La hija de la Casa Albert – Capítulo 47

Traducido por Lugiia

Editado por Ayanami


Aunque este mundo aún se parece a un juego, no puede describirse de esa manera en absoluto. Es una verdad muy relativa.

Mary, el personaje más irregular entre todos, sorbió su té mientras pensaba en los hechos del otro día y suspiraba debido a ese pensamiento.

Lugiia
Holis ♥ Estaré haciendo unos caps para revivir la novela. Disfruten de su lectura

A pesar de que llevaba mucho tiempo sin estar en casa, seguía siendo el lugar donde se sentía más a gusto y donde su taza de té favorita encajaba cómodamente en su mano.

—Entonces, ¿la señorita Parfait es la villana esta vez? —Preguntó Addie, sentado frente a ella mientras extendía su mano hacia los bollos, a lo que Mary respondió vagamente:

—No es exactamente una villana.

En el primer volumen de «Escuela de Amor», había solo una villana llamada «Mary Albert».

Era un personaje que acosaba e interfería con la protagonista de todas las maneras posibles, lo que la convertía en una verdadera villana; no obstante, en la secuela, no todos los personajes rivales de la secuela «Amor Eterno», quienes entraban en la categoría de “Mary”, eran señoritas villanas como ella. Aunque algunas rivales se comportaban de la misma forma que Mary y terminaban en la ruta de villana al interferir con la protagonista, existían otras que entablaban amistad con ella y se hacían a un lado para que fuera feliz con su objetivo de captura, obteniendo con esto un logro de amistad.

Siguiendo la analogía del segundo volumen, Carina debía actuar como Mary y Parfait hacerse a un lado mientras entablaba amistad con la protagonista. No obstante, a pesar de que Gainus fue conquistado, Parfait no parece querer ser cercana a Lilianne, e incluso está aislada de su posición debido a su resentimiento hacia ella. Si la premisa del juego es correcta, Parfait debería haberse apartado voluntariamente cuando Gainus fue conquistado por Lilianne.

En primer lugar, en el escenario del juego, tanto Parfait como Gainus sólo estaban comprometidos por decisión de sus padres y no tenían sentimientos románticos el uno por el otro. Ya que solo era amistad, Parfait se apartó tan pronto como la protagonista apareció en escena y los apoyó debido al sufrimiento entre ambos por la diferencia de estatus. La escena donde Parfait, una señorita débil y quejumbrosa, defiende a la heroína y a Gainus, y además convence a los Eldland para que dejen a un lado la diferencia de estatus, fue muy conmovedora.

Sin embargo, a juzgar por la reacción de Parfait el otro día, es un hecho que ella adora a Gainus con todo su ser. Y ese sentimiento persiste aun cuando lo ve con Lilianne.

—Pobre señorita Parfait. Estoy seguro de que debe ser muy doloroso no poder hablar con él debido a su posición —dijo Addie con un suspiro, apoyando la situación de Parfait.

Mary observó la expresión de tristeza en el rostro de Addie, como si estuviera hablando de sí mismo.

—¿Qué sucede? Estás siendo muy amable. ¿La conoces?

—Sí… Bueno, la verdad no. Solo la vi una vez… Y no estoy diciendo esto porque la conozca, es solo que me siento identificado con su situación… —balbuceó Addie, haciendo que Mary observara con curiosidad su comportamiento nada habitual.

Su rostro estaba rojo y evitaba su mirada descaradamente. Además, había declarado hace un momento que podía simpatizar con la situación de Parfait.

Al analizar todo esto, Mary se dio cuenta de la razón por la que actuaba así…

—Oh, es cierto. ¡Addie, a ti…!

—¡Señorita, a mí…!

—¡A ti te importa mucho mi padre!

—¿Eh…?

¿Qué está diciendo? Pensó Addie, estupefacto.

En ese momento, Mary pensó que la expresión de Addie se debía a que no quería que se lo dijera a nadie más.

—Es sorprendente. No sabía que le tuvieras tanto cariño a mi padre…

—Sí, por supuesto. Estoy tan sorprendido como usted…

—Es cierto que la diferencia de estatus entre tú, un mayordomo, y el jefe de la familia Albert es demasiado grande. ¡Es por eso que simpatizaste con la situación de Parfait, ya que ella ni siquiera puede hablar con su prometido debido a la diferencia de estatus…!

—Señorita, por favor, vuelva a la realidad… No, no tiene que ser justamente la realidad. Solo, ¡salga de ese mundo! ¡Ese mundo es peligroso!

—No quiero interrumpirte, pero no puedo dejar que te interpongas entre mi padre y mi madre… —dijo Mary en un tono de disculpa mientras apartaba la mirada.

Addie dejó caer sus hombros mientras se rendía ante la forma de ser de Mary. No obstante, rápidamente levantó la mirada y cambió de tema:

—Entonces, volvamos al asunto principal.

Como se esperaba del mayordomo de Mary. No es tan débil que pueda ser herido por la actitud aplastante de ella. Bueno, si se habla de momentos aplastantes, Addie le lleva la delantera, aunque no puede decirlo con orgullo…

—Entonces, asumiendo que este es otro juego de una damisela en apuros, ¿qué va a hacer al respecto, señorita?

—Yo…

—¿Usted…?

—¡No haré nada!

—¡¿Nada?! ¡¿Es en serio?!

—¡¡Así es!!

—¡¿De verdad?!

—¡Qué persistente eres! ¡Ya te dije que no haré nada!

Lugiia
Esta conversación no tuvo nada de sentido xD

Al final, Mary estaba confundida en si debía seguir insistiendo o no, pero Addie se limitó a mirarla sorprendido.

La última vez estaba tan dispuesta a actuar a pesar de saber el resultado, así que le resultaba extraño que, esta vez, decidiera no hacer nada.

—Pensé que esta vez iba a vengarse de su ruina —murmuró Addie.

—Aunque entiendo lo que dices y podría hacer uso de mis recuerdos… —dijo Mary, encogiéndose de hombros—, en la secuela, Mary Albert no existe. No puedo hacer nada imprudente a menos que sepa lo que la Mary original pudo haber hecho en esta situación.

—Es verdad.

En estos momentos, Mary es una irregularidad que no existe en la secuela. Además, sigue siendo la hija de la familia Albert, quienes apoyan a la familia real. Si ella se involucra con los personajes, basándose en sus recuerdos, y causa algún alboroto, podría volverse un problema político.

Un problema de tal magnitud, el cual atraviesa las fronteras nacionales, no era algo que Mary pudiera tolerar. Su deseo por la ruina era algo que solo requería que ella, la causa de todo, fuera llevada a las tierras del norte y regresara en algún punto bajo la autoridad de la casa Albert.

—Además, lo más importante es que… —comenzó a decir Mary, con una expresión seria en su rostro.

—¿Qué es? —Preguntó Addie, observándola.

—Solo existe una rival para mí, ¡y esa es Alice!

—Vaya, ¿aún no se ha rendido con eso?

—Me da igual si la familia Albert no tiene problemas actualmente. De ahora en adelante, ¡se trata de mí! ¡Haré que Alice llore al menos una vez!

—¿No son sus aspiraciones cada vez más bajas? Oh, pero…

—¡Cállate! Por ahora, como no puedo realizar malas acciones, ¡no tengo más remedio que quedarme de brazos cruzados en la Academia Eleshiana! ¡Es por eso que me esforzaré mucho en mis deberes escolares para poder regresar y hacer llorar a…!

—¡Señorita Mary, bienvenida de nuevo!

Cuando estaba a punto de decir su nombre, alguien detrás de Mary, que no hace falta decir que era Alice, la abrazó con fuerza.

—Ugh —murmuró Mary, al sentir aquel abrazo apasionado, que podría describirlo como un tackle[1]. El hecho de que haya sido capaz de mantenerse en su lugar sin colapsar era una gran hazaña.

Al ser la hija de la casa Albert, no podía mostrar un estado de confusión en su expresión, mucho menos chocar con una mesa debido a un tackle repentino.

Por eso se las arregló para aguantar y mirar hacia atrás poco a poco, a pesar de poder oír un crujido proveniente de su cuerpo.

Desde luego, allí estaba Alice, abrazando a Mary con una brillante sonrisa en su rostro. Cuando la sonrisa de Mary se tensó, Addie, quien estaba sorbiendo elegantemente su té, comenzó a decir con un tono arrepentido:

—Lo lamento. Le dije a la señorita Alice que usted, señorita, volvería a casa hoy.

—¡Como siempre, eres un traidor!

—¿Soy un traidor? Estoy de su lado, señorita…

—Sí, sí, eres el capitán del batallón de animadores de esta chica con sede en la casa Albert.

—¡Soy el capitán del batallón de animadores de Alice, con la sede central ubicada en la Academia Karelia…!

—¿Por qué cambiaste la sede ahora…? ¡¡Ah, sus números están aumentando!!

Mientras mantenían un intercambio tan natural, Alice, quien abrazaba la cintura de Mary, soltó una risita de felicidad.

—¡Señorita Mary, ha pasado mucho tiempo!

—Sí, bueno, ¡ha pasado un tiempo! La semana pasada regresaste de vacaciones, ¿no es así? ¡No me abraces cada vez que regreses! ¡Vas a hacer que huela como una campesina! ¡Aléjate de mí!

Cuando Mary se quitó de encima a Alice a la fuerza, Patrick, quien apareció tarde, dijo:

—Lo mismo de siempre.

Mary fulminó con la mirada a aquel príncipe que mantenía una sonrisa fresca y pasos relajados.

—Tu princesa está actuando como una campesina. ¿Qué está pasando aquí?

—Ja, ja. Bueno, eso es parte del encanto de Alice, ¿verdad?

Patrick devolvió el sarcasmo de Mary con una sonrisa irónica, pero su expresión no se asemejaba a eso en absoluto; al contrario, sus ojos eran tranquilos y cariñosos mientras observaba a Alice.

Como si estuviera mareada, Mary apretó la arruga entre sus cejas ante el comentario y expresión llenos de amor.

Qué dulce es Patrick.

Sentado al lado de Alice, sonreía con amabilidad… Era como si la actitud despiadada y fría que tenía en «Escuela de Amor» fuera una mentira.

—Doble personalidad —murmuró Mary involuntariamente, enderezándose. Luego, dijo en voz alta—: Siento que hayan venido hasta aquí, pero voy a tener que dejarlos por un momento.

—Señorita Mary, ¿sucede algo?

—Es que me duele ver a estos amantes coqueteando como idiotas.

—Je, je, je, es bastante embarazoso.

—¡¿Por qué reaccionas así…?! —Mary se quedó atónita ante la sonrisa avergonzada de Alice, pero enseguida se aclaró la garganta y cambió de tema. Ese nivel de actitud aplastante no es suficiente para hacerla llorar—. De hecho, hay alguien con quien debo reunirme. Pero no creo tardar mucho.

—Aunque acaban de comenzar unas pequeñas vacaciones, parece que también estás ocupada.

Mary se encogió de hombros ante las palabras de Patrick, las cuales eran una realidad, mientras él se limitaba a beber su taza de té. A pesar de la diferencia de género, ambos habían nacido en familias aristocráticas, la familia Albert y la familia Dice, por lo que conocían las cargas sobre el otro.

Por eso, Mary esbozó una sonrisa irónica y dijo:

—No sirve de nada quejarse. —Entonces, como si fuera algo natural, añadió—: Solo voy a una cita a ciegas.

Ante su comentario, Alice se sorprendió, e incluso Patrick, quien sabía que ella estaba ocupada, miró a Addie rápidamente.


[1]Tackle: Acción de entrada a las piernas en la cual se hace un movimiento lateral de barrido con las manos a fin de derribar al contrario.

Una respuesta en “La hija de la Casa Albert – Capítulo 47”

  1. Jajajaj we, quedo justo en donde está el manga en inglés y es exactamente igual!!! Me encanta esta historia, en serio, muchas gracias por traerla, la seguiré esperando~

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