La Tierra está en línea – Capítulo 100: Sus espíritus chocaban y era como el aroma de una mujer seductora, haciendo que se volviera poco a poco adicto e incapaz de liberarse

Traducido por Shisai

Editado por Meli


An Chu y Lu Xing eran fuertes y luego de pasar el primer piso de la torre negra, llegaron hasta Xiao Jitong y se convirtieron en miembros del renacido Grupo de Nanjing.

El Grupo ahora tenía más de treinta miembros, ninguno reaccionó como Fu Wensheng imaginó al descubrir la identidad de Fu Wenduo. Por el contrario, al igual que Xiao Jitong, lo animaron para que se uniera a él y a Tang Mo.

Todos estaban agotados, el repentino juego de escape había drenado sus energías.

—¿Los polizones son malos? —Xiao Jitong sonrió a su primo y señaló a Ningning—. Ella es una polizón, pero no porque sea mala o le guste matar, así que dime —le sonrió a Tang Mo—. ¿Por qué luchaste contra el señor Fu y el señor Tang?

Tang Mo levantó una ceja y explicó la situación del Circo Extraño.

—¿Hay algo así? ¿Poner a los jugadores unos contra otros? ¿Acaso la Torre Negra carece de toda moralidad? —se preguntaron los presentes,

—La Torre Negra puede convertir a los jugadores en jefes que luchan contra otros jugadores. —Xiao Jitong exteriorizó su preocupación—. Había veintiún jugadores del primer piso y dos del segundo. A primera vista, los últimos estaban en desventaja. Sin embargo, Tang Mo y Fu Wenduo consiguieron la jaula del monstruo desde el principio y los otros no sabían qué era el monstruo. También está el Circo Extraño y su misterioso líder. Podrían tomar prestado el poder del mundo de la Torre Negra…

Tang Mo lo miró, también era inteligente. Durante el juego, los dos lo habían discutido en privado. Si su plan no tenía éxito, se pondrían en contacto con el circo para pedir ayuda. Utilizarían ese poder para proteger a la lombriz de tierra y terminar el juego.

Una vez aclarado el malentendido, Tang Mo y Fu Wenduo se llevaron a Fu Wensheng para marcharse. An Chu y Lu Xing se unieron al Grupo de Nanjing y escucharon el siguiente plan de Xiao Jitong.

El malentendido estaba resuelto, pero Lu Xing parecía muy incómodo mientras miraba de un lado a otro a Tang Mo y Fu Wenduo. Los ojos de An Chu estaban fijos en las manos de los dos, llevaban así ¡media hora!.

Todos allí, estaban muy juntos, si no prestaban atención, era difícil descubrir que Tang Mo y Fu Wenduo estaban agarrados de la mano. Sin embargo, An Chu lo descubrió y luego de encontrar un grano de arroz integral entre el arroz blanco, no pudo apartar la mirada.

Dos chicas tomadas de la mano no era algo extraño, pero dos hombres… ¡Eso iba más allá de una buena amistad!

Tang Mo notó que An Chu no dejaba de verlo, así que la observó con extrañeza.

El género no es un problema, pensó ella.

¿Sigue enfadada por lo del circo?, se preguntó él.

Se sonrieron y asintieron. Pensaron que la otra parte había entendido lo que querían decir.

Tang Mo y Fu Wenduo se irían al día siguiente, así que volvieron a la habitación de Fu Wensheng para que recogiera sus cosas, solo algunos accesorios y artículos de primera necesidad. Tang Mo vio unas cuantas botellas de agua mineral Nongfu; las mismas que Xiao Jitong usó para curarse la herida de la cara, luego de que Ningning insistiera en que era antiestético y de que Chai Rong dijera que no quería que le quedarán cicatrices que le recordaran siempre el juego de la limpieza de la basura.

—¿El Grupo Nanjing tiene muchas de estas botellas de agua mineral? —preguntó con curiosidad Tang Mo.

—Sí, hay bastantes. Les deben quedar más de cien botellas. Los jugadores de Nanjing pueden usar artículos o inteligencia para conseguirlas —respondió el niño.

—¿Nosotros también podemos usar información para conseguir algunas?

La lágrima de la lombriz de tierra era más práctica, pero solo había una oportunidad más de utilizarla. Y aunque desde que la Tierra se conectó, confió en su capacidad física para curar sus heridas. El agua Nongfu podía acelerar el ritmo de recuperación.

—¿Por qué cambiarías inteligencia por esto? —inquirió el niño, con el ceño fruncido, después de un largo rato.

—No tenemos ningún accesorio de curación —respondió.

Él y Fu Wenduo habían revisado sus accesorios y tenían sobre todo armas de tipo mortífero.

—¿Puedes tomar algunas botellas?

Aun tenía una buena relación con Xiao Jitong y el Grupo de Nanjing. Era razonable que le dieran algunas.

—Esta es mi habilidad —declaró Fu Wensheng.

—Si es tu habilidad, entonces podemos tomar… —Se detuvo y miró al niño con expresión de asombro—. ¿Tu habilidad?

Fu Wensheng asintió, tomó una palangana de plástico que estaba debajo de la cama y colocó la mano derecha sobre ella. De su palma brotó un chorro de agua cristalina que llenó el recipiente. Sacó de debajo de la cama un gran embudo y llenó cinco botellas en un abrir y cerrar de ojos.

—Sí, esta es mi habilidad. —Le entregó las botellas al atónito Tang Mo.

Fu Wenduo soltó una carcajada y los otros se giraron para mirarle, este dejó escapar un leve suspiro y luego dijo:

—Es ligeramente útil —Contuvo una sonrisa.

¡¿Qué?! ¡Claro que es útil!, gritó en su interior Fu Wensheng, el capitán Xiao dijo que su habilidad era muy poderosa y si pudiera mejorarse, tal vez el agua mineral podría producir huesos humanos en el futuro. Su enfado disminuyó porque era la primera vez que su primo lo elogiaba.

Fu Wensheng recogió sus cosas y puso colchones y mantas en el suelo para sus acompañantes. Tang Mo trató de ayudarle, tan pronto se movió, Fu Wenduo le soltó la mano y le habló al pequeño con calma:

—Vende más agua mineral antes de irnos.

—¿Ah? —exclamó, sin comprender a qué se refería el hombre.

—Véndelas a Chai Rong y Xiao Jitong… —Hizo una pausa y se tumbó en un lado del colchón—. ¿Cuánta agua mineral les diste antes?

—¿Cientos de botellas? —respondió con sinceridad.

—Oh, es trabajo infantil.

—Hermano mayor, son mis compañeros de equipo —le recordó con cautela.

—Ellos no son tus compañeros de equipo ahora. Haz más y vendelas a cambio de información —le ordenó.

¡Prefiero ser el compañero de equipo del capitán Chai en vez del tuyo!, protestó para sus adentros, pero aunque deprimido, hizo nuevas botellas de agua mineral.

Tang Mo sonrió, movió un poco su mano derecha, la calidez aún permanecía entre sus dedos.

Fu Wenduo, en la penumbra, colocó una manta sobre el colchón, alisando pulcramente y con expertis todos los rincones. Él y Tang Mo no necesitaban dormir esa noche, gracias a su forma física. Sin embargo, su primo era diferente, así que no se opuso.

En cierto modo, Fu Wenduo era un hermano amable y un buen hombre. Tal como Tang Mo le dijo a Xiao Jitong. Este también se dio cuenta de ese hecho; incluso podría ser mejor que Tang Mo. Como mínimo, él no tendría la tentación de ir a la torre negra a patearla con rabia.

Tang Mo recordó que pasaría por Xinjiekou al salir de Nanjing y reflexionó sobre si sería bueno patear la torre negra al pasar por allí.

—¿Te vas a dormir? —oyó una voz grave y su espíritu se recuperó.

Fu Wenduo estaba en cuclillas junto al colchón, sus tranquilos ojos oscuros lo miraban fijamente.

—No, no necesito dormir… Llevamos unas horas agarrados y creo que hay dos razones por las que aún no conozco tu habilidad: el efecto de la habilidad es menos eficaz porque la obtuve de alguien más; o tu habilidad es tan poderosa que necesito más tiempo.

—No es urgente. Vamos a tardar tres días en llegar a Beijing, así que podemos seguir manteniendo contacto físico por el camino —sugirió.

No sabes que tocar partes más íntimas tiene mejor efecto, pensó Tang Mo.

—De acuerdo.

—Haz un experimento con Fu Wensheng mañana.

El niño, el cual hacía agua mineral al otro lado de la habitación, oyó de repente su nombre y se asustó.

—Hermano mayor, ¿experimento? ¿Qué experimento?

—Uno para venderte —contestó Fu Wenduo y Fu Wensheng se quedó sin palabras.

El número de agua mineral que podía producir era limitado. Tras hacer treinta botellas, se tumbó en la cama y pronto se durmió. Tang Mo se sintió somnoliento, cerró los ojos mientras Fu Wenduo dormía no muy lejos de él.

Por mucho tiempo, el sonido del reloj fue lo único que se oyó en la silenciosa habitación.

—Es mejor que cambiemos nuestros nombres —susurró Fu Wenduo—. Mi nombre es conocido por todos los jugadores chinos. El tuyo no es muy conocido, pero «Momo» es famoso entre los mejores jugadores.

Tang Mo no se había dormido. Abrió los ojos y pensó un momento.

—Sí, tiene sentido. ¿Te llamarás Fu Wenxian? —se rió.

—El nuevo nombre debe ser algo que sea fácil de aceptar. Tu nombre será Tang Ji. Fu Wensheng se llamará… —Se detuvo a pensar antes de decir solemnemente—: Su nombre será Da Qiao y el mío Víctor.

El tiempo se detuvo y el corazón de Tang Mo dio un vuelco. Levantó la cabeza para ver la sombra del hombre a su lado.

¿Por qué Víctor?

—Hermano, ¿por qué me llaman Da Qiao? —intervino el niño, se sentía agraviado—. ¿Qué es ese nombre?

—¿No estás dormido? —preguntó el mayor.

Fu Wensheng no le permitió cambiar de tema.

—Hermano, ¿por qué me llaman así? —insistió—. Es un nombre de chica.

Parecía que había visto el Romance de los Tres Reinos.

—¿No se llama tu buen amigo Pequeño Qiao?

En el Romance de los Tres Reinos, había dos famosas hermanas Qiao llamadas Da Qiao y Xiao Qiao. Básicamente significaba Gran Qiao y Pequeña Qiao.

Fu Wensheng se sorprendió. Pero pronto se recuperó.

—¡Soy George Edward! El capitán Xiao me dio el apodo y no sabía que era el nombre de una chica. Si lo supiera, no dejaría que todos me llamaran así.

—Oh, entonces no le llames así —dijo Tang Mo.

—Si no recuerdo mal, tu casa está en la Tercera Circunvalación de Beijing y se llama ¿Terraza de los Gorriones de Bronce? —explicó el militar y Fu Wensheng sintió que era convincente, los gorriones de bronce también se llaman «Qiao».

Tang Mo se rió, los primos se giraron hacia él.

—Me llamo Tang Ji porque es un poco parecido. Entonces, ¿por qué te llamas Víctor? —preguntó, nervioso al pronunciar el nombre.

Parecía que hace mucho tiempo la Tierra se conectó, pero solo habían pasado unos meses. En los cuales, algunas personas permanecían en lo más profundo de su memoria, haciéndolas difíciles de recordar; sin embargo, cuando pensaba en ello, sus emociones eran como una marea.

Tang Mo no podía decir por qué le gustaba Víctor. Estaban separados por un ordenador. No conocía su edad, aspecto, ocupación, ni siquiera dónde vivía. Pero le gustaba esa persona extraña, pero familiar. Siempre que jugaban al bridge, confiaba en él incondicionalmente. Sus espíritus chocaban y era como el aroma de una mujer seductora, haciendo que se volviera poco a poco adicto e incapaz de liberarse.

Sin embargo, esos sentimientos parecían ínfimos comparados con los brutales juegos de la torre negra de los últimos meses. En lugar de buscar a alguien cuyo paradero se desconocía, estaba más preocupado por su propia supervivencia.

Víctor podría estar vivo o muerto, y eso le pesaba, no obstante, él seguiría viviendo.

—¿No es parecido?

—¿Eh? —exclamó, desconcertado.

—Wenduo, Víctor. —Lo miró en la oscuridad—. ¿no es similar cuando se lee rápido?

Los caracteres para Víctor eran: Wei-ke-duo, Tang Mo los pronunció varias veces antes de decir:

—Es parecido.

Fu Wensheng, tumbado en la cama, escuchó su conversación y al principio quiso decir que ese era su nombre en inglés. Sin embargo, acababa de ser acosado por su primo y estaba demasiado deprimido para hablar. Se limitó a cerrar los ojos.

Fu Wenduo observó a Tang Mo, en silencio, durante mucho tiempo. Al final, frunció el ceño y miró al techo.

Fue una noche de insomnio.

A la mañana siguiente, el trío se marchó. Antes de irse, Fu Wenduo envió a su primo a vender las treinta botellas de aguas minerales de Nongfu para obtener información útil. El niño corrió y una vez que regresó, el mayor lo miró con las cejas levantadas.

—¿Qué información has conseguido? —preguntó y el pequeño explicó con rapidez.

Tang Mo los vio y sonrió. Su compañero podía tener buen carácter y ser gentil.

Mientras pasaban por delante de la torre negra, Tang Mo pensó en su intención de destrozarla; sin embargo, se contuvo, tenía que prestar atención a su imagen frente a Fu Wensheng. Se alejó, pero Fu Wenduo se detuvo. A los lejos, una joven de pie, contemplaba la torre negra.

Ningning saludó al trío con un asentimiento de cabeza. Se sentó en una piedra polvorienta, sosteniendo su arco de plata mientras miraba en silencio hacia la torre negra. Nadie sabía desde cuándo y cuántas veces la había observado.

Al salir de Nanjing encontraron un jeep y se dirigieron a la autopista. Fu Wensheng se sentó en el asiento trasero y miró el paisaje fuera de la ventana con ojos curiosos. Desde que la Tierra se conectó no había salido de Nanjing, se sentía asustado y excitado a la vez.

—Esa debe ser la torre negra de Yangzhou —afirmó Tang Mo tras mirar en el mapa. Hizo una pausa y se volvió hacia el niño. —¿A Ningning siempre le ha gustado mirar la torre negra?

Fu Wensheng asintió pero luego sacudió la cabeza.

—No siempre. Fue a partir de la instancia de Nochebuena, cuando la hermana Xiao Tian no pasó el juego, quizás pensó que solo estaba participando en un largo juego de ataque a la torre y que volvería. Los sentimientos de la hermana Ningning hacia la torre negra son muy complejos ya que le salvó la vida.

Tang Mo se sorprendió.

—¿Salvó su vida?

Fu Wenduo también miró al niño con interés a través del espejo retrovisor.

—Sí. Ella es una polizona. Los polizones son aquellos que mataron a alguien en los tres días de selección. Hermano es un soldado, así que debió haber matado a alguien en una misión. Sin embargo, la hermana Ningning no es igual. Ella no mató a nadie.

—Entonces, ¿cómo puede ser una polizona? —preguntó Tang Mo.

—Ella no mató a nadie, pero técnicamente, lo hizo. En esos tres días… se suicidó —explicó Fu Wensheng.

♦ ♦ ♦

La autora tiene algo que decir:

Mo Tang: Cada vez que jugamos al bridge, siento que me seducen… √

Viejo Fu: Cada vez que jugamos al bridge, siento que me seducen +1√

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