Traducido por Yousei
Editado por Sakuya
—…Señorita.
Podía escuchar un suave murmullo llamándome.
—…Señorita Mary.
Había un susurro despertándome y una mano moviéndome.
Cuando finalmente me las arreglé para levantar mis párpados que estaban atados por la somnolencia, la mirada oscura de Klaus apareció.
— ¿…?
Froté mis párpados para despertarme.
Aún está oscuro. El aire era frío y húmedo, probablemente había niebla afuera.
—Kla-
Su palma cubrió mi mano antes de que pudiera decir su nombre.
Poniendo su boca cerca de mis oídos, me silenció e hizo que mis ojos se abrieran enormemente debido a la sorpresa. Su expresión seria inmediatamente disipó mi somnolencia.
Cuando miré a Klaus y asentí silenciosamente, él me dejó ir.
—Escuché un sonido que provenía desde arriba justo ahora. Iré a revisar, por favor espere aquí.
No sé qué sonido escuchó, pero tenía un mal presentimiento.
Sentándose al lado de la cama, Klaus me miró silenciosamente, estaba mordiendo mis propios labios por la ansiedad. Me miró desde arriba, tomó mis manos y me dio algo.
—Aquí…
Cuando vi lo que había puesto en mis manos, dejé de respirar.
Era una daga. La sensación pesada aumentó.
—Por favor use esto para defenderse si es necesario.
¿Qué está pasando? ¿A qué le teme? Había tantas preguntas que quería hacer, pero todas estaban atrapadas en mi garganta, negándose a salir.
Mi instinto estaba encendiendo alarmas en mi cabeza sin siquiera saber cuál era el peligro.
Asustada. Estaba asustada. Tan asustada que no podía soportarlo.
Klaus sostuvo mis manos temblorosas. Sus ojos esmeraldas reflejados en los míos.
—Mary.
—Her…Klaus.
Casi lo llamé “hermano”.
El probablemente se habría reído de mí con una expresión de hermano mayor plasmada en su cara.
—La protegeré. No se preocupe.
*Pon pon* El dio golpecitos en mi cabeza mientras decía esas tranquilizadoras palabras.
Me quedé mirándolo, sorprendida por el repentino cambio a su “modo hermano”.
— ¿Klaus?
—Iré a echar un vistazo, quédese quieta. Si está asustada puede quedarse con Bianca. Ella no está bien de la cabeza, pero no le hará daño.
¿Cómo puedes decir eso con tanta seriedad?
Dando una mirada hacia mí, Klaus suavizó su expresión.
—Estaré bien, créame, espere aquí.
— ¡!
Acababa de entender sus intenciones. Él intentaba animarme.
Ciertamente dio resultado. Ya no me sentía asustada.
Klaus asintió con satisfacción a mí, quien sostenía la daga firmemente entre mis manos.
—Regresaré.
Después de que se fue, puse mi oído contra la puerta y contuve el aliento.
—…
Pero con las olas turbulentas del océano y los pisos de madera crujientes, era difícil.
Aunque mi corazón era lo más ruidoso.
El sudor cubría la daga en mis manos mientras la tensión persistía. Un par de segundos se sintieron como minutos. Minutos se sintieron como horas.
¿Cuánto ha pasado?
Repentinamente, ruidos tormentosos como si la nave chocara con algo. Al mismo tiempo, toda la habitación se sacudió y perdí el balance, lo que me lanzó al piso. La puerta se abrió con un estruendo.
El aire frío inmediatamente atravesó la habitación con el sonido de metal chocando. La fuerte voz de Klaus podía escucharse.
— ¡¡Ataque enemigo!!
— ¡¡!!
Los gritos se repetían una y otra vez. Las personas eventualmente dejaron sus habitaciones y la nave se volvió ruidosa.
— ¡¿Son piratas?!
— ¡Oigan! ¡Levántense! ¡Estamos bajo ataque!
Dijo una voz de afuera. Los marinos corrían por él pasillo con pasos ásperos.
Estaba estupefacta mientras repetía sus palabras en mi cabeza.
Piratas, bajo ataque. Una mezcla de palabras flotaban en mi cabeza de forma incoherente. Me quedé mirando antes de disponerme a levantarme.
Pero mis piernas no respondían.
Mientras estaba en el piso, el bullicio afuera crecía.
Rugidos enojados, gritos agonizantes y choque de metal. Quería tapar mis oídos y olvidar todo, pero mi cuerpo no me había estado haciendo caso desde hace un rato.
Gateé lentamente hacia la puerta.
Y justo antes de que mis dedos la alcanzaran, una sombra apareció sobre mí.
— ¡Hola!
— ¡Mary! ¡¿Estás bien?!
Mientras estaba en los brazos de alguien, mis ojos se abrieron de la sorpresa.
Un aroma familiar y una sensación de “qué alivio” podía escucharse de los susurros de las personas que me rodeaban.
Forcé una pequeña voz.
—Señorita… Bianca…
— ¡Oye! ¿¡Podemos dejar la emocionante reunión para más tarde y cerrar la puerta primero!?
Wolf, quien había venido a mi camarote, cerró la puerta tras él.
— ¿Pequeña Mary, estás bien?
La señorita Bianca había agarrado mi rostro y examinaba cada centímetro de el.
Porque la habitación estaba a oscuras, ella terminó trazándolo con sus dedos en su lugar.
—E-estoy bien.
—Bien. Eso es bueno. Por cierto, tu hermano…
—Mi hermano está arriba.
— ¿Hah?
La señorita Bianca estaba claramente sorprendida. Por otro lado, Wolf mantuvo la compostura y asintió.
—Ah, tu hermano. ¿Ese inútil en la cocina? ¿No es parte de la división de caballeros o algo?
Con todo lo que está pasando ahora, no pude ocultar mi sorpresa.
—La razón por la que no estamos siendo sobrepasados por el enemigo es gracias a tu hermano, ¿sabes?
Dijo Wolf mientras ponía su oído contra la puerta para echar un vistazo.
Justo como él dijo antes, había ruido sobre nosotros, pero no había ruidos provenientes de nuestro piso. Era obvio que Klaus estaba peleando, pero ¿cuánto podrá mantener su piso?
¿Tienes problemas? ¿No te estás presionando demasiado?
Solo pensar en eso, llenó mi corazón de dolor. Pero si iba a ayudarlo, solo sería un peso muerto. En su lugar, solo nos pondría a ambos en más peligro.
Wolf me vio morderme los labios.
—… ¿Preocupada?
—…Por supuesto que lo estoy.
¿Cómo es que siquiera preguntas algo tan obvio?
Lo miré irritada, pero me encontré con sus ojos fríos. Era como si esos ojos pudieran ver lo más profundo del corazón de una persona. Honestamente me dieron un sobresalto.
Dejándome confundida en el acto, él puso sus manos sobre la puerta.
Repentinamente, el sonido de la puerta abriéndose y algo cayendo por las escaleras pudo escucharse, seguido por un pequeño gemido.
Pensando que había un herido ahí, empalidecí de preocupación.
Pero cuando estaba por alcanzar la puerta, fui abrazada por la señorita Bianca. Ella susurró en mi oído que podía ser un enemigo.
Antes de cubrir mi boca con ambas manos, Wolf presionó su oído contra la puerta una vez más. Después de un momento, él gentilmente abrió la puerta.
Dejándonos en la habitación, Wolf se adentró solo en el corredor.
La persona con la que regresó sobre su hombro tenía un rostro familiar.
— ¡Kurt!
Kurt era parte de la tripulación a cargo de la cocina y un hombre que conocía bien. Normalmente su rostro estaría con una sonrisa amable, pero ahora estaba pálido y contraído por el dolor.
Cuidadosamente revisé su cuerpo por algún signo de cortes y me di cuenta de que su brazo estaba posicionado donde no debería.
—Los huesos están rotos.
La calmada voz de Wolf no alcanzó mis oídos.
—Algo para fijarlo… ¿Mary, puedes encargarte?
—…
— ¡…Mary!
— ¿Eh?
Wolf alzó la voz. Viendo como temblaba y no me movía, él suspiró.
—…Está bien si no puedes moverte. Solo no te caigas para que no te metas en el camino.
— ¡!
—Y la señorita de allá, tú puedes moverte ¿cierto? Ven y ayúdame.
—Bien.
Él estaba decepcionado. Lo sabía mejor que nadie.
Pero en el momento, no se me pasó por la cabeza que era triste o frustrante. Solo estaba contenta porque, por un momento, me habían dicho que no hiciera nada.
Y, casi inmediatamente, una sensación de disgusto me poseyó.
Klaus estaba peleando. Los marinos estaban peleando. Incluso Wolf y la señorita Bianca estaban esforzándose.
¿Voy a ser la única llorando en una esquina?
¿Acaso salí de viaje para esto?
—Tsu…Ah…
Kurt gimió de dolor.
El sudor sobresalía de su frente mientras él soportaba todo. Kurt sostuvo mi mano, con la que iba a limpiar su sudor.
Era firme y fuerte.
—Kuu…
Las lágrimas empezaron a brotar y a caer por mi rostro.
Contrólate, Rosemary.
¿Con qué propósito te levantaste? Comenzaste a caminar con tus propios pies.
¿Qué querías hacer? ¿Por qué dejaste la comodidad del palacio de dónde venías?
Aunque haya personas sufriendo frente a mis ojos.
Aunque haya personas buscando ayuda.
¿¡Cómo una mujer, ignorando todo eso, cambiará el mundo!?
Quité la mano de Kurt de mi brazo y usé mis dos manos, abofeteando mis mejillas por ambos lados.
*Golpe* Un fuerte sonido resonó en el camarote.
— ¿Eh?
—Solo-…
Ambas mejillas comenzaron a doler.
Contrario a lo que veía borroso debido a las lágrimas, mi mente estaba clara como el día. Limpié mis ojos con el reverso de mi mano y me levanté.
—Ayudaré con el tratamiento.
—Mary…
Sin esperar la respuesta de Wolf, fui por las sábanas. Él me llamó mientras las cortaba con un cuchillo.
— ¿Puedes encargarte?
Eran las mismas palabras de antes. Pero, esta vez, asentí firmemente.
—Esta será mi primera vez haciéndolo, pero sé que debo hacer.
— ¿Es así? Entonces te lo encargo.
Wolf me lanzó su cuchillo enfundado y me dijo que lo usara para inmovilizar. Lo atrapé en el aire.
—Tú no eres una niña que se encarga de cosas que no puede hacer. Si dices que puedes, entonces puedes, ¿cierto?
Eso no era una pregunta.
Él me miraba con sus ojos afilados y por un momento dejé de respirar. Sin embargo, lo soporté y le di mi respuesta.
—Sí.
Dejemos de ser indecisos. Si no hago lo que pueda ahora, definitivamente voy a arrepentirme.
A mí, quien declaraba con una fuerte convicción, Wolf me mostró su primera sonrisa del día.
—Bien. En ese caso, déjame a tu hermano a mí.
— ¿…eh?
¿A qué se refería? Estaba a punto de preguntarle, pero salió volando por la puerta.
— ¡¿Wolf?!
— ¡Se una buena chica y espérame aquí~! <3
Wolf miró hacia atrás sobre su hombro y me lanzó un beso mientras se dirigía a las escaleras.
¿Qué es estooooo? ¿se murió? ¿lo lastimaron? Creo que a mí me dicen “déjame tu hermano a mí” y me chiflo, aunque no sea mí hermano. Esa frase es muy sospechosa.
Gracias por el capítulo.