y también —continuó con una risita—, gracias por tus palabras de antes. Esperaba que fueras comprensiva incluso después de haber escuchado esas espantosas historias, pero oírlo de ti me hizo feliz.

Él también parecía feliz, con una sonrisa normal sin matices oscuros.

¿Así que solo quería darme las gracias por eso?

—Me temo que me he enamorado aún más de ti —añadió antes de acercarse peligrosamente a mí y agarrarme de las caderas.

—¡¿Gah?! —fue el único sonido que logré emitir. A Jared no pareció molestarle y siguió mirándome con su chispeante y principesca sonrisa.

—Eres la mejor prometida que un hombre podría desear. Quiero casarme contigo lo antes posible.

Podía sentir que mi cara se calentaba cada vez más… y entonces recordé lo que mi padre me había dicho no hacía mucho.

Tengo que pensar en mis propios sentimientos… Pero…

—Príncipe Jared, yo… Bueno… —empecé a hablar, buscando las palabras.

—¿Tienes miedo?

—¿Qué? —pregunté, confundida. La mencionada sonrisa chispeante había desaparecido de la cara de Jared, y ahora parecía algo melancólico.

—Cuando me acerco a ti así, ¿te asusta? La forma en que te alejas de mí… Me costó darme cuenta, pero ¿es el miedo lo que te mueve tanto? Lo es, ¿no?

No sabía qué decir. El miedo… Esa palabra hizo que algo se moviera en lo más profundo de mi corazón.

Al ver mi reacción —o más bien, la falta de ella—, Jared volvió a hablar.

—Parece que tenía razón. Te estaba asustando… Siento no haberme dado cuenta antes. —Parecía al borde de las lágrimas.

Las palabras del joven que había conocido ese mismo día resonaron en mi cabeza. Estaba haciendo daño a Jared. Tenía que hacer algo. Me armé de valor e intenté explicarle lo que había mantenido oculto en mi corazón durante tanto tiempo.

—No, no tengo miedo. Bueno, lo tengo… pero no de ti. Tengo… miedo de enamorarme.

Era la primera vez que le revelaba esto a alguien, y Jared parecía sorprendido por la revelación.

No me extraña que esté conmocionado. Probablemente no tenga sentido para él, pero es la verdad.

Cuando me di cuenta de que me había reencarnado en Katarina Claes, también supe que la razón de su perdición era el amor. Se enamoró de Jared, y los celos de verle amar a otra chica, es decir, a la protagonista, la llevaron a resultados catastróficos.

Sabía que Katarina Claes no podía enamorarse. Si lo hacía, corría el riesgo de volverme loca por ello, y eso sería mi fin. Incluso antes de comprender estos sentimientos, me impedían inconscientemente amar de cualquier manera. Podía ayudar a otros a encontrar el amor, pero no podía hacer lo mismo. No se me permitía hacerlo.

Sin embargo, a pesar de todo esto, Jared me había confesado su amor. Había sentido algo por él desde antes de recuperar los recuerdos de mi vida pasada, pero el miedo a la perdición me impedía corresponderle. Por eso había intentado olvidar la confesión de Jared, y finalmente lo había conseguido.

Tenía miedo de enamorarme y, como resultado, acabé haciéndole daño. Era tal y como me había dicho aquel hombre: Yo era despreciable. Ya había huido lo suficiente, y ahora era el momento de ser sincera. Verlo tan entristecido fue lo que me dio la determinación de hablar desde el corazón.

—Siempre me ha preocupado estar condenada si alguna vez me enamoraba —admití. Jared pareció sorprendido, pero me dejó continuar—. Todavía lo estoy. Por eso he seguido esquivando tus sentimientos. Lo siento mucho.

Por supuesto, no podía hablar del juego, pero mi explicación abstracta parecía ser suficiente para Jared.

—Gracias por ser sincera conmigo. Me alivia mucho saber que yo no te asusto —me dijo con una sonrisa—. Sin embargo, me gustaría que hubiera una forma de liberarte de ese miedo. Temer el romance hace las cosas bastante difíciles.

Tenía razón. A pesar de todo lo sucedido, y lo que mi padre me había dicho, acabé cediendo al miedo. La idea de que el amor me destruiría se antepuso a todo lo demás. Pero ahora que Jared me había ayudado a darme cuenta de por qué no podía seguir siendo tan débil, pensé que quería cambiar.

—He mantenido los ojos cerrados por miedo todo este tiempo, pero ya no lo haré más. Quiero tomar mis sentimientos en mis manos… y en las tuyas también.

Shisai
Oh, oh, oh

La cara de Jared mientras me escuchaba era ahora tan feliz que de repente me sentí avergonzada. Aunque podría haber trabajado un poco más en la entrega, al menos había pensado y hablado de mis sentimientos, como padre me había animado a hacer.

Dicho esto, todavía había un problema. La perdición seguía ahí, esperándome, y estaba más cerca que nunca. Ser sincera con mis sentimientos no me serviría de nada si estuviera muerta, y yo era el tipo de persona que solo podía concentrarme en una cosa a la vez.

—Lo siento si esto suena como si me retractara de lo que acabo de decir, pero no puedo aceptar tus sentimientos en este momento. Actualmente estoy luchando con un problema urgente, ya ves, y hasta que no termine con eso no tengo, ya sabes… la capacidad mental…

Me sentí un poco mal por defraudar a Jared mientras parecía tan feliz, pero se limitó a sonreír, sin sorprenderse.

—Se te ve muy preocupada desde que empezaste a trabajar en el Ministerio de Magia. No te preocupes. Esperaré. He esperado lo suficiente como para que un poco más apenas suponga una diferencia. Pero si alguna vez necesitas apoyo, por favor, confía en mí —declaró, para mi alivio.

También me sorprendió sinceramente que se hubiera dado cuenta de lo preocupada que estaba desde que empecé a trabajar en el Ministerio. Incluso había notado lo asustada que estaba, aunque había adivinado el motivo equivocado. Jared siempre estaba pendiente de mí y se daba cuenta de que algo iba mal.

Nos conocemos desde que yo tenía ocho años y siempre estuvo ahí cuando lo necesitaba. Todavía no entendía del todo mis sentimientos, y seguía teniendo miedo y desconcierto. Pero sabía que Jared era muy importante para mí. Por muy embarazoso que fuera, quería contarle lo que realmente sentía. Una vez más, me armé de valor y comencé a hablar.

—El amor todavía me deja confundida, y un poco asustada, pero cuando dijiste que me querías, eso me hizo muy, muy feliz. Solo podía ser feliz escuchando algo así viniendo de una persona tan maravillosa como tú.

Jared era un príncipe guapo, talentoso y amable. ¿Cómo no iba a ser feliz? Pero había estado tan asustada que había intentado olvidar esa felicidad durante mucho tiempo.

En ese momento, la vergüenza acumulada de toda la conversación me afectó y no pude aguantar más. Salí corriendo del salón, dejando atrás a Jared.

Realmente necesito hacer algo con mi filofobia… y posiblemente también con la incomodidad que conlleva.

Shisai
Filofobia es el miedo a enamorarse

Sentí que me ardía la cara y me imaginé que era de un rojo intenso. Por suerte, como había corrido hasta el carruaje, María y Alan pensaron que me había sonrojado por el esfuerzo.

Cuando Alan me preguntó adónde había ido su hermano, le mentí y le dije que había tenido que irse por un asunto urgente. Después de todo lo que le había contado a Jared ese día, el mero hecho de estar en la misma habitación que él me mataría de pura vergüenza.

María y yo montamos en el carruaje y salimos del castillo para volver al Ministerio.

Las palabras de Jared me habían ayudado a darme cuenta de mis verdaderos sentimientos… pero había una persona más a la que tenía que transmitírselos.

¿Conseguiré hacerlo? Cualquier otra torpeza hoy y creo que me voy a desmayar…

5 respuestas a “Katarina – Volumen 11 – Capítulo 1: Una convocatoria Real (4)”

  1. No se porque, pero creo que le dirá que es lo que siente por María jajaja o lo más posible es que sea a Keith. Yo quiero que se quede con Jared.
    Gracias por el capítulo 💕

  2. Esperen.. ¿Me están diciendo que Katarina se quedará con Jared?, eso fue lo que entendí y sinceramente no quiero, quiero que se quede con María

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