Traducido por Army
Editado por Tsunai
—Hasta luego —dijo Greed con una sonrisa y salió de la antecámara.
Al final… bailamos tres canciones.
A diferencia de él, que parecía perfectamente bien, yo estaba completamente sin aliento y tuve que sentarme en una de las sillas de madera al fondo de la antecámara.
Bailar es más agotador de lo que pensaba. Tenía cierta confianza en mi resistencia, ya que me muevo constantemente en mi trabajo como sirvienta, pero al parecer, utilizó músculos distintos para esto.
Aun así, me obligué a levantarme con desgana. Pronto, la princesa tomaría un descanso, y yo debía prepararme para atenderla.
Tomé la botella de vino y las copas que había colocado sobre la mesa. Había dos vasos, incluido uno para Rufus. Si la princesa y él seguían en el pasillo por un rato más, lo mejor sería llevarles sus bebidas.
Mientras servía el vino de un profundo color púrpura en una de las copas, sentí que alguien entraba en la antecámara.
Asumí que era la princesa y giré con una sonrisa.Ciertamente, era una princesa
Pero no la que esperaba. Lo que me sorprendió aún más fue la aparición de Tiana.
Vestía un hermoso y delicado vestido con encaje rosa y blanco, pero su expresión no encajaba con su apariencia. Su rostro reflejaba angustia. En sus manos, apretaba un pañuelo de encaje, completamente arrugado y en mal estado.
Qué desperdicio… pensé distraídamente. Con ese estado, plancharlo será un verdadero desafío…
Me aferré a ese pensamiento absurdo, un intento desesperado de escapar de la realidad ante mí.
Después de todo, no creo que haya venido a tener una conversación cordial conmigo.
Pero… seguramente no me confrontará en un lugar como este, ¿verdad? Hay demasiada gente cerca. No puede ser que tenga la intención de hacer un escándalo aquí… ¿Verdad?
Con ese pensamiento en mente, forcé la mejor sonrisa amistosa que pude y hablé con la mayor naturalidad posible
—Uhm… princesa Tiana, ¿en qué puedo ayudarla?
—Desaparece de la vista del Héroe.
¡¡Aquí viene la bola recta!!
De ninguna manera. No puede ser. ¿En serio piensa montar una escena aquí?
—Él no te necesita. El Héroe no te necesita.
Las palabras de Tiana fueron firmes, su mirada severa. Era lo mismo que había dicho antes… pero esta vez se sentía diferente.
Cuando discutimos en la habitación de Mariage, su voz había sido un grito histérico, descontrolado, hasta que Greed la reprendió. Ahora, en cambio, parecía más contenida.
Pero eso solo hacía que me pusiera aún más en guardia.
—La única que merece estar al lado del Héroe soy yo, una princesa. No tú, una simple sirvienta. No tienes derecho a estar aquí. Este baile no es para alguien como tú.
¿Está sugiriendo que asistí como la prometida de Greed?
Contuve la respiración y soporté sus palabras.
Había muchas cosas que quería decirle, pero sabía que lo mejor sería terminar esta conversación sin que nadie más lo notara. Discutir aquí solo haría que Tiana se agitara más y, al final, llamaríamos la atención de todos.
Había demasiados invitados.
No podemos permitirnos un escándalo. Ni por la princesa, ni por Greed, ni por mí.
Y, quizá, tampoco por Tiana.
—Si el Héroe te elige, se arrepentirá. No eres hermosa. No eres una princesa. Ni siquiera eres una verdadera camarada del Héroe. No eres digna de estar a su lado.
Junté suavemente mis manos. Ya había escuchado esas palabras antes. De hecho, alguna vez yo misma lo pensé. Que Tiana encajaba mucho mejor con Greed que yo, una simple sirvienta.
Pero . . . es diferente ahora. Ya no pienso así.
—Aun así, verte cerca de él es una monstruosidad… ¡Y encima, atreverte a seducir al Héroe para que baile contigo!
Así que nos vio bailar…
Avergonzada, desvié la mirada de Tiana.
Sabía que Greed había rechazado la invitación de Tiana alegando que no podía bailar. Verlo ahora, bailando conmigo con tanta naturalidad, debió de ser una herida profunda para ella.
Pero… incluso sabiendo eso, Tiana siempre logra superar mis expectativas.
Entrecerró los ojos, su voz afilada como una sentencia.
—¡Obligaste al Héroe a bailar! ¡Eres una cobarde!
—¿Qué…?
Oye, no podría. . . Eso es muy imposible para mí, ¿sabes?
Nos viste bailando pero ¿no viste también a Greed invitarme a bailar?
Aun así, no puedo evitar pensar que Tiana es una mirona.
No importa cómo lo mires, Greed estaba bailando con una gran sonrisa.
¿Es esa una actitud de alguien siendo forzado?
Ojalá pudiera discutir con ella…, pero soy paciente.
—¡Y además, le estás ordenando al héroe que sonria!
¿Escuchó eso…? No, no, soy una persona paciente.
—Si fuera yo, querría que solo me sonriera a mi . Y, sin embargo, tú, tontamente, le sugeriste que debería sonreírle a otros.
P-Paciencia……
—¿Qué estás haciendo? ¿Estás intentando cambiar al Héroe?
—Bueno…
—Aunque has monopolizado su sonrisa, ni siquiera entiendes su valor. ¿Por qué crees que necesitas cambiarlo? No tiene que hacerlo. Es el Héroe, y eso es suficiente. No necesita sonreírle a nadie más.
Puedo… ¡no aguanto más!
Miré fijamente a Tiana y, con firmeza, le respondí:
—Él no puede quedarse así. ¡El viejo y vacío Greed! Aunque ahora puede sonreír, sigue estando mal que solo exprese sus emociones conmigo.
No lo conocía cuando nos encontramos por primera vez. Pero cuanto más tiempo pasaba con él, más me daba cuenta de lo extraño que era.
—No creo que haya nada de malo en él.. Hasta ahora, ha cumplido con sus deberes como Héroe sin problemas. Y ahora vienes tú, tratando de cambiarlo… ¿Quién eres tú para hacer eso?
Me mordí los labios antes de responderle, con voz firme:
—Soy… su prometida.
Para ser precisos…, aún no he reconocido el compromiso, pero no tiene nada que ver con Tiana.
—Como soy su prometida, quiero saber más qué hace feliz a Greed.
Tiana resopló con desdén.
—¿Y qué? ¿Acaso puedes hacer feliz al Héroe? ¿Realmente puedes cambiarlo? ¿O solo lo haces por tu propia conveniencia?
—Sí… En parte, también es por mi propia conveniencia.
Pero más allá de eso, quiero que Greed experimente la felicidad de conectarse con los demás, de comunicarse libremente con quienes lo rodean.
—Como héroe, no le falta nada. Pero incluso Greed es más que solo “el Héroe”. También es simplemente Greed. Y, hasta ahora… él aún no lo ha comprendido del todo.
Desde mi punto de vista, el mundo de Greed sigue siendo pequeño. Y si algo me sucediera… ese pequeño mundo colapsaría.
—Soy una princesa. Si se casa conmigo, el Héroe se convertirá en miembro de la familia real. No tendrá que preocuparse por las relaciones.
Casarse con una princesa seguramente sería algo beneficioso. A pesar de ser el héroe, hay quienes todavía lo desprecian por su origen plebeyo, y ese número disminuiría. Pero… ¿llamas a eso una relación verdadera?
—Lo que un héroe necesita es casarse conmigo y convertirse en parte de la realeza. Muchos de los Héroes del pasado se vincularon con la familia real. No con una doncella. ¿Sabes lo que eso significa?
—¿Significa…?
—Que una persona especial como el Héroe debe estar con alguien igualmente especial, como una princesa.
Tiana habló con una extraña confianza.
—Todos se han preguntado alguna vez… ¿con qué princesa se casará el Héroe de esta generación?
Bueno… yo también lo pensé en su momento. Aunque, claro, no puedo decirlo en voz alta.
—Así que cuando escuché que el Héroe había rescatado a la princesa Luisa, me desanimé. Pero, por desgracia, la princesa eligió al príncipe Rufus en lugar del Héroe.
»¡Fue entonces cuando pensé que tenía una oportunidad! ¡Yo… se suponía que era la única princesa del Héroe!
»Y, aun así, tú sigues a su lado. Tú, una simple sirvienta. El Héroe necesita a alguien con una posición especial, alguien que pueda estar a su altura. ¡Él no te necesita!
Tiana, retorció aún más el arrugado pañuelo de encaje en sus manos. Insistía en que Greed necesitaba a alguien con una posición especial.
Pero, ¿qué significa realmente tener una “posición especial”?
¿Cómo puede eso definir lo que Greed necesita?
Yo misma solía pensar de esa manera, pero al escuchar las palabras de Tiana, comencé a preguntarme por qué. Después de todo, ser un Héroe ya es algo lo suficientemente especial. ¿Por qué su pareja también tendría que serlo?
¿Porque él es el Héroe…?
De repente, esa palabra me despertó curiosidad.
—Héroe.
Tiana la había repetido muchas veces. Pero nunca había dicho Greed.
Para ella, Héroe y Greed eran exactamente lo mismo. Como si fueran sinónimos.
En el instante en que me di cuenta de eso, entendí el origen de la incomodidad que había sentido desde el principio.
El Héroe de Tiana no es Greed de Langrea Village.
Para ella, él es solo el héroe Greed. Y de quien está enamorada no es de Greed, sino del Héroe.
El Héroe más fuerte de todos los tiempos. El que derrotó al Rey Demonio.
Por eso, a ella no le interesa el lado humano de Greed, la parte de él que no llama la atención.
Sin embargo… antes de ser un Héroe, Greed es una persona.
Aunque quizás no una persona normal, sigue siendo un ser humano. Tiene una vida y sentimientos propios, como simplemente Greed. El hecho de que se haya convertido en un Héroe no significa que pueda deshacerse de ellos.
Más bien… su lado no Héroe es el verdadero y original Greed.
No creo que Greed elija casarse con alguien solo porque “sea adecuada para el Héroe”.
No tiene por qué exigirle a la otra persona que sea especial.
Me eligió porque él quiso. Su posición como Héroe es irrelevante.
Pero Tiana no puede entenderlo. Para ella, Greed es el Héroe, y por eso insiste en que el Héroe necesita una princesa, no una doncella.
Si Greed no se hubiera convertido en el Héroe y siguiera siendo solo Greed de Langrea Village, Tiana jamás lo habría mirado.
Quizás se habría sentido atraída por su apariencia, pero un simple aldeano nunca sería adecuado para una princesa…
Tal como yo, una sirvienta, se supone que no soy adecuada para el Héroe.
—Si realmente te importa, entonces deberías desaparecer de su vista. ¡Más bien, piérdete!
Tiana comenzó a acercarse con una mirada sombría.
Ella es una princesa que se enamoró del Héroe.
Alguien que nunca podrá comprender al verdadero Greed.
—No tienes que despreciarte a ti misma. Siéntete más orgullosa de quien eres.
De repente, recordé las palabras de Mariage.
En su momento, no entendí lo que quiso decir.
Pero ahora… creo que por fin lo comprendo.
Respiré hondo.
—Espíritus, no tenéis que hacer nada… se lo diré yo misma,
Murmuré esas palabras antes de mirar a Tiana y hablar con firmeza.
—No dejaré a Greed.
La persona que Greed eligió con su corazón… ese soy yo. Me anhelaba a mí, sin importar títulos ni posiciones. Ni la de una princesa, ni la de una sirvienta, y mucho menos la de un Héroe.
—¿¡Tú!?
Tiana abrió los ojos de par en par, sorprendida. No esperaba ser rechazada tan claramente.
—Tal vez algún día haya alguien que Greed llegue a querer más que a mí. Y cuando ese momento llegue, con gusto me haré a un lado. Pero, Tiana, esa persona no eres tú.
—¿¡Q-Qué dijiste!?
—Tu posición como princesa puede ser adecuada para el Héroe. Pero Greed no lo reconoció así. Y por eso, no voy a retirarme.
—¡Qué grosera! Eres sólo una sirvienta. ¡No puedes dirigirte así a una princesa! —gritó Tiana, completamente fuera de sí.
En efecto, mi actitud era irrespetuosa.
Pero no me importó.
—A Greed no le importa mi estatus. Por eso me eligió a mí, una simple doncella, ¿no lo entiendes?
Estoy segura de que eso era lo que Mariage intentaba decirme.
Que no debía temer a lo que pensaran los demás.
Porque, al final, las únicas obsesionadas con los títulos y las posiciones éramos Tiana y yo.
Princesas. Doncellas. Héroes.
Solo etiquetas.
—Greed no necesita una “princesa”. Lo mismo ocurre con los Héroes del pasado. No se enamoraron de alguien solo por su título. Uno se enamoró de su amiga de la infancia. Otro… de una simple sirvienta.
Tiana contuvo la respiración.
No necesitaba decir nada más.
Lo había entendido.
Como es una princesa, debería casarse con el Héroe.
Como es un Héroe, una princesa es la compañera adecuada.
Eso era lo que solía pensar.
Y ahora, eso es lo que piensa Tiana.
Pero… esa suposición es completamente errónea.
No fue hasta que dejé de ser una simple espectadora que lo comprendí.
Antes de ver a Greed como persona, solo lo había mirado como el Héroe. Lo había ignorado por completo como ser humano.
Enderecé la espalda y miré fijamente los ojos azules de Tiana.
Ya no soy solo una doncella.
Soy la prometida del Héroe.
—No mires solo al Héroe. Mira a Greed, a la persona que es. Si no puedes hacer eso, si solo puedes verlo como el Héroe, entonces olvídalo. Regresa a Albatro y cumple con tus deberes como miembro de la realeza.
—¡N-No tienes derecho a decirme eso!
El rostro de Tiana enrojeció, probablemente por la furia.
Bueno… se lo merece.
Solo le dije que renunciara a Greed, que regresara a su país y se casara.
Pero no fue otra que ella quien primero me dijo que me mantuviera alejada de él.
Solo le estoy devolviendo sus propias palabras.
—Princesa Tiana… Hay muchas otras personas que merecen una “princesa”, pero Greed no es una de ellas.
—¡Tú…!
De repente, Tiana tomó el vaso que estaba sobre la mesa.
El mismo vaso en el que acababa de servir vino.
Oh… así que ha perdido la calma y va a recurrir a la fuerza.
Pero extrañamente, yo me sentía completamente serena.
—¡Tu actitud descarada de sirvienta a menudo me hace…!
Me fulminó con la mirada mientras sostenía el vaso con fuerza.
Solo había dos posibilidades…
O me arrojaría el vino.
O me golpearía con el vaso.
Cuando sus manos comenzaron a moverse, apreté los dientes, lista para cualquier cosa.
Pero en ese instante, alguien se interpuso entre nosotras.
Lo primero que vi fue un vestido verde brillante, mechones dorados relucientes y una espalda muy familiar.
—¿¡Princesa…!?
Sí. Era mi maestra, Louise.
Lo que pasó después duró solo un segundo… pero para mí, se sintió como una eternidad.
La princesa se plantó firmemente entre nosotras, como si me estuviera protegiendo.
Tiana, al darse cuenta, quedó atónita.
Pero ya no pudo detener su mano a tiempo.
El vino salió disparado del vaso y con un:
—¡Ah!
Splash.
El líquido de color púrpura oscuro se derramó desde el pecho de la princesa hasta su cintura, empapando el delicado tejido con un sonido húmedo y pesado.
En ese instante, sentí un golpe en el pecho, como si mi propio corazón hubiera caído en el vacío.
─¡¡Gyaaaaa, el vestido de la princesa!!