La Tierra está en línea – Capítulo 81: ¡Un matricidio sin corazón!

Traducido por Shisai

Editado por Meli


En el supermercado, solo iluminado por una luz blanca que se proyectaba desde la la entrada, se oyeron pasos pesados que se acercaban cada vez más. Un enorme pavo apareció con un gran insecto, despojado de su piel, en su espalda.

Sus pequeños ojos recorrieron el lugar y luego el rostro de cada uno de los jugadores de la instancia.

—Hijos míos, ¿por fin se han puesto en fila? —Sonrió de forma extraña, los veía con cariño, pero no pudo evitar tragar la saliva que tenía en la boca, fue incluso gracioso—. Coo, ¿tienen hambre? Mamá les ha traído un bicho delicioso.

Con un estruendo, el bicho fue arrojado al suelo y aplastado delante de los jugadores. Se retorcía con desesperación en el suelo. El gran pavo le pisó la cabeza, sus garras puntiagudas se incrustaron en la carne del bicho y le hicieron gritar de dolor.

Las dos chicas fueron incapaces de soportar esta escena y ambas se pusieron a vomitar. El pequeño estaba pálido, Ningning extendió la mano para impedirle mirar.

Tang Mo y Fu Wenduo observaron desde la distancia.

Xiao Jitong miró al miserable bicho antes de levantar la cabeza y declaró:

—Madre, ya sabemos cómo alinearnos.

—Entonces dense prisa y dejen que mamá les dé de comer este bicho —exigió el pavo, parecía sorprendido.

En silencio, los jugadores se pusieron en fila, en el orden antes acordado. La niña de pelo corto encabezó la fila, temblando tenía ganas de vomitar, atrás de ella estaba la otra chica, seguidas del trío del Grupo de Estrategia.

Tang Mo era la sexta persona y se acercó rápidamente, con Fu Wenduo detrás de él. Ambos clavaron su mirada en el rostro del monstruo, tratando de percibir alguna pista en la boca puntiaguda y los ojos diminutos. No se perdieron ni una sola de las expresiones del pavo cada vez que se acercaba un jugador.

♦ ♦ ♦

Hace media hora.

—Hay dos posibilidades —le dijo Tang Mo Xiao Jitonga—. La primera es que solo la torre negra conozca el orden de la fila. En este caso, si acertamos, la torre negra hablará. La segunda posibilidad es que el pavo sepa el orden correcto. Cuando estemos en fila, debemos fijarnos en sus expresiones y ver si podemos encontrar alguna información a partir de los cambios en su rostro.

El capitán Xiao mostró una pizca de sorpresa.

—Ah, el Capitán Xiao acaba de decir eso. —exclamó la chica de pelo corto—. El pavo podría volverse violento o exponer información, así que indicó que nos alineamos uno por uno y no todos juntos.

Tang Mo miró a Xiao Jitong, quien le devolvió la sonrisa en señal de acuerdo tácito.

Si el pavo no estaba en guardia, podría mostrar algunas emociones especiales cuando un jugador se coloca en el lugar correcto.

♦ ♦ ♦

La mirada de Tang Mo no se movió del gran pavo, pero por desgracia, este los miró con ojos famélicos de principio a fin, sin mostrar ninguna otra emoción.

Fu Wenduo se colocó detrás de su compañero y se inclinó hacia delante para susurrar:

—No hubo cambios.

Por su entrenamiento especial, era el que más probabilidades tenía de descubrir cualquier anomalía en el pavo.

—Tal vez ninguno esté en la posición correcta, pero también es posible que no conozca el orden real —La voz de Tang Mo sonaba tranquila.

—O quizás no le importa que los jugadores estén en la posición correcta —acotó el mayor.

Cuando el pavo vio que Fu Wenduo tomaba su posición, emitió un extraño arrullo y bajó la cabeza. La chica de pelo corto agarró, temerosa, la mano de su compañera por detrás y miró fijamente al extraño pavo frente suyo.

Al segundo siguiente, se oyó una risa aguda.

—Les dije que se alinearan. Ustedes…, ¿por qué no están en fila?

Las expresiones de los jugadores se hundieron y empuñaron sus armas. Las dos estudiantes, se dieron la vuelta para huir.

El pavo levantó la cabeza. Tang Mo se sorprendió al ver que los ojos del monstruo se volvían color rojo sangre. Parecía excitado mientras miraba las espaldas de las chicas que corrían y se impulsó ferozmente desde el suelo.

Al mismo tiempo se oyó una clara voz infantil.

¡Ding, dong! Los jugadores se han alineado mal y el gran pavo se volverá esquizofrénico, abriendo el juego secundario «El águila atrapa a los pollitos». El tiempo de juego es de una hora. Tras el pitido, comenzará la cuenta atrás.

¡Bip!

3599, 3598, 3597…

—¡Corran! —gritó Xiao Jitong gritó.

Los siete jugadores corrieron en diferentes direcciones. Solo había un pavo así que dispersarse era una forma de garantizar la seguridad de los jugadores tanto como fuera posible. Pero Xiao Jitong había subestimado la fuerza del gran pavo después de la transformación.

Las dos adolescentes empezaron a correr mientras el pavo se reía. Solo se habían alejado diez metros cuando las enormes garras golpearon sin piedad la espalda de una de ellas, dibujando tres profundos arañazos que dejaron al descubierto sus huesos.

—¡Ah!

Su cuerpo golpeó la pared. Cayeron dos trozos de carne. Tosió sangre y el pavo la vio, excitado, emitiendo sonidos agudos. Al segundo siguiente, se dio la vuelta y persiguió a la siguiente persona.

Tang Mo y Fu Wenduo no se habían separado. Después de ver la escena, el primero se dio cuenta de una cosa horrible. Se volvió para mirar a su compañero y subieron a toda velocidad por la escalera eléctrica hasta el segundo piso del supermercado.

La segunda estudiante corría despavorida, aunque un poco más tranquila que su compañera. Lanzaba cuchillos detrás de ella para frenar al pavo. Sin embargo, este era más rápido y la alcanzó en tres segundos.

En ese momento, se oyó música alegre en el supermercado.

—Lalalala, soy experto en vender periódicos…

El monstruo se detuvo y miró hacia sus pies. Sus enormes patas habían pisado un periódico amarillo, que emitió tenue luz blanca. El periódico se rompió y los ojos rojos y sangrientos del pavo se dirigieron hacia arriba. Vio caer del cielo innumerables periódicos gruesos como ladrillos, que en un abrir y cerrar de ojos, lo habían enterrado tres estanterías.

La chica de pelo corto se apresuró a escapar.

La torre negra seguía la cuenta atrás con voz agradable:

3539, 3538…

Había pasado un minuto.

Tang Mo vio cómo el pavo era enterrado antes de entrar con Fu Wenduo en la oficina de un empleado, que habían encontrado previamente en el segundo piso, cerraron la puerta y se escondieron.

—Justo ahora, era un accesorio —jadeó Tang Mo.

—Era un accesorio de una sola vez. Antes de que cayeran los periódicos, el periódico que pisó el pavo desapareció.

—Sin embargo, ganó tiempo. La chica fue allí porque conocía la posición de la trampa que había tendido el chiquillo. Si hubiese fallado, estaría tan malherida como su compañera. —Se detuvo un momento y se giró hacia su compañero—: ¿Cómo de grave crees que es?

—Este pavo es muy débil, mucho más que su prima. Si no hubiera caído el rayo, podríamos haberlo matado, incluso sin nuestras habilidades. Pero después de convertirse en águila… se volvió muy fuerte. Su velocidad no es inferior a la de Pinocho.

—Puede ser que el estado de «águila» no sea más débil que el poder del Zapatero de Hierro. Lo más importante es que nuestras habilidades están bloqueadas y nuestra forma física ha disminuido. Siento que mi velocidad y mi fuerza son solo la mitad de lo que eran antes. ¿Y tú?

—Estoy casi igual.

Luchando juntos no necesariamente podrían vencer al Zapatero de Hierro. Aunque era un gran cambio si se combinaban con Xiao Jitong, Ningning y sus accesorios. Sin embargo, no tenían habilidades y su fuerza física estaba limitada. Podrían salvar sus vidas, pero era imposible matar al gran pavo.

La cuenta atrás de la torre negra continuaba.

El monstruo de la torre estuvo enterrado durante dos minutos. Los siete jugadores, permanecieron en silencio en sus escondites.

Una voz sorda llegó desde el suelo. Tang Mo y Fu Wenduo se acercaron a la puerta, apoyando las orejas contra ella.

Fue como si objetos pesados hubieran golpeado el suelo. El pavo había empujado los periódicos.

—¡Coo! ¿Dónde están? ¡Los comeré, me los comeré a todos! —chilló furioso y buscó frenéticamente a los jugadores.

El lugar era muy grande, pero el pavo era rápido. Como un rayo, enorme pero no engorroso, recorrió la primera planta del supermercado.

Corrió hacia la panadería, ya había recorrido dos metros cuando de repente se detuvo.

Paró delante de unas estanterías y no se movió. Dos segundos después, dejó escapar una lenta risita, se giró y miró hacia el interior de la oscura panadería. Un segundo después, se oyó un grito:

—¡Maldito pavo!

El chico rubio salió corriendo de la panadería con el siniestro pavo detrás de él.

La forma física del niño no era tan buena como la de un adulto y su habilidad también estaba limitada. Solo dio dos pasos cuando fue atrapado y, de repente, un clavo le cortó la garganta.

Un rayo plateado salió disparado desde la distancia. El pavo inclinó la cabeza hacia atrás para escapar del cuchillo, haciendo que éste se estrellara contra la pared.

En la sección de material de estudio de la primera planta del supermercado, una mujer vestida de negro miró fríamente al gran monstruo.

El pavo y la humana se movieron uno hacia el otro.

El golpeteo sonó en el primer piso y pronto llegó al segundo. Ningning agitó un delgado cuchillo de plata para bloquear las garras del pavo. Sin embargo, fue aplastada por la fuerte fuerza y voló contra una pared.

El animal no tenía heridas, mientras la mujer estaba cubierta de sangre. Jadeó, apoyada en la pared, pero el pavo no le dio tiempo a descansar y se abalanzó sobre ella. Ningning se apartó para evitar el golpe. El monstruo sonrió y agitó sus enormes alas hacia su cabeza.

Los ojos de Ningning se abrieron de par en par. No podía esquivar, así que colocó su cuchillo delante de ella, con la intención de bloquear las alas. Entonces, el gran pavo se detuvo y dio un paso atrás.

El sonido del disparo fue más lento que la bala que atravesó la pared. El tiro fue tan certero que obligó al monstruo a detenerse. Giró la cabeza y sus ojos rojos miraron ferozmente hacia las profundidades del lugar.

Dos figuras atravesaron una puerta y salieron volando de la habitación.

Tang Mo y Fu Wenduo tomaron dos direcciones diferentes mientras atacaban al gran pavo. Ningning se congeló antes de recuperarse y blandir el cuchillo largo para unirse al equipo que ataca al monstruo de la torre.

Las tres personas eran muy rápidas, siendo Ningning la más veloz. Era como un pez flexible. Fu Wenduo era la principal fuerza de ataque que sellaba los movimientos de su oponente con su arma. El pavo extendió con furia sus garras hacia el polizón, Tang Mo leyó el hechizo y la sombrilla rosa apareció delante de su compañero.

Las garras del gran pavo golpearon la pequeña sombrilla. Tang Mo se sobresaltó y cayó hacia atrás. Fu Wenduo le agarró la mano y tiró de él. Se miraron y asintieron.

—Al primer piso —ordenó Ningning—. ¡El pequeño Qiao está listo!

Tang Mo cerró la sombrilla y apuñaló al pavo. Fu Wenduo se movió detrás de él y pisó las alas del animal. Este esquivó la sombrilla mientras agitaba las alas para alejar al polizón.

—¡Tang Mo! —gritó Fu Wenduo.

—¡De acuerdo!

El mayor agitó los dedos y una daga oscura apareció en sus manos, la apuntó a las alas del gran pavo. Tang Mo abrió la sombrilla, pero no le causó daño. El gran pavo miró horrorizado la daga e intentó esquivar, pero su atacante era demasiado rápido.

La daga negra le cortó fácilmente, haciéndole gritar de dolor y rabia.

—¡¡¡Cooo!!!

Tang Mo abrió por completo la sombrilla y llegó frente al gran pavo. Fu Wenduo y él compartieron una mirada. Ambos sujetaron la sombrilla y empujaron con fuerza y sin piedad al gran pavo hasta que cayó al primer piso con un estrepitoso sonido.

Tang Mo, Fu Wenduo y Ningning sujetaron la escalera con una mano y bajaron de un salto.

A lo lejos, en la zona de congelados, un chico rubio agitaba las manos.

—¡Aquí, por aquí!

El trío se miró y se apresuró a atacar a la criatura que se recuperaba poco a poco.

El gran pavo parecía más cauteloso después de que Fu Wenduo le cortó las alas. Ya no era descuidado y prestaba atención a la daga, sin darle la oportunidad de atacar. Las tres personas lucharon, empujándolo hacia el niño pequeño.

El pavo se dio cuenta de que algo iba mal, se volvió hacia a Ningning. Los ojos rojos como la sangre la miraron fijamente, haciendo que su corazón se apretara, dejó de atacar al pavo y se dio la vuelta para huir.

—¡Coo! —gruño y la persiguió, con Tang Mo y Fu Wenduo detrás de ella.

—¡Corre a ese lugar! —gritó el ex bibliotecario.

—¡De acuerdo! —Se dirigió hacia el chico rubio.

Sería alcanzada antes de llegar. El pequeño descubrió el problema y su expresión cambió. Recogió un trozo de jade rojo del suelo y gritó:

—¡Capitán, ven a ayudar!

El niño corrió hacia Ningning. El pavo estaba a punto de alcanzarla cuando lanzó la piedra roja, la cual se estrelló contra el pecho del pavo, el lugar donde impactó se convirtió en piedra, pero pronto volvía a su estado original.

—¡Capitán! —clamó el niño.

Tang Mo vio una figura negra que se deslizaba por el suelo, con un objeto oscuro en la mano, parecía una rueda de cometa. Xiao Jitong pasó del segundo piso al primero. Corrió hacia la posición en la que se encontraba el niño y lanzó la rueda de cometa hacia delante.

Se oyó un sonido y una delgada cuerda de cometa salió volando de la rueda, atándose a las alas heridas. El pavo se quedó atónito por un momento, al segundo siguiente, se encontró atado.

—¡¡¡Coo!!! —rugió ansioso por haber caído en la trampa de cadena del trío del Grupo de Estrategia de Nanjing.

Como fichas de dominó que caen, las trampas no se detuvieron una vez que cayó la primera. Tang Mo observó cómo el pobre pavo era torturado sin descanso. Fue cortado por mil cuchillos y su carne no sufrió daño alguno. Lo asaron con fuego y salió ileso. Como dijo el gran topo, el fuego ordinario no podía quemar al pavo.

La torre negra seguía contando alegremente mientras Tang Mo observaba como nada lograba herir al monstruo. Parecía un muro de hierro. Bramaba, pero no había miedo en su rostro.

Por primera vez, el pánico apareció en la cara del gran pavo, cuando fue empujado al centro del supermercado por una marioneta roja, donde una gota azul transparente amenazaba con caer en su cabeza

—¡¡¡Cooo!!!

Asombrados, Tang Mo y Fu Wenduo dieron un paso adelante, Xiao Jitong, el pequeño Qiao y Ningning también parecían sorprendidos. La gota de agua estaba a punto de caer sobre el cuerpo del gran pavo. Dos centímetros, un centímetro, cuando:

¡Ding, dong! El jugador George Edward ha activado el efecto ‘Matricidio Loco’ y recibirá el castigo de un rayo.

La gota de agua se evaporó antes de tocar el gran pavo. El chico rubio se había mostrado extasiado y ahora su expresión se distorsionó. Una variedad de emociones cruzaron su rostro antes de asentarse en el odio.

—¡Que te jodan! —maldijo amargamente.

Un rayo plateado cayó del cielo hacia la cabeza del chico, lanzándolo hacia atrás.

El pavo se liberó y rugió contra los jugadores. Estiró las garras y se abalanzó sobre Ningning. Esta vez su velocidad era el doble de rápida que antes, sin dar tiempo a nadie a reaccionar. La golpeó, haciéndole toser sangre. Estaba a punto de actuar de nuevo cuando sonó una voz llena de arrepentimiento.

…1, 0.

¡Ding, dong! El juego «El águila atrapa a los pollitos» ha terminado.

Al oír estas palabras, el pavo se quedó inmóvil. Sus ojos volvieron lentamente a ser negros y caminó rígidamente hacia donde estaba el bicho verde. Sus alas se plegaron y se tumbó en el suelo, durmiendo de verdad.

Tras esperar un rato para asegurarse de que el pavo ya no se movía, todos los jugadores se sintieron aliviados. Tang Mo cerró su sombrilla, apoyándose con la punta contra el suelo mientras se limpiaba la sangre de los labios.

Tras una hora de huida y lucha, Ningning y la chica atacada al inicio eran los heridos más graves..

El pavo dormía y las dos chicas escondidas en la oscuridad por fin se atrevieron a salir.

La de pelo corto llevaba a su compañera, llorando. Esta ya se había desmayado. Estaba cubierta de sangre y la herida de su espalda estaba abierta, revelando órganos internos enrojecidos.

—Sálvenla, salven a Yuanyuan. Se los ruego, por favor, sálvenla…

Xiao Jitong revisó el daño antes de sacar una botella de agua mineral y verterla sobre la herida, el sangrado se detuvo gradualmente.

—Su forma física no es muy buena y ahora mismo está limitada. Su vida se ha salvado temporalmente y la herida debería curarse al cabo de una hora. Sin embargo, será difícil salvarla de nuevo si resulta herida de gravedad una vez más —explicó Xiao Jitong.

Había un corte en el dorso de la mano de Tang Mo causado por las garras del pavo. Debido a la disminución de sus habilidades físicas, su curación era lenta. La carne estaba abierta por ambos lados, dejando al descubierto vasos sanguíneos y huesos blancos. Todavía tenía dos oportunidades para usar las lágrimas de la lombriz, pero no quería desperdiciarlas en esa pequeña herida.

—¿Eso es un accesorio? —preguntó Fu Wenduo.

—¿Estás hablando de esto? —Xiao Jitong agitó la botella de agua mineral que estaba medio vacía—. Ah, es un accesorio que puede tratar pequeñas heridas. ¿Lo quieres?

—Gracias. —Tomó la botella y se acercó al lado de su compañero—. ¿La quieres?

Tang Mo extendió la mano. El polizón le vertió el agua mineral e hizo lo mismo en su propio brazo. Sus heridas sanaron pronto, más rápido que la velocidad de Ningning.

—¿El segundo piso de la torre negra? —inquirió Xiao Jitong.

—¿Y tú? —le preguntó de vuelta Tang Mo, contestando a su pregunta.

—Segundo piso y segundo piso —Xiao Jitong, se señaló a sí mismo y a Ningning. Al final señaló al niño—. El pequeño Qiao y sus compañeros fueron al primer piso hace dos días. Estoy muy agradecido de que en una instancia real, la dificultad no cambie según la fuerza de los jugadores. De lo contrario… no sé con qué tipo de juego nos encontraríamos.

—Yo… Yuanyuan y yo aún no hemos despejado la torre negra. ¿Es posible que el orden de la fila esté relacionado con el número de pisos que hayamos despejado en la torre negra? —preguntó la chica de pelo corto.

Xiao Jitong se disponía a hablar cuando oyó un bostezo.

El grupo miró hacia atrás con vigilancia. El bicho verde aún no estaba muerto. Se retorcía e intentaba avanzar hacia la puerta. El gran pavo abrió los ojos con pereza y un ala salió disparada hacia el bicho.

—Idiota, ¿aún quieres huir? —le riñó. Miró a los jugadores y empezó a gritar—: ¡Aaaah! ¿Quién ha sido? ¡¿Quién dejó a mis adorables hijos así?!

A nadie le importaban los dramas del monstruo. Su mala actuación fue como una burla para ellos. El pavo secó sus inexistentes lágrimas antes de hablar:

—Hijos míos, ¿están bien? ¿Alguno está muerto? —Se acercó a la niña inconsciente.

La chica de pelo corto se puso furiosa delante de su amiga, pero no se atrevió a hablar. Solo pudo mirar fijamente al monstruo.

Este levantó las alas, fingiendo secarse las lágrimas. Planeaba decir algo lleno de amor maternal cuando escuchó una magnética y grave voz masculina que lo interrumpió.

—La segunda ronda de preguntas ha comenzado. La primera pregunta, ¿cuál es el significado especial del juego «El águila atrapa a los pollitos»?

El pavo se puso rígido mientras se secaba las lágrimas y se volvió para mirar a Fu Wenduo.

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