La Tierra está en línea – Capítulo 84: Fu Wenduo debe morir

Traducido por Shisai

Editado por Meli


El gran pavo era fuerte pero no voluminoso. Fue como si explotara una bomba cuando gritó y se abalanzó sobre Fu Wenduo. El polizón esquivó la embestida y el ave derribó dos filas de estanterías. En medio del humo, el pavo giró la cabeza y volvió a atacar.

Tang Mo y Fu Wenduo se miraron antes de dividirse en direcciones opuestas, golpeando al gran pavo.

La pequeña sombrilla se abrió y bloqueó las afiladas garras. Fu Wenduo sostuvo la daga y la levantó desde la parte inferior de la sombrilla a una velocidad difícil de seguir a simple vista. Se inclinó hacia arriba y cortó el pecho del gran pavo.

Las garras rojas del monstruo chocaron con la daga negra, haciendo saltar chispas.

—¡¡¡Cooo!!!

Agitó las alas con rabia, pero fue bloqueado por la sombrilla rosada, Tang Mo fue impulsado hacia atrás tres pasos. El animal volvió a atacar a Fu Wenduo, atónito, retrocedió de inmediato. En el oscuro supermercado, las dos personas y el pavo estaban separados por cinco metros y formaban un triángulo isósceles. La hosca mirada del gran pavo se detuvo en sus dos oponentes.

Al segundo siguiente, los tres atacaron al mismo tiempo.

Mientras tanto, Xiao Jitong y el niño extranjero corrieron a una esquina y llevaron a la chica de pelo corto a otro lugar.

—Busca un lugar seguro donde puedas preparar el vino de plátano —ordenó el capitán.

El niño asintió.

Tang Mo y Fu Wenduo estaban conteniendo al gran pavo mientras los demás se ocultaban.

En cuanto el pequeño Qiao entró en la oficina del gerente en el primer piso, cerró la puerta. Sacó de su bolsillo una bebida en caja amarilla, similar a la leche de plátano que se vendía en el supermercado. Tenía escrito en grandes letras color rojo sangre: «Vino de plátano». Y con letra pequeña y torcida: «El vino favorito de las personas clandestinas, ¡con ventas anuales equivalentes a 100 vueltas alrededor de la torre negra!»

Xiao Jitong agarró la caja, rompió el envoltorio del sorbete y se lo metió en la boca a la chica de pelo corto. La otra estudiante llegó corriendo. Había visto cómo habían herido a su amiga, pero no se atrevió a acercarse. Al ver la miseria de su compañera, la abrazó y sollozó.

El vino de plátano de la caja disminuyó y el rostro de la chica de pelo corto se volvió más sonrosado.

Fuera de la oficina, la lucha no cesaba. La velocidad del gran pavo era cada vez mayor. Su fuerza era superior a la del anterior ronda del juego. Sus garras giraron hacia Tang Mo y éste se movió a un lado para esquivar. Tres profundos arañazos se dibujaron en la pared, revelando las barras de acero del interior.

La piel del ave era dura y la sombrilla rosada no podía penetrarla. Solo la daga podía hacerle daño, por eso el monstruo se enfocó en atacar a Tang Mon, el más débil de los dos, obligando a Fu Wenduo a perseguirlo.

Los tres golpearon todos los rincones del supermercado. Las balas de Fu Wenduo se agotaron y el gran pavo aprovechó para arremeter, con sus afiladas garras apuntando a su cabeza. Él rodó por el suelo para esquivarlo, sin embargo, el ave voló intempestivamente hacia Tang Mo que no estaba listo para el asalto frontal.

Abrió la pequeña sombrilla con horror. Sin embargo, el gran pavo fue más rápido. ¡Las afiladas garras estaban a punto de atravesarle el pecho! Una luz plateada pasó por delante de la cara de Tang Mo. El ave dejó de atacar y esquivó la flecha. Giró la cabeza para mirar.

En lo alto de la escalera automática, estaba una mujer vestida de negro. Ningning sostenía una ballesta de plata. Tang Mo aprovechó para correr hacia Fu Wenduo y encontrarse con él.

El monstruo lanzó un grito sordo y sus pequeños ojos miraron a los tres jugadores. Rugió y corrió hacia la solitaria Ningning.

La mujer levantó el arco y un rayo de luz plateada apareció en él mientras tiraba de la cuerda. Disparó y tres luces plateadas salieron a gran velocidad hacia el pavo. Este las esquivó y corrió hacia el segundo piso del supermercado.

Tang Mo y Fu Wenduo tomaron las escaleras y persiguieron al ave.

Pasó el tiempo y la cuenta atrás de la torre negra resonó por todo el supermercado. Un silencio sepulcral llenó la primera planta del lugar. En el segundo piso, tres poderosos jugadores competían con el gran pavo. Sin la mortal gota de agua azul, las trampas del pequeño Qiao solo podían retrasar un poco al monstruo y no podían causarle un daño real.

El trío se unió y aunque el gran pavo no podía hacerles daño, ellos tampoco.

—¡Cuidado! —gritó Fu Wenduo.

El gran ave atacó con sus garras. Tang Mo se giró para esquivarlo pero no fue lo suficientemente rápido, apareciendo una fina herida en su mejilla. Sangre roja se filtró lentamente.

El rostro del polizón era solemne mientras su compañero apoyaba una mano en el suelo como apoyo y levantaba la otra para limpiarse la sangre. Miró a los otros dos y los tres asintieron.

Su hambre no era obvia y Tang Mo no había prestado atención mientras combatía. Pero a medida que seguían luchando, el hambre llenaba poco a poco su cuerpo. Se dio cuenta de que su velocidad había disminuido y su fuerza también..

—Han salvado a la persona. ¡Retirada! —gritó Tang Mo.

—¡De acuerdo! —respondieron al unísono.

Se separaron mientras el gran pavo les perseguía.

En el supermercado, la cuenta atrás de la torre negra continuaba:

…60, 59, 58…

Solo quedaba un minuto. Tang Mo y Fu Wenduo bajaron corriendo del segundo piso, el primero corrió hacia el oeste, mientras que el segundo fue hacia el este. El pavo miró al joven de blanco antes de volverse para perseguir a Fu Wenduo. El joven dudó un momento. Luego apretó los dientes y se giró para ayudar. Durante un rato, el ave fue tras el polizón mientras Tang Mo lo seguía de un lado a otro del supermercado.

Una vez que la cuenta atrás llegó a los últimos diez segundos, el gran pavo alcanzó a Fu Wenduo. Derribó los estantes, bloqueando el paso. Corrió hacia su objetivo, pero una sombrilla rosa apareció delante suyo.

—¡Fu Wenduo! —gritó Tang Mo, se colocó detrás del gran pavo, bloqueando la cabeza con la sombrilla.

Fu Wenduo se preparó para atacar. La daga negra era como una sentencia de muerte cuando apuntó debajo de las alas del gran pavo. Las duras alas se partieron en dos mitades, como si cortara tofu.

El rugido furioso del gran pavo resonó en el supermercado mientras la torre negra informaba de últimos números:

…1, 0.

¡Ding, dong! El juego «El águila atrapa a los pollitos» ha terminado.

El grito del gran pavo resonó en los oídos de Tang Mo y Fu Wenduo. Pero el sonido cesó en cuanto habló la torre negra. El ala derecha del pavo solo estaba unida a su cuerpo por una fina capa de piel. Tang Mo guardó su paraguas mientras el pavo miraba a Fu Wenduo con los ojos enrojecidos.

Lentamente, sus ojos se volvieron negros. El animal giró la cabeza con rigidez y se dirigió a la zona de alimentos cárnicos, tumbandose en el suelo y durmiendo.

Tang Mo sintió un gran alivio cuando terminó el juego. Había tenido un fuerte subidón de adrenalina al luchar y no había sentido ningún dolor ni tensión. Ahora que todo había terminado, sintió un terrible dolor en el brazo. Se subió las mangas y vio un profundo arañazo desde la muñeca hasta el codo, que dejaba al descubierto el hueso blanco.

Fu Wenduo también sufrió algunas heridas. Su muslo fue golpeado sin piedad por el pavo y los huesos de una de sus piernas podrían estar rotos. No lo había mostrado al huir, pero ahora cojeaba al lado de Tang Mo.

—¿Cómo está? —preguntó el polizón.

El joven se arremangó para evitar que su ropa tocara la herida y sacudió la cabeza.

—No es nada. Hace un momento, el pavo quiso arañar más allá de la pequeña sombrilla. ¿Y tú?

—No importa. Debería poder caminar normalmente después de una hora.

Una vez terminado el juego, el pavo cayó en un profundo sueño. Ningning, la cual estaba escondida en el segundo piso, y los otros cuatro, que estaban escondidos en la oficina, salieron. Al ver al gran pavo que se había quedado dormido, la chica de pelo largo se enfadó tanto que quiso acercarse y darle una patada, pero su compañera se lo impidió.

La salud de la chica de pelo corto había sido restaurada por el vino de plátano. Antes tenía aspecto de muerta y ahora solo estaba un poco pálida. Odiaba al gran pavo. Quería despedazarlo, pero sabía que era inútil.

La estudiante de pelo corto respiró profundamente y miró a Tang Mo y Fu Wenduo.

—Gracias.

El joven levantó las cejas y dijo:

—Ellos son los que te salvaron.

—Pero retrasaron al pavo para permitir que me salvaran. Lo escuché del capitán Xiao, así que gracias.

Tang Mo se limitó a mirar a Xiao Jitong.

El pavo no estaba lejos pero los siete jugadores no tenían muy buen aspecto. Xiao Jitong vio que Tang Mo y Fu Wenduo estaban heridos y sacó una segunda botella de agua mineral. Se la dio a Ningning para curar sus heridas antes de entregarle la botella a Fu Wenduo. El polizón no fue cortés y usó el agua mineral para curarse a sí mismo y a su compañero.

Con la recuperación de su cuerpo, podrían moverse con normalidad en una hora, pero las heridas no sanarían del todo. Utilizar un accesorio para acelerar la recuperación era la mejor opción.

Después de asegurarse de que todas las heridas fueron tratadas y de que el gran pavo no estaba despierto, la expresión de Xiao Jitong fue decayendo. Miró a los jugadores presentes y habló en tono serio:

—Nos alineamos en el orden equivocado.

El gran pavo podía mentir, pero era imposible que la torre negra los engañara. El orden en el que se habían alineado era incorrecto.

La chica de pelo corto pensó:

—Capitán Xiao, ¿debería cambiar de lugar con Yuanyuan? La próxima vez me alinearé en el lugar de Yuanyuan.

—Tal vez no sea tan simple —comentó Tang Mo y todo el grupo lo miró, él recordó lo sucedido y agregó—: En el último juego «El águila atrapa a los pollitos», nos dimos cuenta de que el gran pavo ataca a un objetivo fijo, en ese caso fue Ningning.. Puede herir a otros jugadores, pero solo puede matar al último. Pero esta vez, no intentó atraparla.

—Sí, especulamos que el gran pavo debe seguir las reglas de «El águila atrapa a los pollitos» y solo mata al último jugador. Por lo tanto, pensamos que Ningning ocupaba el último lugar. —Xiao Jitong miró a Fu Wenduo—. Pero esta vez, el pavo intentó atrapar al señor Tang Ji.

La chica de pelo largo no lo entendía.

—¿Por qué? ¿No debería estar atrapando al último jugador?

Su razonamiento anterior se basaba en que Ningning era la última y el pequeño Qiao el segundo. Si Ningning no era la última, el orden de «jugadores oficiales, reservas y polizones» con el que especularon era probablemente erróneo. Las cosas volvían al punto original.

—Solo puede atrapar al jugador que ocupa el último lugar la primera vez. Una vez que escapa con éxito, puede avanzar en la secuencia y agarrar al penúltimo jugador —reflexionó en voz baja Fu Wenduo.

—Es posible, pero esta regla no es la misma que la de los juegos ordinarios de «El águila atrapa a los pollitos» —respondió Xiao Jitong.

Tang Mo coincidía con ambos, sin embargo, también había dos respuestas para explicar la diferencia en las acciones del gran pavo.

—La primera posibilidad es como dijo Tang Ji. Solo puede atrapar al último pollito la primera vez, luego avanzará para atrapar al penúltimo y al antepenúltimo. Pero esta especulación no se ajusta al juego normal de «El águila atrapa a los pollitos». Hay una segunda posibilidad…

—¿El orden ha cambiado? —inquirió Fu Wenduo.

Tang Mo lo miró y asintió.

—Supongamos que el gran pavo solo puede atrapar al último jugador. En la primera partida, Ningning estaba en último lugar. La siguiente vez que nos alineamos, Tang Ji está en último lugar. Es posible que el orden de la fila haya cambiado. Sin embargo…

—Esa probabilidad es inferior al 20% —Xiao Jitong sacudió la cabeza con una sonrisa.

El grupo lo miró.

—Si ese es el caso, el juego es muy injusto para los jugadores —concluyó Xiao Jitong—. No hay justicia absoluta en este mundo, pero la torre negra intenta ser lo más justa posible y asegurarse de que ambos bandos no tengan demasiadas ventajas. A menos que una sola persona sea demasiado poderosa, la torre negra pondrá restricciones. Esta instancia real, ha impuesto restricciones a los jugadores, no al gran pavo.

Xiao Jitong miró al monstruo.

—No podemos matarlo. Cuando se convierte en águila, se le puede herir pero no matar. Cuando no es un águila, las heridas no están permitidas. El pavo solo tiene una restricción: en su forma normal, no puede hacer daño a sus hijos.

—Hay otra restricción —intervino Fu Wenduo—. En «El águila atrapa a los pollitos», solo puede matar a un jugador fijo.

Xiao Jitong y Ningning lo miraron.

—¿No es eso lo que sabíamos antes? El pavo debe matar al último jugador, debe seguir las reglas del juego «El águila atrapa a los pollitos». ¿Por qué lo repites? —preguntó la chica de pelo largo.

—Continuaremos y no prestaremos atención a esto —expresó Tang Mo.

Las dos niñas estaban confundidas mientras el niño miraba a los adultos con expresión extraña. Sus ojos se iluminaron y estaba a punto de hablar cuando se tapó la boca.

Si el juego principal tenía restricciones para los jugadores, el juego secundario tenía restricciones para el gran pavo: solo podía matar a un jugador fijo de la partida, es decir, al jugador que iba último. Podía herir a los demás, pero solo podía matar a la última.

Lo que Fu Wenduo dijo era algo brutal.

En la última ronda, el monstruo no esperaba que la chica de pelo corto muriera por un movimiento de sus alas, por eso se quedó aturdido durante unos segundos y su primera reacción fue buscar a Fu Wenduo.

Casi agotó todos sus esfuerzos para matarlo. Él debía morir antes que la mujer.

Era diferente de la primera ronda del juego, donde ella solo expuso su deseo de matar a Ningning al final.

Si la muerte de la chica de pelo corto desencadenara el efecto «Gran pavo con el corazón roto», saldría de su estado esquizofrénico y el juego «El águila atrapa a los pollitos» terminaría. No había necesidad de tanta urgencia cuando el juego iba a detenerse. En ese momento, su comportamiento ansioso no era la mentalidad de: «ya que un jugador está muriendo, matemos a más jugadores». Era más bien como si se estuviera agarrando a un salvavidas.

Antes de que la chica de pelo corto muriera, el gran pavo debía matar a Fu Wenduo.

En el juego «El águila atrapa a los pollitos», se pedía al águila que atrapara al último jugador. ¿Qué pasaría si el águila atrapará a alguien que no fuera el último jugador?

El águila violaría las reglas del juego.

La quinta regla parecía una indirecta a los jugadores, sugiriendo que podían terminar el juego «El águila atrapa a los pollitos» matando a sus compañeros. Pero en realidad era una restricción para el gran pavo. Podía herir a cualquier jugador a voluntad, pero solo podía matar al último pollito. No importaba si otros morían a manos de los mismos jugadores. Solo cuando el gran pavo mataba a los jugadores de otras posiciones se violaban las reglas del juego.

Ese fue el mayor límite del gran pavo.

La mirada de Tang Mo se deslizó sobre los trozos de cuerpo en el suelo y pensó:

¿Qué vieron al final los jugadores que sobrevivieron tras matar a sus compañeros? Cuando solo quedaba una persona, ¿con qué se encontraron? ¿El gran pavo les entregó los cuerpos de los seis muertos y les dijo que aún tenían que ponerse en fila?

Esas eran sus especulaciones, pero no había duda de que al menos la mitad de los jugadores anteriores se habían matado entre sí. Era una pena que ninguno de ellos hubiera encontrado las verdaderas restricciones del gran pavo.

Que el ave violara las reglas del juego significaba que, aunque los jugadores no ganaran, el pavo había perdido. El final seguía siendo el mismo.

Entre los siete jugadores actuales, ninguno estaba interesado en utilizar la estrategia de que el gran pavo mate a la persona equivocada como método para terminar el juego. Al menos en el último momento, Tang Mo pensó que no lo haría…, a menos que no hubiera otra opción.

—Creo que el orden de la fila es fijo. La cuarta regla dice que los jugadores pueden hacer una pregunta al gran pavo y éste no puede mentir. Suponiendo que el orden haya cambiado, la respuesta correcta dada por el gran pavo también debería cambiar. Por ejemplo, antes le pregunté si el pequeño Qiao está en primer lugar y respondió que estaba en segundo lugar. La próxima vez debería estar en tercer lugar, etc. Pero no dijo eso.

La chica de pelo corto pensó:

—¿Tal vez solo dijo el orden en una ronda y esto no se considera una mentira?

—En este caso, el juego es más injusto para los jugadores —le aclaró el capitán.

La chica de pelo corto pensó un rato y no dijo nada más. Ella también estaba de acuerdo con la opinión de Xiao Jitong.

—Si el orden de la fila cambia, incluso un cambio regular, tendría un impacto en las preguntas del jugador. No se puede garantizar que la respuesta a la pregunta sea una pista y el derecho del jugador a obtener información se convertiría en una gran desventaja. Esto no es justo para los jugadores —Xiao Jitong hizo una pausa antes de continuar—: No es imposible que el orden cambie, pero la probabilidad es inferior al 20%. Creo que el orden es fijo.

El niño levantó la mano.

—Yo siento lo mismo.

—No tengo opinión —comentó Ningning.

Las dos estudiantes asintieron por defecto.

Xiao Jitong miró a los últimos dos que permanecieron en silencio. Fue claro que las opiniones de todos estaban unificadas.

—En ese caso, la próxima vez seguiremos el mismo orden pero las dos estudiantes cambiarán de posición.

—De acuerdo —asintieron las niñas.

—Entonces, ¿qué preguntas debemos hacer a continuación? —cuestionó Tang Mo.

Xiao Jitong iba a intervenir cuando oyó un bostezo. Todos se pusieron rígidos y se giraron para ver al gran pavo despertando.

Tras cinco minutos de sueño, la sangre de las alas del gran pavo se había secado y las heridas cicatrizaron poco a poco. Tenía una resistencia terrible. Fu Wenduo le cortó las alas pero ahora la carne crecía a una velocidad perceptible a simple vista. Tal vez las alas volverían a crecer pero no serían tan fuertes como antes.

Giró la cabeza y vio a los siete polluelos, soltó una risita.

—Coo, mi adorable niña… —Su sonrisa ocultaba su odio e ira. Los veía con rabia mientras apretaba los dientes—. Hijos míos, mamá les va a buscar un bicho otra vez. ¿Qué quieren comer?

Cuando hizo la pregunta, la voz del gran pavo se hizo más pesada y sus ojos se detuvieron en los jugadores. Parecía que mientras la torre negra diera permiso, el pavo no dudaría en saltar y comerse a todos sus hijos.

Tang Mo ya había pensado qué preguntas hacer y dio un paso adelante.

—Ejem… —Su voz se detuvo y pensó por un momento—. Desde el principio hasta el final del juego, Yuanyuan ocupa el primer lugar.

La chica de pelo largo nunca pensó que su nombre saldría de la boca de Tang Mo. Lo miró con asombro y se sintió extraña.

El gran pavo miró a Tang Mo con los ojos entrecerrados. No podía olvidar que ese humano había trabajado con el otro y casi le había cortado las alas. Hizo una mueca y miró a Xiao Jitong.

—Mi adorable niño, ¿qué pregunta tienes que hacer esta vez?

Xiao Jitong se rió.

—Desde el principio hasta el final del juego. Eso está bien. También me gustaría preguntar. Madre, desde el principio hasta el final del juego, ¿es el pequeño Qiao el primero de la fila?

El pavo los miró con ojos fríos. Después de un largo rato, contestó:

—Son dos preguntas muy buenas. Su mamá se los dirá, por supuesto que está en segundo lugar. —El pavo señaló al pequeño Qiao. Luego se volvió hacia la chica de pelo largo—. Ella ocupa el quinto puesto.

Xiao Jitong asintió pensativo. Quería hablar cuando el gran pavo anunció:

—Mamá irá a cazar un bicho para ti.

Cuando se dio la vuelta para marcharse, sus furiosos pies parecían agrietar el suelo. Estaba claro que tenía prisa y ya no quería seguir discutiendo. Estaba impaciente por convertirse en águila y despedazarlos.

La repentina marcha del gran pavo sorprendió por un momento a los jugadores, pero pronto dejaron de prestarle atención.

—Como supuse, el pequeño Qiao sigue en segundo lugar —comentó Xiao Jitong—. No parece estar mintiendo sobre eso, entonces miente sobre el quinto lugar. El orden correcto debe ser fijo y sin cambios. La razón del cambio en la gente que persigue no tiene nada que ver con el orden de la fila. Esta vez, no debería haber ningún problema con el orden y acabaremos con este absurdo juego.

Todo el grupo asintió.

Después de un rato, la chica de pelo largo preguntó:

—Espera capitán Xiao, si… si el orden no es correcto, ¿no empezará el pavo a atrapar jugadores de nuevo?

Xiao Jitong guardó silencio un momento antes de asentir.

Los ojos de la chica de pelo largo se abrieron de par en par.

—La primera vez fue el último lugar y luego el penúltimo lugar. La próxima vez seré yo… —Su voz se detuvo y la chica de pelo largo se volvió hacia su compañera—. No, no soy el quinto lugar. El quinto lugar es… ¿Xiaoyun?

La chica de pelo corto palideció y se mordió los labios hasta hacerlos sangrar.

Ahora nadie podría ayudarla. En circunstancias normales, Tang Mo intentaría salvarla. Pero si ella estaba siendo perseguida por el pavo, solo podía ayudarla mientras protegía su vida. Lo mismo ocurría con los demás.

Podían ayudar a la chica de pelo largo pero sabían que no eran el rival del gran pavo.

La chica de pelo corto no dijo nada.

En el tranquilo supermercado, todo el mundo estaba ocupado con sus propias cosas y nadie tomó la iniciativa de consolarla.

—Este juego tiene una trampa —expusó Ningning—. Es para engañar a los jugadores para que se maten entre ellos y conseguir oportunidades de supervivencia. Sin embargo, más de ciento cincuenta personas murieron y nadie superó la instancia. Por lo tanto, matar a un compañero no es el método para despejar la instancia y la reducción de personas podría incluso tener un impacto en la fila.

La chica de pelo corto la miró.

Ningning no tenía expresión alguna en el rostro, pero sus palabras daban a entender que, como mínimo, todos no se limitarían a verla morir. El juego no se trataba de matar compañeros y la muerte de uno de ellos podría conducir a otra trampa. En cuanto a si resultaba herida, era su propio problema. Nadie estaba obligado a ayudarla.

Las dos chicas no molestaron a los demás jugadores para que las ayudaran. Rebuscaron en el supermercado y sacaron los pocos accesorios que poseían para aumentar sus posibilidades de supervivencia.

Todos estaban listos para alinearse y los siete jugadores se reunieron. Tang Mo sacó un paquete de galletas y le entregó una a Ningning, que estaba a su lado.

La mujer lo miró sin expresión y no dijo nada.

—Lo encontré en la esquina del supermercado y no ha caducado. Comer algo podría reducir tu sensación de ira.

Cuando Ningning había luchado codo con codo con Tang Mo y Fu Wenduo, descubrieron que debido a esa extraña hambre, su velocidad y su fuerza disminuían. No se negó y agarró dos galletas para comer. Xiao Jitong y los demás también comieron.

Aún tenían la sensación de hambre, pero al menos todos estarían reconfortados.

—Esta hambre puede ser la de los pollitos. Deberían haberse comido los bichos hace tiempo, pero no hemos encontrado el orden adecuado y no hemos podido comer. La sensación será cada vez más fuerte, lo que hará que nuestras fuerzas disminuyan y que sea más difícil escapar del gran pavo. Este juego no puede alargarse demasiado. Con la fuerza de los jugadores normales es imposible que sobrevivan tres rondas sin matar a sus compañeros. Luego, no podrán continuar y sus ánimos se desplomarán mientras el gran pavo sigue burlándose de ellos—comentó Xiao Jitong.

Tang Mo mordió sus galletas. Fu Wenduo también agarró una y se la comió.

Xiao Jitong sonrió y negó con la cabeza.

Saber la razón no serviría de nada. Seguirán hambrientos y sus fuerzas decaían.

Pasó una hora y el gran pavo volvió, con las manos vacías. Tras una cuidadosa observación, Tang Mo encontró un diminuto bicho verde. Era demasiado perezoso para fingir. Tiró el insecto al suelo y se burló.

—Aliniense mis adorables niños.

El grupo no perdió el tiempo. Tang Mo se comió la última galleta y se colocó en primer lugar. Luego fueron el pequeño Qiao y Xiao Jitong.

Los siete jugadores permanecieron en sus puestos, mirando con recelo al gran pavo.

Una vez que Ningning se paró en el último lugar, el gran pavo rió. No perdió ni un segundo y corrió como loco hacia Tang Mo. Este podría haber estado preparado pero aún así recibió un profundo rasguño en su mano. Una clara voz infantil se escuchó como una sentencia de muerte.

¡Ding, dong! Los jugadores se han alineado mal y el gran pavo se volverá esquizofrénico, abriendo el juego secundario «El águila atrapa a los pollitos». 

La desesperación llegó. Los ojos de la chica de pelo corto se llenaron de lágrimas y echó a correr sin mirar atrás. Por fortuna, Tang Mo estaba cerca del pavo y este tomó la iniciativa de atacar, dando tiempo a la chica de pelo corto para escapar. Tang Mo utilizó su sombrilla para bloquear varios ataques, encontró una oportunidad y huyó.

En el enorme supermercado, los siete jugadores volvieron a esconderse. El gran pavo se paró en medio de la zona de alimentos cárnicos y un par de ojos rojos miraron a su alrededor. Al segundo siguiente, echó a correr salvajemente. Se oyó una terrible carcajada y el sonido de dos pies corriendo en el supermercado. El gran pavo reía como un loco mientras buscaba a los jugadores.

—Salgan, entreguense a mí. Los voy a matar.

Durante el juego «El águila atrapa a los pollitos», empezó una dinámica de escondite.

El pavo buscó en la primera planta del supermercado durante veinte minutos sin encontrar a nadie. Rápidamente corrió a la segunda planta.

Los jugadores no podían salir del supermercado, pero podían caminar por cualquier parte del mismo. La chica de pelo corto temblaba de miedo mientras estaba en cuclillas en el conducto de ventilación del supermercado, con el miedo recorriendo su cerebro. Después de oír al pavo correr hacia el segundo piso, suspiró aliviada, una gota de sudor cayó de su frente y bajó por el conducto hacia el suelo.

Esperó el sonido del sudor golpeando el suelo, solo para ponerse rígida y bajar lentamente la cabeza.

Bajo el respiradero, el pavo ensangrentado estaba de pie, sonriéndole. Levantó las garras y atrapó el sudor. Su boca se ensanchó mientras decía con suavidad:

—Mi niña… Mamá está aquí.

El pavo golpeó el techo con sus garras y la chica de pelo corto cayó al suelo. No tuvo tiempo de dudar ni de sentir miedo, se levantó al instante y empezó a correr. El ave jugaba con su presa, persiguiéndola por detrás. La estudiante huyó con todas sus fuerzas, mientras el monstruo la seguía. Mantuvo un metro de distancia mientras atacaba con sus garras.

La chica de pelo corto sabía que el animal jugaba con ella pero no se atrevió a frenar.

El gran pavo la persiguió durante media hora. Su espíritu estaba al borde de la desesperación e iba a desmayarse en cualquier momento. Cuando solo quedaban unos minutos, una luz codiciosa brilló en los ojos del pavo y susurró:

—Coo, te voy a comer…

El pavo volvió a blandir su garra. Esta vez no fue un ataque casual, ya que su objetivo era partir en dos la cabeza de la chica de pelo corto.

—¡Ayúdenme! —gritó horrorizada la chica de pelo corto.

Un resplandor plateado llegó desde atrás hacia las garras del gran pavo. El animal sonrió y se giró para ver a Ningning sosteniendo el arco. Inmediatamente después, Tang Mo y Fu Wenduo atacaron desde ambos flacos. La sombrilla voló y se dispararon algunas balas.

La bala obligó al pavo a dar un paso atrás y la sombrilla golpeó su cuerpo.

Tang Mo corrió hacia arriba, recogiendo la sombrilla del suelo mientras con la otra mano tiraba de Fu Wenduo hacia delante, lanzándolo por los aires. El polizón voló tres metros hacia arriba. Empujó contra el techo y cayó, la daga negra destellando de sus mangas y atravesando el pecho del gran pavo.

—¡Coo! — La sangre fluía del pecho del gran pavo.

La torre negra contaba alegremente hacia atrás.

…198, 197, 196…

El tiempo se agotaba. El pavo se volvió para mirar a la chica de pelo corto y gritó:

—¡Muere!

Tang Mo se apresuró a abrir su sombrilla. Como la última vez, la usó por detrás para tirar del pavo hacia atrás, sin dejar que avanzara. Se percató que el monstruo no se resistió, como si no tuviera fuerzas y tuvo un mal presentimiento, pero antes de que pudiera reaccionar, vio que el ave utilizaba la fuerza de la pequeña sombrilla para abalanzarse sobre Fu Wenduo.

El polizón frunció el ceño y respondió con rapidez. Sin embargo, el ataque fue demasiado repentino y su pecho fue mutilado, haciendo que la sangre fluyera hacia abajo. Su hueso parecía haber sido cortado y lo obligó a arrodillarse en el suelo, levantó la mano para limpiarse la sangre que le manaba de la boca.

El gran pavo se puso al lado de la estantería y dijo con una sonrisa siniestra:

—¡Coo, muere… muere!

Se precipitó de nuevo hacia delante, su objetivo era Fu Wenduo.

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