La Tierra está en línea – Capítulo 131: Alguien imitó mi expresión, alguien imitó mi sonrisa…

Traducido por Shisai

Editado por Shiro


Dos días después, el trío encontró un punto de apoyo y continuó observando la Torre Negra. Habían permanecido en un lugar seguro, evitando salir mientras vigilaban la torre. Tras la fuerte disminución a 19 millones en el primer día, el número comenzó a descender de manera constante. Una vez que la cifra cayó a 13 millones, la reducción de la población se estabilizó. En el tercer día, el número se mantuvo en once millones, apenas mostrando cambios.

Durante esos tres días, algunos jugadores ya habían regresado a la Tierra. Desde una ventana del segundo piso de un edificio residencial, Tang Mo observó cómo un joven, cubierto de sangre, caía del aire. Gruñó de dolor, pero no tuvo tiempo de evaluar sus heridas antes de luchar por levantarse y correr. Su figura desapareció en el edificio de enfrente, al parecer, buscando un refugio donde pudiera curarse lentamente.

Los jugadores que habían pasado por el juego de ataque a la torre iban apareciendo uno tras otro. Algunos estaban gravemente heridos, mientras que otros salían ilesos. Sin excepción, al aparecer en la Tierra, sus ojos se mostraban más agudos, como si hubieran cambiado. Aquellos que regresaron del juego de ataque a la torre eran más cautelosos y estaban alerta ante cualquier movimiento a su alrededor.

Tang Mo y Fu Wenduo pasaron cinco días en esa casa deshabitada. Aunque este era un juego de ataque a la torre forzado y no tenían que participar, el cambio en la Torre Negra los llevó a observar durante un tiempo antes de planificar sus próximos pasos. Durante esos cinco días, solo los jugadores que habían atacado con éxito la torre pasaron frente a ellos; no apareció nadie más.

Fu Wensheng llenó un montón de botellas de agua mineral, y Fu Wenduo las colocó en el nido de pollos. Por casualidad, Tang Mo descubrió que podía beber el agua mineral del chico. El líquido en las botellas estaba frío y no sabía a agua, pero dejaba una sensación refrescante al beberlo. Cuando aún estaban en la base del Grupo de Nanjing, nadie se había atrevido a probar esta agua. Tang Mo tomó otro sorbo y se quedó pensativo.

—Parece que tanto mi fuerza como mi vista han mejorado —comentó Tang Mo, y los tres compartieron media botella de agua.

—Beber un sorbo de este líquido y consumir una botella es lo mismo. Probablemente mejora la condición física durante una hora. El aumento de potencia es de aproximadamente un 20 % —dijo Fu Wenduo al tiempo que señalaba un agujero en la pared, resultado de un puñetazo que le había dado como experimento—. La velocidad también incrementa un 10 %, y mi visión y tiempo de reacción también han mejorado.

Tang Mo tiró la botella vacía a la basura.

—Pequeño Sheng, antes revisé tu habilidad y decía que solo había un efecto curativo. ¿Has subido de nivel?

Fu Wensheng se rascó la cabeza.

—No lo sé.

—Voy a echar un vistazo —afirmó Tang Mo y tomó la mano del niño para examinar su habilidad.

【Habilidad: Aristocrática agua de cien años de la Montaña Baisui】

【Propietario: Fu Wensheng】

【Grado: 4】

En efecto, ¡ha subido de nivel!

Era una buena noticia. Desde el principio, Tang Mo había sospechado que las habilidades de los jugadores podían mejorarse. De lo contrario, no habría un grado en la descripción. Sin embargo, una vez que el libro de habilidades registraba una habilidad, no podía actualizarse, lo que complicaba saber el nivel solo a partir de la información del libro.

Tang Mo miró a Fu Wenduo. Quería saber en qué estado se encontraba la habilidad de su compañero, pero solo le lanzó una breve mirada antes de apartar los ojos. Solo podía comprobar las habilidades de los demás una vez cada tres días. Tendría que esperar antes de hacerlo de nuevo.

—Puedes comprobar mi habilidad en tres días.

El joven se sobresaltó y miró de nuevo a Fu Wenduo.

Los labios del polizón se curvaron lentamente.

—¿Quizás mi habilidad también subió de nivel? Confirmar ambas cosas nos permitirá llegar a una mejor conclusión.

Tang Mo lo miró fijamente antes de sonreír y asentir. Estaba a punto de decir algo cuando su expresión cambió de golpe. Los ojos de Fu Wenduo se entrecerraron y se giró para mirar detrás de él. Casi al mismo tiempo, una sombra negra se coló por la ventana. Ambos se tensaron instintivamente mientras la luz del sol se reflejaba en los cristales rotos del suelo. Al momento siguiente, la sombra negra estaba de pie junto a Fu Wensheng, quien no había reaccionado.

—¡Líder! ¡Lo tengo!

Apenas los ojos del hombre se abrieron, Fu Wenduo se lanzó hacia adelante con la velocidad de un cohete. Su brazo derecho se convirtió en un arma negra y, en un instante, la afilada hoja cortó la pierna derecha de su oponente, dejando al descubierto el hueso blanco. El hombre, entonces, agarró a Fu Wensheng y lo arrojó por la ventana. Un grito de dolor escapó de su boca cuando el arma del polizón lo arañó y salió volando, estrellándose contra la pared.

Todo ocurrió en solo tres segundos. La rapidez de los eventos impidió que Fu Wenduo pudiera salvar a Fu Wensheng; solo pudo mirar cómo se lo llevaban, impotente. Sus ojos se encontraron con los de Tang Mo y ambos asintieron. El polizón corrió hacia el hombre que había caído en la casa, mientras Tang Mo saltaba por la ventana para alcanzar al niño.

En el momento en que su cuerpo atravesó el umbral, una voz fría y sin emoción dijo:

—Ahora estás en el aire.

El exbibliotecario se sobresaltó. Antes de que pudiera aterrizar, una presión gravitatoria intensa aplastó su hombro, haciéndolo caer al suelo. Fue lanzado contra el cemento y, al mirar hacia arriba, vio a Lian Yuzheng atacarle por la izquierda y a Ruan Wangshu por la derecha. Frente a él, la doctora sujetaba el brazo de Fu Wensheng, sonriendo con malicia.

—¿Estás listo?

Sin darle tiempo de reaccionar, ella sacó un cuchillo y apuñaló su mano derecha. La hoja atravesó su palma, tiñendo de rojo la bata blanca de la doctora. Ella no parecía sentir dolor, mientras que la mano derecha de Tang Mo se entumecía.

Agachándose, Tang Mo esquivó el golpe de Lian Yuzheng, pero Ruan Wangshu atacó al instante. Ella atacaba constantemente la parte inferior de su cuerpo, obligándolo a despegarse del suelo, mientras que el chico activaba su habilidad gravitatoria en cuanto lo veía suspendido para someterlo. Mientras tanto, la doctora se hacía daño con el cuchillo.

Aunque Tang Mo no sangraba, ya había sido apuñalado cuatro veces. Sus dedos temblaban mientras luchaba con todas sus fuerzas por defenderse. La pelea entre Fu Wenduo y Qi Heng continuaba. Lian Yuzheng se dio cuenta del error de Tang Mo. Su pie izquierdo empujó contra el suelo mientras su pierna derecha se movía en un arco en el aire, apuntando a su cabeza.

Tang Mo estaba a punto de esquivar el golpe cuando la doctora, sin dudar, apuñaló su pierna derecha. Esto lo hizo tropezar, truncando su escape. Entonces, justo cuando Lian Yuzheng estaba a punto de golpearlo, un fuerte disparo resonó. Por un momento, todo el dolor de Tang Mo desapareció y se movió con rapidez para esquivar la patada.

Al otro lado, la doctora sufrió una terrible herida de bala. Se giró, horrorizada, mirando al niño que tenía en brazos.

Fu Wensheng frunció el ceño mientras empuñaba un arma y disparaba sin titubear.

—Tú… —murmuró Li Miaomiao.

Disparó tres veces consecutivas, casi sin necesidad de apuntar, dirigiendo las balas al espacio entre las cejas de la mujer. En el instante en que las balas salieron disparadas, el fuego ardió y las balas lo atravesaron. Li Miaomiao solo pudo esquivar. Quería contraatacar, pero el niño se movía con agilidad, aprovechando su pequeño cuerpo para esconderse enseguida. A pesar de su intención de usar su habilidad, las balas de Fu Wensheng seguían interfiriendo.

—¡Maldita sea, este niño! Cuando te atrape, ¡te voy a desollar!

Sin la ayuda de Li Miaomiao, Tang Mo tuvo un respiro. Aun así, lidiar con Lian Yuzheng y Ruan Wangshu era complicado. Utilizó su habilidad de fuego para bloquear repetidamente los ataques mortales de ambos. De repente, recordó que la pierna derecha de Ruan Wangshu parecía un poco torpe durante su último encuentro.

¡Su pierna derecha debe estar gravemente herida!

Entonces, sin dudar, Tang Mo apuntó con la pequeña sombrilla a la pierna derecha de Ruan Wangshu. Un golpe resonó cuando la sombrilla impactó contra su rodilla. Resultó que Lian Yuzheng intervino para protegerlo, y Tang Mo abrió la sombrilla para bloquear el ataque. Ambos bandos forcejearon intensamente y resultaron heridos en el proceso. Sin perder tiempo, Tang Mo sacó una pistola y apuntó a la cabeza de Ruan Wangshu.

Este, con toda certeza, podía esquivar una bala ordinaria, y Lian Yuzheng no se lo tomó en serio. Tang Mo abrió la boca para recitar un hechizo, pero en ese momento, una risa suave resonó desde el jardín de la comunidad, y una sombra negra voló hacia la mano que sostenía la pistola. Tang Mo la esquivó, solo para darse cuenta de que se trataba de un guijarro corriente.

—Si yo fuera tú, no le permitiría hacer ese disparo —comentó una voz masculina. Ruan Wangshu se giró para mirar detrás de él. Una extraña risa resonó desde los espesos arbustos. La risa de este hombre era tan peculiar que Lian Yuzheng frunció el ceño cuando la oyó—. Si dispara, morirás. Es un gran accesorio… Je, je… ¿O es una habilidad?

El cuerpo de Tang Mo se puso rígido al oír esta risa. La imagen de una persona con cara aniñada apareció en su mente, y una premonición desconocida embargó su corazón. Al mismo tiempo, Fu Wenduo lanzó a Qi Heng por la ventana, quien cayó desde el segundo piso. El mayor Fu lo observó irse, cubierto de heridas.

Qi Heng no sintió dolor al caer, limitándose a mirar a su jefe y a sus compañeros y emitiendo un sonido debido a su confusión al ver a un extraño aparecer a un extraño.

A la luz del sol, un joven de rostro infantil y chaqueta blanca salió de entre los arbustos, con las manos en los bolsillos. Caminaba con la mirada fija en Tang Mo y, al llegar a la plaza del centro de la comunidad, se detuvo a la sombra de un árbol.

—Alguien imitó mi expresión, alguien imitó mi sonrisa, pero no era yo… —Bai Ruoyao guiñó un ojo—. Tang Tang, he oído algo. Hay una persona llamada Señor B… su voz y personalidad se parecen a las mías. Ese Señor B hizo muchas cosas malas, y la gente me culpaba a mí de haberlas hecho y me golpearon.

Mientras hablaba, Bai Ruoyao sacó deliberadamente su mano derecha del bolsillo. Torció su muñeca, en apariencia relajado, mientras unos ojos agudos escaneaban a Fu Wenduo, Ruan Wangshu y los demás, antes de volver a posarse en Tang Mo.

—Oye, Tang Tang, dime… ¿quién hizo todas esas cosas malas?

♦ ♦ ♦

La autora tiene algo que decir:

Persona Yao: Eh, alguien imitó mi expresión, alguien imitó mi sonrisa, ¡pero no son yo! ¡Soy guapo y afortunado!

Viejo Fu: ¿A quién llamas Tang Tang? [Sonrisa fría]

Tang Tang: ¿Puedes hacer que esta persona se vaya?

Viejo Niao y Wang Yinggui: ¡¿Quién te golpeó?!

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